Hace unos años vi una película, El paciente inglés , un film del cine británico de 1996 cuyo director es Anthony Mingella ambientada durante la 2a Guerra Mundial. De pronto por una asociación de ideas pensé en el presidente Chávez y su convalecencia en Cuba. Si bien no hay nada en común entre el personaje de la película y el presidente Chávez, no pude dejar de pensar en aquél paciente aislado que no quería mostrar su rostro y que se iba muriendo de a poco.
Cuántos
intereses políticos y económicos hay detrás de esta estrategia de mantenerlo
oculto para las grandes mayorías tal vez sea fácil dilucidar para algunos de
los que siguen de cerca este proceso tan misterioso. Por eso se especula: Chávez es un prisionero de los
cubanos ya que estos quieren seguir obteniendo beneficios de Venezuela, como el
petróleo y otros favores que le dan oxígeno al gobierno cubano. Chávez está
muerto y sus seguidores más cercanos quieren ganar tiempo para asegurarse el
poder y evitar un desliz político que le permitiría a la oposición ganar unas
hipotéticas elecciones presidenciales. Chávez se recupera de verdad y pronto
estará frente a las cámaras y un micrófono invocando a Dios y vapuleando a los
americanos y a todos aquéllos que se oponen a su política bolivariana.
Con qué
versión quedarse ? Es difícil saberlo cuando el hermetismo oficial parece
inexpugnable. Sin embargo hay algo que podemos concluir y es la poca confianza
que tiene el presidente Chávez del sistema de Salud Pública de su país. Cuál
será el temor que reina en el corazón del presidente Chávez cuando elige una
clínica cubana en vez de una venezolana ? Después de tantos años en el
poder y con enormes recursos que se habrían invertido en ese sector, uno no
puede dejar de preguntarse si no han habido fondos para pertrechar con los
mejores profesionales esas clínicas que por la actitud del presidente parece que
sólo se dedican al servicio básico de atención de los pacientes, o sea un
policlínico de barrio. O será que el presidente Chávez no confía en los médicos
del país y teme que le inyecten un cóctel que lo envíe al reino de los cielos cuando
se encuentre dormido ?
La situación del presidente Chávez sigue siendo un
enigma salvo para un pequeño grupo de venezolanos que comparten el poder con el
presidente bolivariano y el gobierno cubano que lo arropa en alguna de sus
clínicas VIP. El mensaje diario es que el presidente Chávez se recupera, que ya
ha superado el momento crítico, que toma decisiones que transmite a sus más cercanos,
los cuáles de forma poco convincente repiten a la opinión pública venezolana. El problema es la
credibilidad de la recuperación cuando ni los presidentes latinoamericanos que
quisieron visitarlo pudieron encontrarse con él según trascendió, ni siquiera
hemos podido ver una foto (fuera de la falsa publicada por El País) que muestre
realmente que se está recuperando y que puede comunicarse, pensar y tomar
decisiones.
Que
cada uno saque sus propias conclusiones, pero como Hamlet decía, « Algo huele
mal en el reino de Dinamarca ». Y es difícil adivinar la fuente de ese mal
olor. Esperemos que sea el propio Chávez que alguna vez lo aclare.
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