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lunes, 11 de julio de 2016

¿VALORES NACIONALES O UNIVERSALES?



La semana pasada tuvo lugar en Suecia la celebración de la “Semana de Almedalen”, siete días de actividad política protagonizada por todos los partidos parlamentarios, donde se suman los seminarios de las ONG, de las autoridades de distinto pelo y rango, de las empresas de diversos ramos haciendo lobby, y una multitud de periodistas sedientos de material para sus redacciones. Esa frenética semana que se celebra todos los veranos en la ciudad de Visby, capital de la isla de Gotland, reuniendo a miles de personas, es una oportunidad para los líderes políticos de presentar ante los ciudadanos propuestas y visiones sobre la Suecia del futuro a través de intensos debates.

Este año un tema común entre esos líderes, que cuentan con un día en el correr de esa semana para la difusión de sus políticas, han sido los llamados “valores suecos”. Casi todos esos líderes con excepción de uno, hicieron énfasis en esta cuestión debido a la creciente inquietud en la opinión pública de que los inmigrantes y refugiados que llegan al país, principalmente los jóvenes, tienen problemas serios de conducta.

Es que en estos últimos festivales de música a lo largo y ancho del país, habrían protagonizado abusos sexuales y hasta violaciones, según denuncias a la policía. Este problema se inició en Alemania y aparentemente se ha extendido a Suecia, donde la mujer es tan activa como el varón en divertirse y participar de esas fiestas de verano. A esa visión de la mujer como un objeto sexual que implica la negación de la igualdad entre los géneros se le suman, según el discurso político, el rechazo a los valores democráticos y culturales que en Suecia han sido la base para fundar el llamado estado de bienestar. 

Si bien ninguno de estos líderes pudo definir a qué valores se referían más concretamente, pero apuntando generalmente a esos desmadres de algunos individuos en esos festivales, donde también hay suecos de pura cepa implicados se suman además los enfrentamientos con la policía en los barrios más segregados; la creciente delincuencia y los crímenes de sangre que los medios sensacionalistas dramatizan aún más para crear esa sensación de inseguridad que lleva a reacciones nacionalistas y populistas en varios partidos  donde en sus filas pugnan los sectores más reacios a la inmigración. 


Y sin duda quien se destacó esta semana fue el líder del partido Sverigedemokraterna (los Demócratas de Suecia) cuyo líder Jimmie Åkesson propuso establecer el toque de queda para los suburbios más conflictivos, encerrando en sus casas no sólo a delincuentes potenciales o reales, sino a la gran mayoría de los decentes habitantes de esos barrios. ¿Esos son los "valores suecos" que este partido dice defender? ¿Con eso creen que obtendrán el respeto a las autoridades y a los valores universales de convivencia pacífica, respeto a la ley y participación ciudadana? Algo que además no es monopolio de esta sociedad, sino que los ha ido asumiendo por influencia de los cambios en otros países, como la revolución francesa y americana, la Carta de la ONU sobre diversos principios, etc. El cristianismo también a aportado valores concretos compartidos por muchos países occidentales. O sea, de valores suecos nada, pero sí exigir sometimiento y respeto a las leyes, algo que por los menos en teoría, vale para todos. 

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