Juegos de percepciones

El poder mediático y el poder real, ambos mancomunados en distraernos de la realidad, la que duele y le arde en la piel a la gente clasificada en los quintiles de la población más bajos en las estadísticas económicas, la que se castiga con los precios con la subida de los alimentos, combustibles, electricidad, ropa, zapatos y mil cosas más, conocidas como la inflación, te presentan con grandes titulares, diariamente, una nueva percepción.

El príncipe Harry publicó su libro "Spare" (¿De repuesto?), escrito en realidad por el escritor "fantasma"J.R. Moehringer, donde cuenta para las grandes multitudes las cuitas de la familia real, convirtiéndose en un fenómeno mediático a pesar de que para la realidad de las personas alejadas de ese mundo y de esas intimidades, solo representa un ejemplo más del despecho, de las ansias de vengarse de los desaires y humillaciones a los que probablemente fue sometido él y su esposa Meghan. Las librerías por fin tienen un best-seller y Harry un ingreso extra.

La ola de Harry no terminó de aterrizar en la playa cuando Shakira conmueve los corazones y las mentes con su canción, donde desnuda algunas de las intimidades que el exzaguero del Barcelona y de la selección de su país no supo frenar a tiempo. ¡Goool! Shakira vestida de 9 envuelta en la camiseta del despecho, vende millones de publicidad en Youtube y otras alternativas, para la felicidad propia y de los que regentean esas plataformas. 
 Las estrellas de Messi, Ronaldo, Mbappé se han ido apagando. Muchos recordarán aquélla famosa frase viral del 10 argentino "Que mirás bobo" como destaque de una actitud de orgullo herido y también despecho, para dejar lugar a estas nuevas percepciones de las cuales se pueden agrupar en una larga lista más extensa pero para esta ocasión mejor dejarlo para que cada uno saque sus propias conclusiones. No obstante, el objetivo está cumplido. Esas percepciones distraen, indignan, comprometen, identifican, solidarizan, comprometen con causas ajenas a las propias vidas y valores de quienes se tragan el humo que levantan los audiovisuales en las pantallas de los dispositivos.

El poder mediático y el poder real se dan la mano. Cortar cintas, estrechar manos, pavonearse en alguna playa, mentir descaradamente con el respaldo de aquellos mismos medios, es parte de ese juego de percepciones que muchos políticos usan para cumplir su rol en el juego de percepciones. Como prestidigitadores tratan de convencer a la gente de que la realidad no es la realidad real, esa que sufren en carne propia. Es en cambio un espejismo vano al que no vale la pena atender. Mejor volcar la frustración y la ira contra Piqué y la familia real del Reino Unido. ¡¡Esos sí que son unos canallas!!

Si este espacio te parece interesante te agradezco que lo reenvíes a personas que se preocupen por estos temas, ya sea que estos sean tratados con un carácter serio o en tono humorístico. Las vergüenzas del poder también tienen su lado jocoso o muy serio cuando se desnudan por haber sido exhibidas  descaradamente. O deja un comentario si deseas aportar una opinión sobre el tema. Aquí abajo hay posibilidades de hacerlo. Gracias por tu interés.