Vistas de página la semana pasada

domingo, 20 de marzo de 2022

Guerra de intereses = muerte indiscriminada de civiles

 

La guerra de Ucrania es como todas o casi todas las guerras protagonizadas en las distintas épocas un conflicto bélico donde se buscan proteger o conquistar recursos naturales,

económicos, militares y como complemento, dependiendo de la civilización y la influencia de la religión en el estado,  religiosos y culturales. Seguramente hay más donde hincar el diente, pero con esto basta para ver qué fuerzas se mueven detrás de las decisiones de los gobiernos de invadir a un país vecino como es el caso de Ucrania.


Culturalmente y religiosamente por razones históricas ambos países no tienen mayores diferencias pero políticamente se fueron separando en esa lucha política si seguir bajo la esfera de Moscú o preferir el paraguas de Bruselas. En todo caso la mayoría de la población se volcó hacia esta última opción pero en el transcurso de la lucha ideológica también estaban presentes los distintos intereses de unos y otros. No obstante la opinión se fue volcando en favor de Bruselas, golpe de estado mediante en la revuelta de 2014, que las elecciones últimas confirmaron a favor de la separación de los lazos con Moscú, salvo la region del Donbass donde una mayoría rusoparlante prefería el abrazo del Kremlin.


En Rusia y Ucrania predomina la iglesia ortodoxa. No he visto un llamado conjunto de ambos patriarcas, como se les llama a sus líderes religiosos, para restablecer la paz y destacar lo erróneo y criminal que es atacar objetivos civiles, que es lo que Rusia está haciendo en nombre de combatir al “gobierno nazi de Kiev”. Por el contrario, el estado y la iglesia parecen estar mancomunados en respaldar la estrategia de Putin. Otra rama del cristianismo haciendo su juego al poder, del que siempre están prendidos.


Moscú, Putin y su círculo de oligarcas, militares y políticos que justifican la guerra, se esfuerzan también  por subrayar argumentos que son ciertos en cuanto a que USA empujaba a Ucrania a sumarse a la Unión Europea y por consiguiente la adhesión a la OTAN sería el paso posterior. Lo que era visto positivamente por el gobierno del presidente V. Zelinsky hasta hace pocos días cuando públicamente admitió que Ucrania no se sumaría a la OTAN y se convertiría en un país “neutral” a semejanza de Austria, Suecia y Finlandia.  Ahora falta acordar los últimos detalles que seguramente serán humillantes para el gobierno y buena parte de la población como por ejemplo el futuro de sus FFAA, el reconocimiento de las repúblicas de Lugansk y Donesk y otras condiciones que conoceremos poco a poco, por ejemplo en el campo de la energía y la producción de bienes y servicios.


Sabemos que no hay guerra justa. Putin no es comunista ni socialista. Es un capitalista nacionalista y autocrático, responsable de un estado autoritario que por esta misma razón tiene un papel decisivo e intervencionista en los asuntos y relaciones sociales donde el control férreo de aquellos lleva a conculcar muchos derechos, tales como la libertad de prensa y expresión. Además está opuesto y en competencia con el  otro decadente pero aún poderoso de USA, que sigue siendo la mayor potencia militar del planeta. La alianza sino-rusa puede ser el próximo paso con la India de cola para que en las próximas décadas debilitar aún más a Washington si finalmente el dólar deja de ser la moneda que manda en el mundo. Las divisas digitales podrían ser otro misil digital para lograrlo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradecemos su comentario referido al tema. Cada aporte es una gota de reflexión sobre temas que interesan o preocupan. Suscríbase si desea seguir leyendo las notas y relatos de este blog.Es gratis.