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lunes, 12 de septiembre de 2022

Elecciones 2022: ¿Ganará la derecha por el margen mínimo en Suecia?

 El día después
Cuando aún faltan algunas decenas de miles de votos para escrutar en los distintos distritos de las ciudades más pobladas del país, el resultado final parece volcarse a favor del bloque de centroderecha (M+KD+L)* sumados a los votos de la ultraderecha (SD) que se convirtió en el segundo partido más votado del país, desplazando a los conservadores de ese lugar que mantenía desde 1979. El bloque verdirrojo (S, V, MP, C)** arañó el triunfo hasta la mitad del escrutinio, pero al conocerse los resultados de los distritos y comunas donde dominan los grupos de clase media y zonas de altos ingresos, fueron superados apenas por sus rivales por el momento.  

Todos los partidos son sin embargo cautos en dar por ganada estas elecciones ya que faltan muchas decenas de miles de votos por contar, pero tampoco nadie ignora que la balanza se ha inclinado a favor de los partidos del bloque de derecha donde el voto consular puede definitivamente sellar ese resultado, ya que esos electores que votan fuera del país mayoritariamente lo hacen tradicionalmente  por (M), reflejando así su condición social y fortuna, con domicilio en Suecia y también por ejemplo en las costas del Mediterráneo, USA y Gran Bretaña. 

El discurso de la ultraderecha que hace una década parecía imposible que penetrara en los grupos conservadores, e incluso en el de los trabajadores, melló la confianza de muchos suecos que apoyaban a los partidos tradicionales que no podían a corto plazo solucionar, por ejemplo, el problema de la delincuencia referida al narcotráfico y la guerra que mantienen las bandas entre ellas por la droga y los territorios, a pesar de nuevas reformas penales y policiales. A eso, sumado al problema de los precios de la energía desatados después de la invasión rusa a Ucrania, los que han encarecido radicalmente el precio de la electricidad en los hogares, principalmente en la región sur del país, ayudó a darle a SD un empujón y convertirlo en una fuerza política que el todavía hipotético Primer Ministro (PM) Ulf Kristersson (M) no podrá ignorar. 

Hay que destacar que hasta hace un par de décadas atrás prácticamente todos los partidos trataban a los miembros de SD como apestados, se desmarcaban de cualquier sospecha de querer hacer acuerdos con ellos. Hoy están en sus manos por ser el partido mayoritario dentro del bloque, y si finalmente forman gobierno, dependerán de los votos en el Parlamento de SD que tratará de imponer su política en temas como reducir a cero la inmigración; no actuar contra el cambio climático ni disponer de más recursos para mejorar el medio ambiente; rebajar sustancialmente la ayuda a los países en desarrollo; en política exterior tuvieron dudas durante el debate sobre la integración de Suecia a la OTAN ya que habían manifestado una neutralidad cercana a la simpatía con Putin hasta que este decidió ir a la guerra con Ucrania; sobre convenios colectivos todavía no parecen estar decididos;  no acompañarían algunas reformas del mercado laboral como la rebaja del seguro de paro;  respaldarían privatizaciones en la educación y salud (1);  dicen querer aumentar las jubilaciones, etc. Como todo partido populista de derecha, SD no siempre está de acuerdo con los otros miembros liberales del bloque en todos esos temas, y habrá seguramente  duras negociaciones, o incluso alianzas puntuales por encima de los bloques con los partidos de la oposición y viceversa. Ulf Kristersson no la tendrá fácil en caso de formar gobierno. Tampoco la actual PM Magdalena Andersson (S) si lograra a última hora pasar primera la línea de la meta contra todo pronóstico.

En todo caso (S) puede estar satisfecha aunque pierda la posibilidad de gobernar, ya que creció su caudal de votos en referencia a las elecciones de 2018, dando un fuerte respaldo a la PM Magdalena Andersson y se covertirá en el principal partido de la oposición a tener en cuenta. Con el 30,5% de los votos es el partido mayoritario con la posibilidad de recuperar el gobierno de la capital Estocolmo, la de Gotemburgo y pelear por la de Malmö, en manos burguesas de deficientes administraciones con casos de corrupción cubiertas hábilmente hasta ahora, pero que le ha dejado a los habitantes de estas ciudades un claro ejemplo de cómo se benefician los "malla oro" en estas urbes y perjudican al resto de los habitantes con peores servicios en la educación, servicios de salud y cuidados en la esfera del sector público, beneficiando a los privados que embolsan sustanciosas ganancias para las sociedades anónimas propietarias de las mismas.

Suecia con una larga tradición de ser ejemplo como uno de los estados de bienestar más desarrollados del planeta, continúa su deslizamiento, ya iniciado en los ´90, con ciertas interrupciones, hacia un país más neoliberal, o por lo menos se intentará llevarlo a esa categoría respaldado por los votos de una mayoría de ciudadanos que se deja convencer por el cuco de la inmigración, la inseguridad y la necesidad de instalar nuevas plantas nucleares (como si estuvieran a la vuelta de la esquina), los tres principales ejes que la oposición puso ante una ciudadanía cansada de los compromisos a los que llegan sin remedio los gobiernos (S) con enclenques mayorías parlamentarias. Muchos suecos quieren mano firme, y dura, y los han convencido de que ese es el camino a pesar de que dejan atrás los valores que alguna vez los destacaron por ser una de las sociedades más justas y humanistas del planeta. Muchas causas hay detrás de esa transformación, pero el nacionalismo procaz y el egoísmo neoliberal hizo interrupción aquí  también destruyendo parcialmente aquél paradigma, y llegó irremediablemente para quedarse.

(1) Durante este lunes el curso de las acciones de los consorcios que administran los institutos de educación privadas crecieron alrededor del 15% al conocerse el resultado parcial de las elecciones. Academedia, Cedergrenska y Aprenderes son solo tres ejemplos de estos consorcios de capitales nacionales y extranjeros que reciben financiación pública por alumno y que una buena parte de la ganancia la distribuyen entre los accionistas en lugar de reinvertirla en mejorar  la calidad de la enseñanza en sus escuelas y otras mejoras. 

Resultados parciales:

*M: Partido Conservador 19,1%

KD: Partido Demócrata Cristiano 5,4%

L: Liberales 4,6%

SD: Demócratas de Suecia 20,7%

Mandatos: 175

** S: Socialdemocracia 30,5%

V: Partido de Izquierdas 6,7%

MP: Los Verdes  5%

C: Partido del Centro 6,7%

Mandatos: 174

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