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jueves, 4 de septiembre de 2025

La cumbre del mal… augurio para Occidente


El símbolo de la OCS que occidente
pretende ignorar. 

La mayoría de los medios de prensa europeos, con politólogos y políticos en el poder, han descrito, por una acción de reflejo condicionado, que la cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai (la OCS) fue una cumbre de dictadores, un cúmulo de presidentes y primeros ministros autoritarios donde las verdaderas democracias no participaron. 

Pasando unos días en España, he podido comprobar que ese es el mensaje de los medios públicos y privados salvo alguna excepción. Cuando citan a Xi Xin Ping o a Putin, apenas permiten cortes de unos pocos segundos donde no dicen nada concreto, salvo  que sea una advertencia al hegemón sobre que la agresividad y planes militares tendrán una respuesta. La más ridícula: pescan una conversación entre Putin, Xi y Modi sobre la longevidad en tono de broma,  donde afirman que pronto los humanos podrán vivir 150 años o eternamente. Esto es suficiente para deducir la presentadora del informativo de RTVE del 1 que estos mandatarios se quieren eternizar en el poder. Ese es el nivel periodístico, desean o quieren que la gente cierre los ojos y las orejas ante lo que ocurre en aquella parte del mundo. 

Las reglas que EEUU impuso después de la Guerra Fría, donde el único país que podía decidir quién tenía razón sobre asuntos internacionales, era quien las había impuesto, negando, boicoteando o sacando el apoyo financiero a la ONU, a la Organización Mundial del Comercio, a la Corte Internacional de Justicia, y a otras organizaciones internacionales que trataban de poner orden en las relaciones entre los estados. Todo fue ordenado para que estuvieran del lado de la Casa Blanca o, por el contrario, del lado de los “malvados” que no deseaban las libertades ni la democracia liberal que, después de rascar un poco, vemos que se han transformado en una farsa, prácticamente en la mayoría de los países que dicen defenderla. La ambición por dominar el mundo política, cultural y económicamente a través de la manipulación de las narrativas, la coerción o la violencia, a devaluado eso a lo que la mayorías en occidente deseamos: sociedades con justicia social, estado de derecho para todos, y aspirar siempre a más derechos, allí donde el poder de cualquier clase, quiera imponerse. Es ahí donde descarrilan las pretendidas democracias liberales, vemos que en ese escenario predominan las élites cada vez más ricas y poblaciones sometidas a leyes y normas que condenan a las mayorías a una vida empobrecida y opresora para los más vulnerables, y de absoluta impunidad y privilegios para los que detentan poder económico y político.

La expresión máxima de la desfachatez, a nivel de naciones, de esta expresión de poder absoluto, la da Donald Trump, presidente de EEUU, cuando impone aranceles y presiona a los países para que le quiten a su país el gran peso de su deuda que asfixia la economía. Al mismo tiempo pretende mantener el dólar como moneda de reserva y de transacciones comerciales para beneficiarse. 

Por eso lo que ocurrió en Asia es todo lo contrario y como el avestruz, en Europa entierra la cabeza en las playas o en estiércol y pretenden que la gente no lo vea. Ese conjunto de naciones en Shangai, en lugar de imponer reglas arbitrarias, acordaron crear nuevas rutas de transporte, nuevos fondos de inversiones, más infraestructura para el flujo de energía, finanzas independientes del dólar entre los países  y una firme y tecnológica espalda militar disuasoria para la defensa  de su soberanía,  con armas que imponen respeto, según los propios expertos militares. Que India y China estén limando sus conflictos fronterizos con más diálogo y negociación, es un ejemplo de que la mano tendida es un aporte sustancial para un mundo en paz, y no uno donde la guerra o amenaza de la misma — y su resultado—  sea el árbitro de los acuerdos. A Rusia se le quiso imponer a Ucrania como otro miembro de la OTAN en su frontera. Pidió, negoció y hasta rogó que no repitieran lo que habían hecho años anteriores cuando sumaron Clinton, G.W.Bush, Obama, Trump y Biden,  16 nuevos miembros!  en el intento de rodear al oso ruso que amenaza el mundo libre.


Occidente no quiso escuchar. A pesar que después de la caída del muro de Berlín, Gorvachov había propuesto crear la Casa de Europa junto con Rusia,  y Putin, años más tarde, preguntó a Clinton si Rusia podía sumarse a la OTAN. No, jamás, los rusófobos a ambas orillas del Atlántico lo impidieron. Y Europa quedó prisionera de esos halcones que ya deseaban la guerra y que hoy, con otras facciones, buscan lo mismo. Afirmaban que Rusia no podría imponer un modelo político y social ajeno a las tradiciones de esas sociedad autoritaria sin nuestra intervención de demócratas occidentales. Por supuesto que lo intentaron en otros países de Oriente Medio, de África y Amrica Latina. En la mayoría de los casos, esos intentos han fracasado con muchas más injusticias y opresiones contra los grupos que confiaron en los cantos de sirena de las ONGs y gobiernos que les prometían libertad y democracia,  que en realidad eran campañas camufladas y pagadas por el hegemón y/o los europeos, en ocasiones con intervenciones militares directas para eliminar por ej.  “armas de destrucción masiva”. En definitiva, no era eso lo que buscaban, como debería estar  claro hoy para quienes siguen de cerca los procesos geopolíticos. Recursos materiales, es decir todo aquello que el imperio necesita para seguir dominando el mundo y mantener las ochocientas bases militares distribuidas en el planeta, más todo el complejo militar de hombres y mujeres, armas y despliegues por tierra, aire y mar que realizan cada día (1).

 Ese es el verdadero interés detrás del canto de sirena sobre la libertad y la democracia. Ahora temen lo que está creciendo, lo que rompe esa hegemonía del relato manipulador, con un EEUU pegando manotazos arancelarios, amenazas de ocupar territorios, desplazamientos militares en la Caribe, en el mar de China, en lugar de dar un vuelco de sus políticas. Pero en la mentalidad arrogante anglosajona y la de sus lacayos europeosn, no sirve para ellos un escenario por acordar intereses donde el equilibrio y el beneficio mutuo sean los que determinen la marcha de las relaciones entre países. No, debe haber un solo director de orquesta quien tenga la batuta y se lleve la parte del león, y los demás conformarse con los restos.

En definitiva, como afirma el economista y profesor Michael Hudson, entre otros expertos en temas geopolíticos, es que los intentos de la Casa Blanca de obligar a los que fueron en gran parte sus aliados a aceptar las condiciones que les impone, o intenta imponer, con sus medidas arancelarias y otras presiones, ha fracasado. Un nuevo orden mundial está creciendo en el Lejano Oriente y avanza hacia Occidente A medida que los países que, hasta ahora, vivían de rodillas ante el hegemón,tienen la posibilidad de una ventana de oportunidades para zafar del injusto cepo neoliberal impuesto durante décadas. 

En una semana se reunirán nuevamente los BRICS en la India. Se esperan nuevos anuncios sobre cooperación en muchos ámbitos de la producción, energía, transporte, comercio, finanzas, etc. una gran oportunidad también para los países de economías menos desarrolladas y dependientes para que comience a iniciarse un verdadero proceso de desarrollo que contemple su soberanía e intereses propios. Ojalá se cumplan esas metas, tantas veces frustradas y traicionadas.


  1. Según las estadísticas que son parciales de SIPRI, se estima que EEUU gastó 916 mil millones de dólares, lo que representa un 37% del gasto total en armas. Probablemente en 2024 ese gasto sea aún mayor. China se calcula que gastó 296 mil millones de dólares.12% del gasto global. También aquí se especula que el gasto creció en el último año. Finalmente Rusia en plena guerra con Ucrania alcanzó un gasto de 109 mil millones de dólares en 2023, lo que fue un incremento del 24% con motivo de la guerra de Ucrania. También aquí se especula que el gasto aumentó en 2024. Como pueden ver, mantener el dominio del mundo en base a la producción y compras de armas no está a favor de los “malvados” del planeta, aunque todos los días nos quieran hacer creer lo contrario. También se constata que en el año 2023 el gasto global militar alcanzó la cifra de 2,4 billones de dólares, siendo un récord hasta ese momento. SIPRI: Instituto de Estudios para La Paz de Estocolmo.

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