No obstante estos vaticinios de que los tanos eran superiores, la selección de Uruguay desde el primer minuto demostró que iba por el partido y la copa, ganando en todos los terrenos del campo con una entrega y brillante habilidad futbolera, con picardía de campito (vaya si había que tenerla con el desastroso estado del césped) creatividad y actitud ofensiva que nunca se abandonó. No hubo un jugador que no participara del juego, ya sea de forma creativa como defensiva.
Los dos zagueros centrales, Juan S Boselli y Facundo González fueron una muralla mientras el arquero Randall Rodríguez apenas si se manchó los guantes con la pelota mojada con el sudor de alguna frente rival. Alan Maturro otra vez dio la pauta de que por su costado no pasa nadie, y en más de una ocasión rompió líneas y con su fantasía le dio el pase a Luciano Rodríguez para que concretara el gol de cabeza del triunfo. En el otro costado Rodrigo Chagas tuvo un duelo permanente con Ambrosino, el nr 9 italiano, quien trataba de iniciar los ataques por ese lado pero sin mayor éxito. Los italianos no patearon al arco en el 1erT. Y si lo intentaron en alguna ocasión marraron a los tres palos, como ocurrió en el 2o.T.
El medio campo uruguayo fue sensacional, con un inspirado y espectacular Fabricio Díaz, en lo defensivo y en el ataque, acompañado por Damián García en la contención, menos destacado técnicamente, pero esencial para detener los inútiles intentos italianos; un Franco ”Cepillo” González que eludió desvergonzadamente a todos los que se ponían por delante, aunque pecó en este partido de egoísmo en alguna ocasión de más, como al final del encuentro, en vez de dar el pase a un compañero prefirió rematar él mismo entregándosela desafortunadamente al arquero.
El trío delantero con Luciano Rodríguez por derecha, Anderson Duarte de centrodelantero y De los Santos por la izquierda, le dieron mucha matraca a los defensas italianos, que frustrados reventaban la pelota fuera de la cancha en varias ocasiones o las piernas de los rivales. Por mala fortuna no se pudieron hacer más goles, pero no se dejó de intentar, hasta que Luciano Rodríguez conectó ese golpe de cabeza en el minuto 86 para sellar el resultado.
Copa y Medalla de Oro para Uruguay, pero la FIFA tenía que consolar a los perdedores dándole merecidamente la bota de Oro a Casadei (nr 8), por ser el goleador del torneo, aunque ante Uruguay solo pudo hacer gestos de frustración, alguna que otra patada y algún cabezazo errático ente el arco uruguayo, aunque Zanotti se llevó el premio al mejor mala leche del campo, ya que se aburrió de pegarle a todo el que se le ponía enfrente y lo eludía. Solo faltó que Infantino y sus muchachos le dieran a Italia el premio al fair play. Pero el planchazo de karate de Pratti a Fabricio Díaz fue la frutilla de la torta en este duelo, que el árbitro sueco sancionó con roja directa, para después simular que no había sido tan violenta por órdenes del VAR, y anular esa tarjeta y cambiarla por la amarilla. ¿Habrá recibido órdenes directas de Infantino, el presidente de la FIFA? No me extrañaría, porque además le dieron a Casadei inmerecidamente el balón de Oro por ser el mejor jugador del torneo! lo que a mi manera de ver es una provocación desvergonzada de la FIFA, cuando Franco González o Fabricio Díaz habían sido muy superiores durante todo el torneo. Pero había que consolar a los ragazzi de la humillación recibida. Y promocionar la figura de Casadei, que sin lugar a dudas tiene talento, pero es un pecho frío que probablemente lo paseen por los medios y los estadios tratándole de sacar el mayor jugo posible con inversiones millonarias, hasta que se vea que no era para tanto. Business as usual.
Ah, este partido entre Uruguay y una Italia, respaldada la bota mediterránea por la FIFA para que saliera campeona en las tierras argentinas, pero apabullada por el equipo de un país chiquito, me hizo acordar a aquellas batallas en las historietas de Asterix el galo, del autor René Goscinny, donde en un pequeño pueblo de la Bretaña francesa, los habitantes indomables resistían los intentos de ser sometidos por el imperio romano. Los uruguayos como los galos, no se amilanaron ante el poder de la FIFA y las malas tretas de los árbitros en el VAR, y se las ingeniaron para humillar a la selección rival como así hicieron los galos ante las tropas de los generales romanos en la ficción de Goscinny. Pues para mí en la vida real Fabricio Díaz y sus muchachos fueron el Asterix con sus guerreros, y en esta Galia rioplatense, le demostraron al poder de la FIFA que en algunas ocasiones, aunque parezca imposible, no tiene otra alternativa que admitir ante miles de personas en las tribunas y millones mirando el partido por la TV, la superioridad deportiva y moral de los rivales por más insignificantes que parezcan. Escuchen la canción de Edu "Piitufo" Lombardo y comprenderán porqué.
En fin, ¡arriba Uruguay nomá!!
La canción más linda y representativa, según mi opinión, en homenaje a la celeste. Nunca fue más actual que en esta ocasión (incluso por la metáfora: "mezcla de agua dulce, mezcla de agua y sal" tan actual en el Uruguay del momento por la crisis del agua de los embalses y la sequía)
https://lyricstranslate.com/sv/pitufo-descolgando-el-cielo-lyrics.html
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