Puerto de aguas profundas e insondables

Chismes y Rumores reaparece a pedido de sus lectores luego que el Coronavirus pusiera en jaque al personal de la revista. En esta ocasión uno de nuestros colaboradores anónimos nos alcanzó una grabación entre un ministro (a quien mantendremos en el anonimato) que dialoga con un conocido abogado (también anónimo) sobre los beneficios que obtendría el país si la terminal de contenedores del puerto pasara totalmente a manos de una empresa europea multinacional de la que nos reservaremos el nombre. 

Abogado: Qué gusto de poder encontrarlo de nuevo, ministro! Hemos estado muy preocupados desde que Ud. estaba por asumir otro ministerio y creíamos que no iba a mantener nuestro preacuerdo de "boquilla" alcanzado en aquél bar que mejor no vamos a nombrar, entre copas y copiosa cena. 

Ministro: Cómo me voy a olvidar de ese compromiso! Mire Ud. Lo que necesitamos es un documento que blinde este acuerdo porque como bien sabe la opsición y cierto aliado están pendientes de que cometamos errores para querer mordernos la yugular. 

Abogado: Por eso no se preocupe. Aquí mismo tengo un documento con todos los detalles que la empresa cree que es conveniente incorporar en el acuerdo. Nada debe quedar al azar. De lo contrario mi cliente tiene una dolorosa demanda por cientos de millones de dólares que le harían mucho daño al país. Y el prestigio que ganaron en otros litigios lo perderían. Esté seguro que pierden económica y moralmente si van a un litigio... 

Ministro: Bien, bien. No nos alteremos querido amigo. Aquí no hay riesgo de litigio. A nosotros, e incluyo al presidente, en esto nos consta que la empresa nos puede hacer mucho daño. Por favor! No somos arrogantes como los gobiernos pasados que desafiaban los intereses privados de las multinacionales en los tribunales. No! Faltaba más! A ver, deme esos documentos para ver el alcance de las exigencias de la empresa. 

Abogado: Aquí tiene. Como verá está muy detallado todo el contenido. Nada dejamos al azar para que llegado el momento se pueda defender ante cualquier intento de torpedearlo. 

Ministro: Esto es ejemplar. Por lo que veo a la Administración Nacional de Puertos le queda poca cosa para meter las narices. Y está bien. Queremos que el estado se reduzca a la minima expresión con la ayuda de los agentes privados en todas las instancias de la economía, infraestructura y servicios. Nos van a llamar para ser interpelados en el parlamento, pero daremos batalla. Les vamos a sacar los trapitos al sol de sus nefastas gestiones del pasado. Ya verá como salimos incólumes de esa guerra, como dice nuestra senadora estrella. Ah! Y no se olviden de ciertas promesas cuando el decreto confirme la puesta en marcha de esta fantástica meta de crear el puerto más dinámico del continente. 

  

Abogado: Sin dudas será algo sensacional. Los beneficios para el país incalculables. Para sus productores y consumidores. Se sentirán que no perdieron soberanía sino que la ganan multiplicada por el bolsillo, algo que le preocupa tanto a su presidente que ya se los está llenando a los famosos "malla oro". 

Ministro: Muy bien querido amigo! Gracias por esta oportunidad de hacer al país más grande que nunca. Seremos respetados y admirados por nuestros vecinos, sobre todo ese que está al otro lado del charco que siempre impide que nuestro puerto sea competitivo y les saque la carga de sus muelles. En cuanto a la competencia local no se preocupen. Van a salir volando y dejarán la cancha abierta para que la empresa tan prestigiosa, meta todos los goles que deseen. Y claro, yo sé que siempre hay una recompensa ante tanto esfuerzo personal de este jugador que juega de enganche en el medio campo. Nos entendemos, verdad? 

 Y recuerden, son solo chismes y rumores Hush-Hush

Afganistán: Con la cola entre las patas

(Foto: Afghanistán kommitté) Una vez más EEUU se retira de un país que ha invadido junto a sus aliados cuando sus fuerzas militares y los mandos, así como el Congreso y el presidente Biden finalmente reconocieron que era una guerra perdida. La ventaja técnica y potencia bélica, ni el ánimo de convertir al país en una democracia parlamentaria, alcanzaron para domesticar a la gran mayoría del pueblo afgano, principalmente al Pastún donde se recluta a la gran mayoría de los talibanes. Antes fue la URSS la que tuvo que salir carpiendo del país, cuando los mujaidines en aquélla ocasión recibieron armas de EEUU para combatir al ejército soviético provocándole daños importantes a sus helicópteros y aviones con el misil tierra-aire Stinger. Tampoco entonces ganaban batallas como ahora, pero el acoso que ejercían en todos los frentes fue insoportable entonces y ahora. 

La retirada de EEUU y aliados despierta sin embargo una pregunta: ¿hubo un acuerdo secreto con los talibanes para evacuar rápidamente las tropas a cambio de no fomentar el terrorismo internacional? Se respetarán los derechos logrados por las mujeres y las niñas de educarse? Se respetarán las vidas de los que colaboraron con los gobiernos y las fuerzas militares extranjeras? Muchas interrogantes quedan en el aire a pesar de la versión oficial del presidente Biden de que su decisión es apoyada por la mayoría de los norteamericanos de que era una guerra perdida. Y lo es, aunque la apresurada retirada despierta criticas en el Congreso entre demócratas y republicanos. Gran Bretaña, en la época colonial, tuvo que renunciar a domesticar a este abanico de etnias que han resistido de una u otra manera los intentos de controlar la vida política, económica y social de su comunidad, construyendo una muralla para contener en aquél entonces al expansivo imperio ruso con el que se disputaba los territorios por colonizar en Asia Central, y por temor a que quisieran llegar a la India. Apoderarse del territorio del otro era una tentación ineludible de los imperios.

No obstante decenas de miles de personas huyen ahora de las ciudades y pueblos afganos que los talibanes van ocupando, castigando con sus crueles métodos, según testimonios, a los que consideran que han colaborado con las tropas extranjeras o con el gobierno, aunque su retórica es ahora menos fanática, pero es demasiado pronto como para comprobarlo a pesar de que en los medios occidentales aparecen prometiendo un régimen más abierto al que establecieron antes en los ´90. La última ciudad en caer ha sido finalmente Kabul. La capital cayó sin resistencia alguna porque en todos lados el ejército afgano entregó sus armas o huyó sin disparar apenas algunos tiros más por compromiso que por convicción, con la salvedad del  valle del Panshir, donde Ahmad Sha Massoud se prepara para resistir al avance talibán.

El ejército afgano entrenado y armado por EEUU y sus aliados, y la inversión en la economía e instituciones, se habla de más de un billón de dólares, los que fueron recursos tirados al río, y ahora parte de ese material bélico está en manos de los talibanes o de otros grupos islamistas. Ni siquiera lo destruyeron. Lo que indicaría que los soldados aburridos de esperar sus sueldos o pertrechos que no llegaban, querían hacer buena letra, al fin y al cabo también temían por su vida. En resumen el mayor fracaso en cambiar la mentalidad del pueblo afgano, o de su mayoría, principalmente en los hombres por supuesto por ser una sociedad machista y misógena. Las mujeres que pudieron ejercer una profesión o estudiar, así como las niñas poder educarse en las escuelas, es terreno perdido según la ley de la Sharia, aunque como vimos antes, hay promesas de que esa ley será aplicada con más moderación.

Los analistas occidentales ven con cierta preocupación qué puede ocurrir ya que no hay que olvidar que el Estado Islámico Jorasán (ISKP en inglés), una filial local de los islamistas, también está en esta contienda y en el peor de los casos podría derivarse en una guerra sectaria entre estos grupos, talibanes e ISKP, si no llegan a un acuerdo o pacto para gobernar el país, lo que parece imposible ya que son enemigos acérrimos. ISIS quiere expandir el Islam por todo el planeta fundando un Califato. Los talibanes se conforman con construir un Emirato, es decir un régimen teocrático nacional. 

El futuro es incierto para la población de este sufrido país. Hemos visto como miles de personas trataron de subirse a los aviones, y algunos caer desde el aire prendidos al fuselaje. Una siniestra visión del pánico como ocurrió en Saigón cuando los helicópteros no daban a basto para evacuar a la población civil. Ahora China por su propia seguridad y estabilidad en su frontera oeste donde vive una mayoría musulmana, los iugures, desea mediar entre las distintas fuerzas para alcanzar la paz y estabilidad. Rusia, Irán, Turquía, la India también están interesadas en que Afganistán entre en un período de pacificación y estabilidad. 

Los miles de desplazados comienzan a generar una corriente de refugiados que buscan en los países vecinos protección, causando fuertes dolores de cabeza a los gobiernos ya que no tienen herramientas ni medios para atenderlos. Y a más largo plazo a Europa que quiere detener las corrientes de refugiados que llegan a sus fronteras.

 ¿Será la nueva potencia emergente, China, la que logre a través de la diplomacia y su estrategia de la Ruta de la Seda, con inversiones inyectando capital en la infraestructura a cambio de obtener materias primas e influencia regional, la que convenzan a los talibanes de que esta vez puedan disfrutar de un período de paz que se les ha negado desde hace décadas? Está por verse, por el momento caos, pánico y desolación.