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viernes, 31 de mayo de 2019

El Senado uruguayo aprobó el derecho al voto en el exterior.

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No es que ya está decidido. Es un paso formal más, luego de la aprobación por la Cámara de Diputados, para establecer un derecho para los uruguayos residentes en el exterior que debió existir desde los inicios de la vida republicana. Probablemente nadie pensó en ello en aquellos años porque prácticamente nadie se iba sino que venían por decenas de miles de inmigrantes al país. 
Tienen derecho los uruguayos que se sienten vinculados al país no solo por la ciudadanía sino también por sus afectos y sus lazos económicos, ya sea por inversiones en negocios a pequeña escala, ayuda a las familias, trabajos ocasionales o permanentes? etc.
 
Derechos y obligaciones tenemos todos a través de la ciudadanía y no debería limitarse para la gente que vive en el exterior salvo que hayan razones que la misma Constitución o la ley lo impida. En casi todos los países europeos y sudamericanos existe ese derecho. Porqué, hay que preguntarse. 
Si la Constitución no lo impide ese derecho a votar es inalienable allí donde estés. Hay embajadas y consulados en buena parte de las capitales del planeta para ejercer el voto sin necesidad de viajar al país.

Claro que la oposición siempre se va a oponer con el argumento de que es inconstitucional porque la persona no reside en el país ya que no está en sus intereses darle a una buena cantidad de uruguayos la posibilidad de votar... al Frente Amplio.  
Son los uruguayos y la nueva generación, los hijos de los que huyeron de la dictadura y/o que se fueron por la debacle económica del 2000-2002 los que podrían hacer uso de ese derecho. Eso hace temblar en el Parlamento a los más “guapos”. 

Así como la derecha menos extrema como la más cerril colaboran con personajes como Pedro Bordaberry que nunca amó tanto la Carta Magna como ahora.  Alguien lo oyó mencionar cómo  su padre JM Bordaberry la pisoteó cuando se unió a los milicos para urdir el golpe cívico-militar? 
Resistirán pero algún día, cuando ya no gasten el forro de cuero de los bancos  del Parlamento, las nuevas generaciones comprenderán y aprobarán que todos los uruguayos tenemos el derecho de votar allí donde estemos si deseamos cumplir con ese derecho que también es una obligación. 
No sólo  unirnos para gritar por la celeste en cada campeonato de fútbol o cualquier otro deporte! También queremos que el país sea un ejemplo en derechos civiles y sociales, en la redistribución de la riqueza, en una democracia transparente, en combate a la corrupción y a las bandas criminales,a luchar por la paz y contra las ambiciones hegemónicas de los imperios, etc, etc.
Por eso siempre estamos dispuestos a gritar juntos a miles de gargantas: Uruguay nomá!

lunes, 27 de mayo de 2019

La dispersión del voto europeo


Si alguien tratara de resumir cómo se comportaron los más de 425 millones de ciudadanos europeos en las elecciones al Parlamento de la UE no tendría más remedio que rascarse la cabeza y quedar bizco ante los resultados. Apenas si votó el 51 por ciento de aquéllos electores. Sin embargo hay tendencias que se confirmaron y otras que sorprendieron. Geográficamente Europa muestra dos caras. La cuestión es si la derecha y sus partidos más extremos logran una mayoría o son los partidos progresistas en el amplio abanico ideológico los que se imponen. 

En países como Italia, Hungría, Polonia, Austria, Francia, Grecia, Gran Bretaña, República Checa, Croacia, los conservadores y los partidos populistas de extrema derecha han superado a los partidos del abanico progresista. 
En cambio en Alemania, España, Holanda, Finlandia, Portugal, Suecia, la socialdemocracia y los verdes logran mayoría junto a las fuerzas políticas liberales y centristas derrotando en las urnas a los conservadores y a la derecha más radical.

Dos Europas enfrentadas a la hora de las decisiones durante los próximos cinco años marcarán el rumbo y cómo enfrentarán los desafíos que están por delante en temas como la migración, el cambio climático, la seguridad, el comercio internacional son temas de suma prioridad a resolver.

Los partidos que representan a cada país se reúnen por afinidades en el Parlamento Europeo. Así los Conservadores (EPP) siguen siendo el grupo mayoritario con 179 escaños mientras que los Socialdemócratas (S&D) siguen en segundo lugar con 150 escaños. Luego siguen los otros grupos en el abanico ideológico que describiremos como apéndice al final de esta nota.
Lo importe ahora es saber cómo se compondrá la mayoría que logre reunir suficientes alianzas para llevar adelante políticas progresistas o de derechas, es decir más Europa o más nacionalismo.

La primera conclusión es que a pesar de los importantes triunfos en Francia (Le Pen), Gran Bretaña ( partido por el Brexit) e Italia (Lega) el populismo y el euroescepticismo
de derecha no tendrá la mayoría en el parlamento. 
En cambio el importante avance de los Verdes (Verdes/EFA) en Alemania (efecto Greta Thunberg?) y otros resultados inesperados en diversos países como Irlanda, junto a un fortalecimiento del grupo liberal  (ALDE) apuntan a una oportunidad para alianzas con otros sectores que conduzcan a la UE por caminos más progresistas que los que se temían cuando los sondeos daban al ultranacionalismo y populismo de derecha importantes porcentajes de simpatías y votos potenciales. Esto finalmente no se concretó. Avanzaron si reunimos los tres grupos en los que se dividen, pero muy tímidamente de 155 escaños a 172 de un total de 751.

Otra conclusión es que los Conservadores y los Socialdemócratas ya no podrán negociar solos los puestos de más importancia dentro de la estructura de la UE. Ahora entran a tallar los verdes y los liberales en esas partidas. En otras palabras, para elegir por ejemplo al presidente de la Comisión Europea deberán encontrar soluciones que incluyan a estos dos partidos. 

Sin embargo no se puede evitar constatar por un lado que el escepticismo y la indiferencia todavía reina en amplias capas de la población cuando un 49 por ciento no votó. Además los ciudadanos de la UE están más dispersos que nunca en su forma de ver a este conglomerado de países que en medio de los cambios económicos, tecnológicos, políticos y sociales tratan, a pesar de las dificultades, de encontrar un denominador común a sus problemas. La cuestión es si lo encontrarán en los próximos cinco años.

Resultados Preliminares                    
Participación 51%

Grupo de Partidos                Escaños                        Diferencia

EPP
Demócratas Cristianos/
Conservadores                          179                                     -38                        

S&D
Socialdemócratas                     150                                      -37                          

ALDE Liberales                        107                                      +39                              

Verdes/EFA                              70                                       +18

GUE/NGL                                  38                                       -14
Socialistas

ENF 
Populistas de derecha.              58                                       +21                             

ECR
Conservadores y Reformistas   58                                        -17            

EFDD
UE- "escépticos"                        56                                        +15   

Otros                                         28                                        +28   

Por la Libre                                 7                                         -15        


domingo, 26 de mayo de 2019

Elecciones Europeas: Lo que se juega

Un planeta colapsado climáticamente es una de
de las amenazas que los ciudadanos europeos deberían
impedir con su voto.
Este domingo 26 de Mayo se realizan las elecciones para elegir a los candidatos que representarán a los partidos y a los países de la UE en el Parlamento Europeo. Una elección en la que participarán 425 millones de votantes para elegir 751 parlamentarios. Una elección que en general está signada por cuestiones fundamentales como el cambio climático, la inmigración, derechos humanos y sociales, euroescepticismo y ultranacionalismo, Brexit, solo por nombrar unas pocas.

Aquí se enfrentan esas dos visiones, esos dos paradigmas de quienes quieren refugiarse en el nacionalismo reafirmando el eslogan Nuestro país Primero! frente a los grandes desafíos que implica el cambio climático y sus consecuencias, la inevitable emigración causada por estos cambios que obligan a millones a emigrar empujados además por los conflictos bélicos que azotan a unas cuantas regiones del planeta. A problemas globales soluciones globales. Esto suena mal a los oídos del rancio nacionalismo europeo que una vez más levanta banderas emulando el nazismo y las otras corrientes pardas del siglo pasado. Y no hay mejor defensa contra esos problemas para combatir sus  consecuencias que levantar muros reales a lo Donald Trump o burocráticos para frenar lo que mayoritariamente los mismos países - sobre todo los más ricos- han ayudado a originar durante siglos.

Europa confirmará hoy hacia dónde se inclina el fiel de la balanza. Hacia una dispersión del voto y de las estrategias o un cierre de filas de los que comprenden que sólo con más cooperación y coordinación en asuntos políticos, científicos y tecnológicos, de seguridad contra el crimen organizado, medio ambiente, derechos laborales y sociales y tantos otros como la cultura, la educación y la salud, son el puente que une a esta parte del planeta que ha evitado una nueva confrontación bélica desde que decidió unirse después de la 2aGM.

El tic-tac del reloj que nos acerca a situaciones límites sólo puede ignorarse por quienes han decidido sacar partido equivocadamente de cualquier catástrofe que ocurra. Una vuelta al nacionalismo feroz es aumentar las posibilidades de que ocurra lo peor, que nos envuelva el caos y la violencia, primero entre individuos, después entre las clases sociales y luego entre las naciones. Y nadie puede ignorar quiénes sobrevivirán al final debajo de esas cenizas, no serán los proletarios, los más desposeídos ni quienes creen representarlos, como sueñan los que abrazan la teoría del caos para justificar sus métodos. Matteo Salvini en Italia o Víctor Orbán en Hungría, representan mejor que nadie las fuerzas que hoy han capitalizado el temor de la gente prometiéndoles lo que el ultranacionalismo junto a sus proyectos económicos no puede cumplir: salvarse ellos solos de las amenazas que penden sobre nuestras cabezas como la espada de Damocles.

Como afirma el historiador Yuval N. Harari (1): la humanidad tiene hoy al menos tres enemigos globales: la guerra nuclear, el cambio climático y la disrupción tecnológica, es decir una ruptura brusca con el paradigma tecnológico existente que puede acarrear buenas perspectivas para el futuro de la humanidad... o calamidades nunca vistas.
Entre esas dos visiones los ciudadanos europeos de la UE deberán elegir hoy pensando en el mañana y en la deuda que tenemos con las nuevas generaciones.

(1) 21 lecciones para el Siglo XXI. Yuval Noah Harari.

miércoles, 15 de mayo de 2019

Guerra comercial con el Dragón de Oriente


En estos días el águila americana sobrevuela el territorio de EEUU lanzando graznidos que elevan a un 25% el porcentaje de los aranceles de un importante número de productos chinos por un valor de 200 mil millones de dólares. Por su parte el Dragón de Oriente es un poco más cauto y respondió con medidas similares elevando sus aranceles por 60 mil millones de dólares, reservándose quizá la munición de grueso calibre en su lengua de fuego, probablemente para más tarde. La conocida paciencia china confuciana. Nada de premura. ”Veamos cuál es el próximo graznido del águila”, en otras palabras.
 Cumbre entre chinos y norteamericanos
que finalmente han caído en una espiral de fracasos.

Con su tono falso y bravucón el presidente Donald Trump promete lo que probablemente no pueda cumplir: ganar esta batalla a los chinos con milenios de experiencia en manejar a sus rivales en negociaciones complicadas y una economía dirigida por el PCCh sin oposición a sus políticas, en pleno período de  expansión a otros continentes desde hace ya décadas, abriendo nuevas rutas comerciales de la seda. Lo hace además con inversiones en infraestructura lo que abre nuevas oportunidades para el desarrollo de esas regiones con carencias y escaso comercio, sin otras armas que capital y tecnología. Además cuenta con una población de más de 1700 millones de habitantes acostumbrados a los sacrificios desde hace generaciones, y en general leales a su gobierno, por convicción u obligación.

China es una potencia que a Trump le costará quebrar antes de que él mismo se derrita. Porque en su frente interno muchos republicanos y muchos más demócratas están furiosos y temerosos de que el bumerán lanzado regrese y le rompa la crisma al potentado del edificio que lleva su nombre en Manhattan. Y no sólo en el Congreso están preocupados, también los productores de soja, maíz, sorgo y de otros productos ya elaborados en la cadena agroalimentaria comienzan a intranquilizarse porque los derechos de aduana suben en China en la misma proporción que Trump impuso a los productos chinos. Y esto significa que los países sudamericanos obtendrán una ventaja comparativa en la competencia por el mercado chino.
Con esta agresiva estrategia de quebrarle el espinazo a China lo que pretende Trump es ganar la carrera tecnológica en la que el país asiático ha entrado de una manera vertiginosa desarrollando Inteligencia Artificial, software y aplicaciones en teléfonos inteligentes, computadoras e investigando las posibles ventajas de la unión de la bio-tecnología e info-tecnología en proyectos que le darán ventajas que serán muy difíciles de superar sino se coopera entre las naciones. Algo que para Trump con su consigna ”USA first” parece imposible.

Una guerra comercial no sólo afecta a los dos países, también al resto del mundo, pero Trump es por ahora aparentemente indiferente, las bolsas de Londres, Nueva York, París, etc. montadas en la montaña rusa caen en picada y suben rechinando dientes a medida que pasan los días y la desesperación cunde, poniendo a la economía mundial al borde de una recesión. Palabra maldita en los países capitalistas donde los consumidores tienen la fuerza del voto para pegarle una patada en el trasero a los presidentes o primeros ministros que no sepan capear el temporal. Consecuencias? Un PIB menor, empresas que se cierran, creciente desempleo, mayor déficit en las cuentas del estado, manifestaciones y protestas por la pérdida del salario real y la obligada rebaja de las pensiones y mucho, mucho más.

En tanto el Sr Trump envía su flota al Golfo Pérsico para darle una lección a los ayatollahs de Irán, amenaza invadir a Venezuela, nuevas sanciones a Cuba. Y quien sabe contra cuántos otros regímenes se viene calzando los guantes de boxeo para seguir con su política de un imperio que se tambalea a pesar que él afirma a gritos lo contrario, y corre al rincón del cuadrilátero golpeándose el pecho. Porque esos son los síntomas cuando un gobierno empieza a romper los tratados con el resto de los países, enviar a sus fuerzas armadas a apagar incendios que entiende son un desafío a su poder y dominio del mundo. Esa ha sido su estrategia en lugar de usar la alternativa de integración y unidad, respetando soberanías y la autodeterminación de los pueblos, fortaleciendo la ONU y las organizaciones internacionales. 

Probablemente recapacite o lo obliguen a recapacitar y al final se llegue a un acuerdo entre chinos y norteamericanos, y ambos salven su honor con una foto para la tribuna, pero el daño ya está hecho, y restaurar las heridas llevará tiempo. En el peor de los casos en que las cosas salgan mal apuraremos, junto con la subida del dióxido de carbono en la atmósfera, que por el contrario tenía que haber disminuido, el final de nuestra existencia salvándose con suerte las cucarachas.


Suena terrible, pero la catástrofe ecológica, climática y los tipos como Trump que hacen todo lo posible por empeorarlo, contribuirán a apagar el único planeta conocido donde la vida floreció durante milenios. Esperemos que no.

miércoles, 8 de mayo de 2019

El abuelo que no perdió la esperanza


Foto de Aftonbladet: Patricio Gálvez con sus nietos
recuperados en Siria.
Patricio Gálvez es una persona que ha estado en las primeras páginas de los periódicos e informativos de la tv y radio suecas. También  en la prensa internacional en las últimas semanas. De origen chileno, pero radicado en Gotemburgo, Suecia, ha llevado una intensa lucha por recuperar a los siete nietos que habían sido emplazados en un campo de prisioneros de ISIS, la organización terrorista islamista derrotada en Siria. Patricio Gálvez mantuvo una incansable pulseada con las autoridades suecas que por razones de seguridad, según explicaban, demoraban en dar una respuesta concreta sobre la recuperación de los niños y niñas emplazados en el campamento kurdo de al-Hol, al norte de Siria.
Pero el abuelo de los chicos insistió y finalmente pudo viajar a Siria en abril pasado y visitarlos.  Ahora se encuentra en Irak donde se reencontró nuevamente con sus nietos en la ciudad de Erbil, controlada también por los kurdos. 
Los prisioneros islamistas fueron agrupados en campamentos separando a los hombres de las mujeres con sus hijos, para poder vigilarlos con más rigor y evitar que tanto las mujeres como los niños sufrieran algún tipo de agresión o manipulación de parte de los terroristas.

Ayer martes llegó finalmente la confirmación de que los siete nietos, cuya edad es de entre uno y ocho años, habían abandonado el campamento kurdo de al-Hol en Siria para ser trasladados a Irak y posteriormente a Suecia. Los niños se encontraban en malas condiciones físicas en el campamento, algunos de ellos desnutridos como el más pequeño de un año que pesaba apenas tres kilos.

Los progenitores de los niños eran Amanda Gonzáles, hija de Patricio - y Michael Skråmo, de nacionalidad noruega. Ambos habían estado radicados en Gotemburgo y se convirtieron al Islam unos años antes. Michael Skråmo recibió el nombre de Abou Ibrahim al-Swaidi y abrazó la corriente salafista, la más radical dentro de la doctrina religiosa del Islam. Michael y Amanda viajaron a la ciudad de Raqqa en Siria, para unirse a ISIS en 2014 con cuatro  hijos. Allí nacieron los otros tres

Amanda murió al parecer a consecuencias del estallido de una granada en la localidad de Baghouz en diciembre pasado en la ofensiva final contra el último enclave de ISIS. Sin embargo sólo pudo confirmarse hasta ahora la muerte de Amanda.  En tanto la suerte corrida por Michael Skråmo es todavía desconocida, su cuerpo no ha sido hallado al parecer entre los muertos de Baghouz, según las autoridades kurdas.

Actualmente la organización Salvar a la Infancia calcula que en el campamento de prisioneros al-Hol hay todavía entre 64 y 80 niños de origen sueco. Algunos con sus madres y otros huérfanos al haber perecido sus progenitores durante los combates o bombardeos.

En todo caso entre tanta miseria humana ocasionada por esta guerra de la que no sólo tienen la culpa los terroristas, sino quienes los financiaron y los armaron, que son muchos, un abuelo es extremadamente feliz por recuperar a sus nietos del infierno en que vivían.