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lunes, 7 de abril de 2014

La tarde que todos fuimos pitufos celestes

Edú Pitufo Lombardo. Foto: Miguel A. Cabrera.
Llegó a Suecia inesperadamente. No estaba en el plan inicial de su gira visitar Estocolmo. Pero la asociación deportiva Uruguayanska de la capital sueca, lo contactó y finalmente encontraron el hueco para que pudiera actuar ante el público oriental que también con pocos días de anticipación se enteró de su actuación. Hablamos de Edú Pitufo Lombardo, un artista que en su repertorio combina murga, milonga y candombe. Como no está acompañado por su grupo musical llamó a su gira por Europa “Más solo que el uno", con esa mezcla de humor que lo caracteriza, y que lo ha hecho tan popular entre los uruguayos. También nombró el rock a roll pero inmediatamente avisó que no era su intención hacer esa música, aunque no por eso nos hizo un sombrero con una canción que menciona a los Beatles, "ese cuarteto de Liverpool" como lo definió sarcásticamente. Puro humor inglés.

La gira originalmente iba a incluir España y Dinamarca y su contenido se definió como “canciones pequeñas de un autor uruguayo de cuna carnavalera y beatlera, en guitarra, accesorios y voz. Canciones propias y ajenas, sobre la delgada línea que define sutiles momentos musicales", según citaba Divertite, página webb uruguaya. Y es que Pitufo Lombardo es un cantautor que hábilmente mezcla esa música y estilos, siempre con un gesto de ternura y respeto a su público, que antes de iniciarse el concierto había degustado una cazuela de lentejas, acompañada con un vino también uruguayo "1752", a la que posteriormente se le agregaron una pascualina y alfajores de dulce de leche. Algunos de los temas cantados por Lombardo son parte de Murga Madre, un exitoso espectáculo que mereció un premio Florencio.  Pitufo también tiene dos discos en solitario: Rocanrol e Ilustrados y Valientes. Esto es una corta pincelada de su largo camino de artista (*).

La fiesta fue también muy familiar en el local del barrio de Hökarängen (el prado del halcón), niños de todas las edades, y adultos de 18 en adelante, rockeros, murguistas, candomberos empezaron a volar y se atrevieron, con timidez al principio (tan uruguayo) pero con fervor después que Pitufo como un maestro de escuela, firme pero amable, nos alentara a que cantáramos los estribillos con un poco más de entusiasmo y fervor. Sino iba a "Haber Cocoa", como se llama una de las canciones interpretadas por Pitufo. Y así sucedió, nadie quería que hubiera cocoa, así que  empezamos a calentar las cuerdas vocales a medida que transcurría el repertorio hasta el gran final, por supuesto, cuando todos nos pusimos celestes de pies a cabeza, todos eramos pitufos,  cantando ese otro gran éxito, y para qué negarlo, que me hizo arrancar una lágrima la primera vez que lo escuché: Descolgando el cielo, acompañado esta vez sí por cinco tambores de Rompiendo Lonjas,  unos chicos uruguayos que hace tiempo vienen curtiendo lonjas a lo largo y ancho de Suecia. Pitufo se bajó del escenario, pero la fiesta continuó entre las mesas cada vez más celestes.



(*) Una  entrevista de Gerardo Tagliaferro entrega muchos antecedentes de Pitufo Lombardo para quien no conocía su carrera artística en el siguiente link:
http://www.montevideo.com.uy/notnoticias_191215_1.html
 

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