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Pero los “gauchos” montados en sus 4 x 4 están
desconformes. Rechazan tajantemente pagar más impuestos, por ejemplo el que financia la
educación y del que han estado exonerados hasta ahora. Y los representantes de
los partidos de la oposición invitados al evento aprovecharon y se despacharon
a su gusto echando un poco más de gasolina en la hoguera, ya que apoyan
fervientemente las protestas y las
medidas que demanda este sector, entre otras bajarles los impuestos y eliminar las leyes que pretenden
crear una sociedad más justa redistribuyendo los ingresos sin por eso dejarle al sector productivo sus generosas ganancias. Empeñados siempre en comerse el trozo de torta más grande posible, ellos
financian una buena parte de la campaña del Partido Nacional. Principalmente abren
la billetera para el llamado “Guapo”, alias Jorge Larrañaga, , cuyas ideas de cómo
gobernar al país se refieren principalmente a negar los avances sociales y
económicos que se han logrado en los años de gobierno del FA, y prometer
derogarlos si llega al poder. Aun cuando el país internacionalmente es
reconocido como el que tiene uno de los mejores índices de crecimiento económico
en el continente así como leyes que están fomentando la libertad de los
individuos. Ya sea la ley del aborto, el matrimonio gay y la regularización del
consumo de marihuana, entre otras reformas que levantan reacciones positivas dentro y fuera del país.
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La actual campaña electoral en Uruguay me hace acordar a la última que vivió España y que le dio el triunfo al Partido Popular de Mariano Rajoy. Simplismo, negar la realidad, mentir descaradamente y descalificar a los rivales. Una sola muestra de los intentos de influir en la opinión pública, solo como botón de muestra: Larrañaga en un video se encuentra con niños que le preguntan, por ejemplo, si tendrán vacaciones escolares más largas si él llega a ser presidente: Larrañaga responde que no, que tendrá que estudiar más con un tono paternal dirigido por supuesto a los padres de la niña, pretendiendo convencerlos de que acortando las vacaciones rendirán más en la escuela, sabrán más, y serán brillantes ciudadanos. Y así en otras secuencias del video con niñas haciendo preguntas. Se convertirán en "las niñas de Larrañaga"? En todo caso esos son los argumentos con los que se maneja, igual que lo hizo Rajoy en su momento al utilizar a una niña en un spot publicitario de su campaña pasada, y que irónicamente le llamaron también la "niña de Rajoy".
Por otro lado el otro caballito de batalla de buena parte de la oposición es bajar la edad de imputabulidad de 18 a 16 años. Hasta el nuevo arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, les ha mostrado el codo señalando que están equivocados, que ese no es el camino. Y esa derecha frustrada si llegara al poder no dudaría en desmantelar las conquistas económicas y sociales del pueblo trabajador uruguayo. Están nerviosos porque aun habiendo ballotage, el FA y su candidato, que muy probablemente sea Tabaré Vázquez, los derrote nuevamente en octubre y alargue la agonía de muchos de estos candidatos que siguen luchando por una sociedad más injusta, más polarizada y más corrupta. Los que no tienen memoria corta recordarán los gobiernos de esos partidos y el estado en que dejaron al país antes de asumir el FA. Peor imposible.