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viernes, 3 de noviembre de 2023

Grabaciones impecables e implacables


Luis Lacalle, Presidente de Uruguay

 Con el diario del lunes... otra vez.

Llegó, vio y mintió. Todo por la institucionalidad.. De regreso de su viaje a EEUU, donde participó con otros presidentes de la América hispánica en una reunión con el presidente Biden y jerarcas de instituciones financieras y técnicas, el presidenteLacalle se sentó ayer frente a los periodistas, y con un tono relajado,  disculpándose por estar cansado del viaje,  anunció la renuncia de tres jerarcas más de su gobierno: El ministro delInterior A.Heber, el. Subsecetario  de la cartera G Maciel y el asistente en publicidad y consejero en temas de imagen, etc Roberto Lafluf. Escuchar sus declaraciones con una obvia intención de quitarse el hierro candente de las asentaderas, nombró algunos detalles del escándalo, pero sin apuntar al meollo del asunto, como que las renuncias de los hombres de su círculo más allegado, tropezaron accidentalmente, se cayeron y ahora pagan por un descuido, una torpeza que no explica, sino que justifica, y, por supuesto, él no estaba enterado. 
Si, Lacalle no pudo de todas a.  maneras  ocultar su nerviosismo con sus tics característicos, acomodarse repetidamente el pelo atrás de las orejas, hacer morisquetas con la nariz y tocar objetos sobre la mesa como preguntando si son reales. Permitió tres preguntas que no lo pusieron en aprietosy nada más. Veremos como se digiere entre sus aliados de gobierno con los que estuvo reunido antes de la conferencia de prensa y el FA, que al parecer prefiere no hacer olas por ahora, cuidadando la institucionalidad, es decir que sea ahora la Justicia la que dirima las responsabilidades de cada uno en este entuerto del pasaporte de Marset. Y la pregunta queda en el aire, ¿ le fue entregado por torpeza burocrática o por sobornos del 
narcotráfico? A pesar de la negativa de los actores políticos, se sospecha que ha logrado ir creando sus 
células de funcionarios y políticos corruptos. Nada nuevo bajo el sol, y Uruguay no es excepción en un mundo cada vez más perforado por un capitalismo feroz y sin fronteras. 


Las grabaciones de voces o mensajes de chats en ámbitos del poder político pueden ser fatales para los protagonistas que g opiniones u órdenes a sus subordinados y que quedan registradas. Le sucedió al entonces presidente de EEUU, Richard Nixon, después del escándalo de Watergate. La pregunta que se hacen muchos uruguayos ahora es si le ocurrirá lo mismo al presidente Luis Lacalle ante el escándalo del pasaporto otorgado de forma exprés al narcotraficante Sebastián Marset. 


La primera baja en el gobierno es el canciller Francisco Bustillo. Sin embargo al comienzo del escándalo del pasaporte el eslabón aparentemente más débil en la cadena de funcionarios de la cancillería y del ministerio del Interior resultó ser Carolina Ache, exsubsecretaria de RREE, quien debió renunciar por haber mentido ante el parlamento cuando fue interrogada por 

las idas y venidas del trámite del pasaporte, aunque aún no estaba dicha la última palabra para ella. Recién se iniciaba el proceso de discernir quienes realmente tienen las  responsabilidades en el trámite de ese pasaporte maldito. Ache en realidad no tuvo ninguna  en ese asunto, pero fue presionada por su jefe, el entonces canciller Francisco Bustillo, para que ocultara e incluso destruyera información que estaba en su teléfono en forma de audios y chats. Por suerte no lo hizo sino que además lo certificó en un protocolo por consejo de su abogado. 


Ayer, al conocerse las declaraciones de Carolina Ache ante la fiscalía  y la 

 de Francisco Bustillo en este escándalo, este decidió renunciar a su cargo, acentuando el descalabro de un gobierno que va cavándose su propia fosa mientras el presidente flota como un corcho, sostenido por una imagen que también se resquebraja. La Pompita, como lo llamó el expresidente Tabaré Vázquez, o el “gorrión de basurero” como también lo bautizó el expresidente  José Mujica, ya no zigzaguea por el aire esquivando el terreno minado por los escándalos de un gobierno y funcionarios ¿penetrados por el narco? Porque no hay otra conclusión que pueda extraerse del proceso de expedición de un pasaporte exprés para el narcotraficante Marset, que incluso pudo escapar posteriormente en julio pasado de la policía boliviana porque tenía un soplón de alto rango en esta autoridad. Marset residía clandestinamente con falsa identidad, junto con su familia, en la provincia de Santa Cruz, lo que habla del poder de seducción que probablemente tenían los dólares que repartía para mantener una vida placentera y sin limitaciones.


El presidente Lacalle, que bien se merece ese apellido y es donde debería ir a parar después de los repetidos escándalos que sacuden a su gobierno, y que deterioran aceleradamente la imagen de país “menos corrupto” del continente. No supo hacerse cargo a pesar de todas sus declaraciones de campaña en 2019, fue un pelele de las pésimas decisiones de sus funcionarios más cercanos, algo que intentó disimular con su tono campechano y confianzudo. “Ustedes me conocen” les decía a los periodistas tratando de convencer a quienes miraban a través de las pantallas de la TV  de que el presidente aparentemente era un inocentón fuera de toda sospecha. Sin embargo, tratar de esquivar el bulto por décima vez por motivo de un nuevo escándalo será muy difícil. En medio del escándalo Lacalle se encuentra en EEUU invitado a una reunión con un grupo de presidentes latinoamericanos por el presidente Biden. A pesar del escándalo que sacude al país Lacalle no regresará hasta el sábado a su país.

La cuestión es si sacrificará a su asesor en comunicación más cercano, Roberto Lafluf, arquitecto del intento de ocultamiento y destrucción de material grabado y chats. También el  al ministro del Interior Alberto Heber, al subsecretario de esa cartera Guillermo Maciel y a otros posibles  funcionarios implicados en el pasaporte maldito de Marset, están en la mira a causa del narcotraficante, que tal vez hizo caer por primera vez a un gobierno en Uruguay… bueno, no va ocurrir,              ¿porqué? Porque probablemente la oposición del FA no quiere dañar la institucionalidad, según declaran muchos de sus más destacados representantes. Aunque suene un poco hueco en muchos oídos.


De todas formas Lacalle apenas tiene la nariz asomando fuera del agua en un bote agujereado que se hunde.



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1 comentario:

  1. Un Uruguay donde nos pone una vez más en la posición que los partidos políticos de derecha nos tienen acostumbrados a relacionar con la corrupcion y la sumisión.
    No nos es sorprendente el conocer las idas y venidas de encubrir a seres nefastos (como los protagonistas del narcotrafico) o la sumisión al que estamos acostumbrados del imperio de momento, los EE.UU.
    Lamentablemente a pesar de todos los escándalos y la postura de encubrir y justificar los hechos, según las encuestas realizadas es Luis Lacalle todavía una opción para el pueblo uruguayo, con un 45%. Esperemos que esto sea una burbuja manipulada.

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