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jueves, 28 de mayo de 2020

Ley de seguridad para Hong Kong - otro escollo en las relaciones China-EEUU

No hubo sorpresas. Los pronósticos de que  la nueva ley de seguridad para Hong Kong se iba a aprobar urgentemente por el Congreso del Pueblo no se equivocaron. Nada menos que 2828 votos a favor y solo 1 en contra habla del sentimiento negativo que los parlamentarios chinos tienen contra la que fue en su momento una colonia británica, finalmente pactada  bajo responsabilidad china en 1997 por cincuenta años, hasta 2047.

La Asamblea Nacional Popular de China
En estos días las manifestaciones contra la ley de seguridad se habían retomado por una parte de la población que antes de la pandemia había sido también escenario de protestas y cubiertos entusiásticamente por los medios occidentales, en una apuesta aprovechada por la prensa afín al presidente de EEUU Donald Trump, en su constante enfrentamiento con el gigante asiático.
La ley apunta a prohibir "actividades subversivas", "intentos independentistas", "terrorismo" e "intervención extranjera". Ya el año pasado los intentos de aprobar una ley que permitía la extradición de los delincuentes a la China continental había sido suspendida por la presidenta de Hong Kong, Carrie Lam por la dimensión y continuidad de las protestas. Ahora las nuevas manifestaciones son, según proclaman los participantes, principalmente contra la ley que recorta severamente la libertad de expresión, algo de lo que ha gozado la isla, a diferencia del control sobre los medios que ejercen las autoridades pekinesas en la China continental.

Después de superada la pandemia, por lo menos en esta etapa, las autoridades chinas se apresuran por tomar definitivamente el control de Hong Kong, uno de los centros financieros más importantes del planeta. Algunos lo consideran un "paraíso fiscal", otros lo niegan. Pero el hecho de que las Inversiones Extranjeras Directas (IED) hayan ocupado el tercer lugar en el mundo habla de la importancia que tiene la isla para las empresas multinacionales y particulares que invirtieron USD 115 mil millones en 2018, según cifras aportadas por el Banco Santander. Lo curioso es que otros paraísos fiscales como Las Islas Vírgenes, las Bermudas, las Islas Caimán entre otros, depositan allí una parte de sus capitales. Pero también los hacen China, Gran Bretaña, Japón, EEUU y los Países Bajos.
Según el informe del Santander la isla goza de excelentes oportunidades para el capital financiero por ser un puerto franco, un régimen fiscal simple con muchos incentivos, excelente infraestructura y seguridad jurídica. Si eso no es un "paraíso fiscal", qué le falta?

Es difícil evitar hacer una asociación entre la China continental que desea tener en sus manos a la Isla de Hong Kong con aquellas imágenes de la vieja película (1933) sobre el gorila gigante King Kong y su atracción por la hermosa rubia Ann Darrow (interpretada por Fay Wray) a quien finalmente captura. Claro, todos sabemos como termina la historia. Al final el simio gigante sucumbe ante las armas de la civilización occidental, lo que en el escenario de la película real que hoy se desarrolla ante nuestros ojos es improbable, si no quieren sucumbir los dos protagonistas. Además, de qué "civilización" estamos hablando? Este es un mundo donde  la era del liberalismo y progresismo como camino a sociedades más justas y avanzadas materialmente, con derechos humanos elaborados y respetados, se están convirtiendo en verdaderos autoritarismos fascistas con el avasallamiento de lo creíamos era inamovible.

La pregunta que muchos se hacen en occidente es si la nueva ley de seguridad es el comienzo de un plan de control total sobre este mundo financiero y el resto de la actividad económica de la isla, y si al mismo tiempo no sería el final de la gallina que pone los huevos de oro para China. Otros dudan que ocurra, ese flujo de capital por más que sea especulativo, por su dimensión podría no obstante dejarle muy buenos dividendos al gobierno de Xi Jingping, un líder pragmático como lo ha demostrado hasta ahora. Pero es obvio que con la nueva ley de seguridad las libertades de protestar, manifestar y de expresión por otros medios quedará muy limitada.

Ni corto ni perezoso Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano, manifestó ante el Congreso que Hong Kong ya no es territorio políticamente autónomo de China. Esto le quitaría el status especial preferencial que EEUU le había otorgado a Hong Kong, y que cada año es renovado, lo que tensa aún más las relaciones  comerciales entre ambos países. Todo está por verse, ya que si bien la ley está aprobada, su implementación y la forma en cómo se hará considerando los riesgos y posibilidades, puede variar y quitarle la carga más polémica a la misma o por el contrario, aplicarla con todo su rigor.




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