Vistas de página la semana pasada

sábado, 29 de julio de 2023

Una motera sin frenos

 En la vida política actual, en esta realidad que en los países occidentales predomina el concepto de la postverdad, una senadora del parlamento en Uruguay, Graciela Bianchi se llama ella, tiene la costumbre de atacar a sus rivales de los partidos de izquierda, dirigentes sindicales y sociales que considera blancos propicios por sus declaraciones, acciones o simplemente por su ideología. Bianchi pertenece al sector más conservador del Partido Nacional o Blanco, el mismo al que pertenece el presidente Luis Lacalle. LA senadora es además vicepresidenta segunda del país.

El último escándalo que protagonizó fue referido a las elecciones en España y el resultado, probablemente muy frustrada porque perdió la derecha y su candidato favorito, el gallego Alberto Núñez Feijó del Partido Popular. Bianchi escribó en Twitter que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del presidente Pedro Sánchez, “tiene asegurado la financiación y los valores de las narcodictaduras cubana, venezolana, nicaragüense, iraní, el terrorismo de la ETA”, lo que provocó una corta crisis diplomática subsanada por las disculpas del Ministro de RREE de Uruguay, Bustillo, y de la vicepresidenta Beatriz Argimón de visita en ese momento en Madrid.
 La senadora Bianchi no se conformó con aquellas expresiones, sino que agregó además que “El PSOE actual NO es el de Felipe González; el sanchismo es el de la Guerra Civil en que predominaba el comunismo y el anarquismo; y si no hubiera implosionado se seguiría admirando el régimen soviético. Stalin fue el inspirador de ese PSOE. Con estudiar Historia se soluciona” - afirmó contundente la senadora y vicepresidenta interina del país ese 24 de julio.

Semejantes afirmaciones encendieron los medios en Uruguay donde muchos y muchas se preguntaban si tales afirmaciones eran producto de una estudiada estrategia provocadora como la senadora tiene acostumbrado a los uruguayos, o resultado de un deterioro mental de una persona mayor que no pone freno a sus agresiones verbales y repetidas falacias sobre episodios ocurridos en el país y fuera de fronteras.
De todos modos sea cual sea el estado de ánimo y mental de la senadora Bianchi, es sin dudas parte de la estrategia de su partido y sector, la lista 404 del presidente Lacalle, que como se dice en el país, "está para embarrar la cancha", es funcional a los objetivos de la derecha ramplona y autoritaria, no tiene freno y bombardea con falacias muy bien difundidas por los medios amigos del gobierno, y respaldada por muchos de los adherentes que hacen malabares con esos embustes, patrañas y mentiras que intoxican el ambiente político de Uruguay.
Desde que Berlusconi, Trump y Bolsonaro dominaron la escena política en sus países, en base a esas falsas afirmaciones sobre hechos y rivales construidas, y que mucha gente quiere creer, surgen diariamente políticos de diverso género en la derecha, regando el ambiente con ese falso relato para intentar imponer finalmente su modelo neoliberal del que el arrogante Javier Milei en Argentina, es el más alucinante representante con su modelo anarcocapitalista cargado de odio a todo lo que sea colectivo y público, para quien el Mercado (con mayúscula) es el único que debe regir las relaciones económicas, laborales y sociales entre los ciudadanos. 

Bianchi no es economista y se cuida de repetir por ahora ese discurso, pero como antigua profesora de historia no da la talla. Sus opiniones sobre las pasadas décadas de España, son  una verdadera burrada, intencional y chabacana, claro, aplaudida por los sectores que también en Uruguay vienen creciendo, intentando socavar lo que se conquistó después de la dictadura, es decir el  pluralismo político, respeto a las instituciones y crecimiento de la conciencia democrática con justicia social e igualdad de derechos. Personas como Bianchi le hacen mucho mal al país, un país que hasta ahora era reconocido internacionalmente como uno de los que más respeto mantenía a su funcionamientos democrático y su cultura política, con todas las carencias y defectos que pueda tener, y que los tiene, sobre todo después de tres años y medio de un gobierno de derechas. El Frente Amplio que aglutina las fuerzas progresistas y de izquierda, deberá dar un golpe de timón y ponerle freno a la moto de personajes como Bianchi, y tratar de seguir construyendo una sociedad más justa y democrática, aislando los intentos de convertir al país en otro reducto de la ultraderecha autoritaria y represiva.   

Si estew espacio te parece interesante te agradezco que lo reenvíes a personas que se preocupan por estos temas, ya sea que estos sean tratados con un carácter serio o en tono humorístico. Las vergüenzas del poder también tienen su lado jocoso o muy serio cuando se desnudan por haber sido exhibidas descaradamente. Otros fenómenos sociales también cobran actualidad. O deja un comentario si deseas aportar una opinión sobre el tema. Aquí abajo hay posibilidades de hacerlo. Gracias por tu interés. Y suscríbete, es gratis.

1 comentario:

  1. Una reflexion muy acertada de una derechista que intenta reescribir una historia con omisiones muy notorias. Y falsas en su contexto. Ya estamos acostumbrados a las falsas noticias las cuales los incrédulos se aferran para creerle a estos nefastos personajes.

    ResponderEliminar

Le agradecemos su comentario referido al tema. Cada aporte es una gota de reflexión sobre temas que interesan o preocupan. Suscríbase si desea seguir leyendo las notas y relatos de este blog.Es gratis.