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miércoles, 30 de octubre de 2019

Victoria pírrica del FA en las elecciones 2019

Ante la pérdida de votos del Frente Amplio en Uruguay en las elecciones del 27/10 es razonable buscar dónde están esos grupos o sectores sociales que defraudados por las políticas eligieron votar en cambio al Partido Colorado, Cabildo Abierto o Partido Nacional. Por los mensajes de reproche se apunta a los trabajadores y emprendedores que han mejorado sustancialmente sus ingresos y el consumo, por ejemplo vivienda, auto, vacaciones, etc. 


La pregunta siguiente es porqué arriesgar irracionalmente ante inciertas promesas de la oposición los beneficios logrados? No será que el grueso de esos votos perdidos están en los sectores que durante 15 años esperaron pero no se beneficiaron directamente de las políticas del FA? 

Miremos los resultados de departamentos del Centro y Este del país, sobre todo vecinos con Brasil. No será que es en esos departamentos donde se registraron las mayores pérdidas de votos donde está la clave? 
Quienes ayudaron a elegir a Bolsonaro en Brasil? O a Trump en lugar de Clinton en EEUU? 

Creo que apuntamos mal echándole toda la culpa a la clase media por el resultado negativo. Hay que estudiar más los datos. A lo mejor estamos no sólo ante una división política del país entre progresistas y neoliberales sino geográficamente hay una brecha entre el Este y Oeste. Y cómo se repartieron los votos por edades también debería dar pistas sobre la evolución del voto en el país. Sino apuntamos correctamente erraremos al blanco de nuevo el 24/11 en oportunidad del balotaje. Los expertos en estos temas de análisis de datos pueden darnos la confirmación de estas tendencias y dirigir así el mensaje que ayude a recuperar votos perdidos.

Resultados de las elecciones en Uruguay 27 de Octubre 2019

Frente Amplio: 40%
Partido Nacional: 29%
Partido Colorado: 12%
Cabildo Abierto: 10%

Resto de partidos: 8%

domingo, 20 de octubre de 2019

Los manotazos desesperados de la derecha


”Esto no puede seguir así. Este no es mi país. Este no es nuestro país”. Suenan conocidas estas frases? Pues podría ser algún candidato presidencial de la oposición en Uruguay en los últimos días de campaña electoral. Sin embargo es Ulf Kristersson (foto), el líder del partido conservador (M) sueco en la oposición, que en el congreso anual del partido busca inflamar el ánimo de los delegados con su retórica confrontativa. 

Los conservadores suecos, que eufemísticamente se hacen llamar Moderados, han ido perdiendo el rol de principal partido de la oposición que el ultraderechista Sverigedemokraterna (Demócratas de Suecia -SD) han ido conquistando. Sin embargo ambos partidos, a los que se suman los demócratas cristianos (KD), están acercando sus posiciones aceleradamente en su constante crítica al gobierno socialdemócrata para acabar con el primer ministro Stefan Löwén antes de 2022.

Los conservadores están además cabreados porque estuvieron a punto de formar gobierno en una alianza con dos fuerzas de centro, el Partido Liberal (L) y el Partido de Centro (C). Estos partidos, C y L, se unieron en cambio a los Socialdemócratas (S) y Verdes (MP) para formar una mayoría parlamentaria y respaldar al Primer Ministro Stefan Löwén y su gobierno socialdemócrata. Esto polarizó aún más la vida política de Suecia y ha llevado agua al molino de la ultraderecha que casualmente predica una política de mano dura contra la delincuencia y la inmigración, algo con la que coinciden los Moderados y Democristianos.

En el actual congreso conservador se pone especial énfasis en la inseguridad y la criminalidad. Lo único que falta es una reforma con el nombre Vivir sin Miedo. El discurso es el mismo que en otros lados: los delincuentes no dan tregua, los delitos desbordan a la policía, la gente está harta y temerosa por lo que hay que darle más recursos a la policía y castigo a la delincuencia. Al mismo tiempo Kristersson y su partido, proponen una rebaja significativa de impuestos; limitación importante de la inmigración y recortes sustanciales al presupuesto de la Radio y TV Públicas, que (M) califica como parcial, ya que en los reportajes y programas especiales sobre las consecuencias de las políticas económicas, sociales, culturales de los neoliberales, a menudo se critican los resultados, algo que molesta a esta nueva generación que se va imponiendo dentro del partido.

Además como compiten con la ultraderecha (SD) en estos temas, quieren apretar el acelerador porque las encuestas, más allá de su confiabilidad, muestran que SD, el partido nacido en las organizaciones neonazis, está superando en intención de voto a los propios conservadores.
Para ello M apuesta por ejemplo, a endurecer las penas a los jóvenes entre 18 y 20 años, los cuales deben recibir el mismo severo castigo que un adulto. Algo que contradice, aquí también, los resultados de las investigaciones realizadas sobre las consecuencias de este tipo de medidas, que causan más daño que beneficio en los condenados y en la misma sociedad.
La estrategia conservadora es clara: buscar a través de propuestas de leyes presentadas en el parlamento y puestas a votación , aunque no tengan mayoría,  intentar acercar otra vez a liberales y centristas para ir conformando una futura plataforma de gobierno en las próximas elecciones de nítido perfil de derechas. 

Es curioso, en Suecia, los conservadores se esfuerzan por mostrar claramente sus intenciones. En Uruguay, un proceso electoral que sigo de cerca, todo lo contrario. Sobre todo el Partido Nacional (PN) por ser el principal de la oposición, apenas si han dado a conocer algunas medidas de su programa, que en caso de ganar, según su líder Luis Lacalle, presentaría un paquete de 300 o más medidas para superar la ”crisis” y la ”ausencia de gobierno”, cuando Uruguay se posiciona entre los principales del mundo en manejar con eficacia su economía, la más prospera de América Latina; en salvaguardar la democracia; en la sustitución de combustibles fósiles por energía eólica, solar; hidráulica y la biomasa en desarrollo; reducción radical de la pobreza, etc etc. 


La globalización de el economía también ha traído la globalización de la política, por eso, a pesar de las diferencias entre los países, vemos que se repiten las polémicas y modelos para gobernar. Los ricos para los ricos sin excepciones salvo con gobiernos que frenen esa ambición desmesurada de las élites. Sin un estado fuerte y sindicatos bien organizados, las políticas del neoliberalismo incendian los países. Como ejemplos Ecuador, Chile, Haití, Perú, Argentina y Brasil. Y me quedo corto. Milton Friedman ha tenido muchas oportunidades de demostrar que su teoría funciona: la realidad demuestra todo lo contrario.

viernes, 11 de octubre de 2019

Los sueños de Lacalle Pou

En la campaña electoral uruguaya a dos semanas de las elecciones del 27/10, empiezan a conocerse de parte del Partido Nacional, propuestas hasta ahora semi-ocultas por una estrategia del "goteo", es decir, ir lanzando propuestas por separado, seguramente para no quemar todo el repertorio de un solo disparo. Una de ellas reveladas recientemente es la de crear cupos para acceder a los estudios universitarios.

Este tipo de planteo tienen su origen en la visión ideológica de una sociedad elitista conservadora, herencia del conservadurismo europeo, sustentada por la naciente oligarquía criolla, y que por mucho que se preocuparan en ocultarlo, les llegó por las sendas oscuras de la corrupción, o favores políticos de los que ya habían trepado. El pretendido abolengo con el que se disfrazan muchos de estos personajes tiene su origen en los vericuetos que se fueron abriendo al oportunismo y a la habilidad de trepar, sobre todo en países como el nuestro, de relativa mayoría de edad como naciones, y con un pasado colonial, agroexportador y latifundista. Si ha eso le agregamos algunos apellidos que hablan por sí solos de la categoría que representan, la ecuación está más que resuelta.

En ese contexto Luis Lacalle Pou logró un título de abogado en la universidad Católica de Uruguay, que a pesar del aparente resplandor del mismo, no parece haberlos aprovechado en el ámbito privado, sólo ha estado sentado en los sillones del parlamento esperando su oportunidad, el único ámbito laboral que conoce, aupado desde el comienzo por su padre Luis Alberto Lacalle Herrera, ex-presidente de Uruguay en el periodo 1990-1995, y su madre, no lo olvidemos, Julia Pou. Porque proyectos de ley que se nombren con su firma no conozco  a pesar de su título académico.
Sólo un partido como el PN, con su tradición herrerista conservadora y nacionalista, que domina dentro de esta organización política , puede adelantar una medida así para los estudios terciarios. Son muchos los que recuerdan una frase famosa que se le atribuye al viejo caudillo Luis Alberto de Herrera (1873-1959):  "De continuar así hasta el hijo del zapatero estudiará en la Universidad", refiriéndose a las reformas universitarias establecidas por el rival Partido Colorado (PC) en el gobierno de tendencia socialdemócrata de entonces.

Los cupos universitarios que Lacalle Pou propone sólo tienen como finalidad apartar de los centros de estudio a las/los jóvenes de la clases trabajadora y de otros grupos sociales sin el suficiente poder económico cerrándoles el paso a los que están en este momento accediendo por primera vez a un estudio terciario bajo el gobierno del Frente Amplio en una Universidad pública por primera vez descentralizada. La justificación de Lacalle es que en algunas carreras existe el riesgo de una aglomeración de estudiantes por lo que sería necesario "un examen de ingresos y habilidades".
Los cupos establecen una dura jerarquía en el área universitaria pública. La alternativa es para los que quedan afuera pagar por un lugar en la Universidad privada. La experiencia en los países donde estudiar a nivel terciario y privado cuesta altas sumas de dinero que sólo  las familias de muchos recursos pueden financiar . Así no se construye una sociedad inclusiva. Luis Lacalle Pou lo sabe y aunque le duela seguir en el pantano de poco más del 20% de la intención de voto, es leal a su ideología y a su clase. Esta y otra propuestas como la reforma laboral a favor de los patrones, que caen en cuentagotas de su programa, le han dado sin embargo un paupérrimo resultado que no parece se va modificar demasiado a la hora de votar.

De todas formas el PN abogará por reformas de este tipo mientras siga asumiendo una posición de derechas y será una amenaza para una sociedad progresista como la uruguaya de hoy, con claras señales y deseos de asociarse a fuerzas que abiertamente predican un  autoritarismo cimarrón, como el nuevo partido Cabildo Abierto, cuyo dirigente y también candidato a presidente, Guido Manini Ríos, enchapado con falsos patriotismos y con claros signos de ideología fascista, podría en caso de alcanzar la mayoría en un posible balotaje, integrar un futuro gobierno de fuerte perfil de derechas. Y Pompita, como lo llaman irónicamente sus adversarios, realizaría su sueño de vestir la banda presidencial igual que su padre. "Difícil lo dio la radio".