El tijeretazo recorre Europa

España está en crisis. Pero también están los socios Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Portugal y varios más, tanto dentro como fuera de la zona euro.
Zapatero no sólo tiene problemas con la economía del país, sino que la credibilidad de los ciudadanos en el gobierno y en los partidos políticos, sufren un deterioro que demuestra que la gente está cada vez menos convencida de que haya una salida a corto o mediano plazo de la crisis, pero la recuperación es tan lenta que nadie piensa que las cosas se arreglen pronto.
Si uno sale a la calle esa crisis apenas se nota, la gente abarrota los bares y restaurantes, los paseos públicos y los distintos espectáculos que se ofrecen.
Pero el descontento bulle por debajo de esa superficie de festejos y vida social, y el presidente Zapatero sufre un desgaste que posiblemente no pueda frenar, y que probablemente se multiplicará con el paquete de medidas que debe aplicar para ahorrar el gasto público, con reforma laboral incluida.
Los sindicatos está que arden, y los patrones saben que las nuevas leyes los beneficiarán, no al 100 por ciento, pero de todas formas se flexibilizará el despido y será a su favor, aunque el gobierno diga que la reforma laboral es equilibrada, cosa que los sindicatos no creen.
Mariano Rajoy, líder del PP, un partido corroído por la corrupción en muchos de sus sectores eligió la táctica de huir hacia adelante, algo que según las encuestas le ha dado una relativa ventaja ante el PSOE en las encuestas. Es decir, una tenaz crítica al gobierno basándose en las dificultades que pasa el país, pero nunca aportando ni propuestas ni soluciones a lo problemas. Sólo un mensaje de crispación hueco, donde además bocinea que su partido se ha convertido en el partido de los trabajadores, un karma que nos recuerda a otro partido, el de los conservadores de Suecia, que en en la campaña electoral de 2006 afirmaban lo mismo.

La pregunta es cómo con tantos líderes locales, regionales y nacionales en el banquillo de la justicia o ya en la cárcel, pueda la gente creer que este partido puede ser la solución a los problemas del país, cuando en la espalda de Rajoy cuelga la motosierra con que se prepara para recortar las reformas sociales que el PSOE introdujo en sus dos gobiernos sucesivos.

Ningún gobierno que enfrente una crissi de estas dimensiones está hoy libre de hacer esas reformas del gasto público cuando las deudas han crecido en forma descontrolada, en este caso en sector privado mayoritariamente, pero para el PP la crisis sólo parece afectar a España y al sector público, y se ha negado a colaborar con el gobierno para salir de la crisis lo antes posible.
Zapatero se ha quedado casi sin aliados en estos tiempos difíciles porque los partidos nacionalistas temen que la crisis que también golpean a sus regiones les pasen factura y tengan que pagar un alto precio político. De esta forma España se sumerge cada vez más en un pantano que es difícil de prever cómo podrá salir del mismo. Las reformas aprobadas por el gobierno han tenido respaldo internacional, y tal vez esto inicie una etapa de recuperación, pero pagando un precio muy alto.

Los mercados financieros le ponen la nota a los gobiernos y estos deben responder como si fueran marionetas de sus demandas, cuando debería de ser al contrario. Primero les sacaron las castañas del fuego a las financieras y bancos al borde de la quiebra, inyectando miles de millones de euros para que no se derrumbaran y dejaran a los ahorristas sin un centavo. Ahora que los gobiernos tienen que luchar para cubrir ese agujero negro provocado por el sector privado financiero, estos tiburones o hienas como se los ha denominado, suben las cuotas de intereses de la deuda de los países si estos arriesgan acercarse a una situación de  default, y de esa manera les devuelven el favor que los salvaran de la quiebra, obligando a los gobiernos a recortar los salarios, las pensiones y los recursos al sector público, es decir educación, salud, infraestructura, etc. Además plantan rumores falsos en los periódicos que cubren asuntos financieros para aumentar la desconfianza y así, ganar más dinero con la incertidumbre y desconfianza creada. En todo caso la UE ha reaccionado ahora y los bancos deberán aportar a un fondo para resolver las crisis que ellos mismos provocan con los créditos basura.

En España los sindicatos amenazan ahora con una huelga general. Y ya tiene fecha, el 29 de septiembre. Si lo concretan pondrán en otro brete peor a Rodríguez Zapatero, por lo que el calvario de los dos últimos años de gobierno por el que deberá atravesar el presidente del gobierno español parece cada vez más cuesta arriba, pedregoso y conflictivo.