Las falsas pero peligrosas tendencias políticas en Uruguay.

Se realizaron las elecciones internas de los partidos políticos en Uruguay, sin resultados sorprendentes, salvo dentro del Partido Colorado, donde el veterano JM Sanguinetti finalmente mordió el polvo de una derrota de la que muchos dudaban.

No obstante, como frenteamplista me llama la atención que el Partido Nacional reuniera los votos de más de 460 mil personas y el Frente Amplio alcanzara no más de 250 mil votos, unos 20 mil votos más que los alcanzados solo por Lacalle.
Es cierto, no es el resultado de las elecciones nacionales del 27 de Octubre, pero que la falta de movilización y entusiasmo por participar en esta instancia de los simpatizantes frenteamplistas debería levantar un marcado signo de interrogación en la ceja de la dirección del FA y buscar las causas.
Coincidiremos en que muchas personas dan por ganadas las próximas elecciones de octubre; que esta instancia no era tan importante ya que se sabía que Martínez ganaba; que el partido que tenía que hacer el desgaste era el PN ya que la irrupción de Sartori obligaba a defender la candidatura de Lacalle, etc.
Sin embargo la pasividad en esta ocasión llama la atención porque la movilización a través de las redes sociales daba la apariencia de que el entusiasmo estaba en la cúspide. 
Si la militancia del FA no logró movilizar a los acomodados en el sofá- llamémoslos “sofaístas” y no "sofistas" aunque la tentación no puedo negarla-  tal vez pueda ocurrir lo mismo en octubre, que muchos crean que todo está ganado de antemano.

Pues para ser la alternativa progresista, con un programa para todo el país y su gente, con logros realmente importantes en todos los niveles, y por supuesto con mucho por corregir y hacer todavía, tiene que resonar en la interna un campanazo de atención porque Lacalle con este impulso y a pesar de sus gazapos, movilizará a los entusiastas del partido de todas las clases sociales, a los poderosos empresarios agrarios, a los caudillos locales y los acomodados de siempre, allí vibrarán los hilos de los que se "cuelgan" esperando sacar partido por su voto y lealtad. No olvidemos que los cargos de confianza pululan en las intendencias de los departamentos y estas personas están “eternamente agradecidas”. Es lógico que así sea ya que en esas localidades no hay muchas oportunidades hasta ahora de empleo, sobre todo para los Ni-Ni que finalmente esperan acomodarse detrás de un escritorio o herramienta de trabajo, si pueden evitar seguir estudiando y tener que participar de un concurso.
En estos lugares ya se sabe de antemano quiénes votan a quien, y la deslealtad se castiga de muchas maneras.
Hora de reflexionar, y de estar más unidos que nunca.
Vamos por el #4FA!