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martes, 20 de octubre de 2020

La gesta del pueblo boliviano


 Hicieron lo imposible por cerrarle el paso a las mayorías del pueblo boliviano y fracasaron. Primero el golpe apañado entre civiles, militares y el maniatado de la OEA. Pero la resistencia de la mayoría que no permitió que se la manipulara le torcieron la mano a Jeanine Añez a la que sus aliados la sacaron de la troya en estas elecciones ( y su biblia), al sec gral de la OEA  Luis Almagro, y al grupo de países representantes de las democraturas regionales confabulados para hacerle un favor a las multinacionales y a su garante al norte del río Bravo, el copete rojo de la Casa Blanca que está contando los días por si fracasa en su intento de reelección el 3 de Noviembre. Todo por el litio y otras riquezas naturales del país que Bolivia había nacionalizado sin cerrarle las puertas a la inversión privada extranjera, aunque con un justo reparto de los bienes y ganancias producidos. No les bastaba y por eso el golpe. 

Ahora que el pueblo boliviano les respondió con su voto en las urnas veremos si se convencen los de adentro y los de afuera que la voluntad de las mayorías siguen intacta, respaldar al MAS y su anterior presidente Evo Morales. Con Luis Arce como presidente el rumbo se retomará y los daños causados por los depredadores probablemente lleve un tiempo repararlos. Esto será así cuando en cuanto los confabulados de siempre no encuentren lo que ellos estaban dispuestos a hacer si perdían: hablar y denunciar fraude. Fraude del MAS por supuesto, aun estando alejado del poder. El riesgo existe y hasta que oficialmente no se le reconozca el triunfo al MAS y de Luis Arce, no es para quedarse tranquilo. Que J. Añez haya salido a reconocer el triunfo del MAS puede ser una jugarreta para tranquilizar a la gente de que no hay conspiración. Probablemente el MAS y su gente no se confían y estarán alertas. Sobran ejemplos desgraciadamente de manipulación de votos y resultados en las experiencias electorales latinoamericanas. Ojalá me equivoque y todo se de como esa mayoría aplastante de bolivianos desea y aspira: que las políticas del MAS vuelvan por el buen cauce para beneficio de las grandes mayorías. El mismo deseo que tenemos nosotros los de palo, aunque no por eso indiferentes.




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