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martes, 8 de enero de 2013

El pistolero y la Mano de Dios x 2

Se ha comentado hasta el cansancio sobre "la mano de Dios" después que Diego Armando Maradona le hiciera aquél gol a Inglaterra en el estadio Azteca en México, cuando se disputó Mundial de fútbol de 1986. Sin embargo hay otro jugador de fútbol, Luis Suárez, quien por dos veces ha decidido la suerte y el resultado de los partidos que disputaba. Primero con la celeste contra Ghana en el pasaje a los cuartos de final en Sudáfrica 2010, y el domingo 6 de enero, día de Reyes, cuando Liverpool estaba acorralado por el Mansfield de 5a división de la liga inglesa, equipo que estuvo cerca de empatarle y ganarle, pero que Suárez decidió a favor de los rojos con un gol donde su mano jugó una mala pasada al equipo rival.

Es innegable que Luis Suárez produce titulares y su popularidad crece entre la hinchada del Liverpool. Y al mismo tiempo su impopularidad se extiende en los otros círculos que le temen por su capacidad goleadora o por pertenecer a un club rival del suyo.
Y esa impopularidad arrecia cuando Suárez, llamado entre otros apelativos "el pistolero", hace uso conciente o inconciente de sus manos u otras artimañas para salvar a su equipo de una derrota o darle la victoria, fuera de otros sucesos que levantan ampollas. La fama del pistolero se acrecienta en la medida que muchos cronistas deportivos traducen esas acciones cargándolas con un peso moral que no tiene la misma carga cuando otros jugadores cometen faltas similares. Lo curioso es que el más grande de los goleadores de todos los tiempos hasta ahora, Lionel Messi (perdón Pelé, Maradona y DiStéfano) también usó la mano para meter un gol en la liga española contra el Español en septiembre de 2007, y nadie se acuerda de esa trampa ni condena a Messi por haber hecho un gol que no debió subir al marcador. Y porque tampoco Messi corrió hacia el árbitro para que lo anulara, como le exigen al pistolero.

Luis Suárez está bajo la mira de muchos, aunque de las patadas que se liga por parte de sus rivales apenas dicen nada, incluso muchas veces los jueces miran para otro lado, y son ignoradas por los cronistas deportivos que le acusan de tramposo. Ahora se difunde un video con algunos de los sucesos más dramáticos protagonizados por el pistolero con imágenes y comentarios condenatorios bajo el título "Expulsemos a Suárez del fútbol". Una campaña orquestada justo unos pocos días antes del partido con el Manchester United. Vaya casualidad. Justamente la presión sobre Luis Suárez tuvo su punto más alto cuando fue sancionado por haber ofendido a Patrice Evra, jugador del Manchester United, que lo acusó por haberle proferido insultos racistas. Desde entonces cierta prensa lo persigue, y al menor desliz lo tratan de tramposo. Suárez sin embargo responde con la mejor fórmula de un goleador, es decir haciendo goles, muchos de ellos verdaderos poemas de destreza, coraje y eficacia. Por algo es el goleador del equipo y uno de toda la liga inglesa para que festejen los hinchas del Liverpool - y los detractores que se muerdan de odio.

martes, 30 de agosto de 2011

Con la mirada puesta en el arco rival


Quién dijo que la vida no es redonda como una pelota de fútbol?



Jugar al fútbol amateur es un privilegio y una alegría que muchos compartimos. Incluso a pesar de las recomendaciones de los médicos que después de cierta edad aconsejan que es hora de colgar los zapatos. Yo he hecho caso omiso a tales consejos y he seguido jugando al fútbol a pesar de mis 62 años (sí leen bien) y unas rodillas desgastadas de tanto perseguir la guinda y a los rivales. Pero la camaradería y las emociones dentro de la cancha, el sudor de la camiseta y el ver sacudirse la red del arco rival han sido una satisfacción que nunca otro deporte pudo entregarme.

En los comienzos de la década del sesenta comenzó en Flores un torneo del llamado “babyfutbol” sobre el cual no tengo memoria cómo ni quienes lo organizaban. Una fantástica noticia para los que perseguíamos la pelota en el campito o en los recreos de la Escuela Artigas en la Plaza de Deportes. Allí en multitudinarios y caóticos partidos donde el Chimpa y Sosita eran los líderes, corríamos todos detrás de una pelota que terminaba arruinada después de cada recreo con los zapatos Incalcuer con más rayas que una zebra, y los rezongos de don Ciriaco López, el hombre orquesta de la Plaza de Deportes, ardiéndonos en las orejas.

Recuerdo que me enrolaron como golero en el equipo de Cerro recién formado para participar en el campeonato de babyfútbol dirigido si mal no recuerdo, por ún veterano del fútbol trinitario, Lezué. Después de un par de temporadas con la albiceleste con diversos resultados, mis amigos me convencieron para que jugara de golero para el Juventus dirigido por Carlos Brignoni, pero como mi fama de cancerbero se vio prontamente perforada por goles infames en los entrenamientos, me pusieron de back central, puesto donde jugué hasta que debí dejar el babyfútbol por llegar a los 13 años. Con la Juve levanté por lo menos una copa de campeón (o fueron más?) y participamos en algún torneo interdepartamental. Tengo una foto de esos tiempos donde se ven Ariel Cheble, Horacio Irazábal, Fagalde chico, Peti Farro y otros compañeros cuyos nombres las nieblas del tiempo han ido apagando, pero no sus rostros ni los momentos vividos.

Después vestí la celeste de los juveniles de Flores en algún campeonato del Sur (1966-67?) como marcador de punta y por alguna temporada vestí la camiseta del Porongos y la de Peñarol sucesivamente en la primera división trinitaria, un pasaje seguramente bastante desapercibido para la hinchada, ya que fui más suplente que titular en aquéllos años en que algunos de nosotros entrenábamos más en las pistas de baile que en la cancha. También en el Liceo formamos algún que otro seleccionado para medirnos con los chicos de la Escuela Agraria en aguerridos partidos. Sin embargo lo que sí tuvo continuidad fueron los partidos de los sábados en un campito del Gabino Sosa, donde nos juntábamos una barra a jugar por la tarde, y ´por la noche nos íbamos a la parrilla de Cañete frente a la plaza, y donde se libaba aquél vino clarete que acompañaba las achuras y la pulpa asada. En fin, después por razones políticas pasé una temporada en la cárcel de Libertad donde también pudimos jugar al fútbol en una cancha de balasto, donde salíamos con las rodillas y las manos raspadas después de cada contienda. Unos años más tarde trabajé en los barcos de pesca del SOYP cuando las puertas de la universidad se cerraron para mí, y tuve que abandonar el país algún tiempo después y radicarme en Suecia, exiliado. Pasaron años sin fútbol…

Una vez que llegué a la ciudad universitaria de Lund en 1978 fundamos con otros latinos la Asociación cultural y deportiva latinoamericana, ACLA, equipo con el que competimos varios años en la región de Scania, en la sexta división. En ese entonces le había tomado el sabor al gol y me convertí en un delantero centro, y junto a otro compatriota, el negro Severino, nos convertimos en peligrosos y efectivos artilleros. Y hasta ganamos un campeonato que nos permitió ascender de categoría.


Pasaron los años y después de aquélla experiencia seguí juntandome con otros amantes del fútbol en potreros donde con nostalgia recordábamos viejos tiempos. Mi marcha a Estocolmo en 1987 cambió otra vez las posibilidades de practicar fútbol, al comenzar a trabajar como reportero en el programa en castellano de Radio Suecia. En el vecino gimnasio de la TV sueca jugábamos todos los martes al fútbol con los compañeros de trabajo. Luego pude sumarme a un grupo de suecos y latinos que habían fundado la asociación Mundialistas. Ellos se juntaban también una vez por semana para jugar, y a mí que ya venía sintiendo el paso del tiempo en mis gastadas rodillas, me cuadraba perfecto. Poco a poco dejé el puesto de delantero y me fui replegando silenciosamente hasta llegar bajo los tres palos. Así se fue sumando gente hasta que a los partidos semanales se agregó la posibilidad de realizar un torneo internacional con equipos de las mismas características que el nuestro provenientes de las ciudades alemanas de Bremen y Hamburgo. Cada año una ciudad organiza la Copa de la Amistad, donde participamos con uno o dos equipos, según las posibilidades.


Mundialistas en el torneo de Hamburgo 2010


Este año nos toca a los mundialistas organizarlo este 29 de setiembre y esperamos con mucha expectativa lograr el campeonato por segunda vez en los seis años que se realiza el torneo. Latinos de todos los países, africanos de Mozambique y Angola, suecos y alemanes dominan el escenario futbolero que finaliza con un gran asado y mucha fiesta para agasajar a los visitantes. Mi carrera de golero en estas lidias ha terminado bastante bien, ya que por dos veces fui elegido como el mejor del campeonato. Y así finaliza también mi larga carrera detrás de la pelota, cerrando el círculo en el puesto donde empecé en el babyfútbol trinitario, de cancerbero del arco y con las ganas de siempre de ganar cada partido. Probablemente sea este mi último desafío, probablemente ya es hora de dedicarme al ciclismo que no afecta a las desgastadas rodillas… o tal vez me calze los guantes un poquito más, quién sabe.

El fútbol y el compañerismo en el equipo me han dado muchas alegrías, y agradezco que la salud me haya regalado esa posibilidad de poder disfrutar durante tantos años del deporte más popular del planeta junto a jóvenes y veteranos de todas las etnias y culturas. Y de poder disfrutar además de los éxitos de la celeste, tan ansiados después de tantos fracasos.



domingo, 17 de julio de 2011

El Cementerio de los Elefantes

Sí, una vez más contra todos los pronósticos la selección uruguaya enterró a otro gigante del fútbol, esta vez en el popularmente estadio conocido como el Cementerio de los Elefantes, en la ciudad de Santa Fe. Argentina, el organizador y favorito de ganar la Copa América 2011 sucumbió en las tandas de penales ante una selección "celeste" que no le regaló ni un centímetro de cancha. Qué fuerza interior llevó a ese grupo humano a resistir los embates de una delantera tan fogueada y coronada por un Lionel Messi, siempre brillante e imprevisible? Es cierto que se le cometieron faltas para detener su endiabladas carreras y gambetas, pero eso era de esperar, y debió ser prevenido por el entrenador Sergio Batista, y permitir que el juego pasara por otros jugadores, y no sólo por Messi. Sin embargo la compacta defensa uruguaya y una extraordinaria y titánica labor del pibe Muslera  (- Ahora sí tenemos golero! dijo Tabárez el otro día) hizo imposible que su arco fuera vencido más de una vez durante el partido. Pero sin dudas que para llegar al empate después de los 120 minutos se necesitó del esfuerzo de todos, de la encomiable y sacrificada labor de  Arévalo Ríos, del ruso Pérez (expulsado y con razón porque se excedió en las jugadas fuertes, aunque la jugada de la expulsión fue dudosa) y de Palito Pereira para contener los intentos de los jugadores argentinos que con buen criterio manejaban la pelota, pero que fallaban a la hora de definir, o bien por la muralla Muslera o la intervención de la línea defensiva uruguaya, sin dudas una de las mejores del mundo. Porque ahí está la clave y la base de ese tesón y aguerrido coraje de un grupo de jugadores que también contra todos los pronósticos quedó cuarta en el Mundial de Sudáfrica.


 Después Forlán y Suárez hacen de las suyas en el área rival, y si bien los goles se le niegan por ahora  a Forlán, sus asistencias han sido claves para que otros den el puntillazo final. Y en los penales Uruguay no falló ninguno, rematándolos con categoría y tranquilidad. En tanto Argentina fue muy irregular: Muslera paró uno, casi ataja otro, y el último de Argentina lo falló Higuaín, pero rebotó en la espalda  del golero y se convirtió en gol. Uruguay es un equipo sólido, esta generación de jugadores está compenetrada con el objetivo de llegar a disputar la final, y ganarla, aunque sigan afirmando que no son los favoritos. Pero todavía queda Perú, y si la selección peruana queda por el camino habrá que seguir remando para ganarle al otro finalista. El despliegue físico de ese medio campo con Arévalo Ríos, Tata González, Pérez y los Pereira, así como una impecable tarea defensiva de los dos centrales, Lugano y Scotti (Coates?), pueden ser una vez más la clave para definir ante una entonada selección peruana, que a pesar de que parecía sucumbir ante Colombia, dio también una lección de recuperación y  efectividad cuando el rival menos se lo esperaba.

 Pero este 16 de julio, fecha aniversario del Maracanazo, es una vez más un mojón en ese mito futbolero que nuestros jugadores alimentan desde hace décadas para que también las próximas generaciones de jugadores sigan inspirándose. Tampoco hay que olvidar que este año esas nuevas generaciones también comienzan a cosechar laureles, como la sub20 y la sub17, que acariciaron el oro en los últimos torneos. El mito en el fútbol uruguayo permanece incólume, tal vez porque como pequeña nación hemos encontrado algo que nos destaque frente a las potencias mundiales en el deporte más popular del planeta. Y nos es poca cosa, porque lo observo en la gente que me pregunta de dónde vengo, y cuando digo Uruguay, los ojos se iluminan de admiración, porque todavía viven en la retina de esa gente la última hazaña de la "celeste". Honor a sus portadores, y como siempre, no nos creemos mejor que nadie. Y tal vez también ahí está otro de los secretos de los triunfos, y por eso en este último partido enterramos una vez más a otro grande en el Cementerio de los Elefantes.

(Paraguay también hizo lo suyo con Brasil, y Venezuela sorprendió a Chile que jugaba de "local" en San Juan y también pasó a las semifinales. Qué Copa américa más imprevisible!)

sábado, 28 de mayo de 2011

Se comerá la Pulga al Chicharito?

Quién se la lleva esta noche?
Bueno sí, la pulga se devoró al chicharito, al coreanito, al ecuatorianito y a varios más que le salieron al paso, a veces con malaleche. 3 a 1 y la orejona fue levantada por los jugadores del Barca en un partido donde los tres pulgones hicieron inútil los esfuerzos de Van der Saar. Honor a los blaugrana, son lo mejor de Europa, y del mundo también... por el momento.

Duelo de titanes. Los gigantes en la arena. La batalla por el reinado del fútbol europeo está en juego. En estos términos acostumbran los medios a titular la final de fútbol que hoy sábado 28 de mayo define la Liga de Campeones de fútbol en Europa. Y para quien ama el fútbol es sin duda uno de los episodios anuales que con más expectativas se esperan. La dimensión de esa final está dada además por los equipos que han llegado al tope de esa pirámide de partidos jugados de ida y vuelta, donde los dos finalistas, Barcelona y Manchester United, han demostrado porqué son campeones en sus respectivos torneos nacionales, y porqué aguantaron el pulso en esa otra competencia y llegaron a la final. Sin dudas los dos mejores equipos de Europa en este momento, donde además brillan La Pulga Messi y el Chicharito (el poroto o frijol? No, arvejita. Gracias Martha) Hernández (será titular desde el inicio?). La cuestión es qué equipo está mejor preparado para ganar esta final. Adelantar un resultado es demasiado riesgoso, más allá de que uno desee el triunfo de uno u otro equipo (yo el Barca).
 Son dos equipos que juegan de forma muy diferente. El Barca usa la táctica del fleeper, y creo que no hay nadie que la domine mejor, es decir la pelota va de un lado al otro en una infinita red de pases: a los costados, atrás, adelante, a los costados, al medio, atrás, a la punta, al área, adentro.
Manchester U juega más vertical, es más agresivo, con la velocidad que caracteriza al fútbol inglés. Sus ataques, una vez que recuperan la pelota, son generalmente por los costados de la cancha, con rápidas y bonitas combinaciones, y una cruel definición, no sólo de Chicharito que es un pescador habilidoso, sino sobre todo la otra estrella, Wayne Rooney, que rompe los muros defensivos como un ariete arremetiendo con un potencia y calidad admirables. Qué laburo van a tener Piquet y Puyol en esa final para impedir que ambos atacantes agujereen el arco de Valdés!
Y del otro lado Vidic y Ferdinand tendrán que vérselas no solo con una pulga que parece tener la pelota atada a sus pies, sino con Pedro y Villa, otros pulgones veloces y efectivos que se cuelan entre los gigantes defensores cavando túneles en las áreas y paralizando a los goleros. Van der Saar tendrá una noche donde su altura y experiencia puede ser decisiva para detener la máquina machacona y goleadora del Barca. Porque si algo es casi seguro, el planteo de los dos equipos será probablemente al inicio del partido, con un Barca controlando la pelota y atacando, mientras que el Manchester U estará esperando agazapado para el contraataque con el veterano Giggs y el coreano Parker  listos para emprender sus rápidas carreras hacia el área rival y entregarle la oportunidad del gol a Rooney o a Chicharito.

Para los que es un misterio porqué a tanta gente le apasiona disfrutar -y hasta llegar a excesos de patriotismo o de tribu, y hasta criminales también, lo cual es inexplicable a primera vista- sólo por ver a 22 boludos correr detrás de una pelota, es comprensible que sacudan la cabeza y se hagan los distraídos, o lo desprecien abiertamente. Y más cuando piensan en los millones y millones de euros que todo ese circo produce. Para los que vivimos esa pasión, que claro no es racional y aparta todo lo negativo que hay detrás de ese negocio, nos da la felicidad de participar como espectadores, desde el sofá en este caso y no desde la tribuna, desgraciadamente, de un espectáculo rodeado por un escenario con decenas de miles de espectadores en el legendario estadio de Wembley.  Y será entonces la calidad, la fortuna, o la oportunidad las que definan quién es el mejor de Europa. Competir por algo es tan viejo como la humanidad. Ahora no es la vida la que está en juego como en el Coliseo romano de los gladiadores. Ahora es una competencia protagonizada por individuos que colaboran en un colectivo de 11 jugadores, y donde el sentido de la gloria también bombea la adrenalina que corre por sus venas, con la inocente finalidad de vencer a ese cancerbero que cuida los tres palos. Sí, una final de lujo, donde nos olvidamos por un rato de todas las miserias del planeta, y de las más cercanas, donde nos sentimos partícipes de un partido de fútbol donde los mejores artistas pintan, tallan y esculpen aquéllo que nos queda almacenado en la retina, la jugada del gol que define quién se llevará la "orejuda u orejona" a su vitrina.