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martes, 13 de marzo de 2012

El peluche digital

Los teléfonos móviles inteligentes nos vuelven más egoistas y de paso, desinteresados de nuestra pareja o amigos/as. Caramba! A lo mejor te despiertas y antes de decir buenos días a tu media naranja en la cama, enciendes el celular para ver qué mensajes has recibido por la noche; quién en FB te ha buscado o qué se ha publicado; o los resultados del fútbol en la Champions League. Difícil que alguien se escape de esta dinámica que nos vuelve indiferentes a lo que pasa a nuestro alrededor, constatan unos investigadores de la Universidad de Maryland, EEUU. La posibilidad de estar conectado permanentemente, según estos investigadores, hace que la gente se vuelva más egoista, pierda el entusiasmo de ayudar a a otros y realice o deje de hacer un trabajo social voluntario.

O sea que la nueva pareja ya no la llevas del brazo sino en la mano, y la toqueteas todo el tiempo, haciéndole cosquillas con los dedos de arriba-abajo o de abajo-arriba.
Cuando las primeras generaciones de teléfonos móviles aparecieron la preocupación era si podían originar tumores en el cerebro. Ahora esa cuestión parece olvidada, y ha sido suplantada por su impacto en las relaciones principalmente sociales y de pareja, según estos investigadores.

En el debate fuera del mundo académico también existen opiniones  sobre estos teléfonos, que ven al celular inteligente como un problema social serio, escribe en una crónica la escritora sueca Katarina Bjärvall. Ella desearía que desaparecieran y volviéramos a comunicarnos como antes de que los teléfonos pasaran de ser tontos a inteligentes, lo cual claro, es imposible. La universidad de Gotemburgo ha publicado por su lado un estudio de la investigadora Sara Thomée, quien en su trabajo de doctorado ha encontrado una relación estrecha entre el uso del celular abusivo con los problemas psíquicos inherentes como por ejemplo, estrés, insomnio, síntomas de depresión en niños y adultos. Un estudio que recién está en sus comienzos, expresa la investigadora.
Jonas Mosskin,  psicólogo sueco, ha comparado el uso abusivo del celular con el peluche o la mantita que acostumbran a abrazar los bebés y los niños hasta cierta edad, y de la que no quieren desprenderse por nada del mundo. Los robots se humanizan y los humanos vamos en sentido inverso?


La última oportunidad
 Tienes una piel delicada
brillante y reluciente,
las caricias te encienden
los colores que encierran tus secretos,
condenas a tu amo a darte calor

y buscar consuelo en tus palabras
fotos, videos y correos
como si nada bueno pasara
a tu lado...

El celular inteligente
te aparta de la gente,
pero todavía te resistes
con un truco muy ladino,
permites que las pilas
se agoten con buen tino,
y recuperas la cordura
con una copa del eterno vino.




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