El encierro obligado o voluntario con aislamiento social que nos exige el Covid19 y las autoridades, nerviosas por la segunda ola que se expande por diversos países, también nos aterriza en el sofá frente al aparato de TV a buscar películas o series que disponemos en HBO, Netflix y tantas otras plataformas. Y no puedo dejar de mencionar dos series que he visto en estas ultimas dos semanas: Gambito de Dama (Netflix) y Patria (HBO).
La primera es furor en muchos países por la fuerza de su mensaje sintetizado en una niña huérfana, Elizabeth (Beth), que en base a su inteligencia, talento y su obcecado carácter por descifrar el misterio del juego del ajedrez, obliga al humilde y aparentemente malhumorado conserje (mr Shaibel) a enseñarle los misterios del juego y su lógica. Beth ha llegado al orfanato a los 9 años después de perder a su madre en un aparente accidente. Ignoro si la intención de los creadores de la serie tuvo como motivo hacerle honor a las tres hermanas húngaras Susan, Sofía y Judi Polgár, tempranamente campeonas en su país e internacionalmente siendo adolescentes. (https://blogs.20minutos.es/quefuede/tag/ajedrez-2/). Hubiese sido un homenaje merecido a esas tres chicas, hoy mujeres, que también les ganaron partidas a grandes maestros masculinos del ajedrez.
El desarrollo de la serie, dirigida por Scott Frank y protagonizada por Anya Taylor-Joy, basada en la novela de Walter Tevis, transcurre e mediados de los ´50 y en adelante,y nos enfrenta a las dificultades que una chica debe superar para ser aceptada y respetada en el mundo donde convive con otras niñas y por el mundo masculino muy selecto del ajedrez, donde la capacidad intelectual e inteligencia patriarcal, sutilmente le ha cerrado la puerta a las mujeres. Al hacer Beth irrupción en ese escenario, las risas y bromas chispotean por el ambiente hasta convertirse en bocas abiertas y mandíbulas desencajadas cuando el Jaque Mate! resuena como un eco en los amplios salones donde se disputan las partidas. Los torneos son la red por donde transcurre el drama personal de Beth y sus conflictos, el hilo rojo del que se aferra en su lucha por crecer, ser respetada y alcanzar el equilibrio en su existencia. Porque la droga y el alcohol también juegan una partida en su interior que está a punto de perder. Y el final del último capítulo de los siete que comprende la serie, es un episodio con gusto a Jaque Mate! del director Scott Frank. Imperdible para los amantes del ajedrez y también para los que no los son.
Patria, bajo la dirección de Félix Viscarret y Óscar Pedraza, es en cambio una oscura historia, similar a ese paisaje oscuro plagado de lluvia, tonos grises y silencio, dentro y fuera de los personajes que habitan en un pequeño pueblo vasco de los Pirineos, azotados por el conflicto que los ha sumergido en el rencor, las sospechas y las traiciones durante décadas. Basada en la novela de Fernando Aramburu, es una muestra de la guerra de ETA contra el estado español y viceversa, un conflicto que atormentó la vida de los pobladores del pueblo que, o bien se embanderaban con la organización separatista vasca o la rechazaban, pero la mayoría guardaba silencio porque estar a favor o en contra de ETA, o de España, tenía duras consecuencias donde estaban en juego la vida o la libertad.
En el centro están dos mujeres y sus respectivas familias, un claro matriarcado con dos personalidades distintas, Bittori ( Elena Irureta) y Miren (Ana Gabarain) amigas de siempre, pero signadas por las consecuencias de las decisiones que toman los protagonistas de la familia. Ellas han asumido el rol en sus respectivas familias como lideresas del pensamiento y acción frente a las dificultades y tragedias que se presentan, y frente a maridos que prefieren la prudencia y la pasividad ante una realidad que los supera.
Mientras Bittori enfrenta la pena y el aislamiento social a causa de Txato, su esposo asesinado por ETA, Miren se consume por el odio y la frustración debido a su hijo Joxe Mari, que debe vivir en la clandestinidad perseguido por la policía y acusado de crímenes contra civiles. Otros personajes de las familia y del entorno pueblerino completan esta tragedia vasca plagada de destinos desgarrados por la violencia, la incomprensión y el fanatismo. Y como siempre, el ocultamiento de la Verdad frente al Poder. La serie consta de ocho episodios donde el final puede ser interpretado como abierto según mi opinión, aunque al final un atisbo de reconciliación comienza a crecer entre los que fueron enemigos/as, algo que la actual realidad confirma. De toas maneras cada uno deberá sacar sus propias conclusiones. El espectador perdido en el laberinto vasco?
Buscaré Patria. En lo que respecta a The Queen´s Gambit es una serie muy atrapate por todos los puntos que convergen en Beth y su genialidad para el ajedrez. No conocía al autor del libro. En principio pensé podría ser autobiográfico. Muy interesante tu críticas
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