Las fiestas nacionales empañadas por el terrorismo

Hoy 6 de junio es el día de la fiesta nacional de Suecia. Día de banderas flameando, los reyes saludando al pueblo, discursos bastante contenidos en cuanto a resaltar el sentimiento nacional y una sobria forma de ver con distancia el concepto de Patria. En este contexto es imposible no reflexionar en estos tiempos sobre casos tan duros como los que han golpeado a países que hasta hace poco eran considerados remansos de paz y seguridad en un mundo cada vez más violento y polarizado. Y es que en estos días se han llevando a cabo una serie de procesos en los tribunales de tres países nórdicos, Dinamarca, Noruega y Suecia, donde el terrorismo de distinta cepa ha cobrado un buen número de víctimas mortales,  o casi las ha provocado sino hubiese sido porque las autoridades policiales las pudieron impedir.

En Noruega Anders Behring Breivik , tuvo la suerte que la policía no se interesara por él y se convirtió en el peor genocida desde la 2a GM y está siendo juzgado por las decenas de muertes que provocó con su espantosa acción contra el corazón político de este país escandinavo, asesinando a decenas de jóvenes en la isla de Utöya y a los adultos que fueron víctimas de las bombas colocadas frente a la casa de gobierno en Oslo. La cuestión que debe resolver ahora el tribunal es si Breivik es un enfermo mental con un variado diagnóstico, o un frío asesino neonazista muy conciente de la dimensión e impacto de su acción. Él no quiere que se le considere un enfermo mental, sino que se lo condene por su acción porque se identifica con los soldados de las Cruzadas, y dice que está en guerra contra el sistema que ha permitido la entrada de miles de musulmanes al país, lo que a su vez está provocando la decadencia y el fin de la nación noruega a la que él quiere conservar impoluta de todo contagio cultural foráneo y racial. Según la tipificación que le toque pasará a habitar una celda en una penintenciería para enfermos mentales o una cárcel común y corriente.

En Dinamarca fueron juzgados cuatro individuos por haber preparado un atentado que finalmente fue abortado por la policía, contra el periódico Jyllands Posten, en pleno corazón de la capital danesa. Este atentado frustrado tuvo su origen en las caricaturas de Mahoma que fueron publicadas por ese periódico y que en su momento conmocionó a una buena parte de la comunidad religiosa islámica en el mundo, porque al profeta no se lo puede representar en imagen alguna. La idea de los cuatro terroristas islamistas era copar el edificio del diario, reducir al personal atándoles las muñecas y degollar a todos los hombres del periódico, o matarlos a tiros si se resistían. Todo estaba planeado pero la policía de seguridad sueca ya los había catalogado como potenciales terroristas y los vigilaba de cerca en colaboración con los daneses cuando se enteraron cuál era el fin de la acción preparada. Los cuatro recibieron una condena de doce años de cárcel, aunque aquí por lo que sabemos no se ha considerado la posibilidad de que alguno de ellos sea un enfermo mental, algo que también podría considerarse viendo lo que se proponían, una verdadera matanza a sangre fría del personal de ese medio de prensa.

El tercer caso es el de Peter Mangs en Suecia, un asesino solitario, que aunque todavía está siendo juzgado, está comprobado por la policía en base a pruebas concretas, que es el autor de varios asesinatos o intentos de asesinatos contra personas de origen extranjero en la ciudad de Malmö. Este personaje introvertido, solitario y con mucho amor por las armas, durante varios años asoló la ciudad durante la noche, acechando casi siempre escondido y atacando por sorpresa a personas que tenían aspecto de extranjeros, logrando matar a por lo menos 3 de ellas y herir a unas 13 más, algunas con serias consecuencias físicas y psicológicas a causa de las heridas y de los experimentado. También con mucha suerte que la policía no le olfateara su carrera por convertirse en un asesino más en serie hasta que cometió un error. El individuo no reconoce hasta ahora sus crímenes, aunque las pruebas son contundentes. Otro tipo de terrorismo, parecido al primero, aunque más selectivo y oportunista.

Que estos tres episodios violentos ocurran en sociedades hasta hace poco pacíficas, relativamente seguras, y vistas como ejemplos para el resto de la humanidad, han sorprendido a más de uno. Sin embargo los tiempos cambian, y los países escandinavos van también experimentando las confrontaciones que ocurren en otros lugares del mundo, con otro estilo, con otras formas en algunos casos, pero la ola de terror, corrupción e inseguridad comienza a sentirse también en estas tierras. Como una mancha invisible se va extendiendo y debilitando las bases democráticas que hasta ahora parecían las mejores que habían alcanzado los seres humanos en este planeta, por lo menos las que se inspiran en los valores fundados por las civilizaciones griegas y romanas, y más tarde el cristianismo con los aportes de otros valores inspirados en la Revolución Francesa. Por supuesto que no es el apocalipsis, peores experiencias ha vivido la humanidad que las que atraviesan estos paises escandinavos, pero la huella que deja en las nuevas generaciones es que lo que les contamos sobre otras épocas, incluso violentas y extremadamente polarizadas, pero con el ideal de construir algo mejor de las cenizas, es solamente un cuento chino.