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sábado, 22 de junio de 2024

Celebrando la fiesta de Midsommar


Cuando el sol llega a la cima más alta del zenit, el 21 de junio, en el hemisferio norte, un día antes, en la víspera de ese día, se celebra con una fiesta el llamado
Midsommar, o sea el Solsticio de verano, levantando un Majstång, (maj proviene del verbo maja que significa adornar, en este caso un mástil o asta, el cual es el símbolo del solsticio de verano. El mástil es adornado con hojas y flores en honor a la fertilidad, lo que en realidad es una metáfora del falo disfrazado, dándole esa imagen simbólica, en la cultura campesina de entonces, para que las cosechas y la multiplicación de las crías de los animales, y no menos la de los seres humanos, fueran prósperas y, de esa manera, asegurar el bienestar de la comunidad. 

Es una fiesta pagana con raíces en Alemania, importada a los países escandinavos en la Edad Media. Hoy día esos fines se han ido desdibujando en el entorno urbano, donde se festeja mayormente en todos los lugares del país, resaltando el encuentro festivo a través de la música tradicional nórdica, ejecutada por violines y guitarra en este caso, con danzas y rondas que presenciamos en la isla del Oso (Björnö). Allí las niñas y niños, acompañados por los adultos, danzan alrededor del mástil formando círculos tomados de las manos, cantando canciones infantiles divertidas y jocosas. 

Una fiesta para las familias y para los amigos que, movidos siempre por la curiosidad, nos gusta presenciar esta tradición de un pueblo que todavía conserva rasgos de una inocencia, y que rescata en estas ocasiones, un ritual que embellece los rostros de los seres humanos con amplias sonrisas. 

No solo los países escandinavos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega,Suecia)  celebran este día, también lo hacen las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania). España, Italia y Francia entre otros, celebran San Juan el 24 de junio, quemando viejos trastos o como en la provincia de Valencia, los ”monumentos” en las fogueres. La iglesia católica tenía que transformar esta fiesta de la fertilidad, probablemente porque celebraba el ”pecado original”, transformándolo en una quema de objetos, ya que la hoguera con seres humanos protagonizada por la Inquisición había felizmente pasado de moda. 


Cuando llega la noche, el mito en entorno rural de épocas pasadas, contaba que las chicas, adornando sus cabezas con coronas de flores, iban a recostarse a un lugar llamado smultronställe, un sitio especial en la naturaleza, un campo de fresas silvestres,  donde soñaban con su amado. En la actualidad, muchas jóvenes incorporan al amado para hacer realidad ese sueño, cuentan las voces más audaces. En fin, que viva la fiesta de la fertilidad y el amor. 




1 comentario:


  1. Los pueblos y sus tradiciones es increíblemente tallado con fuego en la memoria y sus raíces dignas de recordar.
    El sol de medianoche también se da el mismo día en el norte de los países escandinavos. Ese día es todo el día luz. El sol llega al horizonte para levantar nuevamente sus rayos dando luz eterna. Es ahí que en Suecia empieza los días de luz más cortos para comenzar la cuenta regresiva y empezar a dar paso a la oscuridad paulatinamente.
    La mitad del verano es una celebración que también es festejada por los nativos escandinavos en otros países, conservando el enlace con sus raíces.
    Como bien explica el autor es la fertilidad de las cosechas y que da a la producción humana, elementos principales para este festejo. La alegría y los días calurosos hacen reflotar los sentimientos y que el sol de lugar a madurar los frutos de la tierra. En Suecia se puede sacar hasta tres cosechas en ese corto tiempo.

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