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domingo, 6 de enero de 2013

El número de la suerte tiene dueño

La mañana comenzó nublada y Toto agradeció a Dios que le hiciera la jornada más aliviada. Ese verano las temperaturas eran muy altas y recorrer el pueblo en bicicleta bajo el ardiente sol era un suplicio.
       -  Viejo, te vas ahora? le preguntó Ramona, su mujer.
   Sí, después que infle las ruedas de la chiva empiezo el recorrido.

Toto abrió el bolso y sacó los números de lotería que tenía para ofrecer a sus clientes. Miró su humilde casa y la revistió con su fantasía de colores, comodidades y un jardín espectacular donde las flores competían con los tonos del arcoiris. Carajo! si a él le tocara alguna vez sacar la grande. Se rió de sí mismo y miró los números, y como se los sabía de memoria fue recorriendo mentalmente la larga lista de clientes a quienes debería venderle la fortuna para que posteriormente festejaran con champán. Sí, hacia tiempo que la suerte no visitaba al pueblo, pensó Toto mientras subía a su bicicleta. Su mujer salió hasta el portón de la casa y lo despidió otra vez mientras su perro jadeaba a su costado, esperando la señal para que corriera detrás de su rueda. Pero el silbido no llegó esta vez, y Pompeyo se quedó mirando cómo se alejaba.
Toto recorrió mentalmente otra vez la lista de clientes, y el primer lugar a visitar quedaba cerca de su casa. Bajó de su bicicleta, saludó a un cliente que salía del bar del gallego Gutiérrez, y entró saludando a los otros parroquianos.

       -  Buen día, buen día...un numerito para la Grande  de fin de año ? Hoy nos toca la grande, señores.
       -  Dale negro, hace tiempo que esa promesa es una chantada. Ya no te creemos un pito de lo que nos prometés...
   Toto le sonrió a los pesimistas que jugaban al billar y se dirigió al mostrador, donde Gutiérrez atendía a los otros hombres recostados en el mostrador.
       -  Mucha gente esta mañana, constató mientras sacaba varios números y los ponía ordenadamente sobre el lustroso mostrador de madera.
       -   Sí, pero poco consumo, se quejó el bolichero mientras señalaba los décimos que prefería.
Pagó y le alcanzó una copa de grappa a medio llenar.
       -  Tomá negro, para que entrés en calor, le dijo.

Toto agradeció, bebió y siguió su viaje, esta vez con los perros del barrio prendidos a sus pantalones y ladrando ante el intruso. Una patada bien dirigida al hocico de uno de ellos terminó con la persecución. Ahora tenía que pensar en la subida que le esperaba para llegar hasta la panadería del tano Locatelli. Allí siempre le compraban casi todos los empleados un décimo y aprovechaban para hacer una pausa. Pedaleó raudo tratando de no perder velocidad y logró mantenerla hasta que llegó a la cima del repecho donde estaba ubicada la panadería. Bajó jadeando un poco, y se secó el sudor de la frente con el pañuelo que siempre llevaba en su bolsillo.
    
       -  Hola negro, ya venís con la yeta? A ver si por favor algún día nos traés la suerte para poder rajar de este pueblo de mierda... le dijo uno de los empleados mientras preparaba la masa del pan.
       -  No se quejen, ché. Donde mejor van a estar que aquí? Pero a ver si eligen bien que tengo un presentimiento de que hoy la pegamos... les dijo a modo de consuelo.

Cuatro décimos  logró venderles, no mucho es cierto, pensó, pero otras veces no les había vendido nada. Ahora tenía que enderezar hacia el centro. Calles asfaltadas, veredas con la sombra de los frondosos plátanos, y varios clientes más para golpearles las puertas.
       
      -  Y como viene eso? Le preguntó Arteaga, el primer cliente que tenía costumbre de permitir que Toto eligiera el número. -  A ver si me das suerte esta vez, negrito... Así que me das la terminación 47? Con ese puto número seguro que soy 800 pesos más pobre, le dijo mientras se lo guardaba en el bolsillo y le alcanzaba el dinero.

Después de visitar a varios clientes más se dio cuenta que había agotado prácticamente todos los números que llevaba consigo, menos el que siempre reservaba para don Gerardo Montelongo. Aquél número era sagrado para este cliente. Hacía ya quince años que había sacado millones con ese número, y desde entonces volvía a jugarlo empecinadamente.
Golpeó el zaguán de la casa con aquel llamador de bronce con forma de mano, y esperó atento a los ruidos del interior. Pero nada se movía al otro lado de la gruesa madera.
Golpeó de nuevo y nada. Aquéllo lo alarmó porque  don Gerardo siempre estaba en la casa y Toto ahora no sabía nada de su ausencia. Estaría de viaje?
Su ignorancia duró poco. Una vecina que salió con la escoba para barrer casualmente la vereda lo llamó, y susurrando le contó que toda la familia había llegado de un viaje esa madrugada, muy tarde. Seguro que estaban durmiendo todavía. Ella era la única que conocía lo de ese viaje porque don Gerardo no quería que nadie se enterara que habían partido.
       
       -  Por lo de los robos, usted sabe, le dijo.

Le agradeció a la mujer que después de unos pocos escobazos se metió en su casa. Qué hacer? se preguntó Toto desconcertado. Si no retenía el número don Gerardo lo maldeciría por el resto de su vida.  A lo mejor él había comprado el entero allí donde había viajado. Pero si habían estado en el extranjero  era imposible. Conocía además el genio de su cliente que entraba en ebullición por poca cosa. Y mire si sale el número, pensó mientras acariciaba los décimos. El 03865 era el número de lotería que don Gerardo apostaba sistemáticamente y que Toto siempre reservaba.
Al fin se decidió. Él pagaría con su propio dinero el entero 03865 y se lo entregaría con o sin premio. Seguro que don Gerardo se lo agradecería. Recordaba que cuando había sacado la vez pasada le había obsequiado con una par de quilos de yerba mate.
        
        -  De la mejor, negrito, de la mejor!  le gritaba mientras le palmeaba la espalda. Toto se marchó con dos quilos de yerba más rico mientras la fiesta continuaba en el patio de la casa de don Gerardo.Pensó en sus ahorros y seguro que le alcanzaba para comprar el entero. Le explicaría a su mujer lo complicado de la situación, y seguro que ella comprendería.
     Así que fue al banco y llenó el formulario correspondiente.
        
       -  Para qué querés tanta guita, negro? Te vas a comprar un auto?    le preguntó ácidamente el empleado. 
       -  No me alcanza ni pa´ las ruedas. Pero quiero hacerle un favor a don Gerardo, respondió.                             
       - A ese viejo amarrete? Vos un favor a él? No se lo hagas, negro. Y sea lo que sea hacete vos el favor, negrito. Olvidate de ese miserable.
       -  No puedo. Es un cliente de muchos años, dijo con tono reservado. 
       -  Bueno, aquí tenés la guita. Y cuidado con los chorros y carteristas que están como buitres a la salida del banco, le advirtió el cajero.

   Toto montó rápidamente en su bicicleta, y pedaleando raudamente, sin dejar de mirar hacia atrás por las dudas que lo siguieran, llegó a la agencia de loterías.
        
      -  Hola, que tal las chicas más lindas del barrio, dijo a modo de saludo. 
   
    Las empleadas de la agencia lo saludaron riéndose y le abrieron la puerta de seguridad. Al fondo había un pequeño escritorio donde Ángel, el jefe de la oficina, estaba revisando el resultado de las ventas.
-           
   -  Que tal don Ángel, saludó Toto.
       -  Mmmmm, salió un sonido indescriptible de la boca del jefe de la agencia.
       Aquí tengo la plata de la venta y sólo me sobraron estos tres décimos. 
       -  Mmmmm, volvió a confirmar Ángel mientras contaba el dinero. Luego le alcanzó un formulario que ambos firmaron después de observar que todo estaba correcto.
      -  Bueno, nos vemos la próxima semana, que pase bien, se despidió Toto. 
       -  Mmmmm, repitió a modo de saludo el jefe mientras seguía enfrascado en sus papeles.

 Toto no se esperaba más que aquéllos mugidos de don Ángel. Siempre ocupado apenas hablaba con alguien, pero por lo menos no le decía negro o negrito, ese sobrenombre que nunca se pudo sacar de encima a causa del color de su piel y que lo fastidiaba.
Montó otra vez en la bicicleta y se instaló en el bar del gallego Gutiérrez. Faltaban quince minutos para que comenzara el sorteo y quería tomarse una cerveza esperando que los niños cantores anunciaran los premios.

    - Llegó la hora de la verdad, negro. Si no nos toca aunque sea la devolución vas a tener que pagar la vuelta.
        -  No se pongan nerviosos, señores, respondió Toto sin alterarse.

La vieja radio carraspeó y un locutor anunció  el inicio del sorteo. A dos voces una niña y un niño comenzaron a anunciar los números y los premios correspondientes. En el bar todos estaban en silencio. Caras tensas, divertidas y burlonas adornaban el mostrador donde todos se habían arrimado.
De pronto todos se pusieron más atentos, iban a cantar el número de la Grande y las manos apretaban los décimos que habían comprado.
   
- El 03865 con 80 millooooones de peeeesos!!! Gritaron los chicos cantores repetidas veces.

Toto demoró unos segundos en reaccionar. De pronto sintió que se le aflojaban las piernas y un dolor intenso le invadió el pecho. Era el número que había comprado para don Gerardo! Pero él lo había pagado. Qué hacer? 

Con los millones que le tocarían en suerte por el entero fantaseó de nuevo con una nueva casa, reluciente, de techos de tejas, jardín bien cuidado, amplios ventanales, Pompeyo saltando en busca de un palo que su mujer le lanzaba lejos para que corriera a buscarla. Y sus hijos vistiendo ropas nuevas hamacándose bajo un castaño. No escuchaba las voces de los demás que le reprochaban haberles vendido números sin premios, concentrado como estaba en tomar una decisión crucial. Si cobraba el premio sería visto como un estafador, creía, ya que don Gerardo que tenía poder en el pueblo se encargaría de proclamar a toda voz que lo había traicionado. Y si bien no era ilegal cobrar ese dinero, moralmente quedaría marcado como el hombre que se apropió de la fortuna del respetable vecino Gerardo Montelongo.
En esas elucubraciones estaba cuando el mismo don Gerardo entró como un vendabal en el bar con los ojos desorbitados. 
         - Negro, que me hiciste! No me dejaste el número de la suerte! Cómo pudiste hacerme eso, gritaba al mismo tiempo que agitaba los brazos.
         - Pero si estuve golpeando su puerta para dejarle el número, respondió Toto tartamudeado. Y me dijo una vecina que había estado de viaje...

Todos miraban a Toto serios y compungidos por las consecuencias que traería el problema si don Gerardo perdía esa fortuna.Él era el hombre fuerte del pueblo.

        - Negro de mierda, me has jodido. Te voy a machacar y hasta tus hijos van a pagar por esta estafa que me hiciste.

Toto bajó la cabeza y sus manos abrieron el bolso temblando. De allí sacó el entero del número premiado y todavía sin levantar la mirada le dijo a don Gerardo.

       - Mire don, aquí tiene su entero. Yo mismo lo pagué pensando en que usted lo reclamaría.

    Los ojos del hombre se saltaron una vez más de sus órbitas. La ira que lo invadía se transformó por arte de magia en una carcajada estridente y corrió a abrazar a Toto. 

      - Negrito divino, ya sabía yo que vos no me fallabas! Esto es supremo! Aprendan lo que es la lealtad de un hombre! gritaba mientras pasaba el brazo por la espalda de Toto. Gracias macho, de esta no me voy a olvidar. A ver gallego, serví una vuelta para todos! ordenó a Gutiérrez mientras revisaba una y otra vez aquél papel que significaba su nuevo golpe de suerte.
       - Y bien muchachos, me voy a festejar con mi familia que todavía no sabe nada, dijo en forma de despedida. 
Toto levantó la cabeza y vió como don Gerardo se marchaba. Justo cuando llegaba a la puerta le dijo 
 Por favor don Gerardo, no se olvide de pagarme el entero porque lo compré con mis ahorros. 
      -  Claro moreno. Pero ahora tengo cosas más importantes que arreglar, así que tendrás que esperar, dijo en un tono despreciativo y se marchó a grande zancadas. En el bar nadie dijo nada.

        ***

domingo, 23 de diciembre de 2012

Navidades blancas

"Me tienes hasta los huesos".
El color de las Navidades siempre lo imaginamos blanco. Allí donde estemos veremos a un papá Noel con su risa grave y alegre, Jo,Jo,Jo! prendido a las riendas de un trineo. Claro que la alternativa es el pesebre que está más relacionado con lo que es el verdadero motivo de la celebración. Para creyentes y no creyentes siempre es habitual compartir estos días donde la tradición muchas veces se impone a la religión. Pero el mensaje es inequívoco, todos deseamos que la buena fortuna y felicidad acompañe a aquéllos que amamos y/o apreciamos, ya sea la pareja, hijos, otros familiares, amistades o colegas del trabajo, sólo para nombrar algunos. Nos olvidamos de las miserias humanas, de las calamidades que persiguen a tantos pueblos y gentes, y disfrutamos de esos ratos compartidos, rodeados de afecto.

Millones de seres humanos no comparten de todas formas esta tradición cristiana, lo mismo que nosotros no compartimos las que ellos celebran. Cuando cientos de millones de musulmanes festejan su Ramadán con ayunos de muchas horas diarias y durante un mes, miramos con cierta ironía esa tradición, y no se nos pasa por la cabeza qué interesante sería también festejarlo. Pasar hambre desde que sale hasta que se pone el sol es hacer sufrir el cuerpo para identificarse con los que pasan hambre de verdad, etc. Qué ironía y farsa, pensamos. Pero ellos, los que predican o creen en otras religiones también se burlan de que festejemos el nacimiento de un niño concebido en la relación inmaterial de un dios con una virgen, y parido por ella como si fuera natural.
Ese mundo imaginario de la navidad, adornado con luces, villancicos y árboles de Navidad,  que transcurre por unas horas, nos hace olvidar el estrés de las compras de regalos para repartir en Noche Buena o en Reyes; las colas en las tiendas; los empujones y pisotones; los atascos del tráfico en las calles. Los noticieros difunden con cierta satisfacción que este año se batió el récord de ventas en las tiendas, o con poco disimulada insatisfacción que esas ventas bajaron  un tanto por ciento comparados con el año anterior.

Así este festejo se convierte en el gran negocio que hace girar la rueda del progreso, porque nuestros empleos y ocupaciones dependen de que todos consumamos, unos más que otros, según las posibilidades. Por eso el nacimiento de Jesús de Nazareth ha aportado no sólo principios y valores, fe y convicción, sino también una buena forma para muchos personajes de los negocios de enriquecerse en el mundo moderno de hoy. Su mejor intermediario y que prueba esto, es la figura de Papá Noel que se impone cada vez más en el imaginario popular, a despecho de la imagen de Cristo sufriendo en la cruz por la Humanidad. Un Papá Noel que tiene su taller en el Lejano Oriente, ya saben, en China, donde se fabrican la mayor parte de los juguetes que se reparten entre los niños del mundo. Por eso se habla de que el actual viaje del hombre de la barba blanca en su trineo es más duro que antes para la desgracia de sus renos y la de los trabajadores que perdieron el empleo porque los juguetes que fabricaban son muy caros. Sin embargo este personaje bonachón no pierde el optimismo, y su risa nos acompaña mientras los chicos miran al cielo esperando verlo pasar con la bolsa  llena de regalos. Jo, Jo, Jo!...

Y Feliz Navidad y Año Nuevo!, porque que sería de esta crónica sino está cerrada con este deseo, símbolo inapelable de estas fechas?

sábado, 15 de diciembre de 2012

La hora de los cambios

Palacio Legislativo 
Las nuevas leyes aprobadas o por aprobarse en la sociedad uruguaya, así como el estilo de vida de su presidente José Mujica, han trascendido fronteras con una intensidad nunca vistas. Si antes conocían al país  por el fútbol y los bifes, hoy se han incorporado en la canasta de la fama la legalización del cannabis, la ley del aborto, las ceibalitas y otras reformas no menos importantes que ponen al país a la vanguardia de los cambios emprendidos por los gobiernos latinoamericanos. Incluso que un abanico tan amplio de partidos y organizaciones políticas que conforman el Frente Amplio, hayan podido mantener la unidad a pesar de ser gobierno durante tantos años, es también una meta que muchos desearían alcanzar y que en la mayoría de los casos es imposible. Aún cuando es mucho más fácil mantener la unión de fuerzas en la oposición que gobernando, la oposición de los dos partidos tradicionales muestra un nivel de improvisación y búsqueda de rentabilidad política, que a los ojos de una mayoría de los ciudadanos se la encuentra reprobable, y no pocas veces repudiable.

Que algunos sectores minoritarios de la izquierda desearían cambios más profundos, y un líder carismático de por vida, que encarne esos deseos de reformas sociales, económicas y políticas en nombre de ideologías del siglo pasado,e incluso más antiguas, es parte de ese amplio abanico. Que luego la misma experiencia se  encargue de ir minando esos proyectos hasta transformarlos en meras utopías que, en el caso de haberse cumplido, exigieron pasar a los ciudadanos por duras experiencias y sacrificios, donde los que pagaron el mayor precio fueron los sectores populares y muchos de los propios protagonistas, aún cuando las intenciones eran las contrarias. Ejemplos hay de sobra para los que se atrevan a ver la realidad sin anteojeras y desde una perspectiva despojada de verdades indiscutibles.  Y luego están los que defienden viejos privilegios y a quienes los cambios aterrorizan porque los obliga a compartir una parte de sus fortunas. Ponen el grito en el cielo y llenan de titulares las páginas de los periódicos que aún controlan. Lo que era un privilegio basado en el poder económico, ahora es la ley la que le otorga a todos los ciudadanos los derechos por los que han luchado. Con todos los defectos y posibles retrocesos, las injusticias que todavía puedan existir y las metas por lograr, hay una dinámica originada por esa misma pelea de intereses que renueva el aire político de un país que respeta el pluralismo de las ideas. Incluso cuando la polémica es más demagógica y existan actores que intenten manipular la realidad y la verdad, la firmeza y la capacidad de comunicar a los ciudadanos los medios y los fines de las decisiones que se toman, crean un caldo de cultivo que empuja a la sociedad hacia adelante.

La debatida ley de la interrupción del embarazo es un buen ejemplo de lo que hasta hace poco era un tabú y un privilegio de las familias ricas que a menudo visitaban las iglesias, y que a espalda de Dios internaban a sus hijas en clínicas privadas y seguras. Y probablemente lo seguirán haciendo y continuarán diciendo que defienden la vida. Pero hoy es un derecho para todas las mujeres uruguayas poder acceder a esa posibilidad.  Es cierto que hay razones religiosas sinceras y hasta demográficas que se oponen a esta reforma de la ley, pero un análisis racional y desapasionado concluye que muchas cosas que se hacían clandestinamente hoy son legales, dándole a la mujer la seguridad de que esa intervención no sólo ha sido discutida con un grupo de profesionales antes de tomar ella misma la decisión final, sino que se hará en condiciones donde su vida corra el mínimo peligro posible. Esa reforma, que fue un proyecto debatido en todos los niveles posibles, es el fruto de los aportes de muchas fuerzas políticas del gobierno, la oposición y de otros grupos de la sociedad. Una muestra más de que allí donde estés, los que se sientan llamados a aportar argumentos, puedan influir en el resultado final de esos proyectos, logrando compromisos que son uno de los pilares del consenso político.  Pero como hay que tomar una decisión, y a la hora de votar se impone la mayoría, el sentimiento de derrota puede ser muy duro. No obstante no por eso el debate y las iniciativas mueren con el texto de la nueva ley plasmado en el papel o en la pantalla de la computadora. Por eso creo que los ciudadanos uruguayos deben sentirse orgullosos de pertenecer a un país donde a pesar de sus defectos, errores y carencias, todos los quieran y puedan hacerlo, contribuyen a la dinámica del proceso que busca una sociedad más justa y democrática.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Espejismo en el espejo



El bar estaba casi vacío esa tarde cargada de relámpagos y truenos.La pesada y eléctrica atmósfera se sentía en el aire que respiraba, casi podía tocarse con los dedos, pensó Isidro mientras tomaba una cerveza sin alcohol. Torció los labios en lo que parecía una sonrisa forzada al recordar que antes de la diabetes y el colesterol, bebía copiosamente todo el alcohol que le pusieran por delante. Luego se enteraría por su médico personal, que su corazón latía demasiado desacompasado y había que corregir el ritmo de merengue de ese músculo incansable que bombea la vida a través de sus venas y arterias. Pero lo que más le preocupaba eran las consecuencias que esas dolencias tenían sobre otro músculo que le venía fallando desde hacía tiempo. Ya ni con Viagra o Cialis, ni las pastillas con efectos milagrosos que los chinos habían inventado alguna vez hacía miles de años, ayudaban a mantener erguido a su miembro más querido y cuidado. Miró con nostalgia el afiche colgado en la pared del bar que mostraba una mujer de pronunciadas curvas que sonreía bajo el sol en una playa del Caribe.

Ya no podía disfrutar del aullido del amor, como le llamaba a ese gemir constante que iba in crescendo a medida que la excitación aumentaba, y terminaba en un alarido de placer en las mujeres que había conocido. Pero en este último tiempo sentía que estaba cada vez más lejos de vivir esa experiencia. No bastaba con seducir a mujeres cada vez más jóvenes para lograr que su éxtasis renaciera como un ave Fénix entre las cenizas de sus fracasos. Su última esposa lo había abandonado hacía unos años por un motorista de Hells Angels munido de una larga barba y melena flameando al viento, y que provocativamente conducía una Harley Davidson. Desde entonces lo había intentado nuevamente porque no soportaba vivir solo, pero su impotencia era como una muralla donde se estrellaban las mujeres que había conocido últimamente. Su obsesión por el sexo le impedía ver que la mayoría de esas mujeres querían establecer una relación, y no encamarse por un rato con alguien que además no funcionaba como se esperaban.
- Se sirve otra cerveza? le preguntó el hombre detrás del mostrador.
- No, todavía no. En realidad la tomo por rutina, pero sin alcohol es imbebible.
- Lo entiendo, dijo el hombre y se marchó al otro extremo del bar. 

Isidro volvió a sus reflexiones sobre los fracasos de su pasión que lo atormentaban, cuando entraron al bar tres amigas que entre risas y grititos se sentaron y pidieron tres copas de vino blanco. Aparentemente no le prestaron atención, y él siguió en sus cavilaciones, mirándose al espejo de bordes rodeados por una franja dorada llena de volutas y meandros, cubierto por botellas de bebidas espirituosas y de diversa procedencia, hasta que descubrió que una de las chicas lo miraba intensamente en un espacio abierto entre tantas botellas. No pudo evitar hacer un pequeño movimiento con su cabeza a modo de saludo, y ella le respondió con una tímida sonrisa. La mujer tendría unos treinta años, era muy atractiva y sensual, pensó Isidro, al mismo tiempo que su corazón desbocado le latía aún más rápido y sentía un cosquilleo en el estómago. Podía sentir cómo el corazón todavía descompasado resonaba en su pecho y sintió miedo de sufrir un infarto. Las preguntas sobrevolaban como buitres sobre su cabeza: debía seguir adelante con aquéllas escaramuzas de miradas elocuentes, pequeños gestos  de aprobación y pícaras miradas insinuantes? Parezco un adolescente, pensó. A sus setenta años Isidro era todavía un hombre atractivo porque su copioso cabello blanco, algo largo como lo usan los bohemios y poetas, enmarcaban un rostro de nariz algo romana y donde las arrugas todavía no habían hecho nido alrededor de sus ojos negros. Labios todavía firmes y un mentón con un hoyuelo en la mitad, le daban un aspecto muy varonil, pensaba. Todos los que conocía le decían que había bebido de la fuente de la juventud. Sabía que su aspecto era atractivo para cierto tipo de mujeres que gustaban de los hombres maduros como a él le gustaba definirse. Absolutamente no viejo como bromeaban sus amigos cuando lo rodeaban en el bar,  ironizando sobre el irreversible destino que les esperaba a todos.

Pidió otra cerveza mientras no dejaba de mirar de reojo a la chica reflejada en el espejo y que seguía lanzando miradas cada vez más provocativas, entre risas y comentarios que él no podía escuchar, pero que provocaban la hilaridad de las otras dos amigas. De pronto se le ocurrió que le estaban tomando el pelo, que aquéllo era una farsa montada entre las jocosas amigas para burlarse y divertirse a costa suya. Entonces no pudo impedir que una profunda desazón le invadiera los sentidos. Se miró otra vez al espejo y vió a un incipiente anciano condenado a no oír jamás el aullido del amor. El espejismo se esfumó entre los meandros del espejo. Miró la calle inundada por la lluvia y no le importó. Pagó las cervezas y se marchó del lugar, todavía con las risas de las tres mujeres aguijoneándole la encorvada espalda.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Elecciones no tan limpias como aparentan en los medios


Prendida a los coletazos del huracán Sandy llegó la victoria del presidente de EEUU Barrack Obama sobre el republicano Mitt Romney.  Continuidad en el gobierno de la todavía potencia nr 1 del mundo tranquilizó a muchos líderes políticos en otros continentes. Fueron elecciones muy concurridas y el partido Demócrata ganó por más de 2 millones de votos, y triunfó en aquéllos estados claves como Ohio y Virginia. Si bien no hubieron grandes críticas y cuestionameientos en el país sobre cómo se desarrolló  la jornada electoral, quedó en evidencia sin embargo la intolerancia de algunos estados que impidieron que observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) pudieran cumplir su misión de controlar el desarrollo de la votación.
 
 En ocho estados, Alabama, Florida, Iowa, Michigan, Missisipi, Ohio, Texas  y Pennsylvania,  los observadores no pudieron cumplir su misión porque las autoridades policiales impidieron que ingresaran a los locales de votación. Incluso en Texas la policía amenazó con arrestar a esos observadores si se atrevían a entrar en los locales. La misión de OSCE tenía como fin la de controlar las listas de electores y el control de los votos, entre otras cosas.

Así se encontraron con que más de 50 millones de electores de los 237 que hay en total en EEUU, no estaban registrados. Cuánta resposabilidad le cabe al propio ciudadano y a las autoridades es difícil de dilucidar, pero la cifra es sorprendente. También pudieron constatar que otros estaban registrados en varios estados con la posibilidad de votar más de una vez si se lo proponían. Otro ejemplo es el de las personas que en el pasado fueron condenadas, y por esa razón muchos no se les permitió votar, algo que está en contradicción con las reglas internacionales. Además se constataron ejemplos donde las rutinas de control de identidad eran tan rígidas, que muchos se quedaron sin votar, afirma OSCE.

Dan Everts, que lideraba el grupo de OSCE, quedó decepcionado por la actitud de esos ocho estados que impidieron que los observadores cumplieran con su misión. La actitud de esas  autoridades nos recuerda a los países totalitarios, con la diferencia que esos gobiernos ganan las elecciones con el 99,9 por ciento de los votos. El show electoral costó además miles de millones de dólares, posibilitando a muchos políticos ser elegidos para ocupar cargos no por su carisma, propuestas y capacidad de acción, sino por el capital invertido. Una tendencia que se agudiza, según los observadores. El país que muchos reconocen como el más democrático del mundo parece tener tantas manchas oscuras que ese prestigio no parece corresponderse con la realidad.

 

 

 

 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Halloween y la noche de los vampiros

Ha escuchado, o visto alguna vez la celebración de Halloween en un parking en una localidad estadounidense? Pues existen, y cada vez con más frecuencia. La fiesta de Halloween se ha popularizado en muchos lugares de Europa y también en otros continentes. En EEUU ha sido una cita obligada para que las familias festejen con sus hijos una celebración que llegó con los inmigrantes irlandeses en el siglo XIX. Ha sido un gran negocio para las tiendas y fábricas que producen todo tipo de máscaras y trajes que representan a los personajes del horror y del terror. Los niños norteamericanos por unas horas encarnan a esos personajes con la inocencia que se corresponde con la edad y sus experiencias. Pero la celebración de Halloween  (All Hallows' Eve) o Víspera de todos los Santos, que se celebra todos los 31 de Octubre, tiene otro lado más oscuro y peligroso para los niños que golpean las puertas de las casas, esperando que los vecinos les ofrezcan dulces, caramelos, frutas, unas monedas u otros pequeños regalos.

La pesadilla de los padres de esos chicos fue creciendo a medida que se hacía cada vez más notorio que un nuevo Jack O´Lantern, aquél espíritu malvado que ofrecía Trick-or-treat, o sea Dulce o Truco, Travesura o Dulce, Treta o Trato, y que se simboliza con la calabaza iluminada, había adquirido ya cuerpo de humano, y se llevaba al niño más desprevenido para abusar sexualmente del ella o de él,  en la peor pesadilla jamás imaginada por cualquier chico que pensara en los sustos de esa noche. Tal es así que el presidente Bill Clinton, le dió el visto bueno a una ley en 1996 (1) que no sólo condenaba a los pedófilos a largos años de cárcel, sino que quedaban registrados de por vida como tales. Y la ley además fue más lejos para castigar no sólo a los que físicamente habían violado alguna de sus víctimas, sino que bastaba con poseer fotos o videos para recibir un duro castigo y quedar registrados como potenciales violadores de menores.

Pero no alcanza con esto, las autoridades además han creado a lo largo de los años un mapa del país y de cada centro urbano con las direcciones de cada una de estas personas para que las familias sepan dónde viven estos violadores o simples depravados que gozan mirando las fotos de chicas y chicos que participan de una u otra manera en actos sexuales. Los mapas son de acceso público y muestran con puntos de distintos colores, según la peligrosidad del personaje, en qué calle y número se aloja.

En algunos pueblos o suburbios de las grandes ciudades,  ha llegado a ser tan grande la paranoia de las familias, que los chicos, en vez de visitar las casas pidiendo los dulces, son acomodados en una playa de estacionamiento donde los autos son adornados con las figuras tradicionales, y cada grupo familiar se acomoda con sus hijos alrededor de la valija del coche, para ofrecer dulces a los chicos que los visitan, y permitirles a sus niños visitar otras familias que también han estacionado su coche en el lugar. Allí se encuentran seguros, dicen, y esa generación de menores tendrá seguramente un recuerdo de Hallowen muy distinto al de sus padres. Es más, mientras esas familias se reúnen en esos lugares, los pedófilos tienen que sentarse en la sala de un teatro de una escuela entre las 18.00 y 21.00 horas, que es el tiempo que los niños celebran la fiesta. Si permanecen en sus hogares, la policía los  visita y les obliga a apagar las luces y se le prohibe adornar el exterior de la casa para evitar que algún chico o chica desprevenido/a los visite. Otra limitación a la que deben atenerse es la de no acercarse a las escuelas, guarderías, iglesias y otros lugares públicos donde puedan haber niños, ya que la transgresión a dicha regla les puede acarrear años de cárcel. Sin dudas que para muchos de estos parias  no se corresponde la dureza del castigo con el delito cometido, si por ejemplo se trata de voyeurismo en la computadora y unas pocos fotos en el disco duro. No importa, basta con que se manifieste la tendencia. Halloween ya no es lo que era, es decir el horror imaginario. Ahora puede ser realidad con los 800 000 reales o potenciales pedófilos existentes en EEUU, según cifras de 2011. El verdadero horror puede estar a la vuelta de la esquina.

(1) La ley de Protección a la Comunidad promulgada en 1990 en el Estado de Washington, la primera de este tipo en los Estados Unidos, permite que se notifique al público cuando un delincuente sexual peligroso haya sido puesto en libertad. Fue la violación y asesinato en 1994 de Megan Kanka de 7 años lo que provocó que el público exigiera que se implementara un sistema de notificación a la comunidad en todo el país, y el 17 de mayo de 1996 el presidente Clinton firmó la Ley Megan.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Cuando la desobediencia civil obliga a pensar dos veces

Los intentos de explotación de una cantera de piedra caliza  han despertado muchos sentimientos de rebeldía en la pacífica isla sueca de Gotland sobre el Mar Báltico. La empresa finlandesa Nordkalk había iniciado las primeras obras para explotar los ricos yacimientos de piedra caliza en la localidad de Bunge, al norte de Gotland, en una extensión de 170 hectáreas talando una parte de dicha reserva natural. Pero la reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia (SCJ)  suspendió los trabajos iniciados en la cantera, anulando de esa forma las decisiones de otros tribunales a favor de la empresa minera. La noticia fue recibida con gran entusiasmo por el movimiento ecologista que pedía que no se pusiera en marcha el proyecto hasta que se evaluara el impacto que dicha explotación podía tener en el medio ambiente de la zona, teniendo como punto de referencia entre otros, el bosque natural de Ojnareskogen que ya estaba empezando a ser talado.

Así fue como la propia autoridad estatal de protección al medio ambiente, Naturvårdsverket, presentó una denuncia ante los tribunales ya que consideraba que el empresa violaría no sólo la legislación sueca sino también la directiva ambiental establecida por la Unión Europea, por la falta de datos de cómo se iba a llevar a cabo la explotación ya que Norkalk no presentaba datos ni documentos suficientes que explicaran la forma de explotación y sus consecuencias. Y la SCJ le dió la razón.

Paralelamente a las medidas legales en marcha, asociaciones de vecinos y ecologistas realizaban cortes de caminos de acceso a la cantera y establecieron un campamento con la finalidad de impedirle el paso a las máquinas que iban a iniciar los trabajos en la cantera con una intervención policial que intentó impedir los cortes. Entre la batería de argumentos de los oponentes a la explotación existen razones como el riesgo que corren dos zonas muy sensibles a los cambios pertenecientes a la categoría de Natura 2000, sobre las cuales hay un proyecto para declararlas  Parque Nacional.

La última palabra todavía no está dicha. La CSJ sólo suspendió las obras hasta que se den todos los detalles sobre la explotación por parte de la empresa. Pero este fallo hace crecer la esperanza para los ecologistas de que en Suecia todavía es posible darle prioridad a la protección de la naturaleza ante los intereses económicos que no garantizan ni explican cuáles serán las consecuencias para el medio ambiente de dicha actividad.
Suecia es un país minero, con decisiones radicales  como por ejemplo mudar de lugar una ciudad, Kiruna, para que se pueda explotar el mineral de hierro que existe debajo de ella. Las fuentes de trabajo y los intereses econnómicos pesan mucho en la balanza cuando se otorgan dichos permisos, pero la resistencia civil  puede tener como en este caso, un aliado, la SCJ que en esta ocasión le dió la razón a quienes piensan que la actividad económica debe ir de la mano de un control que evalúe las consecuencias que tiene para el entorno. De lo contrario, se convertirá en una herida abierta más en la curtida piel del planeta, y con consecuencias irreparables.
 

lunes, 1 de octubre de 2012

Hacen invisible a la mujer en el catálogo de Ikea

Una de las tiendas de Ikea en Estocolmo
Públicamente la mujer no existe en un país como Arabia Saudita. Sólo en el ámbito privado puede mostrarse como es, de lo contrario la ira de la sociedad puede descargarse sobre ella. Una prueba más de esto es el catálogo de la tienda Ikea, la empresa internacional sueca de venta de muebles y de artículos para el hogar. En el próximo número a repartirse en ese país musulmán las fotos donde aparece la mujer  junto a hijos, marido, amigas o sola, ha desaparecido, se ha esfumado como por arte de la magia digital, lo cual no es muy difícil de hacer con la técnica de hoy. Apenas algunas niñas se han salvado del "feminicidio".

Mientras en el catálogo original se muestran por ejemplo cuatro personas, una de ellas una mujer, en el que será repartido en Arabia Saudita sólo hay tres, ya que la mujer ha desaparecido (pág. 93 ). En otra foto del catálogo original (pág; 119), cuatro mujeres comparten una cena alrededor de una mesa. En el catálogo saudí han desaparecido. Y así varios ejemplos más de este exterminio femenino.

Ikea se expande por todo el mundo, y justamente una de las estrategias que la empresa tiene en sus catálogos  donde se presentan las novedades de la tienda, es que la mujer aparezca animando con su presencia los ambientes de la casa para fortalecer la imagen de bienestar, ya que en el hogar muchas de las decisiones de cómo organizarlo dependen de las ideas y necesidades femeninas. Sin embargo Arabia Saudita se ha convertido en la excepción, por el momento, siguiendo las reglas de este país sobre cuál es el lugar de la mujer en la sociedad según las leyes islámicas, donde está prohibido por ejemplo reproducir su imagen, si no es tapada por la ropa que se le permite llevar públicamente.

Allí la mujer tampoco puede andar sola por la calle, conducir un auto, notiene derecho a votar y por supuesto no puede descubrir su cabello si no es en privado, de ahí que las reglas más estrictas les permitan sólo tener una pequeña abertura a la altura de sus ojos (niqab, o el burqa que aún va más lejos). Que una empresa como Ikea, que a menudo desea mostrarnos cómo contribuye a la lucha por la igualdad entre los géneros allí donde se instala, claudique de esta manera frente la régimen saudí, habla mucho del cinismo con que en realidad se maneja para lograr afianzarse en estos nuevos mercados y hacer buenos negocios a pesar de sus tardías disculpas y excusas. Arabia Saudita es conocida por el altísimo poder adquisitivo de sus ciudadanos gracias al petróleo, por lo que para los gerentes y directores de la empresa la tentación de vender en este país árabe está por encima de cualquier otro principio. Qué pensaran las mujeres saudíes del catálogo de Ikea no podemos saberlo, en todo caso la mayoría ya está acostumbrada a "no existir" en estos contextos, lo cual nos hace concientes de la larga lucha que tienen por delante ese pequeño grupo de feministas saudíes que luchan por sus derechos, cuando en cosas tan simples como esta, su imagen está prohibida porque tal cosa es inmoral para las reglas vigentes. Aquí la primavera árabe está muy lejos, si es que alguna vez ha existido como se creyó en occidente cuando la gente salió a la calle a derrocar viejos dictadores.


En los siguientes sitios web se puede ver la diferencia entre uno y otro catálogo de Ikea.

http://onlinecatalogue.ikea.com/SA/ar/IKEA_Catalogue/

http://onlinecatalogue.ikea.com/SE/sv/IKEA_Catalogue/

Ikea facturó 25 173 millones de coronas en 2011 y cuenta con más de 130 000 empleados en todo el mundo. Fue fundada por el sueco Ingvar Kamprad en 1943.