El laberinto europeo
La UE busca febrilmente, con la ayuda de los neoconservadores norteamericanos con Rubio a la cabeza, detener la hoja de ruta de Donald Trump y su plan de 28 puntos. . Para ello, Kiev ha diseñado un plan de 19 puntos donde no reconoce la ocupación e incorporación a la Federación Rusa de ningún territorio, Crimea incluida y, desafiante, solicitará la incorporación a la OTAN. Tampoco nada de enmiendas constitucionales de neutralidad, a lo que hay que sumar una fuerza militar de 800 000 soldados, etc.(un número muy superior a la fuerza que tenía antes de iniciarse la OME). Desean, en definitiva, continuar la guerra (con EUA y la OTAN como padrinos) porque saben fehacientemente que Rusia no aceptará esas condiciones. Tampoco aceptarán tropas de la Alianza en territorio ucraniano, Putin lo ha dicho innumerables veces. La sencilla razón es que no se contempla en absoluto ninguna garantía de seguridad y la OTAN puede jugar en su frontera y colocar misiles a su antojo. Paradójicamente, la situación del frente de batalla muestra otra realidad. Las FAU están perdiendo territorio y miles de soldados, tanto en el campo de batalla como por deserciones muy importantes.
Así las cosas, la próxima vez que exista la posibilidad de un acuerdo de paz, las condiciones serán aún peor para Ucrania, vaticinan los analistas. Porque enfrentar a unas FFAA rusas que avanzan metódicamente en el frente, es cada vez más sangriento. Algo que Zelensky y su gobierno de facto niegan empecinadamente, porque viven en un mundo paralelo, o no les importa seguir enviando jóvenes, y también gente mayor a morir en las trincheras. Todo ese infierno puede verse en directo por YouTube. Al mismo tiempo, Zelensky y Cía. siguen haciendo caja con el beneplácito de la EU y sus dirigentes, que han aportado miles de millones de euros a los bolsillos de la élite ucraniana y a una guerra que solo beneficia al complejo militar industrial.
El intento de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y sus escuderos británicos, alemanes y franceses, la Europa colonialista del SXIX, más el resto de los “dispuestos” y vasallos, sueñan con apoderarse de los 300 mil millones de Rusia que están en Bruselas. Esto les quita el sueño y así financiar y proseguir el conflicto. Está claro que bélicamente no dan la talla, no hay ni armas ni tropas suficientes para confrontar a Rusia. No obstante, tampoco buscan la salida diplomática que acompañe la actual propuesta de la Casa Blanca. Bueno, allí también están a los bizcochazos, divididos entre los globalistas y los pretendidos soberanistas, donde comparten ese nido de reptiles que se muerden mutuamente y se retuercen buscando fondos para financiar la guerra y la reconocida corrupción galopante.
A EUA le cuesta reconocer que el mundo ya cuenta con más centros de poder que se miden directamente con Washington de igual a igual, sin el temor al bloqueo y la destrucción que antes imponían los marines o los mercenarios de turno reclutados.
En tanto, el ex agente inmobiliario sentado en la Casa Blanca, dice que quiere terminar con la guerra, al mismo tiempo que intenta hacer negocios, porque no hay acuerdos de paz sin que Donald Trump y su yerno Jared Kushner no puedan obtener un buen pedazo de la torta a futuro. Muy cínico, si, pero en el mundo de la guerra no fue, no es y no será muy distinto. La diferencia es que este hombre de copete rojo lo dice abiertamente y no se sonroja. Bueno, tampoco lo hace Zelensky y sus colaboradores que están robando a manos llenas. El último en caer fue Andriy Yermak (Alí Babá, apodo bien ganado), el jefe de gabinete del gobierno, que renunció o fue obligado a renunciar. Su vivienda y oficina fueron alllanadas por el NABU, la agencia anticorrupción. Según Zelensky, él va a reconfigurar su gobierno para darle urgentemente una pátina de decencia y transparencia, algo que nadie se traga, pero vamos allá, que los cosacos y los tártaros galopan por los valles del Don, y más temprano que tarde llegarán al valle del Rin y del Danubio.
La cuestión crucial en estos instantes de tensión es si la UE y la OTAN logran sabotear el proceso con su plan de 19 puntos, que no significa otra cosa (paradójicamente) la capitulación de Rusia, la vencedora en el campo de batalla. De Ripley, como se dice cuando el mundo se pones al revés. Bueno, eso de los mundos paralelos se hace cada vez más real. La intención de estos iluminados es que la guerra prosiga con el mismo objetivo: debilitar y fragmentar a Rusia.
Para los analistas y geopolíticos más pesimistas, este es el escenario que Occidente desea pero que en realidad está lejos de poder cumplir. La razón es que Rusia sigue moliendo al ejército ucraniano en las ciudades y poblados en todo el frente, mientras en Kiev y Bruselas afirman, por el contrario, que están ganando la guerra.
Los resultados dicen lo contrario: 1,5 millones de bajas tienen las FAU desde el comienzo de la guerra; se calcula que la deserción actual es de 20 000 soldados al mes; los muertos o heridos supera ese número en el mismo periodo, y los nuevos reclutas apenas llegan a los 16 000 mensuales. La ecuación no tiene solución. Todo el andamiaje de mentiras de Bruselas y demás países gobernados por los “dispuestos”, hacen agua. Están enviando al matadero a dos o tres generaciones para lograr sus propios fines: sobrevivir políticamente y encubrir el disparate de esta guerra que nunca debió ocurrir. Estos gobiernos tratan de sobrevivir con la contaminación de la guerra, porque sino cómo van a justificar que empobrecieron a sus países mintiendo cínicamente. El canciller alemán Mertz, promete crear un ejército de un millón de soldados para enfrentar a Rusia en 2029! En Reino Unido y en Francia prometen algo similar. No tienen recursos, la industria de estos países está de rodillas, el desempleo comienza a castigar amplios sectores productivos y regiones. Se cierran fábricas y las cadenas de suministros desaparecen. Será entre esos cesantes que Mertz reclutará los soldados que necesita?
Según el coronel (r) norteamericano norteamericano Douglas MacGregor, se necesitan por lo menos diez años para construir un aparato militar como el que sueña el canciller alemán. Los millardos de euros que solo Alemania necesitaría para tal fin son infinitos, si esta política de psicópatas sigue su camino, lo cual es dudoso, salvo un golpe de estado como antes de la 2aGM. Por ahora son bravuconadas de la mafia bruseliana y otaniana, que ven como se desmorona el tinglado de mentiras con la que han estafado a sus ciudadanos, a sus pueblos. Tienen atemorizados a la gente con drones que sobrevuelan aeropuertos, aviones rusos que violan el espacio aéreo, barcos espías navegando frente a las costas, etc. En este escenario de qué valor tendría un acuerdo de paz firmado por un gobierno de facto como el de Zelensky, qué valor tendría en el futuro para un gobierno legítimo. Lo reconocería? Difícil lo dio la radio.
Existe además, por si fuera poco, otra versión de lo que ocurre, y es que Trump juega al poli bueno y Rubio y sus secuaces al malo. Así desorientan a Putin y ganan tiempo para rearmar a Zelensky. Difícil de creer, pero nunca se sabe. Occidente tiene una historia, desgraciadamente, atiborrada de traiciones y abandonos a sus aliados sin parangón. Veremos qué pasa en los próximos días. En todo caso, aquí estamos en el preámbulo de la tan mentada invasión de Atila, el Huno, que galopa en su corcel rumbo a Berlín y Paris.









