Si alguien pensaba que el presidente de EEUU Donald Trump iba a dejar libre el camino a
cualquier otro candidato republicano a la futuras presidencias del país que no fuera él mismo, o un miembro de su familia, estaba equivocada/do. Para 2020 él mismo se lanzará a tratar de repetir presidencia. Más adelante estaría preparando la continuidad de su casta, según los analistas más suspicaces, permitiendo que su propia prole y los miembros de la familia política vinculada a ellos le sientan ahora el sabor al poder.
cualquier otro candidato republicano a la futuras presidencias del país que no fuera él mismo, o un miembro de su familia, estaba equivocada/do. Para 2020 él mismo se lanzará a tratar de repetir presidencia. Más adelante estaría preparando la continuidad de su casta, según los analistas más suspicaces, permitiendo que su propia prole y los miembros de la familia política vinculada a ellos le sientan ahora el sabor al poder.
Aunque muchos ven como una estrella en el firmamento, luciendo con luz propia a Ivanka Trump, de 38 años de edad. Ivanka fue introducida, no es la primera vez, en el ámbito de la élite mundial, ante la ausencia de Melania Trump, la esposa del presidente. Se está convirtiendo Ivanka en la Primera Dama ante la ausencia de la esposa de Trump? -se preguntan los comentaristas siempre atentos a lo que ocurre detrás de las bambalinas de la familia del presidente. Esta vez Ivanka estuvo en el centro de los comentarios con motivo de la reunión del G20, con un rol protagónico que muchos cuestionaron dentro y fuera de EEUU. También en el encuentro, digno de una escena de Hollywood, de Donald Trump con Kim Jong-Un, presidente de Corea del Norte, cuando simbólicamente pisó como primer presidente de EEUU territorio norcoreano.
Los antiguos emperadores romanos designaban a sus herederos dentro de su propia familia cuando podían, claro que nunca a una mujer, o algún soldado o general que se había destacado en el campo de batalla a falta de descendencia propia. Hubo decenas de estos casos. En la época actual la sucesión en el poder en la presidencia de Donald Trump es un claro ejemplo de nepotismo imperial cuando por ejemplo permite participar a su hija Ivanka en ceremonias como representante de su país para las que no está autorizada sino es por la voluntad y nepotismo de su padre.
Pero para Donald Trump las formalidades diplomáticas del antiguo ”establishment” son puras ”pendejadas”. Como siempre el coro impotente de voces de los expertos norteamericanos en política exterior alzaron sus voces de alarma, señalando que estas escenas fuera de contexto le hacen un daño duradero a la credibilidad de EEUU. Apuntan por ejemplo a un video donde se muestra un episodio divulgado por presidente francés Emmanuel Macron donde Ivanka Trump interpela a los allí presentes: al propio Macron y la primer ministra británica Theresa May, al canadiense Justin Trudeau y a Christine Lagarde, directora del FMI.
Ivanka Trump figura en la Casa Blanca como asesora del presidente con una especialidad según el protocolo: se centra en ”la educación y el fortalecimiento (empoderamiento) económico de las mujeres y sus familias”. Aunque como consejera en temas familiares no parece haber influido mucho en su padre con respecto a la política de ”enjaulamiento” de menores de edad en la frontera con México.
Como si esto fuera poco Donald Trump introdujo en su círculo de poder familiar al esposo de Ivanka, Jared Kushner, como consejero del presidente en varios temas, entre ellos en el conflicto de Medio Oriente, tal vez por su ascendencia judía. Kushner presentó el llamado Plan del Milenio hace pocos días ente los representantes de la región, plan que se estrelló contra el suelo al retirarse los representantes palestinos de la reunión por encontrar dicho plan como una afrenta a sus reivindicaciones.
Mucho de lo que se dice y escribe son especulaciones, sin duda, pero viendo el proceder de Donald Trump en la Casa Blanca, en ”la puta Casa Blanca” al decir de Megan Rapinoe, la jugadora del seleccionado de fútbol femenino de EEUU, no es de extrañar que vea con su mentalidad empresarial el gran negocio que sería seguir sentado allí con sus propios reales o de alguna/o de sus descendientes, porque para el ”emperador del Norte” los mejores negocios se hacen desde el salón Oval: primero los políticos y después los financieros/comerciales para que ”América First” no pierda pie ante la amenaza China. Y tampoco pierdan , faltaba más! los descendientes de aquél pobre barbero inmigrante de 16 años, Friedrich Trumpf, que llegó a EEUU a finales de 1885. Luego las generaciones siguientes cumplieron con el verdadero sueño americano acumulando fortuna, porque para eso vivimos, no?
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