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miércoles, 7 de mayo de 2014

Las lágrimas de Suárez

Ayer pudimos presenciar en la liga inglesa una vez más que en el fútbol los resultados nunca son seguros hasta que el árbitro da los tres pitazos finales de la contienda. En la cancha londinense del Cristal Palace el Liverpool vio como un seguro triunfo 3 a 0 se le escapaba de las manos en apenas 12 minutos. Qué ocurrió para que un equipo que parecía derrotado y sin fuerzas para recuperarse diera un salto y tres zarpazos para igualar el tanteador? Pues cojones y una decisión del técnico muy acertada, hacer cambios ofensivos y jugar al contragolpe al ver que Liverpool todavía apostaba por convertir más goles en vez de conformarse con el 3 a 0.

Y la táctica dió resultado porque los de la ciudad de los Beatles descuidaron su defensa y la oportunidad de asegurar el triunfo, y las compuertas se abrieron para los ambiciosos delanteros del CP que no perdonaron. Y terminado el partido Luis Suárez, que debería haber estado feliz con su  gol número 31  terminó llorando desconsoladamente. Algo inesperado en un jugador que todos teníamos por bastante duro y templado en estas lides. Sin embargo su frustración e impotencia parece que fue tan profunda que tuvo que taparse la cara para que la gente ni las cámaras registraran las lágrimas que seguramente caían a borbotones.

Puede llorar un jugador del fútbol profesional? No debería mostrar un rostro impenetrable ante la adversidad como algunos de sus compañeros lo hicieron?  Creo que esas lágrimas y ese gesto mostraron un nuevo aspecto de la compleja personalidad de este jugador que hoy compite con Ronaldo, Messi y alguno más por la bota de oro del fútbol europeo. Su condición humana, los sueños hechos añicos de un chico acostumbrado a ganar. Aunque no perdieron, las chances de levantar el trofeo de la liga se les a escapado de las manos si el Manchester City no tropieza en los dos últimos partidos que le quedan por jugar. La diferencia de goles está a favor del equipo celeste y con eso bastaría aunque terminen los dos equipos con la misma cantidad de puntos. Porqué escribo esto? Pues me trae recuerdos de cuando jugaba al fútbol en mi pueblo natal, cuando todo parecía que la suerte estaba hechada sacábamos fuerzas de no sé donde, y esa energía se convertía en algo positivo que podía arrollar al rival si además la diosa fortuna te acompañaba. Suárez ha llorado y está bien porque nos mostró ocultando su rostro, la cara de la vergûenza de todo un equipo que entró triunfante y salió derrotado de un estadio donde tanto los hinchas rivales y como los propios no se lo creían.
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