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sábado, 8 de abril de 2017

Atentado de Estocolmo 500 METROS DE LOCURA E INFIERNO

Una vez pasado el primer shock de la noticia del brutal atentado terrorista en la principal calle peatonal de Estocolmo, se acumulan las preguntas a las cuales es difícil encontrarles respuestas satisfactorias.
Que motivos tenía el terrorista para realizar este criminal atentado?
Que pasaba por la cabeza del individuo mientras recorría los 500 metros de la peatonal atroppellando niños, adultos, ancianos indefensos que sucumbían bajo las ruedas del camión?
Cuan enfermo de fanatismo y de enfermad real puede estar una persona para apretar el acerelador y no detenerse hasta estrellarse contra el escaparate de una tienda emblemática de la capital?
Qué antecedentes tiene una persona que probablemente ha llegado a Suecia huyendo de la guerra o de otro terrorismo para subirse a ese camión decidido a acabar con la vida de todas las víctima  posibles?
De personas que no le han hecho mal ni a él ni a su familia, por el contrario todavía apoyan la idea de que los perseguidos por las infames guerras en otros países puedan hallar en este país un rincón de paz que tal vez nunca conocieron.

No sé si este individuo es un fanático terrorista o un demente total o ambas cosas a la vez, pero las consecuencias de su crimen tendrá repercusiones negativas en la sociedad.
Es imposible que no las tenga. Con seguridad los xenófobos y racistas aprovecharán la oportunidad para alimentar su máquina de propaganda y señalar a todos los musulmanes y otros extranjeros como potenciales terroristas. Y así crear la desconfianza y el odio de retorno hacia los que por pertenecer a esas nacionalidades, religiosos o no, sean objeto de más discriminación y cero empatía. Y ese es también el objetivo demencial del terrorista.

Suecia es un país que ha sido tolerante desde que Olof Palme y su gobierno en la década de los '70 abrió las puertas a los perseguidos políticos y religiosos de todos los continentes. Pero esa solidaridad se va estrechando, las fuerzas que desean acabar con esa política crecen porque la gente en general comienza a tener miedo. Los episodios de las guerras, bombardeos, atentados terroristas, genocidios, atrocidades que entran  por la pantalla de nuestros televisores van rodeando y oprimiendo el mecanismo solidario que la mayoría tiene cuando ve personas en desgracia por la causa que sea.
 Ese será, creo, el primer impacto obtenido por el terrorista y los que alientan una Suecia étnicamente pura y libre de extranjeros.

Los gobernantes y personas con liderazgo en distintos ambientes de la sociedad llaman a no sucumbir antes el objetivo terrorista de crear pánico entre la gente y de deshumanizarlos. Es una pulseada muy brava cuando la muerte pasa tan cerca, pero si hay un país donde las personas tienen una moral alta para superar este terrible atentado, creo que es Suecia con sus tradiciones humanistas y tolerantes. Llevará tiempo, pero creo que hay reservas en este lugar del planeta como para superar la barbarie de quienes desean que el mundo sea un infierno para ganar el paraíso. Me lo dijo mi hija.


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