Cuando el perro muerde la mano del amo

El flujo de noticias de las últimas horas devela un fenómeno alucinante en el este de Ucrania: el grupo de mercenarios Wagner, liderado por el impredecible Yevgeny Prigozhin, se ha rebelado contra el Ministerio de Defensa ruso y contra los comandantes del ejército. Ha anunciado además que sus tropas se desplazan en distintas direcciones dentro de Rusia, luego de abandonar la retaguardia del frente de Ucrania.
En las redes sociales hay una serie de afirmaciones sobre el motivo de esta rebelión causada según Prigozhin por un bombardeo de artillería de las tropas rusas a un campamento de Wagner, con cientos de víctimas según afirma Prigozhin a través de un vídeo difundido hace pocas horas. Como reacción a este ataque, todavía no confirmado por fuentes independientes, se habrían producido enfrentamientos armados entre Wagner con las fuerzas del ejército ruso y otras unidades; ocupación de algunos centros urbanos  en territorio ruso, principalmente la sureña ciudad de Rostov. No obstante hasta ahora no hay confirmación de fuentes independientes, repito de esos combates, aunque las redes sociales dentro y fuera de Rusia explotan informando de distintas medidas de seguridad en Moscú y San Petersburgo por parte de las fuerzas de seguridad, y otras medidas tendientes a reforzar el blindaje defensivo de la capital. Se calcula que Wagner contaría con unos 25.000 soldados, aunque otras fuentes creen que podrían llegar a los 40 000 hombres en armas. Además, la cuestión sobre la que se especula es si habrá en ese escenario otras tropas rusas que se plieguen a sus filas desertando del ejército.

El motivo de esta sorprendente rebelión de Wagner contra el Ministerio de Defensa, aunque no  aparentemente contra Vladimir Putin, ocurre a partir  del ultimátum que le dio este ministerio a todos los grupos milicianos de mercenarios de firmar un documento que los ponía  bajo el mando de esta autoridad, centralizando todo el teatro de operaciones en territorio ocupado, y cercenando de esta manera la posibilidad de actuar independientemente del alto mando ruso. Algo que al parecer solo el grupo Wagner se ha negado a hacer. 

Desde hace bastante tiempo Prigozhin venía criticando al ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigú, a los comandantes y generales del ejército por los fracasos de la guerra con Ucrania, donde Wagner ha perdido miles de soldados en su intento de tomar la ciudad de Bachmut, hoy reducida a escombros, luego de largos meses de combates. Además acusaba al ministro Shoigú de no entregarle armas y municiones en momentos críticos de la ofensiva, acusándolo del alto número de bajas en sus filas. El desacato de Prigozhin motivó además que el FSB (la policía de seguridad) haya ordenado una orden de detención contra el líder de Wagner.

La rebelión de Prigozhin ocurre además en un momento crítico cuando el ejército ucraniano ha iniciado la esperada contraofensiva en varios frentes al parecer con relativo éxito, obligando a las tropas rusas a retroceder de sus primeras líneas de defensa, sufrir destructivos bombardeos de sus bases militares en la retaguardia y arsenales, dañando además las vías por donde se transporta la logística de sus fuerzas al destruir puentes y vías férreas por donde llegan desde Rusia los pertrechos de sus fuerzas. 
Hasta el momento de escribir este artículo, el presidente V. Putin no ha aparecido en cadena de radio y televisión para hablar de este suceso que podría estar orientado a dar un golpe de estado, entre otras especulaciones sobre la finalidad del mismo. A nadie se le escapa que el líder de Wagner elevaba el tono a las críticas contra los organismos y personas antes mencionadas, poniendo a salvo al mismo Putin de esas críticas, incluso afirmando que lo engañaban. 

Hay que hacerse de todas formas algunas preguntas. ¿Porqué Putin permitía a Prigozhin hacer estas críticas tan radicales cuando cualquiera que hablara contra la guerra, y contra las autoridades militares, podía ir a la cárcel por diez años como ha ocurrido frecuentemente? ¿Será una maniobra muy rebuscada para confundir a enemigos fuera y dentro de Rusia? ¿Buscará Putin ver cómo se alinean los grupos de poder para iniciar una limpieza al estilo estalinista, como en los viejos tiempos, para deshacerse de los enemigos que estarían conspirando contra suyo, un método que en Rusia ha sido infalible para deshacerse de los enemigos? Una movida muy rebuscada, sin dudas, pero nunca se sabe. Otra baza que puede tener Putin es acusar a la OTAN y a la CIA de ser los responsables de esta situación como argumento para unir fuerzas y crear un frente patriótico contra el enemigo externo, como ha ocurrido frecuentemente. ¿Qué hará Ucrania ahora si se resquebraja toda la estructura militar rusa y sus mandos, dejando aisladas a las brigadas sin comunicación con otras unidades y confundidas en un caos esperando conocer  qué ocurre en Rusia? Desmoralización total sería el resultado, sin dudas y una ofensiva ucraniana con más ímpetu, me imagino.

La astucia de Putin para dividir y seguir reinando es conocida, y debajo de las apariencias de estabilidad y respaldo a su gestión de la guerra, parecería que hay consenso, pero ignoramos lo que se mueve por debajo de esa apariencia de beneplácito con su gobierno. No olvidemos que Putin es sostenido por una élite de oligarcas, fuera del apoyo de las FFAA, que creyeron ver en esta guerra una oportunidad más para extender sus negocios, pero el presente fracaso militar y las sanciones de Occidente a la economía comienzan a hacer mella en muchos sectores de la sociedad, y ese impacto les afecta, por más que se quiera ocultar de parte de la propaganda del Kremlin. Si no fuera así, esta rebelión de Wagner no se puede explicar solo por la negativa de firmar un documento y la disconformidad de Prigozhin. Probablemente hay más perros rabiosos en el entorno de Putin. 
Aquí hay mucho hilo por cortar. La cuestión es cómo terminará la saga de Wagner y de Prigozhin, el hombre que a pesar de las apariencias le mordió la mano a quien le daba de comer. 

* Finalmente Putin lanzó un mensaje calificando de traición la reacción de Wagner e hizo un llamado a la unidad y a la lucha contra las amenazas internas y externas.

* A través de la mediación del presidente de Bielorrusia Lukashenko, Prigozhin detuvo su marcha hacia Moscú deteniendo el motín. Por contrapartida fue levantada la orden de captura del FSB y el líder rebelde se refugiaría en Minsk bajo la protección de Lukashenko. Las fuerzas de Wagner ocuparían nuevamente la retaguardia en el frente de Ucrania. ¿Fin del culebrón ruso y material para una novela del "nuevo Tolstoi"... todavía por nacer? Todo es posible, y es de esperar una purga contra "los enemigos de la patria".

Y el perro rabioso regresó mansito y el amo le acarició el lomo y todo parace arreglado a pesar de los combates que ocurrieron con la pérdida de cinco  helicópteros y un avión rusos derribados por los wagnerianos con todos los pilotos y tripulantes muertos. Cuántos de los rebeldes  perdieron la vida no conocemos detalles. En todo caso Prigozhin y Putin se reunieron el 29 de junio en San Peterburgo, según el propio Kremlin hizo oficial. El pragmatismo de los rusos es alucinante, hay que reconocerlo.

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Cuando el mejor actor se convierte en presidente

 En las últimas décadas hemos visto cómo candidatos de partidos de derecha a la presidencia (o al puesto de primer ministro) y sus partidos, ganan elecciones, no por sus convincentes y transparentes programas de gobierno,  sino por vagas promesas y principalmente, por el histrionismo de sus candidatos.

Silvio Berlusconi se despidió de este mundo para siempre habiendo actuado como si estuviera en el centro del circo del antiguo Coliseo, nada menos que ¡por cuatro veces como primer ministro!  sin haber obtenido resultados que beneficiaran al conjunto del pueblo italiano y provocando un endeudamiento histórico que nadie se atreve a corregir. En cambio sí se beneficiaron las élites que lo llevaron al poder, en parte gracias a su propia estrategia mediática al apoderarse de un buen porcentaje de los medios de comunicación, preferentemente los canales de TV, por donde derramaba su capacidad de gran actor concentrando la atención del público y convenciéndolos con mensajes y bromas que divertían o escandalizaban,  con claras falencias y hasta groserías, derramando humo para ocultar su verdadera intención, es decir, usar las herramientas económicas que evitaran redistribuir riquezas y ayudar a mejorar la situación económica y social de su pueblo. Por el contrario, sus políticas neoliberales beneficiaron a las élites y a sí mismo, por supuesto, y sentaron las bases para que su estilo fuera imitado por otra figura contemporánea al otro lado del Atlántico, Donald Trump. Con una estrategia similar, vacía de contenido pero cargada de consignas,  Trump ganó las elecciones norteamericanas basando su campaña en las falsedades, el histrionismo en la tribuna y en las pantallas del canal FOX y con sus aliados, que buscaban desplazar a las élites rivales, lo que denominaban como establishment, siendo ellos mismo parte de esas estructuras pero carente de poder político . Coinciden y lo afirman muchos analistas que comparan a las dos figuras y sus trayectorias al poder.

Berlusconi buscaba el aplauso fácil de sus coterráneos comparando, por ejemplo, a los políticos alemanes de la UE con guardianes de los campos de concentración de la 2aGM. O cuando trató de seducir con su estilo de bacán machista a la primera ministra finlandesa, Tarja Halonen, para que no insistiera en instalar una nueva institución de la UE en Finlandia. O expresiones groseras como la de ”es mejor desear a las mujeres bellas que ser maricón” luego de que visitara una fábrica de motocicletas. Así lo recuerdan periodistas de diversos órganos de prensa poco afines a la figura del cavaliere, y que constatan además, que su gestión como primer ministro fue una farsa bien montada porque la corrupción aumentó en todas las instancias públicas y privadas; la desigualdad social se hizo más profunda; la desconfianza y descontento con los sucesivos gobiernos, fueran de derecha o centro-izquierda que se sucedieron, se hicieron aún más manifiestas cuestionando el régimen democrático pero usándolo para llegar al poder. Un gobierno fascista se instaló de nuevo en Italia. No es Mussolini, pero veremos hasta dónde llega Giorgia Meloni.

Volviendo a Donald Trump y su imitación, consciente o inconsciente, de la figura del cavaliere, ambos llegados del mundo empresarial, con los trucos de encantador de serpientes para obtener el mejor resultado para su propio bolsillo en el negocio de su gestión como gobernante en la Casa Blanca, buscando embelesar a un público republicano (y muchos NO republicanos) que se divertían con sus bromas y comparaciones, sus promesas de hacer más grande a EEUU, sin importarles aparentemente a esos sectores la carga de corrupción, machismo, autoritarismo e ignorancia supina en temas que lo sobrepasaban, y que sus colaboradores trataban de emparchar cada vez que metía la pata. Sin embargo logró su objetivo: ser presidente. Incluso esa ignorancia si la expresaba en términos jocosos, llamaba la atención de muchos críticos y producía miles de comentarios en las redes y en la prensa adicta a seguir esos comentarios, volviéndose inconscientemente cómplices de su estrategia que actualmente  repite con la intención de ser nuevamente el candidato republicano a presidente. Las encuestas confirman esa preferencia dentro del partido Republicano a pesar de juicios y procesos judiciales en su contra, y el asalto al Congreso protagonizado por sus adherentes que siguen negando el resultado de la elecciones pasadas.

Entonces cabe preguntarse ¿porqué tantas personas se someten a ese histrionismo y mensajes de esos candidatos? ¿Cuáles son los mecanismos sicológicos que conectan con el cerebro de la gente para hacerles creer que lo que tienen delante suyo es realmente un auténtico líder que quiere el bienestar de todos y una sociedad más justa? ¿O ven y comprenden en realidad todo lo contrario? ¿Es el beneficio individual que observan detrás del mensaje y que los hará más felices y acrecentará su bienestar material sin importarle la situación de los demás, los que no tuvieron o quisieron aprovechar oportunidades para mejorar sus vidas? ¿Eso es todo lo que piensan? En otras palabras: ¡Que se jodan, no hay lugar para la compasión ni la caridad! 

Pienso en mi país de origen, Uruguay, y el discurso e histrionismo del presidente Lacalle en la campaña electoral y cómo junto a los aliados del momento, logró convencer a un poco más de la mitad de la población de electores (él y su partido PN no logró más del 30% de los votos) para que confiaran en esas huecas promesas. La similitud de la forma cómo presentó las soluciones que tenía para el país, vagas pero que eran temas instalados por el poder mediático, (seguridad, reforma social, pobreza, etc) que calzaban perfectamente en las neuronas de esa población disconforme con los quince años del gobierno del Frente Amplio. A estas personas no les había cambiado mucho la vida, o incluso, si habían mejorado como los datos lo confirmaban, no había sido suficiente, querían más, y el mensaje de Lacalle prometía una mejor vida y libertad. Una palabra hueca que en el neoliberal solo cree en la "libertad" para enriquecerse sin freno y sin normas que regulen al mercado.

Después de casi cuatro años de gobierno, los resultados est=an a la vista y muestran cómo se han beneficiado las élites del sector agrícola y ganadero, las empresas multinacionales exoneradas de impuestos y los financieros, mientras los asalariados, jubilados y la pequeña y mediana empresa, deben cargar con el peso de los impuestos para financiar un estado cada vez menos eficaz.

El desmantelamiento de los llamados entes autónomos públicos, energía eléctrica (UTE), agua potable  (OSE), combustibles (ANCAP), telecomunicaciones, móvil, fija, datos y banda ancha (ANTEL), etc. cada vez con más recortes y desfinanciadas, expuestas a competencias privadas improcedentes, beneficiadas por el propio gobierno en contra de la soberanía del país, y donde se sospecha que la corrupción está minando todo el sistema para hacer estallar a toda la estructura pública y convertir al país en otro paraíso privado a gusto y semejanza del Poder Real que mueve las fichas detrás de un vidrio oscuro. 

La adjudicación directa del principal puerto del país, el de Montevideo, por sesenta años a la empresa belga Katoen Natie, es probablemente el mejor ejemplo del manejo autoritario y oscuro de una gestión que ignoró todas las advertencias y participación de otros sectores económicos y políticos, y que hoy pone a ese puerto entre los cincuenta peores del mundo según el Banco Mundial, cuando las promesas eran todo lo contrario. O ante la actual emergencia hídrica que sufre el país, no tengan mejor solución que aprobar un proyecto privado, Arazití, de potabilización del agua del río de la Plata, donde los análisis muestran que no en pocas ocasiones pondrá agua salobre en las tuberías y canillas de los usuarios, según los estudios realizados por los expertos y que demoraría tres a|nos en concretarse cuando tenían otro proyecto financiado y planeado por el gobierno del FA.

Las actuales tendencias muestran que es muy fácil ser manipulados por los medios sociales y el poder mediático, y la irrupción de la Inteligencia Artificial en diversas plataformas de internet aumentarán aún más la posibilidad de vender humo al elector. Las señales son inequívocas en Europa y otras regiones del mundo. La tarea de contrarrestar este proceso es titánica para los que todavía creen en la posibilidad de una sociedad más justa e igualitaria. ¿Arriesgamos dejarles a  nuestros hijos y nietos un mundo donde la consigna será: ”¡Sálvese quien pueda!”? 

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Un título más para la celeste

En esta ocasión fueron los juveniles sub20 que alcanzaron la máxima gloria al ganar el mundial de fútbol de esa categoría en Argentina, país anfitrión del torneo. Lo hicieron con una energía, potencia y buen fútbol que anularon cualquier intento de Italia, que venía con cierto favoritismo, de tomar el control del juego. Un favoritismo que como sabemos, es más una estrategia del poder mediático aliado a el poder económico, interesado en promover a ciertas figuras que hipotéticamente tienen un potencial económico, no sólo deportivo.

No obstante estos vaticinios de que los tanos eran superiores, la selección de Uruguay desde el primer minuto demostró que iba por el partido y la copa, ganando en todos los terrenos del campo con una entrega y brillante habilidad futbolera, con picardía de campito (vaya si había que tenerla con el desastroso estado del césped) creatividad y actitud ofensiva que nunca se abandonó. No hubo un jugador que no participara del juego, ya sea de forma creativa como defensiva.

Los dos zagueros centrales, Juan S Boselli y Facundo González fueron una muralla mientras el arquero Randall Rodríguez apenas si se manchó los guantes con la pelota mojada con el sudor de alguna frente rival. Alan Maturro otra vez dio la pauta de que por su costado no pasa nadie, y en más de una ocasión rompió líneas y con su fantasía le dio el pase a Luciano Rodríguez para que concretara el gol de cabeza del triunfo. En el otro costado Rodrigo Chagas tuvo un duelo permanente con Ambrosino, el nr 9 italiano,  quien trataba de iniciar los ataques por ese lado pero sin mayor éxito. Los italianos no patearon al arco en el 1erT. Y si lo intentaron en alguna ocasión marraron a los tres palos, como ocurrió en el 2o.T. 

El medio campo uruguayo fue sensacional, con un inspirado y espectacular Fabricio Díaz, en lo defensivo y en el ataque, acompañado por Damián García en la contención, menos destacado técnicamente, pero esencial para detener los inútiles intentos  italianos; un Franco ”Cepillo” González que eludió desvergonzadamente a todos los que se ponían por delante, aunque pecó en este partido de egoísmo en alguna ocasión de más, como al final del encuentro,  en vez de dar el pase a un compañero prefirió rematar él mismo entregándosela desafortunadamente al arquero.

 El trío delantero con Luciano Rodríguez por derecha, Anderson Duarte de centrodelantero y De los Santos por la izquierda, le dieron mucha matraca a los defensas italianos, que frustrados reventaban la pelota fuera de la cancha en varias ocasiones o las piernas de los rivales. Por mala fortuna no se pudieron hacer más goles, pero no se dejó de intentar, hasta que Luciano Rodríguez conectó ese golpe de cabeza en el minuto 86 para sellar el resultado.

Copa y Medalla de Oro para Uruguay, pero la FIFA tenía que consolar a los perdedores dándole merecidamente la bota de Oro a Casadei (nr 8), por ser el goleador del torneo, aunque ante Uruguay solo pudo hacer gestos de frustración, alguna que otra patada y algún cabezazo errático ente el arco uruguayo, aunque Zanotti se llevó el premio al mejor mala leche del campo, ya que se aburrió de pegarle a todo el que se le ponía enfrente y lo eludía. Solo faltó que Infantino y sus muchachos le dieran a Italia el premio al fair play. Pero  el planchazo de karate de Pratti a Fabricio Díaz fue la frutilla de la torta en este duelo, que el árbitro sueco sancionó con roja directa, para después simular que no había sido tan violenta por órdenes del VAR, y anular esa tarjeta y cambiarla por la amarilla. ¿Habrá recibido órdenes directas de Infantino, el presidente de la FIFA? No me extrañaría, porque además le dieron a Casadei inmerecidamente el balón de Oro por ser el mejor jugador del torneo! lo que a mi manera de ver es una provocación desvergonzada de la FIFA, cuando Franco González o Fabricio Díaz habían sido muy superiores durante todo el torneo. Pero había que consolar a los ragazzi de la humillación recibida. Y promocionar la figura de Casadei, que sin lugar a dudas tiene talento, pero es un pecho frío que probablemente lo paseen por los medios y los estadios tratándole de sacar el mayor jugo posible con inversiones millonarias, hasta que se vea que no era para tanto. Business as usual.

Ah, este partido entre Uruguay y una Italia, respaldada la bota mediterránea por la FIFA para que saliera campeona en las tierras argentinas, pero apabullada por el equipo de un país chiquito, me hizo acordar a aquellas batallas en las historietas de Asterix el galo, del autor  René Goscinny, donde en un pequeño pueblo de la Bretaña francesa, los habitantes indomables resistían los intentos de ser sometidos por el imperio romano. Los uruguayos como los galos, no se amilanaron ante el poder de la FIFA y las malas tretas de los árbitros en el VAR, y se las ingeniaron para humillar a la selección rival como así hicieron los galos ante las tropas de los generales romanos en la ficción de Goscinny. Pues para mí en la vida real Fabricio Díaz y sus muchachos fueron el Asterix con sus guerreros, y en esta Galia rioplatense, le demostraron al poder de la FIFA que en algunas ocasiones, aunque parezca imposible, no tiene otra alternativa que admitir ante miles de personas en las tribunas y millones mirando el partido por la TV, la superioridad deportiva y moral de los rivales por más insignificantes que parezcan. Escuchen la canción de Edu "Piitufo" Lombardo y comprenderán porqué.

En fin, ¡arriba Uruguay nomá!!

La canción más linda y representativa, según mi opinión, en homenaje a la celeste. Nunca fue más actual que en esta ocasión (incluso por la metáfora: "mezcla de agua dulce, mezcla de agua y sal" tan actual en el Uruguay del momento por la crisis del agua de los embalses y la sequía)

 

https://lyricstranslate.com/sv/pitufo-descolgando-el-cielo-lyrics.html

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El zapador de turno en Brasilia

“Ingeniero Zapador; bajo balas y metralla, en medio de la batalla,               
trabajando con ardor; Ingeniero Zapador, ¡tú serás siempre el mejor!”

La misión de los zapadores en los ejércitos de tierra es diversa. O bien le abren camino a las unidades de avanzada de sus filas, o bien le entorpecen el camino al enemigo minando el terreno, por ejemplo, impidiendo sus intentos de avanzar. 

En política también existen personajes con esas misiones: proponen instancias a soluciones y acuerdos para allanar caminos en temas de importancia y estratégicos, o por el contrario, ponen todas las piedras posibles en el camino (o palos en las ruedas como también se dice actualmente) en caso, por ejemplo, de que no quieran que se concreten ciertas metas y acuerdos transnacionales.

En estos últimos días del ”retiro presidencial” en Brasilia, después de una convocatoria del presidente Lula da Silva a sus colegas de América del Sur, pudimos ver a un ”zapador” político en acción. El papel de héroe investido de ingeniero zapador lo tuvo el presidente uruguayo Luis Lacalle, cuando al hacer uso de la palabra ante sus pares, criticó dos cosas: la idea de reconstituir la UNASUR (Unión de Naciones de América del Sur) argumentando que la misma tiene carácter ideológico de izquierdas, según lo entiende él que es un liberal, y que aparentemente jamás actúa ideológicamente. Su gobierno abandonó la UNASUR en 2020 apenas asumió el mandato. Puntualizó además que hay otras instituciones en el continente (algunas en estado más latente que pletóricas de vida: Alalc, Aladi, CAN, SELA, ALBA-TCP, SICA, Celac, Mercosur, que de por lejos no cumplen con las metas que se había fijado UNASUR, con grupos por ejemplo de trabajo que promovían el desarrollo en diversos temas como salud, educación, infraestructura, integración financiera, cultura,  energía, política, etc. 

Además el presidente Lacalle se permitió criticar otro tema surgido en la charla hecha pública entre Lula da Silva y el presidente  de Venezuela Nicolás Maduro. Lula le sugirió a Maduro que debía cambiar  la construcción narrativa que se ha transformado en la historia negra que se ha construido sobre su gobierno y el pasado de Hugo Chávez por tirios y troyanos. El esfuerzo de Lula por crear una atmósfera de no confrontación entre los países, y por el contrario ayudar a facilitar en este caso los procesos democráticos que Venezuela necesita, y debe cumplir para ser aceptada como una democracia plena, es a través de la integración y el fortalecimiento de los vínculos entre los países del continente ante los poderes dominantes que le aplicaron durísimas sanciones y que están en constante conflicto, como EEUU con China, y abierto como EEUU y UE con Rusia, lo que exige que esa unión iberoamericana tome impulso, y en los ámbitos internacionales hable con una sola voz. Porque ahí está la clave, también destacada por el propio Nicolás Maduro que no respondió a las críticas de Lacalle atacando su gobierno sino que destacó lo logrado por UNASUR mientras tuvo vigencia y tendiendo la mano más allá de las diferencias políticas entre los países. No vi que el poder mediático en Uruguay reprodujera ese discurso de mano extendida.

Desde la guerra de la independencia, primero los británicos y luego los norteamericanos, han logrado su objetivo: divide y triunfarás. Y para eso están los zapadores, haciendo el trabajo y regando con minas el terreno, haciendo lo imposible para que no se unan los países más allá del color político de sus gobiernos y tengan una sola voz. Claro, el temor es que en determinadas circunstancias no se alineen con los intereses del Gran Hermano.

 El discurso de Lacalle es la confirmación de las sospechas de que sigue los deseos y estrategia de ese Gran Hermano, y no los intereses de un continente olvidado cuando la realidad muestra cómo el proteccionismo y los nacionalismos otra vez ganan terreno en el mundo. Ante ellos, la falta de una estrategia conjunta continental, es aceptar seguir deambulando por los senderos donde las grandes potencias sí quieren arrastrarte de la nariz, como a los bueyes, para cumplir con sus fines, que no son los de Suramérica. 
 

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