Suecia encabeza las estadísticas europeas en números de asesinatos y homicidios en toda la UE por cada 100.000 hab. La organización de narcos que se denomina Foxtrot, dirigida por un delincuente hoy refugiado en Turquía, aunque nadie conoce su real paradero, está en plena guerra con un grupo escindido por diferencias sobre las que se especula su verdadero origen, que en estos casos es dinero y poder. En todo caso el reguero de sangre es increíblemente alto pensando en lo que la sociedad sueca ha sido en décadas pasadas como ejemplo de seguridad y paz.
A esta cruel realidad que cobra la vida de gente muy joven, y también otras de gente mayor, a veces sin conexión alguna con estos grupos criminales, o sea son víctimas colaterales, es la gran oportunidad para una ultraderecha que quiere intoxicar el ambiente con sus mensajes xenófobos y racistas, lo que a nivel de gobierno de derecha mueve las piezas hacia una sociedad más dura y discriminatoria. Se discuten medidas urgentes de instalar cámaras que identifiquen rostros, sensores de armas, militares apoyando a la policía, autoridades a todos los niveles aportando datos sobre las personas sospechosas, con o sin motivos ya que será a criterio del funcionario. Estamos en el horno, sin dudas, y la causa de este desarrollo la crearon los mismos que ahora piden medidas más contundentes cuando quitaron recursos a los sectores que se ocupan de la niñez y seguridad social con el objetivo de bajar impuestos y ahorrar en el gasto social, siguiendo la doctrina de los neoliberales, a pesar que en algunas ocasiones tenían otra camiseta.
Como la culpa de la ola de violencia es identificada y achacada al alto porcentaje de inmigrantes que son los que se ven en la escena del crimen, pero no los que mueven los hilos de los millones y millones que acumulan gracias al trabajo de sus peones, adolescentes y jóvenes en busca de éxitos y fortuna, que es lo que aprenden por el bombardeo de la publicidad y valores de consumo, predominantes en redes sociales y la TV.
Para enviar señales de que esos indeseables indocumentados o ilegales extranjeros que habitan en el país no deben permanecer en el país, se retomó lo que hacía una década no se practicaba, es decir, se ejecutó la orden de expulsar a 26 iraquíes que se encontraban en situación ilegal en el país. Sin embargo, no nos enteramos de sus condiciones individuales de vida, ya que el gobierno decidió mantener en secreto las razones de esa expulsión, salvo que no tenían permiso de residencia y trabajo. ¿Eran delincuentes? ¿Hacía muchos o pocos años que vivían en Suecia? ¿Habían llegado como refugiados? ¿Tenían familiares aquí? Estas y otras preguntas son legítimas para conocer estos casos. Sin embargo silencio hermético y una prensa cada vez más sumisa no hace las preguntas y tampoco exige respuestas.
A nivel sindical las reglas de juego comienzan a modificarse sutilmente para posibilitar la reducción de las posibilidades de los trabajadores de cuestionar las medidas del gobierno y de su principal aliado, Sverigedemokraterna (SD) el partido de la ultraderecha sueca. En pocas palabras, debilitar al movimiento sindical. SD se ha convertido en el segundo partido del país según las últimas encuestas, superando a los conservadores, Moderaterna (M) en la intención de voto, que en las últimas elecciones formó gobierno con los liberales y democratacristianos.
La cultura es asimismo un objetivo primordial para esta coalición de derechas con tufo a inconfundible escuela austriaca de economía, con ensayos a nivel local, como en la comuna de Norrköping, donde pretenden que sea el mercado, o sea los que tienen recursos para pagar, quienes decidan qué expresiones culturales sobrevivirán en el futuro comprando o no, los billetes a los espectáculos o eventos . El presupuesto para este sector y el de la educación, han sido recortados a nivel nacional perjudicándolas, y además muy bien dirigida contra la educación popular fuera de la academia, que llevan adelante organizaciones de trabajadores en distintos ámbitos y que permiten la capacitación de sus participantes en diversos temas, tanto teóricos como prácticos.
A nivel sindical, como lo señalamos antes, es donde se ven las intenciones de socavar derechos, como transformar el carácter del delegado ambiental en ámbitos empresariales y declararlo “ neutral”, en vez de seguir siendo el representante del sindicato quien ejerza esa función como hasta ahora, con lo que ello implica al quitarle al sindicato su posibilidad directa de influir en el medio ambiente laboral. Se quiere imponer por otra parte la afiliación a una caja de desempleo que no sea la del sindicato, quien hasta ahora maneja y administra esos fondos de compensación al trabajador que ha quedado cesante. Con aquella reforma el empleado no necesita afiliarse al sindicato. Ergo, debilitamos a los molestos e ingratos sindicatos con sus exigencias y conflictos ambientales, quitándoles en la prácticala posibilidad de afiliar más socios. Se estudia además crear un Consejo para el mercado laboral, pero sin la participación de los trabajadores. Muy de moda donde los principales actores no tienen cabida. No se formulan políticas con ellos, sino para ellos y en las condiciones que el patrón y sus lacayos políticos ordenen.
La última estrella en este firmamento que destaco, pero no es la última en la lista de espera, es la “ley de denuncia” para los empleados públicos, donde por ejemplo, maestros, médicos y funcionarios públicos estarían obligados a convertirse en “soplones” denunciando a las personas, adultos y niños, si están viviendo ilegalmente en el país. Hitler, Stalin y Mussolini se restriegan las manos en sus tumbas. Los pueblos de Polonia, Hungría e Italia viven los embates de estos gobiernos autoritarios que buscan recortar los derechos de la población en sus distintos ámbitos. La Europa de la iluminación va camino al oscurantismo si esto no se frena. Y las señales no son muy esperanzadoras por el momento a nivel institucional. A nivel popular y sus organizaciones en cambio, crece la Resistencia y la lucha será sin dudas encarnizada contra esas élites de no más del 1 por ciento de la población mundial, que acumulan el setenta por ciento de las riquezas del planeta, apoyados por sus marionetas y representantes en los gobiernos. La mayorías se debaten en desventaja, pero no se conforman, por fortuna, con las migajas de los ricos.Están dispuestos a enfrentarlos con las herramientas que tengan a mano para no dejarse convertir en los esclavos modernos del siglo XXI.
Una reflexion muy bien expuesta en una realidad que supera la ficción cinematográfica.
ResponderEliminarTenemos el miedo como herramienta principal a estos cambios. En primer lugar la entrada a la OTAN con la supuesta agresion de Rusia a Suecia.
Un estado con herramientas infinitas para crear un país al mejor estilo nazista. Gracias por tu análisis. La historia sigue siendo escrita por los ganadores y los que especulan. Viva la libertad.