El argumento principal de (V) para realizar este pedido de moción de censura es que el gobierno no atendió el pedido de la organización nacional de inquilinos (HF) que se opone a la reforma porque la misma introduciría una cuña en la actual legislación que fija los alquileres en base a la negociación entre las partes, es decir la organización de inquilinos y la de los propietarios que se realiza año a año, dejando así la puerta abierta para que paulatinamente se abandone el actual modelo.
Por el contrario el argumento del gobierno es principalmente que no existe por el momento tal propuesta a consideración del Parlamento unicameral sueco. Löfven recuerda que el anterior líder de (V) Jonas Sjöstedt había amenazado con ese pedido de moción de censura en caso de ser presentada una ley de este tipo. Algo que la actual lideresa Nooshi Dadgostar habría pasado por alto por no confiar en el gobierno en este tema. Este desfasaje entre la anterior posición y la actual del (V) es probablemente una prueba arriesgada de Dadgostar y su partido en caso de que se realicen nuevas elecciones y sacar provecho de su posición.
Lo concreto es que hay un estudio que sí fue presentado al gobierno que investiga la posibilidad de permitir esta reforma de la ley de alquileres sobre la cual el gobierno del PM Stefan Löfven, junto a sus aliados, deberá darle forma de ley, pero que no necesariamente admitiría todos los cambios que allí se proponen ya que los mismos serían fruto de una negociación entre los partidos. Por eso el pedido de un voto de censura es desacertado y fuera de lugar, afirma Löfven. Además, según el primer ministro, se trataría solo del 1% de las viviendas de nueva producción las que quedarían bajo este régimen liberal en caso de aprobarse una ley de este tipo.
Mas allá de las consideraciones que hace el (V) y (S) como los demás partidos sobre lo concreto de esta ley todavía inexistente, es la imagen política que se presenta en el escenario del parlamento sueco: dos partidos totalmente opuestos ideológicamente como son (V) y (SD) apoyarían la moción de censura a los que se sumarían los conservadores y democratacristianos, estos dos partidarios de liberalizar totalmente el mercado de la vivienda de alquiler. Sin embargo (V) no tiene los votos suficientes para presentar la moción pero sí SD (+35) que ni corto ni perezoso hizo el trámite formal para un voto de censura.
En todo caso de salir adelante la moción de censura que se presentaría el próximo lunes a las 10:00 AM el PM Stefan Löfven tiene tres caminos a seguir: negociar en estos dos días que quedan principalmente con (V) para que cambie su postura; renunciar a su puesto de PM y permitir que el presidente de la Cámara Andreas sondee una vez más quiénes están dispuestos a formar gobierno, lo que paradójicamente podría terminar en la designación de Stefan Lövden una vez más como primer ministro; o llamar a nuevas elecciones con un resultado incierto y que podría llevar al país en medio de la pandemia, a una crisis institucional en el peor de los casos.
Nooshi Dadgostar tiene en esta oportunidad una pesada responsabilidad y según cómo juegue las cartas podrá salir airosa o hundir a su partido involuntariamente en el fango de la derecha. Y otra paradoja para aumentar aun más la incertidumbre: preguntada Dadgostar en caso de caer el PM S Löven el lunes después de la votación de censura si apoyaría al candidato de la derecha Ulf Kristersson a lo que ella respondió: "No, nunca lo apoyaría" y agregó en cambio que "sí apoyaría a Stefan Löfven en el puesto de PM"en caso de presentarse este una vez más a ese cargo.
El río baja revuelto y veremos cómo aclara el lunes, si es que las aguas no se enturbian aún más.
21/06/21
Y al parecer las aguas siguen bajando turbias. Stefan Löfven tiene una semana para decidir cuál camino tomar. Nuevo intento del presidente del Parlamento Andreas Norlén para que los partidos que puedan formar una coalición con los votos suficientes, elijan un nuevo PM - o Stefan Löfven decida ir a nuevas elecciones. Los dados están echados y veremos quién cruza el Rubicón.
26/06/21
Las aguas bajan aún más turbias en Suecia. Hasta el lunes tiene el PM Stefan Löfven para soldar los flecos sueltos de una alianza que hasta ahora no parece poder pegarla ni con el pegamento más poderoso. Y por varias razones. La primera es la defección del Partido Liberal (L) de la alianza de Enero para cumplir lo que había prometido: unirse al bloque de la derecha donde tendrían además el apoyo de la ultraderecha (SD) que está impaciente por poder influir directamente en un gobierno de derechas.
El Partido del Centro (C) en tanto, a pesar de que retira de su propuesta el discutido art. 44 que abría las puertas para establecer un régimen de mercado al régimen de alquileres en la nueva producción de viviendas, promueve ahora rebajas de impuestos para un amplio abanico de asalariados probablemente difíciles de aceptar por S, MP y V si es que una negociación de último minuto no sacara del pantano una fórmula milagrosa, alejando así el cercano fracaso, y obligara a iniciar la campaña por nuevas elecciones adelantadas para el mes de septiembre próximo. Desde las filas de la derecha se realizó un invite a la lideresa del C, Anne Lööf, para unirse a ese bloque pero ella lo rechazó ya que no admite que esta alianza sea dependiente de los votos de la ultraderecha (SD).
Así las cosas, las consecuencias de la moción de censura iniciada por V y que SD propulsó con mucho gusto en el Parlamento para determinar la caída del gobierno del PM Stefan Löfven son inciertas. ¿Quién o quiénes saldrán ganando de este embrollo? Difícil determinarlo en el caso de que Löfven se decida por probar tentar la suerte y pedir que Andreas Norlén, presidente de la Cámara, realice su ronda con los posibles candidatos de los partidos para ver quién tiene la mayoría para ser Primer Ministro. Un procedimiento que puede demorar semanas o meses como en la última ocasión, porque los bloques sólo estarían separados por un voto: 175 para el bloque de centro - izquierda contra 174 del centro derecha. Pero dentro de cada partido hay disidentes potenciales y basta que uno o dos cambien su voto o se abstengan para que se derrumbe la hipotética mayoría. El lunes sabremos qué determinación habrá tomado Löfven.
Nuevas elecciones le dan una ventaja: seguir manejando la política nacional durante ese tiempo y preparar la campaña de S con el timón a su mando. En cuanto a V probablemente saldrá fortalecido, pero con el riesgo de haberle entregado el gobierno a la derecha cuando su intención probablemente era otra, y con el riesgo añadido de que una nueva ley de alquileres votada por un parlamento con mayoría de derechas bajo ese nuevo gobierno, liberalice mucho más ampliamente el régimen de alquileres. Sería una victoria pírrica que tal vez tenga un sabor más amargo que dulce.
28/06/21
Hoy finalmente el PM Stefan Löfven comunicó su decisión de ser liberado de su función como primer ministro (renuncia) y que el presidente del Parlamente Andreas Norlén sea quien sondee la posibilidad de que un candidato/a ocupe el puesto de PM apoyado por una mayoría parlamentaria. Se evitan las nuevas elecciones a un año de las generales y ahora se regresa a una situación similar a la de 2018 donde durante cuatro meses Suecia solo tuvo un gobierno de emergencia hasta que el acuerdo de Enero pudo cerrarse. La cuestión es si Stefan Löfven puede nuevamente convencer al partido del Centro y al partido de Izquierdas a sentarse a negociar y dejar de lado sus diferencias que ha muchos les parecen pueriles y poco pragmáticas, dada la situación por la que atraviesa el país por la pandemia y la crisis económica que arriesga profundizarse en caso de que una nueva alianza de centro-izquierda no pueda cristalizarse. La situación futura sigue siendo confusa en cuanto al resultado. Será Löfven reelegido como PM o será el candidato de la derecha, el conservador Ulf Kristersson quien formará un gobierno de centro-derecha? Hay que agregar que Andreas Norlén tiene cuatro oportunidades para llegar a una solución, de lo contrario llamará a nuevas elecciones, elecciones que se querían evitar pero que serán inevitables según la Constitución para el mes de septiembre próximo. Esta es la primera vez que Suecia como democracia pasa por esta situación tan crítica por lo que es definido como un suceso histórico debido a la realidad parlamentaria que hoy tiene el país.
01/07/21
El presidente del parlamento Andreas Norén inició la ronda de sondeos con los líderes de los ocho partidos representados en el hemiciclo. Primero fue el renunciado Stefan Löfven (S) quien dijo estar dispuesto a seguir ocupando el puesto de Primer Ministro, recibiendo el apoyo o por lo menos la promesa de abstenerse de no votar en su contra del partido del Centro(C), Los Verdes (MP) y Vänsterpartiet (V) que a pesar de haber despertado la iniciativa del voto de censura confía más, como es lógico, en la socialdemocracia que en los partidos de centro-derecha. Debo aclarar que el voto que define si un candidato a PM es aceptado o radica en que la mayoría de los votos no sea negativo. Basta con abstenerse para que a ese candidato se le sumen esos votos como apoyo. Por lo tanto una mayoría de votos negativos es la trampa por la que se cae la candidatura del interesado/a.
Ulf Kristersson (M) del partido Conservador o Moderado, que aspiraba a ocupar el cargo de PM al frente del bloque de centro-derecha (M-KD-L + SD) renunció al comprobar que no reuniría los votos suficientes. Para poder lograr la mayoría del apoyo en el parlamento necesita de los votos de (C), y para ello presentó una serie de iniciativas que beneficiarían a los sectores del campo que este partido generalmente representa. Pero hasta ahora ha estrechado manos frías, como dicen en este país, justificando el (C) que su negativa está basada en que Ulf Kristersson y su gobierno sería también dependiente de (SD), la ultraderecha con la que (C) no quiere negociar.
Como dijimos anteriormente la paridad de votos entre las fuerzas enfrentadas es extrema ya que hipotéticamente la diferencia es por un voto: 175 contra 174. El próximo martes es el turno de Stefan Löfven que como hemos informado parece encaminarse a ocupar el cargo de PM ya que hipotéticamente cuenta con el apoyo en el parlamento. Eso sí, ningún legislador debe faltar ese día por la causa que sea, o un suplente en caso extremo. Hasta ahora todos/as han prometido no estar ausentes en la votación, y en los cartones donde han habido ausencias, estos han sido cubiertos por los partidos para asegurarse que nadie esté ausente. Si todo encaja en los planes de Stefan Löfven como experto y hábil negociador en el manejo de la política, los tiempos y las condiciones que el sistema le permiten, asumirá nuevamente el cargo de PM en un clima más polarizado, pero con la aparente tranquilidad de que las aguas ya no bajan tan turbias como al inicio de la crisis. Y que en su molino puede seguir moliendo el maíz con la condición de que tengan en este caso los votos para aprobar un nuevo presupuesto. De lo contrario todo habrá sido inútil y una nueva crisis estaría golpeando la puerta de Rosenbad.
* Partido Conservador (M), Demócrata Cristiano (KD), Demócratas de Suecia (SD)
