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jueves, 28 de mayo de 2020

Ley de seguridad para Hong Kong - otro escollo en las relaciones China-EEUU

No hubo sorpresas. Los pronósticos de que  la nueva ley de seguridad para Hong Kong se iba a aprobar urgentemente por el Congreso del Pueblo no se equivocaron. Nada menos que 2828 votos a favor y solo 1 en contra habla del sentimiento negativo que los parlamentarios chinos tienen contra la que fue en su momento una colonia británica, finalmente pactada  bajo responsabilidad china en 1997 por cincuenta años, hasta 2047.

La Asamblea Nacional Popular de China
En estos días las manifestaciones contra la ley de seguridad se habían retomado por una parte de la población que antes de la pandemia había sido también escenario de protestas y cubiertos entusiásticamente por los medios occidentales, en una apuesta aprovechada por la prensa afín al presidente de EEUU Donald Trump, en su constante enfrentamiento con el gigante asiático.
La ley apunta a prohibir "actividades subversivas", "intentos independentistas", "terrorismo" e "intervención extranjera". Ya el año pasado los intentos de aprobar una ley que permitía la extradición de los delincuentes a la China continental había sido suspendida por la presidenta de Hong Kong, Carrie Lam por la dimensión y continuidad de las protestas. Ahora las nuevas manifestaciones son, según proclaman los participantes, principalmente contra la ley que recorta severamente la libertad de expresión, algo de lo que ha gozado la isla, a diferencia del control sobre los medios que ejercen las autoridades pekinesas en la China continental.

Después de superada la pandemia, por lo menos en esta etapa, las autoridades chinas se apresuran por tomar definitivamente el control de Hong Kong, uno de los centros financieros más importantes del planeta. Algunos lo consideran un "paraíso fiscal", otros lo niegan. Pero el hecho de que las Inversiones Extranjeras Directas (IED) hayan ocupado el tercer lugar en el mundo habla de la importancia que tiene la isla para las empresas multinacionales y particulares que invirtieron USD 115 mil millones en 2018, según cifras aportadas por el Banco Santander. Lo curioso es que otros paraísos fiscales como Las Islas Vírgenes, las Bermudas, las Islas Caimán entre otros, depositan allí una parte de sus capitales. Pero también los hacen China, Gran Bretaña, Japón, EEUU y los Países Bajos.
Según el informe del Santander la isla goza de excelentes oportunidades para el capital financiero por ser un puerto franco, un régimen fiscal simple con muchos incentivos, excelente infraestructura y seguridad jurídica. Si eso no es un "paraíso fiscal", qué le falta?

Es difícil evitar hacer una asociación entre la China continental que desea tener en sus manos a la Isla de Hong Kong con aquellas imágenes de la vieja película (1933) sobre el gorila gigante King Kong y su atracción por la hermosa rubia Ann Darrow (interpretada por Fay Wray) a quien finalmente captura. Claro, todos sabemos como termina la historia. Al final el simio gigante sucumbe ante las armas de la civilización occidental, lo que en el escenario de la película real que hoy se desarrolla ante nuestros ojos es improbable, si no quieren sucumbir los dos protagonistas. Además, de qué "civilización" estamos hablando? Este es un mundo donde  la era del liberalismo y progresismo como camino a sociedades más justas y avanzadas materialmente, con derechos humanos elaborados y respetados, se están convirtiendo en verdaderos autoritarismos fascistas con el avasallamiento de lo creíamos era inamovible.

La pregunta que muchos se hacen en occidente es si la nueva ley de seguridad es el comienzo de un plan de control total sobre este mundo financiero y el resto de la actividad económica de la isla, y si al mismo tiempo no sería el final de la gallina que pone los huevos de oro para China. Otros dudan que ocurra, ese flujo de capital por más que sea especulativo, por su dimensión podría no obstante dejarle muy buenos dividendos al gobierno de Xi Jingping, un líder pragmático como lo ha demostrado hasta ahora. Pero es obvio que con la nueva ley de seguridad las libertades de protestar, manifestar y de expresión por otros medios quedará muy limitada.

Ni corto ni perezoso Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano, manifestó ante el Congreso que Hong Kong ya no es territorio políticamente autónomo de China. Esto le quitaría el status especial preferencial que EEUU le había otorgado a Hong Kong, y que cada año es renovado, lo que tensa aún más las relaciones  comerciales entre ambos países. Todo está por verse, ya que si bien la ley está aprobada, su implementación y la forma en cómo se hará considerando los riesgos y posibilidades, puede variar y quitarle la carga más polémica a la misma o por el contrario, aplicarla con todo su rigor.




jueves, 21 de mayo de 2020

20 de Mayo. El día de la margarita herida


MARCHA DEL SILENCIO 2020
La Marcha del Silencio resonará
inquieta y solidaria
con el eco de los pasos ausentes
en las paredes y en los muros
de las ciudades que lloran
las víctimas del terror y la tortura
desaparecidos que dejan huellas
y familiares que reclaman justicia
a un orden establecido y cómplice
donde campea la impunidad
y el secreto cobarde que no se atreve
a develar: DONDE ESTÁN!?
Las redes como una ola incontenible
explotarán con la memoria cargada
por las ventanas asomarán banderas
y leyendas como un eco que replica
persistente, que no olvida ni perdona:
DONDE ESTÁN!?

MARCHA DEL SILENCIO 2019
El 20 de mayo una marcha silenciosa
Ensordece
las esquinas, los edificios y las avenidas
De Montevideo
Por donde una multitud
Que recuerda cada instante
reclama justicia y verdad
Frente al cobarde con uniforme
senadores con excusas de corbata
Y los falsos profetas vestidos de obispos
Refugiados en la impunidad
Que tarde o temprano
Será su tumba moral
Enterrados sin piedad
Por esas miles de gargantas silenciosas
Generaciones de gritos ahogados
De Reclamos olvidados
De Humillaciones compartidas
Implacables no olvidan ni perdonan.

martes, 12 de mayo de 2020

Planes perversos ganancias dudosas

En el mundo de la ficción existe el concepto de la "especulación verdadera", es decir una cadena de hechos relatados, que sin ser verdad porque es invención, puede acercarse a ella si las sospechas y los prejuicios ayudan a creerlo. En este relato "cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia"



Los designios de Jupiter Optimus Maximus


OCTUBRE 2019

La vista desde la oficina de Paul M era formidable. El paisaje dibujaba a lo lejos en el horizonte una cadena de montañas azules donde el blanco de la nieve comenzaba a decorar las cimas más altas en ese mes de octubre de 2019 . El valle había perdido su color verde, ahora adquiría un color pardo junto a los tonos cobrizos que el bosque de robles, castaños y hayas daban al ambiente, mezclados con retazos verdes de los abetos y pinos. Las tierras de cultivo estaban desiertas después de las cosechas y se extendían hasta los límites de la ciudad. En ella estaba emplazado el alto y futurista edificio de treinta pisos de la empresa Silverstar, diseñado por uno de los arquitectos de más renombre del momento en NY. En aquélla región del país era el edificio junto a su laboratorio y planta de producción, el más importante e imponente que dominaba el apacible paisaje urbano y rural. 

Las autoridades políticas de la ciudad le habían ofrecido condiciones insuperables a Paul M, CEO de la empresa y a todo el directorio de la farmacéutica, que después de diversas gestiones con distintos rivales de la actual comuna, a lo largo y ancho del país, aceptaron la ventajosa oferta. 
La compañía Silverstar iniciaba así su actividad productiva de fármacos con un par de productos para combatir la diabetes 2, en una vertiginosa carrera entre competidores implacables, en un mundo donde cualquier error, por pequeño que fuera, podía derrumbar hasta el edificio más sólido. Silverstar llegó años más tarde a los primeros puestos entre los productores de eficientes medicamentos contra enfermedades respiratorias causadas por los virus que producían el Síndrome Respiratorio Grave, SARS.  

Habían transcurrido treinta años desde la fundación de la compañía en un ramo de la industria farmacéutica en constante desarrollo. El bajo precio del terreno y los bajos impuestos por el gobierno de la comuna por treinta  años, con la sola condición de emplear en la plantilla de la empresa, laboratorios y planta industrial a un cincuenta por ciento de trabajadores del medio local, habitantes del municipio o vecinos, había sido decisivo.

Paul M disponía de todo el último piso del edificio para sus actividades. Una amplia sala de reuniones  para el directorio, sus consejeros, los administrativos, técnicos y un sinnúmero de consultores rodeaban cada día la larga y resplandeciente mesa de caoba . A toda hora Paul M se reunía con su ”batallón” de empleados, como gustaba llamarlos. Compartía frugales desayunos, almuerzos y cenas, porque trabajaba incesantemente hasta quince horas por día. Los empleados más glotones salían disconformes por lo poco que ofrecían esas oportunidades de sentarse a la mesa con el ”jefacho”, como le llamaban, y se iban a la hamburguesería más cercana para calmar el insatisfecho apetito. 

En una de las pocas oficinas vacías Paul M había improvisado una habitación  minimalista con baño privado, para las noches en que prefería descansar después de un largo día de trabajo. Enfrente a la provisoria alcoba habían habilitado un pequeño gimnasio con un aparato multifuncional para mantener la condición física del director, y una ducha. Es que Paul M era un hombre sobrio en extremo. Alto y de figura esbelta, parecía que ningún centímetro cuadrado de su cuerpo estaba fuera del molde que él mismo había diseñado. Cabellos lacios castaños, siempre bien recortados, un rostro afeitado de facciones duras, ojos negros y mirada penetrante, donde rara vez se dibujaba una sonrisa, parecían poner a prueba a sus subordinados y a los miembros del directorio cada vez que hablaba con ellos. 
Así era con todos en su empresa, y esa mañana esperaba ansioso a Steve L para iniciar el más lucrativo y a la vez peligroso proyecto en la historia de Silverstar. No dudaba que también lo sería para la humanidad si todo salía como lo habían planeado. Steve L era el eslabón más importante de la cadena en la primera instancia del proyecto. Un proyecto diseñado por el grupo de hombres más rico del planeta en el templo de Jupiter Optimus Maximus, como le gustaba denominar al grupo de falsos sacerdotes del antiguo dios romano al que habían convertido simplemente en dinero, intocables, anónimos, que se reunían en un lugar secreto y exclusivo en las montañas de la inhóspita Alaska, lejos de las incómodas cámaras y micrófonos de los insoportables periodistas.

Sentado en la ergonómica silla diseñada especialmente para él, en eso no ahorraba dinero, recibió la llamada de su secretaria, Nancy R, anunciando en su iPhone el arribo de Steve L.
-  Que entre, y tráenos un par de tazas de café expresso y agua - le ordenó a Nancy R.

Después de unos segundos entró Steve L a la oficina. Sus rasgos asiáticos inexpresivos, cabello negro peinado prolijamente, de baja estatura pero de físico nervudo por la práctica de artes marciales orientales, despertaba respeto y autoridad. Luego de un frío apretón de manos con miradas inexpresivas, ambos tomaron asiento en un conjunto de cómodos sillones que formaban un círculo celeste opaco, que estaba a tono con el frío ambiente que decoraba el aposento.
- Y bien. Qué novedades me traes? - inició la conversación Paul M sin ningún preámbulo. 

Todo está en orden, jefe. Tenemos la fórmula de la vacuna y el virus listo para lanzarlo. En la estrategia que has diseñado, China será el objetivo primero para debilitar su economía y la competencia que arriesga arruinarnos. No podemos esperar más -sentenció Steve L sin dejar reflejar impaciencia en su voz metálica. 
- Las medidas del presidente no alcanzan para derrumbar al gigante asiático - dijo Paul M. - Necesita que le demos una mano. Expulsamos de la Casa Blanca a los Demócratas pensando que el hombre del copete se iba a hacer cargo. Pero hasta ahora los chinos han sabido maniobrarlo. Sino iniciamos una guerra frontal, donde de paso nos beneficiamos para imponer nuestros productos contra el nuevo virus de Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), los chinos nos superarán y nos dejarán con los pantalones en los tobillos.

En el rostro de Steve L se dibujó apenas una sonrisa por la ocurrencia de su jefe. Ahora contaban con la fórmula de la vacuna que había estado en desarrollo durante tres años en un laboratorio ubicado en algún lugar secreto. Ni él mismo lo sabía, todo el programa estaba compartimentado y solo los jefes de los distintos departamentos tenían conocimiento de cada una de las partes. Era mejor así, en caso que el espionaje de naciones enemigas infiltraran la empresa o los competidores quisieran robarles las fórmulas de los medicamentos o los programas en desarrollo.

En muchos países los laboratorios privados y estatales investigaban sobre modelos teóricos del genoma compartido por China de nuevos virus del SARS originados por mutación. Pero Silverstar ya lo poseía sin compartirlo y había almacenado en sus probetas las cepas del nuevo virus que la OMS había bautizado como SARS CoV-2, y por su forma esférica rodeado de espigas le denominaron Coronavirus. La compañía en su laboratorio, munido de las computadoras más avanzadas, habían logrado dar los últimos pasos para el desarrollo de la vacuna. Lo que a los chinos les llevaría por lo menos uno o dos años más de trabajo, para Silverstar la fecha de lanzamiento era inmediata. Había solo que esperar el momento adecuado. Las proyecciones de los programas de las computadoras en ese mes de octubre cubrían la difusión en todo el planeta del nuevo Coronavirus entre tres y seis meses.

El plan de Paul M era sofisticado y había tomado un par de años llevarlo a cabo. Paso a paso fueron logrando en el laboratorio, elaborar la fórmula de la vacuna, que ofertarían en el mercado cuando el virus se expandiera por todos los países más importantes del planeta. Una vez creado el pánico en la población y la incertidumbre en los mercados, el caos político y la pasividad o desesperación en los gobiernos, llevaría la economía de muchos sectores al borde del colapso, y cuando todo parecía perdido entonces aparecería el remedio a la pandemia. Silverstar tenía el medicamento y lo presentaría con bombos y platillos. Los chinos se esforzarían para adelantar su propio proyecto para frenar el impulso de Silverstar, pero los medios de prensa leales a la iniciativa privada, y contrarios a toda propuesta surgida de un estado considerado totalitario, ignorarían olímpicamente el combate al virus por China que llegaría tarde de todas maneras. Secretamente Silverstar había probado la vacuna en aislados pueblos africanos con un programa bajo un falso proyecto de combate a la malaria. De esta forma habían en poco tiempo comprobado que la vacuna no tenía mayores efectos secundarios nocivos para los voluntarios del masivo test. Los enfermos de malaria seguían muriendo en el mismo porcentaje de antes pero nadie se daba por enterado. Los funcionarios locales estaban sobornados y hacían la vista gorda. No había prensa que informara de nada.

Una vez declarada la pandemia los gobiernos tendrían que cerrar fronteras internas y externas, aislar los focos de contagio, cerrar empresas de servicios e industriales, cesar a sus trabajadores o mantenerlos en planilla bajo el seguro de paro o algo similar, con un alto costo para el estado hasta que fuera posible, y cuanto más extensa y larga en el tiempo fuera la pandemia, más débil saldría de la crisis el gigante asiático, calculaba la cúpula en el templo de Jupiter Optimus Maximus. Y más contento estaría el presidente que hasta entonces no había logrado quebrar, como había calculado con distintas medidas aduaneras, la economía china.

En occidente estaba la cosecha de divisas a recoger. Allí se vendería a los estados con economía de mercado la vacuna a precios realmente importantes según la demanda. Cierto, pensaba Paul M, no todos estarían en disposición de pagarlos si los gobiernos no tenían un sistema de salud que subvencionara el costo de la vacuna y comprendiera a toda la población. Los chinos cuando tuvieran la vacuna la aplicarían probablemente a toda la población. En las economías capitalistas en cambio, una buena parte de sus habitantes quedarían fuera de la campaña sanitaria. Mucha gente moriría, sobre todo los viejos que ya no servían para nada, bueno claro, consumían un poco, pero los más viejos y enfermos eran una carga para el estado y apenas si consumían algo.  Lo más importante de todas formas, era el sentimiento de indefensión que provocaría entre la población y  la consecuente sumisión a las autoridades que podrían imponer medidas coercitivas cada vez más radicales, apagando los conatos de rebeldía, resistencia y demandas por derechos. Vendría un período de caos y recesión de las economías, con el resultado de millones de despedidos de las empresas, que darían quiebra si los gobiernos no intervenían decididamente. Y con las nuevas herramientas tecnológicas como la biotecnología y la Inteligencia Artificial lograrían manipular mejor a la población. Se estaban creando algoritmos cada vez más eficaces para decidir por la gente según sus sentimientos, y paralizarlos haciéndoles creer que eran correctas las decisiones que tomaban. El presidente en tanto le había prometido a Silverstar que compraría millones de vacunas para proteger a una buena parte de la población. Otra tendría que acostumbrarse a sobrevivir con sus propios anticuerpos. Hasta había acordado un precio por debajo del precio del mercado con el gobierno. No había cabos sueltos.
La finalidad de los hombres del templo de Júpiter resultaría en una limpieza  generacional de los ancianos improductivos en la sociedad, mayor concentración política y económica en la cúspide del poder, mayor pasividad en la población y tolerancia a medidas restrictivas de las libertades y una nueva oportunidad para los más ricos y fuertes, poderosos y ambiciosos, calculaba fríamente Paul M. Un mundo aún más distópico que el actual, sin dudas. Acaso no era así que el capitalismo superaba sus crisis cuando muchos creían que era su fin? - razonaba el jefe de la empresa en sus momentos de profunda reflexión en su torre de cristal. 

Da la orden de lanzar el SARS CoV-2 en la ciudad elegida. No hay manera de descubrir la fuente de contagio. Claro, surgirán teorías conspirativas pero ya sabemos a quién echarle la culpa: a algunos animalitos que lo portan y por estas casualidades a los humanos que los estudian y que en un descuido se les escaparon algunos de los portadores del contagioso Cov-2. Y allí comienza esta triste historia. No se podrá probar su origen real, pero basta sembrar la duda para que sea verdad  -razonaba Paul M. 

Steve L miró a su jefe pero no dijo nada. Por su rostro inexpresivo pasó sin embargo una sombra.

- Será un tsunami de peste que pondrá de rodillas a los chinos como nunca antes ninguna amenaza los hizo arrodillar. Tú darás la orden de fabricar la vacuna masivamente para lanzarla en seis o nueve meses. Todo depende de cómo se expanda la enfermedad y la cantidad de infectados y de muertos. Si hay que esperar, esperamos en anunciarla - dijo Paul M sin inmutarse.

Steve L miró esta vez a su jefe y preguntó si no temía que el virus también se expandiera incontenible por su propio país.

- No, las fronteras se cerrarán apenas la OMS declare la pandemia.
- Pero… la orden puede llegar tarde.
- No te preocupes. Todas las precauciones están tomadas.

Entonces Steve L le pregunta a su jefe si conocía el cuento del maestro Zen y el muchacho.

- No, nunca lo he escuchado -respondió Paul M impaciente.
- En un pueblo hace muchos siglos, le regalaron un caballo a un muchacho que había dejado atrás su pubertad. Los vecinos estaban entusiasmados y comentaban: ”No es maravilloso? No es fabuloso?” - dirigiéndose al maestro Zen que los observaba. ”Ya veremos”… respondió este impasible.

- Un par de años después en una imprudente cabalgata el chico se cae del caballo y se rompe una pierna. Los vecinos entonces culpan al caballo maldiciéndolo. ”No es terrible lo ocurrido? Maldito caballo. Horrible!” - y comentan lo ocurrido al maestro Zen. Impasible este responde: ”Ya veremos”…

- Transcurridos unos años más se declara la guerra civil entre dos bandos rivales que luchan por el poder en el país y todos los jóvenes son llamados a filas a empuñar las armas. El muchacho de la pierna rota, debido a sus limitaciones físicas para servir en el ejército, es descartado. Los vecinos encantados dicen: ”Son excelentes noticias. Espléndido. No tendrá que enfrentar la muerte siendo tan joven” - relataban alegres la noticia al maestro Zen. Este sin impacientarse responde: “Ya veremos”… 

Paul M, imperturbable también él, cabeceó afirmativamente con una sonrisa burlona dibujada en sus finos labios y dijo 

Haz la llamada. No hay marcha atrás. Nosotros Ya Vimos!
Steve L extrajo el celular del bolsillo de su chaqueta y marcó serenamente el número de un país lejano. 

Hazlo! - fue lo único que dijo al invisible interlocutor. Interiormente pensaba sin embargo: ”Ya veremos”…

MAYO 2020

Nancy R se comunica a través del intercomunicador con su jefe:
- Señor, el presidente quiere hablar con Ud. Parece que está furioso. Qué le digo? 

Nada importante. Sé porqué está furioso. Cerró la frontera pero se le colaron varios portadores del virus y ahora estamos peor que los chinos. Solo dile que estoy en su sitio preferido, en Mar-a-Lago, jugando al golf. Si quiere hablar conmigo que me busque allí. Ya veremos

martes, 5 de mayo de 2020

El Regreso del Telón de Acero en época de Pandemia

El regreso del Telón de Acero
De cómo el Coronavirus afecta a las dos Europas

También le llamaron la Cortina de Hierro a la antigua división durante la Guerra Fría, que enfrentaba a los países socialistas pertenecientes al Pacto de Varsovia y sus repúblicas socialistas de la Europa del Este, con los capitalistas del Oeste reunidos la mayoría en la OTAN. Aquella vieja división cobra actualidad pero curiosamente por cómo se ha expandido el Coronavirus en los países del  Este como Polonia, Ucrania, Hungría, Bielorrusia, Bulgaria, Eslovaquia, Rep. Checa, etc.

Número de muertos por cada millón 
de habitantes. Faltan en la lista Letonia(8),
Ucrania (6), Eslovaquia (4). 
Fuente: Johns Hopkins University. Citado
por DN, Suecia.

Mientras que en países de la Europa occidental el Covid-19 se extendía como un incendio en un bosque de pinos afectando a Italia, España, Francia, Inglaterra, donde los infectados se cuentan todavía por decenas de miles y los muertos diarios por centenares, en los países de la Europa del Este, precisamente en la línea que delimitaba el antiguo Telón de Acero, el índice de contaminación es muy bajo y de fallecidos aún menor.

LA cuestión es porqué esta diferencia estando tan cerca geográficamente unos de otros. Los estudios globales de la Universidad de Johns Hopkins que sigue día a día la expansión del virus CoV-2 (Coronavirus) muestra claramente la línea divisoria y la conclusión todavía primaria, pero indudablemente muy cercana a la realidad es la siguiente.

Primero: Los gobiernos de los países ricos occidentales demoraron en tomar medidas restrictivas confiando en el nivel técnico y capacidad de infraestructura de su servicio sanitario. Algo que la realidad luego demostraría que a pesar de las mejores condiciones en los países más afectados el sistema se vio desbordado en algunos casos y estuvo a punto de colapsar con el personal sanitario de rodillas. 

En los países de la Europa del Este los gobiernos apenas vieron el riesgo potencial de una posible pandemia antes que la misma se declarara, tomaron inmediatamente medidas restrictivas porque el servicio de salud de esos países estaba desmantelado después de la caída de los gobiernos socialistas. La rigurosa prevención y prohibiciones cerrando escuelas, negocios, fábricas y la mayoría de los servicios fue fundamental para contener la marcha del virus.

  Un segundo factor que se cuenta en este análisis es que los ciudadanos de los diez países más afectados de occidente establecen una corriente de turistas que se cuenta por millones a través del transporte aéreo, ferroviario y carretero a las grandes ciudades como París, Milano, Londres, etc. También a las estaciones en los Alpes para los deportes de invierno como el esquí, entre otros. Esto los transformó en potenciales portadores del virus y contaminadores durante el período enero-marzo- abril. Los países del Este no cuentan con esa corriente de turistas de ida y vuelta. Simplemente son más pobres.

Un tercero factor, la disciplina. Mientras en Europa occidental los ciudadanos a regañadientes demoraban en cumplir y hasta no hacían caso a las duras restricciones impuestas para reuniones sociales y familiares, en el Este, acostumbrados a la disciplina impuesta durante los regímenes socialistas, no fue difícil para ellos y ellas reaccionar cumpliendo con aquellas viejas prácticas de las que muchos se sentían orgullosos. Confiaban en el estado y en sus representantes. Esto trae otro aspecto que no vamos a analizar en esta ocasión: el control del gobierno sobre sus ciudadanos, como en el caso de Hungría donde el gobierno aprovecha la pandemia para controlar aún más a sus ciudadanos.

Un cuarto factor es la pirámide demográfica. Países como Italia y España tienen porcentualmente una de las poblaciones  de más edad del planeta de mayores de 70 - 90 años, la más vulnerable al virus como está demostrado, mientras que en el Este ese porcentaje es menor y unido a los otros factores enunciados los ancianos corrieron menos peligro de contagiarse.

Hasta aquí el análisis de la Johns Hopkins. El Telón de Acero seguirá probablemente corrido para el virus CoV-2 y la enfermedad Covid-19 en el este de Europa, aunque las mutaciones y los inesperados giros de los virus siempre les dan una revancha. ”Pobre de nosotros, aunque de algo tenemos que morirnos” -decía resignado un colega mientras se empinaba una botella de cerveza.