La aventura de Pelosi en el Mar de la China

Conflictos armados en el mundo 2022

 Llovieron las advertencias del gobierno chino sobre la visita a Taiwán de Nancy Pelosi,  presidenta del Congreso de EEUU y tercera en la línea presidencial. Sin embargo fueron oídos sordos a una delicada situación diplomática en una región cada vez más complicada, y donde las tensiones van in crescendo. Pelosi se reunió hoy con la presidenta Tsai Ing-wen dándole un espaldarazo al régimen de Taiwán y a la democracia parlamentaria que reina en la isla frente a los intentos de Xi Jinping de reunificar ese territorio con la China continental. 

Es evidente que Washington, a pesar de cierto tímido desmarque del presidente Joe Biden, (¿guardando las apariencias?) tiene una agenda que pretende frenar los intentos de reunificación de las dos Chinas.

Para EEUU la importancia de Taiwán es primordial en una región tan importante desde el punto de vista geopolítico y económico. Aquí confluyen los países con mayor cantidad de población y potenciales consumidores, así como los recursos naturales en constante disputa , que acelerarían aún más rápido el proceso de transformar al país del presidente Xi Jinping en la primera potencia mundial en el orden económico. Militarmente EEUU sigue siendo más poderosa, basta ver los miles de millones de dólares que se invierten en armamento, según han anunciado los gobiernos de estos países al desatarse la guerra de Ucrania que aceleró el aumento de la compra de armas: 

Estados Unidos	770 mil millones dólares (estable desde el 2021)	PBI: 3.7%
China	230 mil millones (+7% comparado a 2021)	1.5%
Alemania	110 mil millone (+107% comparado a 2021)	2.6%
India	70 mil millones (+10% comparado a 2021)	2.1%

Todo hace prever que con las consecuencias de la pandemia del Covid-19 y las restricciones derivadas de la misma; los cuellos de botella en las economías por el desabastecimiento en muchas de las cadenas de producción en los países más industrializados; la inflación y la baja del consumo refuercen una crisis que los más pesimistas auguran como una recesión en  puerta. Hace poco tiempo la mayoría de los mortales creíamos que la paz reinaba en nuestro "mundo civilizado" a pesar de las tensiones entre los países predominantes en el planeta, y algunas guerras locales lejos de nuestras fronteras que no nos tocaban aparentemente. Pero se estaba cocinando a fuego lento y por debajo de la mesa el conflicto que como la erupción de un volcán empieza con atronadoras explosiones, mucho humo y luego, en el peor de los casos, se derrama la lava incandescente. 

Es una lucha despiadada por la supremacía mundial entre las potencias. Nada ha cambiado. Tal vez los discursos sean más sutiles, las ofensiva mediáticas en cada uno de los países sea más eficaz para convencernos de que defendemos principios y valores eternos. Basta rascar un poco y se cae el revoque, son intereses y nada más que intereses adornados con un discurso patriótico.

La Casa Blanca y el Pentágono ven como Asia se les va de las manos por la ofensiva china con su plan de inversiones La Ruta de la Seda, que atrae a muchos gobiernos por haber sido olvidados por los que hoy afirman defenderlos de las ambiciones chinas, cuando en realidad defienden sus antiguos intereses basados más en la explotación que en los beneficios aportados a esas poblaciones. Las democracias formales y los regímenes autoritarios aliados a EEUU flaquean en el continente asiático, o aumentan aún más su opresión sin resultados económicos que merezcan un destaque, sumiendo en una miseria más profunda a sus habitantes.

¿Será China para Asia y África la solución a sus miserias? ¿ Y América Latina, en qué estadio se encuentra ante la ofensiva del dragón asiático? Nadie puede responder a una situación de cambios y transformación de la matriz económica con inversiones en, por ejemplo, infraestructura y explotación de recursos naturales.  Esto exige tiempo y China hoy, si bien tiene un gobierno donde el Partido Comunista es el que decide, sus métodos no parecen estar muy lejos del proceder de las empresas capitalistas multinacionales.

Sí, estamos en una encrucijada en donde las tendencias parecen más aciagas que esperanzadoras. Si creíamos inocentemente que las guerras se terminaban en Europa la realidad nos quita la venda de los ojos, y en el peor de los casos podría extenderse al otro lado del planeta.Y Nancy Pelosi parece empeñada en que se concrete. Los humanos hacemos lo imposible a través del transcurso de la historia por masacrarnos unos a otros. Como a los delfines y las ballenas en las costas de las islas Feroe. Estamos en el horno, me dice un amigo.