Greta Thunberg, humillada, torturada pero jamás derrotada.

El gobierno sionista y genocida de Benjamín Netanyahu, hizo lo previsible cuando la flota de embarcaciones con Ayuda humanitaria se acercó a las costas de Gaza. Abordar y detener a todos los tripulantes y activistas de esas embarcaciones. Los integrantes de esa campaña de apoyo y solidaridad con los palestinos no se salvaron de la humillación y maltrato en manos de los soldados israelíes, valientes y bendecidos por Jehová, 

Greta Thunberg es, por supuesto, una candidata a ser quebrada psíquicamente por los terroristas que integran los cuerpos de seguridad israelíes, que no todos son necesariamente sionistas, pero cuál es la diferencia? Según el periódico The Guardian, del Reino Unido, no se conformaron con detener a Greta, sino que la encarcelaron en una celda infestada de piojos y chinches, le dan escasa comida y agua, la maltrataron físicamente arrastrándola del pelo para que besara la bandera de Israel, y así someterla a realizar un falso gesto de apoyo a ese estado magnicida, al que millones de personas hoy repudian, no porque sean judíos, sino por la crueldad sionista, es decir ultranacionalista, copiada de los nazis, que en el pasado estuvieron cerca de exterminarlos.

Una vez más la pretendida supremacía divina de estos terroristas de estado, otorgada por ese dios vengador y expansionista que, afirman, les aprueba todas las aberraciones que cometen, un vengador sin escrúpulos, cuando tiene la  oportunidad, a través de sus uniformados por órdenes de un gobierno que comete los crímenes más repudiables de este siglo. No necesito describirlos, en muchas pantallas de la TV, esas imágenes están todos los días visitándonos en el living. Esos abusos los hacen sobre el resto de los humanos que cuestionan y buscan alivio para esas decenas de miles de palestinos encerrados en esa franja que se ha convertido en un cementerio en ruinas. Israel se venga, sean estos activistas árabes, europeos, americanos, turcos, japoneses o australianos participantes en la flotilla.

 Los encarcelaron sometiéndolos a nuevas vejaciones y humillaciones porque la causa del Gran Israel. El sionismo no se cuestiona ni se critica. Sus verdades son indiscutibles, como ya todos sabemos, sellado a sangre y fuego. A Israel pertenece todo el territorio que hoy ocupa Israel, Gaza, Cisjordania, más todo lo que le están robando a los  sirios y libaneses. A sangre y fuego. Demoliendo lo encuentran a su paso. Toda esa monstruosidad tenía que tener también esa otra dimensión contra los activistas por la paz y la ayuda humanitaria. La ira del Dios sionista es devastadora hasta que en algún momento esa ira se estrella con otra ira, divina o no,  y el final no puede ser bueno ni para uno ni para el otro.

En tanto el gobierno sueco no parece mover mucho a sus diplomáticos de la embajada, salvo visitarla en su reclusión, para constatar lo mal que la han tratado, y para que la liberen a Greta Thunberg y a los otros ocho ciudadanos suecos de las mazmorras sionistas. El Primer Ministro sueco, Ulf Kristersson, no reclamó con expresiones públicas ni condenó los abusos de Israel contra los activistas de la flotilla. Los gobiernos europeos han sido cómplices, con alguna excepción, de todas las barbaridades cometidas por el gobierno de Netanyahu, la impunidad de la que goza. “Israel tiene derecho a defenderse” es la única respuesta que se le ocurre a Kristersson, este político cada vez más impopular. Siempre esperando a que Donald Trump con sus geniales ideas de paz, les ahorre el trabajo de tener iniciativas para lograr que los palestinos puedan lograr lo que parece estar cada vez más lejos: territorios, soberanía y una paz duradera. El plan de Trump tendrá algún intento de solución más o menos justa, lo dudo, pero que entre sus integrantes hayan propuesto a Tony Blair, uno de los principales halcones en la destrucción de Irak a partir de las mentiras de las armas de destrucción masiva, es un verdadero insulto de esa alianza anglosajona, también supremacista y arrogante. En todo caso, Netanyahu ya lo dijo, no aceptarán esa fórmula aunque simulen que la aprueban. Este plan, para Netanyahu no está de acuerdo con los planes de construir el Gran Israel, así que, para muchos analistas y geopolíticos críticos a la propuesta de Trump, esta es solo humo y y luces de colores para los ingenuos que creen en los Reyes Magos.