Vistas de página la semana pasada

lunes, 29 de julio de 2024

Se caía de Maduro

 

Pese a toda la campaña de la derecha de diversos tonos y extremos, la comparsa mediática y los "expertos" en Venezuela, Nicolás Maduro logró la mayoría de los votos (51,20%) frente a su rival opositor Edmundo Gonzalez, designado a dedo por Maria Corina Machado, la verdadera líder de la oposición, que se niega a reconocer, como ya estaba anticipado, el resultado todavía parcial del recuento de votos (falta contar el 20% de los sufragios). Había más de 21 millones de electores habilitados para votar. También en cierto que hay tal vez unos siete millones de venezolanos radicados en otros países, y por razones que desconozco, sólo unos pocos miles fueron autorizados a votar(1). 
La campaña se inició ya hace meses contra el acto electoral y contra su autoridad electoral venezolana (CNE) que tiene uno de los sistemas con mayores garantías para el votante, ya que que al votar se registra automáticamente su voto en un acta y el votante recibe un comprobante escrito en papel de su voto y lo deposita en la caja de comprobantes luego de corroborar que es correcto, por lo que es imposible que se puedan alterar los resultados controlados por los representantes de todos los partidos luego de que se cierra la votación. Esto lo podrán comprobar después las auditorías que se hagan para certificar el resultado. La Comisión Carter, la ONU, observadores de 100 países presentes, visitaron los locales de votación y ellos mismos  serán parte del control de que estas elecciones fueron correctas o no, pero no se adelantan como lo han hecho presidentes de diez países latinoamericanos y la oposición que le da a González, sin certificar absolutamente  nada, el 70% de los votos frente al 30% de Maduro. Lo anunció la propia María Corina Machado sin que se le derritiera  la máscara del maquillaje, después de empezar a conocerse los primeros resultados. Según información de última hora, Venezuela habría roto relaciones diplomáticas con los diez países de América Latina que se apresuraron a cuestionar el resultado de la jornada electoral, llamando a casa a los representantes de su diplomacia. Entre ellos a los embajadores de Chile, Colombia, Perú, etc.

Que las derechas de todo pelo llevaran una campaña sucia desde el comienzo era de esperarse, porque esa es su estrategia en todos los países donde pierden, y porque se jugaban frente a la opinión publica venezolana e internacional, todo su prestigio después de fracasar en repetidas oportunidades en derrocar a Nicolás Maduro, tanto de forma legal a través de las elecciones presidenciales (2013) como con violencia y participación de grupos armados de exmilitares venezolanos, acompañados de mercenarios,  como en 2020 (operación Gedeón) en el estado de la Guaira y otro en el estado de Aragua. Todos estos intentos fueron neutralizados.

Ahora tenían la oportunidad de llegar y derrotar con los votos a Maduro, pero una mayoría, que responde al "chavismo", sigue fiel a los principios y valores que Hugo Chávez logró establecer como la base de convivencia en el país, con miles de dificultades, confrontaciones, violentas a veces, llevando adelante un intento de redistribución de la riqueza con la llamada "revolución bolivariana", al frente de un gobierno que también tuvo sus momentos más oscuros por la corrupción de algunos de sus jerarcas, abusos de autoridad, y limitaciones a derechos y libertades. Sin embargo, con todas esas dificultades, se han realizado 28 actos electorales en treinta años en Venezuela, a nivel nacional, regional y departamental, donde la oposición gobierna en varios de esos estados y municipios, sin que se les obligue a abandonar los gobiernos locales ni se los haya desplazado con violencia. Además hay que agregar que tanto las FFAA, como la policía y los agentes de seguridad han garantizado esos actos electorales dándole a los electores la seguridad que corresponde. Después, como toda reacción de la derecha más violenta y golpista, se desatan las manifestaciones y violencia callejera. Los intentos de esta derecha venezolana han sido recuperar para las oligarquías nacionales y algunas corporaciones internacionales, que están sedientas del petróleo y gas venezolano, entre otros recursos naturales, el poder político. Quién no recuerda a Juan Guaidó erigirse  presidente en una plaza, parado en un cajón y en los millones de dólares que el gobierno de Donald Trump le otorgó para que pudiera llevar adelante su campaña. Fracasó él también, no le tocaron un pelo y tampoco fue encarcelado por opositor y agitador autoproclamado “presidente”. Otra frustración de la derecha es que en los últimos años la economía del país ha comenzado a crecer y el nivel de vida del pueblo venezolano a mejorar en muchos aspectos, superando los duros periodos de escasez y pobreza, reanimándose el comercio y el consumo. El propio FMI reconoce que la economía crecerá el 4,3% este año. Todo a pesar de que en EEUU y en Inglaterra hay retenido miles de millones de dólares en depósitos y barras de oro pertenecientes al gobierno venezolano.

 En cuanto a María Corina Machado, la inhabilitación de presentarse como candidata fue por su apoyo  a las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro, así como su respaldo al ya mencionado Juan Guaidó, en los momentos en que las sanciones económicas, al mejor estilo de los bucaneros del siglo XVII, de EEUU y la Unión Europea, empobrecían aún más a toda la sociedad en ese intento de acabar con el chavismo. El gobierno venezolano no se cayó de "maduro",y en 2030, tendrán los "demócratas" de la oposición otra oportunidad de volver a darle a los oligarcas y a las corporaciones lo que desean recuperar desde hace tres décadas. Quizás, quizás...quizás.

(1) Esto indignó a políticos del gobierno uruguayo donde estarían radicados unos 70 000 venezolanos, y solo unos pocos cientos pudieron votar. Lo hipócrita y oportunista de esa reacción del gobierno de Lacalle Pou, es que son, justamente, los partidos blanco y colorado de ese gobierno, los que niegan constantemente a los uruguayos radicados en el exterior ese derecho al voto cada vez que se presenta un proyecto de ley para otorgar ese derecho.





viernes, 19 de julio de 2024

En el reino de Caramlandia


Había una vez un feudo llamado Caramlandia, donde reinaba un señor feudal, el conde Paulus Caramelus y su familia, quienes ocupaban el trono desde hacía largo tiempo, en nombre del venerado monarca Luis II el Pelado. Esta configuración del poder estaba escrito en relieve en las murallas del castillo, a un costado de la gran puerta principal de la fortaleza, protegiendo de cualquier intento de poderes foráneos o locales, de romper la trama  que el conde y su entorno familiar y de amistades habían credo. Todos ellos súbditos de la dinastía de los Luises Aparicios, que por supuesto no eran la de los franceses del siglo XVIII, pero que pretendían emularlos, porque según ellos tenían la misma sangre azul, aparentemente heredada a través de transfusiones de plasma de color azul de sus antepasados de la aristocracia franchute, algo que se obtenía junto a los escudos de familia si se pagaba una buena suma.

En todo caso, Paulus Caramelus había ostentado el gobierno de su feudo desde hacía muchos años y la gente opinaba que este señor feudal, si bien robaba a manos llenas sin disimularlo, él, el sobrino y su esposa, la sobrina y los vasallos que ejercían la administración del feudo, usurpaban a los siervos una buena parte de sus cosechas, dejándoles apenas lo mínimo para sobrevivir, con el resultado de que paradójicamente, una mayoría de estos desgraciados opinaba que a pesar de que "ellos roban, pero de todas formas hacen obra". Con este tópico la familia del conde Caramelus se enriquecía, y para mantener lealtades, como hacen todos los que tienen la sartén por el mango,  beneficiaba a sus aliados y así poder mantenerse al frente del feudo Caramlandia, donde hasta hace poco parecían intocables.

Sin embargo, sin que nadie se lo esperara, llegó al feudo un inspector de hacienda, que cumpliendo con su misión, comenzó a investigar los negocios de Paulus y la familia, principalmente la venta de terrenos a los amigos más cercanos y parientes, adjudicación de contratos de obras sin licitación, adjudicación de fondos adicionales a los funcionarios del castillo con dinero del reino para que pudieran suplir algunas necesidades no satisfechas con el salario normal de los empleados del feudo, algo que debió alertar al rey Luis II el Pelado, las señales eran inequívocas, pero al parecer, el rey solo miraba para el costado, hasta que el escándalo lo empezó a amenazar, y tomó la decisión de soplarle al oído que renunciara a su cargo, él, la sobrina y el resto de la pandilla antes que los desterraran del reino. 

La conclusión es que el gobierno del monarca Luis II el Pelado, hace agua por todos los costados, porque la corrupción, en el reino que se catalogaba hasta hace poco como el menos corrupto del continente, está siendo carcomido por la corrupción. El rey hace publicar sabiamente a golpe de trompeta anuncios que proclaman que la mitad de la población lo considera como muy simpático y campechano.  En todo caso, los consejeros del monarca tienen unas escobas muy poderosas y barren y barren bajo la alfombra la mugre que se acumula exponencialmente. Se comenta en el interior del castillo que Luis II el Pelado está deprimido, e intenta distraer a sus súbditos con noticias como que las relaciones con el rey de la vecina orilla están en excelentes condiciones, a pesar de que ese monarca y su reino parece estar al borde del colapso. Se rumorea que Netflix o HBO están estudiando un proyecto de crear una nueva serie con estos personajes de película que pondrían al reino en el centro de la atención mundial. Qué orgullo! proclama Alvariño, el delfín del rey, preparándose para ser coronado en octubre. Quién sabe, nada está escrito todavía en las murallas.

viernes, 12 de julio de 2024

Copa América - Los sucesos en Charlotte


Lo ocurrido en el estadio de Charlotte el miércoles pasado, después del partido entre Uruguay y Colombia, que finalizó con la victoria del equipo cafetero, es repudiable por la agresión de un grupo de hinchas colombianos contra los familiares de los jugadores uruguayos allí presentes, y la posterior reacción de algunos jugadores celestes que, según ellos, saltaron a la tribuna para defender a sus familias,  parejas, hijos y padres. Pero aquí no es solo responsabilidad de los agresores, probablemente envalentonados como si el partido hubiese sido una batalla por la patria o la religión que profesan, o ambas. Es deplorable que con una mayoría del 95 % de colombianos festejando un merecido triunfo por 1a 0 con diez jugadores en el segundo tiempo, no respetaran a los hinchas adversarios, en una evidente minoría.


Aquí hay una gran responsabilidad de CONMEBOL, que organiza este torneo de fútbol, las autoridades de la ciudad y los cuerpos de seguridad que debían haber previsto un escenario como el ocurrido, cuando se permite beber alcohol en la tribuna y grupos de fanáticos “patriotas” que cantan el himno como si fueran a la guerra, mezclando la patria con el deporte. Esto sucede en todos lados y a los partidos de fútbol los han convertido en una disputa internacional tanto la FIFA, la  CONMEBOL y el resto de las federaciones que organizan estos campeonatos. La fiesta deportiva la han convertido en un mamarracho de himnos y banderas que enfervorizan y fanatizan a los sociópatas y psicópatas, cuando tienen oportunidad de sacar a relucir su agresividad y falta de empatía. Por eso Argentina a puesto condiciones para jugar el partido de la final sino se protegen a sus familiares, porque la relación de público en las tribunas también estará a favor de los colombianos.


Que los cuerpos de seguridad recién intervinieran después de veinte-treinta minutos de iniciada la reyerta, habla de cómo habían previsto irresponsablemente posibles incidentes, o sea nada. ¿Se investigará este fallo de prevención? ¿Fue para ahorrarle dinero a la ciudad? La intervención de diez jugadores uruguayos en la reyerta, según ellos para defender a sus familias, habla también del clima de frustración, por un lado, al ver que nadie los protegía, y la decisión de intervenir enfrentado a los agresores y haciéndoles retroceder, logrando finalmente que los familiares pudieran ponerse a salvo de la agresión en la misma cancha de fútbol. 

Probablemente la CONMEBOL no hará autocrítica y tomará en cuenta la mediocridad y carencias de su capacidad organizativa (una buena parte de los campos de fútbol eran un desastre) ni las autoridades locales de Charlotte reconocerán que algo o mucho hicieron mal, al no emplazar a ese grupo de uruguayos en un lugar seguro. Por el contrario, se concentrarán en la conducta de los jugadores y, probablemente, sean sancionados como acostumbran a hacer este grupo de delincuentes, porque no son otra cosa que eso, procurando sacarle el mayor rendimiento económico a los torneos, haciendo jugar en plazos muy cortos a un gran grupo de  jugadores campeonatos y partidos, para que el espectáculo no cese y las arcas de clubes más poderosos, las federaciones ya mencionadas (la élite), se beneficien y adquieran más poder. Basta ver como le organizaron a la Argentina, no tienen la responsabilidad ni los jugadores ni su DT, pero ponerle como rival más duro a Ecuador en su grupo, y en el otro enfrentar a Brasil, Colombia y Uruguay, era cantado que le extendieron la alfombra roja a la albiceleste, con la esperanza de que estuviera en la final en Miami, teniendo como rival a alguno de los tres nombrados, preferentemente Brasil, con Leo Messi como protagonista, jugando de local en esa ciudad de Florida. ¿Especulación? Lo es, pero esto era lo que pensamos que iba a ocurrir antes de iniciarse el campeonato, y ocurrió. Y no fueron ni los dioses ni el destino quienes decidieron esto, sino quienes deciden el curso que tiene en la actualidad el fútbol, corruptos por donde se los mire.

lunes, 8 de julio de 2024

Francia, elecciones y la vuelta del panqueque.

El resultado de las elecciones legislativas en Francia del domingo pasado, llama la atención después de semanas de anuncios y encuestas que daban a la ultraderecha una victoria en segunda vuelta, y la posibilidad de formar gobierno por el partido de Marine Le Pen, como resultado de esas elecciones convocadas por el presidente Emmanuel Macron. Sin embargo, los resultados en las urnas dieron por tierra las expectativas que recorrieron el mundo, levantando alarmas por doquier. Por el contrario, fue el Nuevo Frente Popular (NFP) quien dio el batacazo, quedándose con una mayoría relativa de los votos y un buen porcentaje de las plazas en el parlamento. 

El NFP es un abanico de partidos de centro izquierda donde se agrupan organizaciones como La Francia Insumisa (LFI), el partido Socialista (PS), el Partido Ecologista (PE) y el Partido Comunista (PCF), quienes podrían, hipotéticamente, ponerse de acuerdo en buscar soluciones políticas a la enorme cantidad de cuestiones que acosan a la sociedad francesa, pero dejando afuera a organizaciones que son minorías dentro de este frente, los que plantean cambios revolucionarios que el centro-izquierda no aprueba. Sin embargo, la primera señal ante el deseo de Jean Luc Mélanchon de Francia Insumisa,  de ser elegido Primer Ministro, encontró la negativa del aliado en las urnas, el Partido Socialista de Olivier Faure. 


El escenario político enfrenta también por otro lado a Macron y su JPR al NFP, en el desafío de elegir ese primer Ministro y la conformación de un gobierno con una Asamblea Nacional y Senado con nuevas mayorías, que deja muchas dudas  en su conformación, ya que será difícil que logren ponerse de acuerdo, principalmente en el campo de la economía; en la mejora de los salarios, suba de impuestos, jubilaciones, etc. para darle a los sectores más vulnerables de la sociedad, pauperizados por las políticas de Macron, un aumento real de sus ingresos. La cuestión es hasta donde Macron y su JPR estarán dispuestos a negociar y ceder a las demandas del NFP, si es que estos se ponen de acuerdo. La mayoría de los analistas ven como muy difícil que se logren acuerdos importantes en este campo donde hay intereses tan diversos. En el peor de los casos el parlamento francés será inoperable y entrará en un posible caos. Por el contrario, en el mejor de los casos, el pragmatismo ideológico ganará terreno y habrá acuerdos que quizás no conformen a muchos, pero que salven al país de caer en un escenario que favorezca, una vez más, a la ultraderecha durante el periodo de tres años que quedan para las elecciones de 2027.


En conclusión, Europa lanza un suspiro de alivio al pararle los pies a la ultraderecha en Francia, también en el Reino Unido el laborismo se impuso desplazando a los conservadores a la oposición,  muy debilitados después de años de fracasos y del Brexit, cambiando así un poco las tendencias que se venían avizorando en el continente y en las islas británicas, aunque lejos estamos de cerrarle el camino a esas apuestas por el fascismo renacido, después de casi un siglo de su auge y nefasta expansión, que causaron decenas de millones de víctimas, destrucción material y social que costó recuperar, jamás en su totalidad. Negando ese pasado, muchos desean ver renacer, lo que habla mucho de la condición humana y la facilidad con se puede manipular a los ingenuos, frustrados o fracasados, que buscan culpables de su situación y se dejan convencer de que la ultraderecha tiene la solución a sus problemas, sometiendo a los sectores y grupos menos protegidos por las leyes y los derechos a los abusos autoritarios que terminarán perjudicándoles a muchos de los que los apoyan. Argentina y Milei es un actual ejemplo. Por fortuna, los franceses todavía cantan La Marsellesa no solo en los estadios de fútbol.


(1) Francia tiene un sistema republicano semipresidencialista, es decir que el poder se divide entre el presidente y el primer ministro. Ambos tienen distintas áreas de responsabilidad. La Asamblea nacional y el senado conforman el parlamento bicameral. El Consejo Constitucional vela por la constitucionalidad de las leyes y supervisa las elecciones. 

miércoles, 3 de julio de 2024

Cambio de estrategia en Uruguay


    
A la izquierda Álvaro Delgado y Valeria Ripoll (PN)
y a la derecha Carolina Cosse y Yamandú Orsi (FA)
Al Partido Nacional no le resultó las estocadas de Romina Celeste Papazzo, con sus intentos de torpedear la campaña de Yamandú Orsi, del Frente Amplio, con la denuncia por una supuesta violencia contra una trabajadora sexual, sumadas a tantas otras acciones que venía cometiendo a lo largo de los años, acosando a militantes y tratando de boicotear actos del FA. Al final terminó entre rejas, imputada por los delitos de difamación, calumnia y asociación para delinquir, y esperando el juicio. Ante este fracaso, claro que nadie lo va admitir en el PN por una supuesta implicancia en este escándalo para originar un "law faire" contra Orsi. Posiblemente esos tentáculos estaban fueran del partido, pero de todas maneras buscaban beneficiarlo, sin lugar a dudas. Después de conocido el resultado de las internas del domingo, Álvaro Delgado, el más votado y elegido como candidato a presidente en el PN, dio un giro inesperado para varios sectores dentro de su partido, y en lugar de elegir como candidata a vicepresidenta a la segunda más votada, es decir a Laura Raffo, eligió a Valeria Ripoll, la ex sindicalista, expresidenta de ADEOM  (empleados municipales) a quien presentó como la figura que, según Delgado, tiene una "alta sensibilidad social". Es decir que el PN reconoce indirectamente que sumergió a decenas de miles de familias e individuos por debajo de la línea de pobreza, y ahora necesita una mujer con “sensibilidad social” para convencer al electorado, que se le escapa, en las capas sociales más vulnerables y de la clase media baja, por las políticas neoliberales del presidente Lacalle. Ahora sí van a invertir fondos para revertir los casi cinco años de saqueo a esos sectores para beneficiar a los mencionados "malla oro". Incluso le ha puesto una suma: unos hipotéticos 200 millones de dólares, una tímida suma después de todo lo que le  han sustraído de los presupuestos durante este período y que no sirven ni para tapar los agujeros del techo que han dejado en tejado del país. Muy por el contrario, el FA eligió con una inmensa mayoría, más de 410 mil votos, a Yamandú Orsi y Carolina Cosse como los candidatos del FA, superando todas las expectativas.

Los estrategas del PN, porque a Delgado no se le ocurren muchas ideas más allá de sentirse un hombre de campo y hasta ser “colono rural”, como alguna vez simuló ser en los papeles del Instituto de Colonización, necesitan a Ripoll para alcanzar a ese electorado fugitivo, y enfrentar al FA con una mínima retórica similar a la que desarrolla esta oposición progresista, cuando habla de la necesidad de cambios en las políticas sociales, educación, salud y otras áreas que este gobierno ha gestionado recortándolas con el hacha, con políticas muy beneficiosas para las élites y en perjuicio para las mayorías, como ya señalamos y las que pocos ignoran, o simulan ignorarlas.

Los abucheos y las puteadas que recibió Delgado en el momento del anuncio de Ripoll como su acompañante, frente al local partidario de la plaza Matriz, en la Ciudad Vieja, fueron una señal muy clara del rechazo de algunos grupos del PN de elegir a una candidata a vicepresidenta con apenas algo más de seis meses de militancia, con un pasado en el Partido Comunista, que abandonó oportunamente, hace ya muchos años, para hacer carrera política en la derecha, pero que a los blancos tradicionalistas les importa un bledo y, sin dudas, les rechinan los dientes, mientras que el viejo Aparicio Saravia se retuerce en la tumba clamando por su poncho y su caballo, y los muertos en la batalla de Masoller se levantan en polvaredas de cenizas, empuñado las tacuaras, para dejar bien en claro que no están de acuerdo con la inesperada jugarreta de última hora.

Pero sabemos que el núcleo duro del herrerismo en el PN tiene la estrategia bien diseñada para mantenerse en el poder, o intentarlo al menos, sin importarle el patealeo de los grupos minoritarios dentro del partido, y en el peor de los casos, asfaltarle el camino de regreso al Gran Luis, para 2029, ya que es "tan popular" como ninguno en sus filas. El asunto es frenar la sangría y debilitamiento por la gestión del actual gobierno, sí, la del Gran Luis, que, paradójicamente, le siguen dando al presidente Lacalle una relativa alta popularidad (más del 40%, aunque no por su gestión, sino por su "simpatía" y personalidad. ¿"De gorrión de basurero", como dijo una vez Pepe Mujica?) a pesar de que el gobierno se ha visto envuelto en verdaderos escándalos, que todavía están bajo investigación por causas de ex ministros y funcionarios implicados en escándalos y posibles graves delitos de corrupción, donde el presidente puede estar salpicado o en el peor de los casos implicado. 

La meta neoconservadora dentro de los dos partidos tradicionales, el Partido Nacional (124.000 votos) y el Partido Colorado (80.000 votos), y las figuras de sus nuevos líderes, Alvaro Delgado (PN) y Andrés Ojeda (PC), mantienen en una nebulosa lo que pretenden hacer, pero qué diferencia puede haber cuando representan lo más granjeado del neoliberalismo, claro que "a la uruguaya". Se enfrentan, sin embargo, a la fuerza política del FA, cuyos gobiernos la mayoría de la gente tuvo oportunidad de conocer y beneficiarse,  dándole al país la oportunidad de crecer económicamente con redistribución de la riqueza. Claro que quedaron flecos y sectores sociales que no pudieron ser beneficiados, por carencias propias de sus políticas o la lucha en minoría en el parlamento contra la oposición y, a veces, con votos propios dentro del FA que le impidieron seguir con las reformas. Esto impidió que no pudieran cumplirse nuevas metas de redistribución y derechos que estaban en el programa. La esperanza es que en octubre, cuando se realicen las elecciones nacionales, se pueda retomar esa senda y Uruguay vuelva a ser un país con desarrollo económico, justicia social y, culturalmente, una país para que florezcan miles de girasoles que iluminen el camino hacia una sociedad mejor en todos los aspectos posibles. Es política progresista, muchachada. Vamos que vamos.