El anunciado ataque iraní contra Israel se produjo finalmente durante la noche pasada, en una demostración de fuerza del gobierno de los ayatollahs con toda la intención de convencer de que no es débil frente a su acérrimo enemigo, y como respuesta directa al ataque de Israel al consulado iraní en Damasco.
Los medios de prensa y las redes sociales estallaron con imágenes de los drones y misiles en el cielo nocturno de Jerusalén o de Tel Aviv. No hay dudas de que cuando Hamás atacó Israel en octubre pasado, tenía en mente y como meta lo que anoche ocurrió: que Irán interviniera directamente en esta guerra que llevaban los palestinos como proxies (así se los llama a los aliados que hacen de intermediarios en estos conflictos entre dos estados) con cierto apoyo de Hezbollah y los hutíes que apoyan la causa palestina.
El primer objetivo de Hamás está cumplido. Ahora es su aliado en Teherán quien tiene la responsabilidad de enfrentarse con el estado de Israel, en un escalón mucho más alto de esta lucha por la supremacía regional y geopolítica en esa parte del continente asiático. También la otra arista contemplada por Hamás parece cumplirse: el desarrollo de las buenas relaciones entre Israel y algunos estados árabes como Arabia Saudita, quedan congelados sino suprimidos.
Lo que vemos en este escenario es también algo inusual, la posibilidad de que ha comenzado por primera vez, y por el momento, una “guerra a distancia”, es decir sin tropas de los dos estados involucrados, donde los drones, misiles de todo tipo y probablemente los aviones, crucen el espacio aéreo, pero sin que los soldados intervengan por tierra, como hasta ahora en las guerras convencionales. Salvo las tropas de los ya nombrados proxies que sí están en directa confrontación con el ejército israelí.
¿Como responderá Israel ahora? Esa es otra pregunta que todos se hacen. ¿Realizará un ataque demoledor contra sitios estratégicos de Irán, como pozos y refinerías petroleras, fábricas de armamentos, bases militares, etc. o seguirá el consejo que parte de muchos gobiernos de la región y de la ONU, es decir que no responda para no agravar el conflicto?
El gobierno de Netanyahu ha recibido como maná del cielo este ataque de drones y misiles y que su Cúpula de acero parece haber rechazado en casi su totalidad. Si antes tenia apoyo de casi el noventa por ciento de la población en su guerra contra Hamás, ahora Netanyahu tendrá el cien por ciento. ¿Qué mejor apoyo que una población temerosa que cierre filas detrás de su presidente, temerosa de que se produzcan nuevos ataques, mucho más potentes y mortales?
Los aliados de Irán, Hezbolá, Hamás, los hutíes y otras agrupaciones, tendrán un motivo más para seguir enviando misiles y enfrentando por tierra a las tropas israelíes de ser necesario, tanto en territorio del Líbano o en Gaza. Una ecuación perfecta para todos los señores de la guerra. La población civil, víctima de esos intereses geopolíticos y económicos en disputa, es el precio que deberán pagar en nombre de la felicidad futura de las nuevas generaciones, según las cuentas que sacan estos señores de la guerra.
Además tenemos las elecciones de EEUU que, dependiendo de las medidas que tome el presidente Joe Biden, puede depender su suerte de seguir en la Casa Blanca o no. Su apoyo irreductible pronunciado hasta ahora, puede darle el triunfo a pesar de todos los peros que lo han acosado ante la figura del renacido Donald Trump. La poderosa comunidad judía en ese país puede ser determinante con su poder económico para Biden y el Partido Demócrata,; y para los republicanos negativa si persisten en cierta ambivalencia hasta ahora mostrada, por esos signos de aislacionismo predicados por Trump, que probablemente deberán corregir sin titubeos por parte de este partido, con las consecuencias que resulten, según se sumen a los demócratas o se pongan en contra.
Rusia, aliada de Irán, también estará estudiando como le afectará esta posible guerra que puede estallar en caso de que siga escalando. Por un lado se beneficiará económicamente al subir muy probablemente el precio del petróleo, ademas y muy importante, distraerá la atención de su principal enemigo, EEUU, que como dijimos está obligado a apoyar con armas y muchos millones de dólares a Israel, lo que puede ahondar aún más la debilidad de Ucrania ante las numerosas ofensivas de las tropas del Kremlin en los frentes de guerra de Luhansk y Donbas.
Veremos si la OTAN se implica de alguna manera en el conflicto, algo que podría suceder si la escalada de la guerra continúa su camino. Gran Bretaña y Francia ya colaboran, así que cualquier ataque a las fuerzas de EEUU o GB, puede ser una excusa para tocar el clarín del resto de los países más entusiastas con acabar con el régimen de los ayatollahs. Y de paso le pegamos también a Putin para que, al fin se de cuentas, se entere de quien es el que todavía manda en este planeta, anuncian los visionarios más desbocados desde los platós de la TV y de las redes sociales..
Bueno, detengámonos en lo que ocurre hoy, y es que dependerá de lo que Israel haga después de este ataque. ¿Golpea duro a Irán o se queda en el molde? Una guerra prolongada no tendría buenos resultados militares para Irán, según los expertos. Por lo tanto, mejor nos golpeamos un poco a la entrada de la arena del circo, y por el momento, nos quedamos olfateándonos, como perros de pelea con el bozal puesto otra vez, para evitar daños mayores.
Mientras tanto, sigamos sacrificando palestinos, son solo daños colaterales.
ResponderEliminarEsta guerra es un alimento de la sed de poseer el mundo y mandar a gusto de su dueño. La respuesta de Iran fue debido al ataque en Damasco donde asesinaron varios militares Iraníes.
Fue un atentado de Israel, el cual fue una declaración de guerra.
Las predicciones sobre este conflicto son varias y determinadas. Todo esto no tiene ganadores, solo perdedores, los humanos, por supuesto. Acá cuando alguien se sienta acorralado, sería solo apretar el botón rojo y guerra atómica desatada.
Lo otro curioso y destacando los pronósticos del mundo. Me puedo referir a la responsabilidad de los países en esta guerra. Hoy día se discute en Suecia el presupuesto del medio año para financiar los costos de la sociedad. Van a haber recortes en la salud, la desocupación va a aumentar, pero seguimos financiando la guerra con millones de euros para Ucrania. Por supuesto para continuar una guerra a los intereses de los armamentistas.
No hay ninguna propuesta para La Paz. Pero si para seguir enviando armamento y amenazas.
Un mundo el cual seguramente no será tal si esta guerra sigue aumentando.
Un artículo el cual nos llama a la reflexión y siendo hora de que podamos ser participativos en una lucha por La Paz.