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domingo, 30 de marzo de 2025

72 horas para seguir respirando

 

La Unión Europea (UE) ha encontrado la solución para sus ciudadanos/as en caso de una o más crisis a las que ordenan en el siguiente orden: climática, pandémica o… bélica. Montada en la campaña del miedo de una inminente invasión de Rusia a los países de la UE, donde un día sí y otro también, los medios corporativos y los públicos alimentan esa amenaza a través de posibles sabotajes, guerra cibernética, psicológica, manipulación y falsedades distribuidas por las redes, etc. la misma cobra una realidad casi inminente. Que Rusia lleve a cabo tareas de espionaje e intentos de infiltrar a las autoridades y sectores de la industria donde hay información relevante para ellos, no es de dudar, pero es la misma actividad de espionaje e inteligencia mezclada con la guerra cibernética que occidente realiza contra Rusia. Antes, durante y después de la Guerra Fría, las actividades por conocer en los distintos campos, civil y militar, qué desarrolla el rival o el enemigo (incluso los aliados, no olvidar) se entrelazan en la febril tarea de adelantarse a los planes del “otro” y estar prevenido. Además, en esta película de terror, como en las de Hollywood, hay siempre un bueno y un malo.

Folleto repartido entre
la población sueca:
“ Si la crisis o la guerra
se declara” con consejos
de cómo protegerse.  

El gobierno de la UE, la Comisión Europea, se ha dedicado a alimentar la llamada inminente amenaza rusa basada en la ambición sin límites de un Vladimir Putin que, al igual que Adolf Hitler, desea dominar Europa y convertirla en una unidad euroasiática, desde Lisboa hasta Vladivostok. O sea que a Putin no le alcanzan los 17 millones de kms2 que tiene su país, sino que quiere sumarle los pocos más de 4 millones de kms2 de la UE, y si todo sale bien pues porqué no sumarle el resto de los que no son miembros de la UE, incluido el Reino Unido,lo que daría 5 millones de kms2 más a sumar. 


Atención, no solo es territorio, por supuesto, sino que deberá someter por la fuerza a una población de casi 630 millones de habitantes. Rusia tiene una población de 145 millones de habitantes y su hipotético ejército de ocupación, para someternos por la fuerza a todos, para que sigamos las reglas que dicta el Kremlin, tiene en la actualidad unas fuerzas armadas  de unos 2.400 000 miembros. Claro habrá que sumarle a los funcionarios civiles que tendrán que administrar estos países, con la segurísima colaboración de los llamados Quinta Columnas. Es de imaginarse las difíciles ecuaciones, logaritmos y cuentas, sumas y restas, que tendrá que sacar Vladimir Putin, con la ayuda de la IA, para someternos  todos.


Bueno, para sobrevivir a semejante ataque, la inteligente y prevenida Comisión Europea con su presidenta Von der Leyen, informa que la estrategia se fundamenta en los planes llamados Preparación 2030. El pastel más grande son los 800 000 mil millones de euros para preparar la defensa y fabricar armas de todo tipo y calibre. Como parte menor de ese gigantesco plan de endeudamiento, nos recomienda a todos los ciudadanos hacer vituallas para 72 horas, denominado kit de emergencia para sobrevivir, conteniendo agua embotellada ( buen negocio para este ramo) radio a pilas (largas colas en los comercios) una linterna ( se agotarán en pocas horas?) el teléfono móvil y una batería de repuesto, hornillos o cocina portátil, combustible, cerillas, dinero en efectivo, pastillas de yodo, material de primeros auxilios, artículos de higiene y comida enlatada o envasada al vacío. Vaya, vaya, todo financiado por el bolsillo de las mismas víctimas de esta campaña que multiplicará, sin dudas, los beneficios del comercio local y para los de TEMU, Amazon, etc. 72 horas para sobrevivir con suerte a una guerra que posiblemente sea nuclear, ya que para derrotar a Rusia, como vienen predicando algunos líderes europeos, la llamada Coalición de Voluntarios a falta de la OTAN, se necesitarán las que tienen Francia, Reino Unido, Holanda, Turquía, Italia y Alemania. ¿Alcanzarán para retrucar las casi seis mil ojivas nucleares que tiene a Rusia y sus hipersónicos misiles de última generación? 


Si Miguel de Cervantes estuviera vivo, tendría material para escribir unos buenos sainetes sobre esta época que vivimos, distópica, caótica y llena de falacias retroalimentadas por el poder y las élites que están detrás de toda esta campaña de terror y el miedo. Porque las fuerzas que están empujando a los políticos más probélicos de la Coalición de Voluntarios, léase Macron y Starmer,  son esas corporaciones que hoy están en una guerra silenciosa con sus rivales alineados con Donald Trump. No nos confundamos, al final de este túnel todo es una disputa por intereses, principalmente materiales pero también finansieros. Black Rock, la banca Rothschild, el financista multimillonario Georges Soros, etc etc. O sea quién  se queda con el poder sobre las tierras raras, el petróleo y el gas, la energía nuclear y otros recursos de Ucrania para hacer los negocios futuros y enfrentar al otro superpoder de oriente: China. Los oligarcas en todos los campos se agrupan en diferentes bandos como en un partido de fútbol. Y si los llamados globalistas enfrentados a Trump logran desmembrar a Rusia en distintas repúblicas, entonces será la frutilla sobre la torta. No tengas dudas, estimado lector/a, el mal se esconde en los detalles, como el diablo, según creencias del mundo cristiano. 

Nosotros, los millones que observamos desde la tribuna este partido, nos preguntamos: ¿adónde nos llevan estos mediocres jinetes del Apocalipsis que solo buscan aumentar su patrimonio y que se jodan los demás? 

1 comentario:

  1. El mundo se mide en fuerza y especulación. En el sistema capitalista es la vil moneda la que determina nuestra ambición y hambre de las riquezas. El poder si no se otorga se roba o persigue con métodos ya conocidos. Hoy día las potentes fuerzas del bien se quieren apoderar determina nuestra ambición países solo porque ellos lo quieren. Tenemos una guerra paralela a la de Rusia-Ucrania. La de Israel-Gaza. Ya llevamos más de 50.000 muertos palestinos. Y además los quieren despojar y echar de su territorio para poder edificar un país que viva del turismo de los potentosos millonarios. Las armas que adormecen a los pueblos son las mentiras, el miedo, terror.
    Un artículo que nos da preguntas con respuestas que solo cada uno de nosotros podemos contestar.

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