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martes, 27 de agosto de 2019

Suecia - sicarios en acción

Una mujer de 31 años, de profesión médica, con su bebé en brazos fue acribillada a balazos por dos sicarios en plena calle a las 10:00 de la mañana del día de ayer en un tranquilo barrio de la ciudad de Malmö, al sur de Suecia. El motivo todavía se desconoce, a pesar de que hay distintas especulaciones. Este es un asesinato más en esta ciudad con altos índices de violencia entre las bandas de narcotraficantes que viene afectando también a otras ciudades suecas en una ola de violencia sin parangón.

Un atentado con explosivos originó importantes daños
en la fachada de un edificio en la ciudad de Linköping
este verano.
Sólo en 2018 hubieron 1048 incidentes con armas de fuego en las tres principales ciudades, Estocolmo, Gotemburgo y Malmö. Pero no sólo a balazos se arreglan cuentas  entre estos grupos, ahora usan explosivos para atentar contra las fachadas de comercios, comisarías y viviendas de los rivales. Sólo en lo que va entre enero-julio de 2019 han ocurrido 120 atentados con explosivos en el país. Granadas y dinamita es el material más común que los delincuentes usan y tienen en su poder.

Las autoridades de gobierno y la policía están constantemente jaqueados por una ola de delitos de violencia nunca vistos en el país, donde la globalización de la economía, la libertad de movimiento dentro de la UE y otras facilidades para radicarse en otros países han venido acompañadas de individuos con experiencias en el ejercicio del delito, o han sido reclutados en los ambientes donde se mueven estos delincuentes.

Estamos ante zonas que llevan décadas de ser marginadas o se han automarginado porque allí está radicada la mayor parte de los coterráneos que han llegado antes. Un proceso que hasta ahora los gobiernos no han podido o querido solucionar. Ya son muchas ciudades donde ocurre esta marginación con altos índices de desempleo, con carencias de tipo social y con un promedio de baja educación. 
Es verdad que las mayorías de los habitantes adultos en esos barrios tratan de integrarse y hay políticas de alfabetización, capacitación en oficios demandados por las empresas, entrenamiento para las mujeres en actividades que puedan desembocar en cooperativas o emprendimientos propios, etc. escuela obligatoria para los niños y niñas, pero conviven con grupos de jóvenes frustrados y llenos de rencor, que eligen el camino del delito para cumplir con el sueño de hacerse ricos apretando el gatillo cuantas veces sea necesario. 

En estos seis meses últimos la policía de Malmö ha cambiado la táctica basado en experiencias de la policía de EEUU, y ha iniciado una ofensiva contra esos grupos de delincuentes a través de vigilar a los individuos ya fichados, presionarlos, no permitirles que se sientan cómodos en su vida diaria, allanamientos de sus viviendas, es decir una marcación estricta que les impide reunirse y planificar nuevos delitos. En esta ciudad de tener que contar con 26 muertos en 100  tiroteos en 2017, la nueva táctica policial contabilizó 3 muertos por tiroteos hasta lo que va de este año, contando a la médica que fue la última víctima hasta ahora.

Otro de los resultados de la nueva campaña policial es el alto número de personas procesadas y condenadas que crecieron en un increíble 400% en el último año, lo que está abarrotando las cárceles.  Esto es motivo para que tres partidos parlamentarios le estén proponiendo al gobierno que gestione con otros países europeos la posibilidad de alquilar cárceles para recluir a los condenados en Suecia. Existe además un endurecimiento de las leyes para condenar por mayor cantidad de tiempo a todos estos delitos relacionados con la violencia protagonizada por las bandas criminales.


En tanto el asesinato a sangre fría de la madre con su bebé en plena mañana en un barrio de Malmö ha indignado a todo un país, que hasta no hace mucho tiempo era considerado una de las sociedades más pacíficas del planeta. Pero los delincuentes  actualmente se mudan de país como de camiseta, se instalan allí donde las leyes no están adaptadas a este nuevo tipo de delincuencia originada principalmente por el narcotráfico, el comercio de mujeres para esclavizarlas en la prostitución y el comercio de armas.
Las sociedades liberales a consecuencia de este fenómeno van camino a ser más autoritarias en la medida en que nuevas leyes y más policías son necesarios para detener la ola de delitos.  La mayoría no lo desea, pero la mentalidad está cambiando cuando ocurren crímenes como el de ayer de mañana en un barrio de Malmö. La pregunta es si vamos en camino a establecer sociedades  con ciudadanos más controlados, más drones en el aire, más cámaras en lugares públicos, más policías y legislación cada vez más dura. Y los resultados están a la vista.

miércoles, 21 de agosto de 2019

Sopa de algoritmos

 Sí, apenas ponemos nuestros dispositivos en línea comienza el bombardeo invisible para conducirnos a donde las plataformas sociales quieren llevarnos. Hay que estar en guardia contra el constante intento de manipulación en las redes De parte de Facebook, Google, Instagram, etc etc. 

El problema es que nuestros sistemas políticos parlamentarios tienen serias dificultades para neutralizar esa catarata de información falsa dirigida a las personas. La derecha y sus expresiones más extremas han encontrado una poderosa arma para aupar a lideres que luego se comprueba son incapaces de dirigir el destino de un país. Trump, Macri y Bolsonaro son ejemplos cristalinos de esa manipulación creando miseria, destrucción masiva del medio ambiente, tensiones sociales , crímenes contra opositores, pobreza, impunidad, conflictos internacionales, guerras, y la lista podría seguir . 

Todo para beneficiar a esa élite inescrupulosamente más rica, que con una sonrisa en los labios reparte migajas y te vende la idea de que estás disfrutando lo mejor que te mereces en esta vida. En la Edad Media la iglesia y los curas cumplían esa función a través del miedo al pecado y el castigo del Infierno para proteger a la aristocracia y a la monarquia. Ahora son los algoritmos los que cumplen esa función manejados por los nuevos sacerdotes del sistema, los ingenieros informáticos, para proteger a esa élite enferma de poder y riqueza material. 

Resistencia y empatia pueden ayudar a quitarles la herramienta manipuladora a Steve Banon y todos los de su escuela que fueron quienes le dieron impulso a esta forma de manipulación. Hay que intentarlo o seremos de las últimas generaciones en pensar libremente.

sábado, 17 de agosto de 2019

ONCE UPON A TIME... IN HOLLYWOOD


Érase una vez en … Hollywood, la película de Quentin Tarantino nos lleva a la ciudad de los ángeles y las estrellas en 1968-69 con sus luces de neón, las fiestas en los jardines de productores millonarios, autos de seis-ocho metros de largo, palacios cerrados entre las verdes colinas y hippies viviendo una vida errática y marginada en comunidades donde se mezclan la religión, las drogas y el odio, todo recreado por la fotografía de Robert Richardson.

Ese mundo  -donde están ausentes las recientes protestas estudiantiles en ambas orillas del Atlántico, y las luchas contra la discriminación racial- cobra vida a través de los protagonistas Rick Dalton (Leonardo Di Caprio) una decadente estrella de las películas y series de vaqueros, y su despreocupado y simpático stuntman, Cliff Booth (Brad Pitt), un ”doble” que es un verdadero soporte al alicaído Rick en sus momentos más oscuros.  Ambos se enfrentan al comienzo del principio del fin de una época dorada de la industria cinematográfica, mientras las series de la TV inician la carrera por la conquista del público sentados en el sofá, con títulos que atrapan como The FBI, Bonanza, La familia Adams, El Fugitivo y decenas de otras famosas de la época. Al Pacino en el rol del agente Marvin Shwarz, es uno de esos tiburones de la industria del entretenimiento que merodea en las aguas turbias de los estudios cinematográficos, y con su cínico manejo de los actores los empuja a elegir entre la peste o la cólera.

En paralelo transcurre la vida de la pareja recién llegada a Los Ángeles, Roman Polansky - Sharon Tate (interpretados por Raphael Zawierucha y Margot Robbie) quienes se mudan vecinos a la villa de Rick Dalton en Cielo Street, una calle privada rodeada de mansiones de lujo. Es a través de unas secuencias de la vida de Sharon Tate, donde Polansky apenas aparece porque está ausente de la ciudad, que Tarantino nos va dando la pista hacia dónde se encamina el relato de esta trágica historia y el conocido desenlace protagonizado por el grupo de asesinos de La Familia de James Mason, que alentados y convencidos por su manipulador líder, deciden bajo el fuerte efecto de las drogas, que es hora de asesinar a los falsos cerdos del cine.

En tanto la vida de Rick Dalton, cada vez más alcoholizado, sufre nuevos embates al tener que abandonar su papel de héroe justiciero, cazador de asesinos por la recompensa o héroe de la 2a Guerra Mundial, asando a los nazis con un lanzallamas, para convertirse en el malo de la película por capricho de los directores y productores que ven su decadencia en ciernes, o protagonizando el papel de  villano en la nueva ola de películas de los llamados spaghetti italianos. 

Tarantino nos ofrece por momentos un espectáculo visual donde las escenas se suceden en los polvorientos escenarios de los pueblos del Oeste recreados en los estudios de Hollywood, o en las calles de Los Ángeles con un intenso frenesí. Allí esporádicamente aparecen actores como Steve McQueen (Damian Lewis) y el propio Kurt Russell entre otros muchos. Es una sinfonía visual de cómo era la intensa vida de los actores en aquéllos años, con algunos remansos donde los protagonistas de pronto cuestionan sus vidas como Rick Dalton, o tratan de ver la reacción del público en una sala de cine, Sharon Tate, donde proyectan su película recién estrenada, como una forma de satisfacer el ego ante el anonimato de las calles. 


En todo caso Tarantino tiene un as en la manga para cerrar los eslabones de esta historia que nos cuenta, y como virtuoso del cine de ficción te hace cómplice de una nueva verdad, en un clímax donde se conjugan todos los demonios de una sociedad materialista que descarrila cuando la violencia de las películas de Hollywood pasa a ser parte de la realidad cotidiana. Para algunos no hay salvación en esta selva de hormigón y asfalto, ni en sus falsas fachadas de cartón y madera de los estudios, ni en la automarginación de los hippies ni en las mansiones exclusivas. Sólo la muerte está al final del túnel en una catarsis que reivindica lo que pudo haber sido y no fue. 

lunes, 12 de agosto de 2019

Lo que se viene en la otra orilla del Plata.


Otro Frente va camino al triunfo electoral. Esta vez en la vecina Argentina donde se realizaron las internas en BsAs y su conurbano, ganando la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández, que obtuvo más de 11 millones de votos frente a Juntos por el Cambio de Macri-Pichetto, con más de 7 millones de votos. También en las otras provincias los candidatos del Frente acumulan mayor cantidad de respaldo porcentualmente. En los últimos meses las elecciones en otras 11 provincias por el cargo de gobernadores, fueron ya ganadas por el Frente de Todos, lo que le ha dado un impulso muy importante a esta alternativa al macrismo. Ahora en octubre como en Uruguay, se realizarán las elecciones nacionales, donde el proyecto de Macri y su política neoliberal parecen condenadas a la derrota. El Frente de Todos es una alianza de muchos grupos, otra "colcha de retazos", donde predominan las nuevas y viejas corrientes del justicialismo, y el kirchnerismo, con Cristina Fernández como figura principal, candidata a vicepresidenta. Alberto Fernández es el mascarón de proa, pero el imán es el carisma de Cristina Fernández, nadie parece dudar de esto. La pregunta que muchos se hacen es si volverá a vivir Argentina los años de gobierno kirchnerista, con políticas económicas proteccionistas, de redistribución social más justa a costa principalmente de los sectores productivos del campo y la industria de exportación, acusados sin embargo el fallecido Néstor y Cristina por corrupción y sobornos (los famosos cuadernos) entre otros delitos donde todavía hay algunos juicios abiertos, aunque nadie tampoco confía en la imparcialidad de la Justicia argentina. Cristina Fernández ha afirmado que todo ha sido un montaje para que no pueda participar en las p´roximas elecciones.
Tendrá un mejor balance en todos aquéllos sectores de la economía y la obra pública el Frente?. Ahora que son muchas las tendencias que integrarían el futuro gobierno los acuerdos deben ser negociados con más amplitud, afirman quienes analizan el hipotético futuro gobierno Fernández-Fernández. El problema es QUIÉN VA A PAGAR LOS 50 MIL MILLONES de dólares que Macri pidió prestado al FMI! Veremos qué ocurre después de octubre, pero sin dudas esas elecciones y su resultado ponen de frente otra vez al progresismo y al neoliberalismo. Así se dividen los campos políticos hoy en día en la mayor parte de los países con democracia representativa. La ola neoliberal puede comenzar a retroceder en América Latina de confirmarse una victoria en Argentina del Frente de Todos, y si en Bolivia y Uruguay el progresismo sigue gobernando los destinos de estos dos países. Después, en cada uno de ellos, la sociedad entera seguirá la eterna lucha, con mayor o menor éxito, contra sus propios demonios: la corrupción, la delincuencia, tráfico de influencias, el narcotráfico y otras lacras de las que ninguna nación parece estar libre en este mundo globalizado, donde no sólo las economías se enlazan más y más, sino también el delito, como fiel compañero.

viernes, 2 de agosto de 2019

Delincuencia vs Estado: El verso de Larrañaga



La delincuencia es un fenómeno que ha existido durante toda la historia de la humanidad. Desde el ladrón que le robaba un cuchillo de sílex a su vecino en la gruta del Homo Sapiens hasta los actuales rapiñeros que le roban la cartera a una mujer. El estado no puede proteger a todo el mundo por más que ponga miles de policías en las calles, o incluso llame al ejército a patrullarlas. 

Los delincuentes que actúan improvisando siempre encontrarán una oportunidad para robar un bolso o una billetera, si no es en la calle será en una tienda, bar o supermercado. O entrar por el fondo de la casa para hurtar lo que encuentre de valor y llevárselo. No es previsible. El criminal que vende drogas abrirá constantemente nuevas "bocas" de venta de drogas porque sabe que la que ahora está funcionando caerá en cualquier momento. Planifica su delito porque esa es la dinámica de su negocio. Si no están infiltrados no es previsible.

Los asesinatos son también planificados, los homicidios en cambio son circunstanciales. Una pelea en una calle o en un local puede terminar en una muerte cuando ninguno de los contrincantes pensaba en que esto ocurriría, pero en el ardor de la pelea y el odio que gana las mentes borran toda racionalidad y ya nadie le pone freno a la violencia. Y tampoco eso es previsible. En una discusión hogareña el hombre acalla el desafío de su mujer matándola porque ella ya no admite la opresión a la que ha estado sometida toda su relación. Tampoco es previsible.
Para los asesinos, la cosa tiene otra dimensión. Una vez elegida la víctima -que también puede ser la esposa de un maltratador, un juez anticorrupción, un político molesto o un luchador por el medio ambiente o los derechos sociales de las personas, el asesino tiene que contar los pasos antes y después de cometido el asesinato. La planificación tiene que ser minuciosa, no es un acto irracional sino todo lo contrario. Tampoco es previsible.

Porqué hago este somero recuento sobre el mundo del delito? Lo hago porque en el debate que ocurre en Uruguay sobre la propuesta del senador Larrañaga de crear una Guardia Nacional, que será sometida a referéndum el 27 de octubre, la estrategia no es eliminar el delito, eso es imposible y lo sabe Larrañaga, sino ilusionar a la mayor cantidad de personas de que es posible, de que el Estado puede eliminar la delincuencia con sólo instalar unos soldados un poco mejor entrenados para patrullar y apoyar a la policía. Ni durante las dictaduras más duras con controles al parecer más severos y/o penas de muerte, como en EEUU, China o Irán, los estados no pueden garantizar el 0 delito. 
Es imposible hasta que no le pongan un "chip" en el cuerpo a cada persona y el estado con una supercomputadora controle los pensamientos y movimientos de cada uno de sus ciudadanos.

Por eso la propuesta de Larrañaga es un verso, un castillo de naipes que la realidad prontamente se encargará de soplarlo y demostrar su falsedad en caso de que se hiciera realidad. Los delincuentes si están organizados siempre encuentran grietas al sistema para eludir sus controles y represión. 
No obstante, si Larrañaga reunió para su referéndum 400 000 firmas para crear ese cuerpo para-policial, es innegable que hay mucha gente que se cree el milagro y el relato del estado como aplanadora y avasallador del delito en las calles. Mano dura es lo que se necesita.

Larrañaga no tiene otro objetivo que apretar en la llaga que más le duele al gobierno, la inseguridad real, o muchas veces ampliada por el trabajo psicológico en los medios, sobre el aumento real o imaginario del delito. Cada víctima que muere a causa del narcotráfico es como si me sucediera a mí o a alguien cercano, me atemoriza y me frustra. Y qué hace el gobierno? Qué hace el Ministro del Interior Eduardo Bonomi para detener la ola de crímenes? Los llamados a sala al ministro con intención que los destituyeran han caído en el vacío. Porqué? Debido al constante trabajo para mejorar los cuerpos policiales y la evolución de los crímenes aclarados o impedidos, aunque todos saben que hay mucho por hacer.

Si bien como estrategia política la movida de Larrañaga fue acertada, en la práctica proponer ese cuerpo para-militar, en caso de que llegara a ser realidad, exigirá que el estado tenga que asignar más presupuesto para la represión a costa de tener que sacarle a la salud, a la educación y sobre todo a las políticas sociales los recursos que posibilitan mejores servicios y una básica redistribución de la riqueza. Porque la finalidad de un gobierno de derechas es indudablemente ”bajar el costo del estado” - Lacalle ha prometido ahorrar 900 millones de dólares en el presupuesto si llega a ser presidente.

El objetivo de la derecha es borrar los impuestos que hoy equilibran en algo una sociedad que funciona mucho mejor que antes en su conjunto y para una mayoría de sus ciudadanos, al aportar a los sectores y grupos más desvalidos una parte de la torta del presupuesto, por el que ponen el grito en el cielo la oposición "rosada" y la "parda" que está surgiendo. Lo dicen Lacalle y Talvi, los dos candidatos con más perspectivas de ser presidentes en caso que la gente los vote y hagan una alianza. Y Manini lo insinúa cuando comenzó a decir que el estado no debe mantener ”vagos”. 

Sin embargo, los estados nunca podrán combatir el delito totalmente,  aunque claro, todo gobierno tiene que intentarlo, cada uno a su manera según su ideología y valores.

El Estado de Bienestar no sólo a mejorado los salarios y las jubilaciones, aumentado el valor de las exportaciones de los productos del agro e industriales, con el grado de país inversor, etc.etc. también le ofrece salidas a muchas personas que han cometido delitos que principalmente no son de sangre. Pero como sabemos, algunos se enganchan y otros desprecian esa oportunidad, y desean seguir por el mismo sendero hasta que otra vez terminan en una celda y así repetidamente; o una bala o una puñalada pone fin a su triste existencia Las cárceles son también una escuela para perfeccionar el crimen -y esa es una deuda del país que hay que modificar. 
Según las estadísticas la policía ha matado a 22 delincuentes en enfrentamientos en los primeros seis meses de 2019 en Uruguay. Mano blanda con los criminales? No parece según mi percepción.
La derecha es sin embargo piensa y ofrece solo represión, es lo que vale porque las élites económicas y sociales quieren protegerse del "pichaje invasivo" y el crimen que afirman están a la vuelta de la esquina, y convencen a las capas más sensibles de la población, amedrentada por el incesante machacar de la prensa afín a la oposición sobre la inseguridad, y también una cruel realidad donde ningún país se salva por las razones que sean, que sin embargo, como nunca antes en Uruguay, cuenta para enfrentar al crimen con una policía mejor entrenada y equipada, mejores salarios y nuevos cuerpos de vigilancia como el PADO, una Guardia Republicana de choque también reorganizada y el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de élite. En total suman poco más de 20 000 policías activos complementados por unos 8 000 en funciones administrativas y técnicas que no son directamente de orden represivo. Unos 241 policías cada 100 000 habitantes se contabilizan, siendo de los más altos en América Latina (cifras de 2016 que seguramente son mayores este año después de egresados los nuevos grupos de las escuela de policía).

El verso de Larrañaga desafina y es puro humo, aunque por la retórica empleada crea la ilusión de que es posible.