Vistas de página la semana pasada

miércoles, 10 de junio de 2020

Se revela la identidad del asesino de Palme - pero es realmente el culpable?


La expectativa creció en Suecia ante el anuncio de que era inminente la revelación de la identidad del asesino del Primer Ministro y líder socialdemócrata Olof Palme (foto) en febrero de 1986. El fiscal Krister Petersson,  que investigó el caso junto al llamado grupo Palme de la policía, habría reunido pruebas técnicas suficientes, se anunciaba, como para indicar quién fue el autor del magnicidio que desde hace 34 años tiene en jaque a las autoridades y a la sociedad, se anunciaba ya varios días antes de la conferencia de prensa ocurrida el miércoles pasado. La principal prueba que se esperaba fuera presentada era el arma, un revólver Magnum 357, uno de los eslabones más importantes para rastrear a quién pertenecía y quién podría haberlo utilizado se había anunciado en enero pasado. En caso de señalarse un culpable de haber disparado contra Palme, el asesino sin embargo ya habría fallecido, se especulaba hasta la presentación del caso por el fiscal.
La policía a lo largo de estos años había seguido pistas ciegas como la sudafricana; un grupo confabulado de policías suecos; un funcionario de la empresa Skandia; Christer Pettersson (que fue procesado en primera instancia pero luego liberado); también la pista curda que apuntaba al partido PKK, etc. En todo caso para la fiscalía y los policías del grupo Palme, este nuevo capítulo cerraría el caso para la justicia sueca, aunque para muchos investigadores independientes, periodistas y criminólogos que han manejado distintas teorías sobre el motivo y los ejecutores del crimen, probablemente no finalicen en sus intentos de aclarar lo ocurrido aquélla noche de febrero de 1986, más allá de lo que diga el fiscal. Petersson en conferencia de prensa creó un anticlímax con su anuncio cuando señaló  al “Hombre de Skandia”, Stig Engström, empleado de la compañía de seguros Skandia, cuyo edificio está ubicado a pocos metros de la esquina donde se cometió el asesinato. Stig Engström fue uno de los hipotéticos sospechosos en aquel entonces, sin dudas, pero desechado rápidamente  hasta hace pocos años a pesar de que había estado en la escena del crimen. "Casi tropecé con el cuerpo de Palme" dijo en su primera declaración a la policía. 
Los investigadores de entonces parecen haberlo considerado un charlatán, y él se esforzaba por contar su historia a los medios cargada no pocas veces de protagonismo e intentos de aparecer como el héroe del momento. Sin embargo el fiscal Krister Petersson cree haber desarmado y armado nuevamente el puzzle de aquélla noche de febrero y lo que Engström en realidad hizo. Además  el grupo Palme conducido por distintos comisarios a través del tiempo no había podido probar la posible implicancia de Engström en los hechos,  principalmente porque se seguían las otras pistas antes mencionadas. 
El revólver, las características técnicas del arma y de las balas nunca fueron sin embargo comprobadas por los técnicos a pesar de que se probaron más de 780 armas de fuego tratando de ver si coincidían con las balas encontradas en la escena del crimen. Pero fue inútil porque aquellas dos balas estaban tan deformadas que fue inútil el intento. Stig Engström sería de todas formas el propietario de un arma similar o la abría obtenido a través de otra persona, un coleccionista, sospechaba Petersson, aunque esta información tampoco pudo ser comprobada fehacientemente. 
El motivo del crimen habría sido su odio contra el Primer Ministro, aunque no se descarta una conspiración donde otras personas podrían estar implicadas, aunque el fiscal duda que fuera así. La pista y la conducta de Engström lleva -según Petersson-  a considerar que fue un asesino solitario. Engström, hay que agregar, fue miembro de un grupo de ultraderecha y tenia un pasado dentro de la organización militar del país, aunque el fiscal no precisó cuál había sido. En todo caso dos testigos presenciales describieron a Engström como el posible asesino en su testimonio a la policía cuando describieron la conducta de un hombre con las características físicas y de vestimenta de Engström, así como las declaraciones de este sujeto durante y posteriormente al asesinato, lo que inclinó la balanza para señalarlo como el más probable asesino para el fiscal. 
De todas formas como falleció en el año 2000 no se lo puede interrogar ni imputar, de ahí que se cierra el caso. La reacción de expertos y los medios en general ha sido de desilusión ya que se entiende que no hubo pruebas fehacientes contra Engström sino que las conclusiones se basan en los testimonios de algunas de las personas que se encontraban en el lugar aquella noche, y las declaraciones falsas o contradictorias del propio Engström en la escena del crimen. El fiscal con el viejo material archivado armó un nuevo puzzle donde el "hombre de Skandia" encajaba como el mejor. Pero las pruebas técnicas anunciadas por la fiscalía en enero pasado que se aportarían finalmente no se concretaron. Tal vez el signo de interrogación sea más pequeño sobre quién fue el autor del asesinato, pero no desapareció del todo. Muchos opinan que hay que seguir investigando, aunque sea por cuenta propia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradecemos su comentario referido al tema. Cada aporte es una gota de reflexión sobre temas que interesan o preocupan. Suscríbase si desea seguir leyendo las notas y relatos de este blog.Es gratis.