Yamandú Orsi y Carolina Cosse |
Anoche se confirmó en Uruguay lo que las encuestadoras de opinión vaticinaban con resultados bastante acertados: el Frente Amplio (FA), que reúne a los partidos de izquierda y organizaciones progresistas, obtuvo alrededor del 45% de los votos, logrando una ventaja de 16-17 puntos sobre su rival más cercano, el Partido Nacional (PN) 28% , el principal rival de todo el grupo que conforma la Alianza Republicana.
De esta manera, el FA se aseguró una mayoría en el senado y una peleada disputa por una mayoría en la cámara de diputados, algo que, según los cálculos de los analistas, no lograría ya que el Partido Identidad Soberana (2,7%) se quedaría con dos de ellos, irrumpiendo así en la política nacional parlamentaria. Aún queda un porcentaje de votos (5%) por escrutar, y esto puede influir marginalmente , según los expertos, por lo que el resultado no variaría sustancialmente, de no ocurrir algo inesperado.
El FA, al no poder obtener el 50%+1 de los votos, tendrá que ir al balotaje donde se enfrentarán las fórmulas presidenciales Yamandú Orsi y Carolina Cosse (FA) contra Álvaro Delgado y Valeria Ripoll, (PN) el 24 de noviembre. Esta última pareja está respaldada oficialmente por todos los partidos de la Alianza Republicana, integrada además del PN, por el Partido Colorado (PC) 16% de los votos; Cabildo Abierto (CA) 2,7%; Partido Independiente (PI)1;8%, quienes intentarán derrotar al FA y ganar la presidencia del país por cinco años más.
Sin embargo, el FA construyó su victoria recorriendo todo el país, ciudades, pueblos y poblaciones menores, al viejo estilo de encontrar y dialogar con sus simpatizantes y demás interesados que deseaban escuchar su mensaje y su amplio programa de reformas ,que incluye temas como la seguridad, la economía, la educación, la producción, la salud, la seguridad social, etc. etc. Ese recorrido por todo el país logró crear una empatía y simpatía por los candidatos Orsi y Cosse, que los otros candidatos/as jamás lograron obtener ante el desprestigio causado por la gestión del presidente Luis Lacalle Pou y su gobierno de derechas, sacudido por los escándalos de corrupción y mala gestión en diversos rubros de su administración. En todo caso, también hay que reconocer que la Alianza Republicana, hipotéticamente, podría ganar la presidencia si lo votan todos los electores que votaron en primera vuelta a esos partidos, ya que tienen una leve mayoría sobre el FA. Algo muy dudoso, según los analistas.
Hasta ahora, las encuestas mostraban , no obstante, que de pasar al balotaje, Orsi-Cosse, le ganaría a la dupla Delgado-Ripoll por un margen no muy ancho, pero suficiente, por lo que se espera una dura campaña hasta el 24 de noviembre cuando se define esta segunda contienda electoral.
Muy cerca está el FA de recuperar el gobierno que perdió en 2019. Sus dirigentes tienen un gran desafío, una vez más, al recorrer el país como lo hicieron las semanas pasadas, para reencontrarse con sus votantes, seguir explicando su programa de reformas y medidas para convencer a parte del electorado de sus rivales, los dudosos y crear la confianza de que son la mejor opción de gobierno.
Después de conocerse el resultado del plebiscito por la reforma de la Seguridad Social, impulsada por los sindicatos del PIT-CNT, que no pudo reunir suficiente cantidad de apoyo para ser aprobada, (38%), la dirección del FA que no la respaldó, puede encarar el resto de la campaña sin ese aparente contrapeso que se evaluaba iba a perjudicarlo frente a parte del electorado, restándole apoyo. Algo discutible, pero que así fue evaluado por una mayoría dentro de la dirección del FA.
La recta final de esa democracia e institucionalidad, que muchos partidos y políticos dicen querer defender, se enfrenta a esas campañas de odio y falsas noticias que la ultraderecha,ya en la primera fase de la campaña, empezó a querer difundir y contaminar a los candidatos del FA, sin resultado hasta ahora. (Ver anteriores notas en mi blog) Pero están en marcha, porque la meta es distorsionar a las viejas democracias liberales, crear sociedades y estados autoritarios. Ahora, se especula, que para el balotaje podría ser peor, sobre todo a partir de las redes sociales, donde sin ningún tipo de freno, se lanzan las calumnias y acusaciones más descabelladas por medio de bots y trols, y que desafortunadamente, muchos, ingenuos o desprevenidos, creen que son verdad.
La ultraderecha quiere, como nunca, y lo dicen sus peores ideólogos, transformar a la gente en zombies obedientes, manipulados por sus medios de prensa e información, gente que no piense ni critique para así gobernar a su antojo y enriquecerse aún más. Por eso, la administración de los asuntos del país por el FA, si gana el balotaje como se prevé, será crucial para frenar ese desarrollo que inició la coalición del actual gobierno, aunque de los labios para afuera muchos de ellos digan lo contrario. Con el narcotráfico y el lavado de activos legal en los bancos hasta más de $100 000 , el crimen organizado sentó sus bases como nunca en el país, que se transformó en un territorio de acopio y salida de la droga por el puerto de Montevideo. Varias toneladas fueron incautadas en Europa. Quién sabe cuántas otras pasaron de largo.
Cambiar ese modelo de gran opacidad y corrupción será un gran desafío para el FA, para la población que lo respalda, que sin dudas. tendrá enfrente en cúmulo de grupos nacionales e internacionales cuyos intereses chocarán con las medidas que intente implementar el FA. A no bajar los brazos, durante quince años el FA demostró que puede gobernar, redistribuir la riqueza más equitativamente, transformar y diversificar la producción del país, que le permitió salir del profundo pozo improductivo, (40% de la población estaba por debajo de la línea de pobreza en 2004). A partir de marzo del próximo año, puede reiniciarse ese camino, todo depende del compromiso de ese pueblo uruguayo, que sin dudas está decidido una vez más a enfrentarse al poder del capital y sus corporaciones, a la corrupción y a los corruptos, con la ayuda insoslayable del estado en todo el territorio nacional. Los miles de frenteamplistas así lo celebraron con todo entusiasmo anoche. Así sea!