![]() |
Nelson Mandela |
Pero Palme no la tenía fácil en su propio país. En Suecia la derecha rechazaba las sanciones y declaraban abiertamente que eran contrarios al apoyo que el gobierno socialdemócrata sueco había establecido a favor de Mandela y el ANC. En 1979 una mayoría del parlamento sueco votó a favor de las sanciones a pesar de la oposición del partido Moderata (Conservador), donde ya militaban y disponían de puestos importantes en el partido quienes serían posteriormente primer ministro y actualmente ministro de RREE, Carl Bildt, y la actual ministra de Justicia Beatrice Ask. Ambos defendían entonces los intereses de empresas suecas como Atlas Copco, SKF y Sandvik entre otras, instaladas en Sudáfrica y que podían correr el riesgo de verse afectadas por el boicot. Pero el que fué más lejos en su forma de expresarse fue el también ex-primer ministro conservador Ulf Adhelsson quien dijo: Un negro es un negro, y un sueco es un sueco. Lo había dicho cuando visitaba un mina en la localidad de Persberg y se refería a que las sanciones comerciales afectarían a los pobres negros, y los dejaría sin trabajo.
En plena Guerra Fria el régimen de Pretoria era un buen aliado de Occidente. La lucha por el poder en el mundo que enfrentaba a EEUU y a la Unión Soviética alimentaba el apoyo de la Casa Blanca a las dictaduras frente al peligro del comunismo. EEUU y Gran Bretaña seguían haciendo negocios as usually con Pretoria, y tenían un aliado seguro frente a los gobiernos socialistas establecidos en Mozambique y Angola. Según algunas fuentes Mandela y ANC estaban incluidos en la lista de organizaciones terroristas de la CIA hasta 2008. Sudáfrica también tuvo el apoyo en aquél entonces de países como Israel, Brasil y Chile. El fin de la Guerra Fría, la retirada del apoyo de la URSS a países del continente africano y finalmente la opinión popular en Gran Bretaña y EEUU obligaron a sus gobiernos a cambiar su estrategia y presionar también al régimen racista a abandonar el apartheid.
Cuando Nelson Mandela visitó Suecia en 1990, poco tiempo después de su liberación, pronunció las siguientes palabras en Estocolmo:
Actualmente son muchos los que quieren ser nuestros amigos. Nos alegra mucho. Pero nunca olvidaremos a los que nos apoyaron cuando lo teníamos más difícil.
Sí, muchas lágrimas se derramarán en estos días por Mandela, pero muchas no serán más que aire , eso que llamamos lágrimas de cocodrilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Le agradecemos su comentario referido al tema. Cada aporte es una gota de reflexión sobre temas que interesan o preocupan. Suscríbase si desea seguir leyendo las notas y relatos de este blog.Es gratis.