Apagando voces e imágenes disidentes

 El líder de SD, Jimmy Åkesson,
anunciando que su partido "no
es como todos los demás".

 

En alguna ocasión he mencionado cómo los procesos políticos y sociales se parecen mucho entre lo que ocurre en Suecia y Uruguay. En esta ocasión voy a concentrarme en las nuevas normas que atañen a los medios de prensa, que si bien en Uruguay las decisiones del gobierno están referidas principalmente a los medios audiovisuales (ver artículo: Grave y Urgente. Blindando el futuro de los medios amigos). En Suecia se concentran en los medios preferentemente de la prensa escrita. 

En el país escandinavo existía hasta ahora una fuerte tradición de apoyo y subvención a los medios de prensa escrita de (casi) todas las ideologías y tendencias posibles, su publiacaciíon y distribución, mientras no se transgredieran las bases y principios en las que se funda la ley, es decir respeto a la constitución y normas generales que rigen a los medios. Casi el 90% lo recibe, pero esto cambiará.

En todo caso la nueva norma para la subvención a los medios de prensa, elaborada por la llamada Comisión de Medios, que se forma con personal idóneo designado por el gobierno de turno, en este caso de derechas, (Partido Moderado <M>, Partido Demócrata Cristiano <KD>, Partido Liberal <L>, y el apoyo por fuera del gobierno de la ultraderecha, Los Demócratas de Suecia <SD>, unidos por el llamado Acuerdo de Tidö,  que le otorga a SD una participación e influencia directa en casi todas las decisiones políticas del gobierno del primer ministro Ulf Kristersson. Este gobierno de derechas,  tiene minoría parlamentaria, y sin este apoyo de SD en el Parlamento, no lograrían aprobar ninguna ley sin un acuerdo con la oposición de centro izquierda, algo que ideológicamente ya no parece posible, y finalmente renunciar si se cierran todos los caminos. 

Lo propuesto  por la Comisión de Medios, en esencia, es un golpe contra los medios escritos de tendencia de izquierdas, aunque también hay otros perjudicados. 

De un solo manotazo les han quitado las subvenciones económicas que hasta ahora sostenían una pluralidad de voces y análisis de la realidad política y social en el país, denuncias de corrupción y abusos de poder, que otros medios no destacan o ignoran.  Los medios de prensa críticos y disidentes con las políticas del actual gobierno, han quedado colgados de la brocha, salvo una excepción, por ahora,  que es la publicación Dagens ETC, debido a que cumple con los requisitos impuestos por la decisión de la Comisión de Medios.  Este  informe que el gobierno ejecutará, le da apoyo económico y preferencial a los medios locales y nacionales que están en manos de los grandes consorcios mediáticos y de tendencia ”burguesa” (como se los denomina en Suecia) en sus editoriales a nivel local y nacional. Salvo dos publicaciones, Dagens Nyheter (liberal) y Svenska Dagbladet (de derecha), han renunciado a recibir la subvención hasta ahora para mantenerse independientes del estado.

La Comisión ha usado para cambiar las reglas el argumento de que desde ahora será el número de tiraje de cada revista o periódico el que decida si recibirá o no la subvención. De esa manera los que no llegan al nivel de tiraje de ejemplares establecido, dejan de recibir ese apoyo económico. Y, ¡oh casualidad!, esos medios pertenecen, mayoritariamente, a los que publican artículos, notas e imágenes con una perspectiva desde la izquierda política, borrando así la pluralidad de opiniones y/o análisis de lo que acontece en el país y el mundo.

Se recorta entonces, parcialmente, el ”hilo rojo”de la información pública, también de paso con el objetivo de reducir el presupuesto del estado, como en otros campos públicos de la economía y del trabajo. (*) 

La derecha suma un nuevo campo estratégico para apagar voces que cuestionen sus políticas y la corrupción que acompaña, no pocas veces, las decisiones en la que se ven envueltos políticos que actúan en beneficio de otros o propios. Ya se nota esta influencia en la radio y TV públicas que permiten a los políticos de la ultraderecha  entrevistados afirmar falacias sin ser cuestionados o corregidos con datos objetivos.

 

Hace poco escuchaba a Gabriel Pereyra en el programa en La mira, de VTV, referirse al fenómeno de las bandas criminales en Suecia  (comparándola con Uruguay) que ha pesar de ser todavía un estado de bienestar, afirmaba Pereyra, con un alto nivel de vida, sin embargo, padecía la misma racha de crímenes y asesinatos a causa del narcotráfico, entre otros delitos. Por ende, deducía Pereyra, no depende cuán rico sea el país y las oportunidades que tengan los jóvenes de educarse y buscar otro camino, que no sea el del crimen organizado, da lo mismo, el negocio de la droga es más remunerador a corto plazo para ellos, jóvenes e incluso menores de edad,  descendientes de familias inmigrantes, que viven en los suburbios de las ciudades suecas. Lo que Pereyra ignora, es que justamente el estado hace décadas se retiró de esos suburbios, proceso iniciado por los gobiernos burgueses en los ´80 y continuado por los socialdemócratas cuando llegó la hora de reducir impuestos y achicar el estado. Fue prioridad reducir el gasto publico en el área social e infraestructura en las distintas áreas de atención a la infancia y juventud. Se redujo el número de empleados y trabajadores sociales, se retiraron las oficinas de correos, sucursales de bancos, comisarías, negocios de supermercados, centros culturales, empobreciendo el medio urbano de esos barrios, es decir del territorio. 

Lo mismo que hoy reclama el Frente Amplio en Uruguay. Si no hay presencia del estado y también del sector privado en el territorio, ese vacío lo ocupa la delincuencia. Siempre fue así, quien lo ignora o simula ignorarlo, es simplemente o un ignorante, o un cínico oportunista, concentrado en beneficiar a las élites para quienes gobiernan, porque el estado "es un ladrón cobrando impuestos", según la ultraderecha libertaria. 

Sigo pensando que Uruguay y Suecia se parecen mucho a una pareja que baila tango, acompañan muy bien los cortes y el ritmo del bandoneón, y no el de Pichuco o Piazolla, sino de la derecha más recalcitrante y que va por todas.

(*) Estos sectores están referidos a la salud pública ( un conflicto muy importante con el sindicato de la salud está a las puertas la próxima semana, con una huelga que afectará a muchos hospitales y policlínicas); la educación, donde la estrategia es seguir privatizándola; inversión en infraestructuras que retrasan las reparaciones, o no se ejecutan o no se atienden suficientemente, como es el caso del ferrocarril; el área social donde aumentan, aquí también los casos de enfermedades mentales entre los jóvenes; el campo laboral donde los trabajos poco calificados y por cuenta propia comienzan a invadir ese espacio con bajos sueldos y condiciones ambientales. 

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