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miércoles, 26 de julio de 2017

Recorriendo Italia. Lacio, Nápoles y Sicilia (1)


 Las vicisitudes de un viaje bien planeado

Emprender un viaje al sur de  Italia en verano con el plan de conocer las dos ciudades más importantes, Nápoles y Palermo y la fascinante Pompeya, parecía un poco aventurero cuando lo pensé por primera vez en el invierno pasado. No obstante esta idea, iría primero a visitar a mis amigos de Nettuno, en el Lacio. Planeé con tiempo este recorrido que haría solo  por los  antiguos centros más importantes de la Italia meridional, Nápoles y Palermo, pertenecientes en el pasado a los borbones  de la corona española, y confiaba que todo saldría bien. Pero el comienzo no pudo ser peor.

Capítulo I

Viernes 16 de Junio

Muy temprano a la mañana sonó el despertador de mi teléfono celular en la mesa de luz. Había dormido pocas horas, no más de cuatro, así que me desperté sin mucho entusiasmo a pesar que debía viajar ese mismo día a Italia. Mi partida estaba fijada para las 08.40 y llegaría al aeropuerto de Arlanda a las 06.30 horas con el autobús desde la estación central de la ciudad de Västerås, en Västmanland,. Preparé un café y terminé de ordenar el equipaje. Nunca había planeado un viaje con tanto esmero y detalle. Hoteles, medios de transporte, lugares a visitar estaban en una lista con horarios, precios y comentarios.

Una vez revisado por enésima vez todos lo detalles caminé hasta la parada del autobús de servicio urbano que me llevaría a la Estación Central. No demoró mucho en llegar, aunque por alguna razón desconocida giró a la izquierda en la esquina, cuando lo normal era que tenía que seguir recto, hasta la parada donde yo lo esperaba. El chófer tocó bocina advirtiéndome del cambio imprevisto. Tuve que correr con la valija en la mano y la mochila a la espalda hasta la nueva -y no anunciada- parada del bus. Agitado por la carrera agradecí de todas maneras el gesto del conductor que no había seguido de largo su camino ignorándome y dejándome plantado con riesgo de perder la conexión siguiente con el otro autobús que me llevaría al aeropuerto. ¿Sería este episodio una advertencia a los futuros sucesos que marcarían parte de mi viaje? 


Como era muy tempreno, 04.45, no había tráfico prácticamente en las calles, así que el bus llegó a la estación central, nudo del transporte de trenes, buses urbanos y regionales de la ciudad de Västerås después de pasados diez minutos . En el extremo norte de la plataforma, vecino a las vías del tren, estaba ya esperando el bus con destino a Arlanda, con las puertas de las bodegas abiertas. Presenté el billete al conductor, ubiqué la valija de mano en la bodega y subí al bus que tenía a la derecha una fila simple de asientos y una doble a la izquierda. Me ubiqué en la parte delantera en la fila de  asientos dobles junto a la ventanilla. La mochila, regalo de cumpleaños de mis hijos con motivo del viaje, la ubiqué a mi lado en el asiento libre. De mi hombro colgaba una cartera pequeña de cuero color negro, donde tenía todos los documentos, billetera, pasaporte y otras pertenencias. Un momento antes de partir el bus sube también un conocido, Daniel, que al verme se ubicó a mi lado, ambos sorprendidos por el encuentro. Retiré la mochila y Daniel se sentó a mi lado. La cartera de cuero  me molestaba colgada del hombro así que la puse en el piso, a mis pies.

 El viaje transcurrió tranquilo, Daniel iba rumbo a Oslo, a una reunión de su empresa, me comentó. En el asiento de adelante viajaban dos brasileñas, y curioso les  pregunté si ellas  también vivían en Västerås. Ambas lo confirmaron y agregaron que eran religiosas, cristianas sin precisar la secta, y que viajaban a Francia… ”por obra y gracia del Señor”, afirmó una de ellas con voz cantarina.
Entonces les respondí que sin dudas era así porque ”Dios está en la Tierra y en  todo el Universo”, a lo que las dos mujeres contestaron que era una idea muy bella lo que había dicho.  

Si, les dije seriamente, sobretodo proviniendo de un ateo. Las dos mujeres algo confundidas terminan riendo sin muchas ganas.

En ese momento desde Italia me llegó un mensaje al sms. Era Piero, el amigo italiano que iba a visitar en Nettuno, quien me adviertió que en la capital italiana el transporte colectivo de pasajeros, bus, metro y trenes estarían de huelga por 24 horas. Vaya contratiempo, pensé resignado. Me imaginaba atrapado en Fiumicino desde las 11.30 esperando que pase la huelga,  porque los amigos trabajan ese día y no podían ir a buscarme hasta después de  las 19.00 horas. Ya vería como me las arreglaría, pensé.

Al llegar al aeropuerto de Arlanda en la T5 bajamos casi todos los pasajeros. Fui el último en hacerlo, me acomodé la mochila a la espalda y recuperé la valija en la bodega del bus. Junto con Daniel entramos en el edificio del aeropuerto y  dirigimos nuestros pasos a los mostradores de SAS para el facturación del equipaje. Yo tenía un trámite rápido porque había hecho el check-in por internet. De una máquina automática  saqué la la larga tira que identifica mi valija y la colgué en el asa. De pronto cuando estoy por despacharla junto con la funcionaria que me estaba dando las indicaciones experimento un golpe en la frente, un relámpago que podría haberme fulminado si hubiese sido real. ¿Donde quedó mi cartera? Me toqué el pecho para sentir el contacto, pero no había nada.
Y con el pánico invadiéndome el alma y el cuerpo recordé que la había dejado en el piso junto al asiento del autobús.

Como toda la documentación, el dinero, las tarjetas de débito y crédito y el pasaporte estaban en ella y probablemente ya en camino a Västerås, me hubiese gustado cortarme las venas si hubiera podido.Sin embargo traté de tranquilizarme y pensar qué pasos debía seguir para recuperar la cartera. Eran las 06.30.

Busqué primero el número de teléfono de la compañía del Bus4you, pero el servicio de atención al cliente todavía no atendía las llamadas, era muy temprano. Se me ocurrió entonces que a lo mejor tenía suerte y podía alcanzar el bus con un taxi y detenerlo. Corrí entonces a la calle para buscar uno, pero el taxista después de despedir a los pasajeros que bajaban para entrar en el aeropuerto, me dijo que no podía llevarme porque en esa zona solo dejaban a los clientes y luego debían ir a la zona de Arribos para recoger a los nuevos. Las reglas eran muy precisas, no había caso, no me podía llevar aunque quisiera por más que comprendía la emergencia.

Con la mirada desorbitada y la sensación de que mi viaje tan bien planeado se iba a pique descubrí que una camioneta de la compañía Flygbuss acababa también de dejar a sus pasajeros en la T5. Apresuradamente abordé al conductor y le pedí lo mismo que al taxista, es decir si podía intentar alcanzar al autobús antes que dejara la zona del aeropuerto. El hombre accedió al fin después de dudar un poco y ambos emprendimos la marcha recorriendo todas las terminales hasta llegar a la T2, pero sin resultado. Le agradecí al hombre por su gentileza, descendí de la camioneta y puse rumbo al edificio. Al cruzar la calle un funcionario empezó a gritarle al chófer de la camioneta de Flygbuss,  reprochándole con dureza su incursión por ese lugar porque no estaba permitido que su vehículo circulara por allí. Me iba a detener a explicarle lo que pasaba, pero le dejé al conductor esa discusión. Ya tenía bastante con lo que me había pasado y había cosas más importantes de las que ocuparme.

Caminé entonces de regreso para emprender el largo camino desde la T2  a la T5  arrastrando la valija y cargando la mochila sobre mis hombros, que por suerte no había despachado. Me dolían las rodillas y transpiraba copiosamente por el esfuerzo.
Allí resolví llamar a Roberto, mi amigo en Västerås, para que me hiciera el favor de ir a esperar el autobús que llegaría a Västerås a las 08.20, y le reclamara la cartera al conductor apenas llegara a destino. Eran en ese momento las 06.50. Pero Roberto no contestaba y tampoco Stella, su mujer. Nueve veces lo llamé pero sin éxito. A las 07.00 insistí con la oficina de Bus4You y pude contactar a la compañía. Le expliqué a la empleada el problema,  y le rogué que se comunicara con el conductor para que se enterara del olvido de mi cartera y la devolviera a mi amigo Roberto que iría en su encuentro. La chica dijo que así lo haría, y mientras tanto seguí insistiendo en llamar a Roberto, pero sin resultado. 

Para ganar tiempo dirigí mis pasos al mostrador de atención al cliente de SAS en el aeropuerto y  explicarles también a ellos mi situación. La empleada me atendió amablemente, y buscó la forma de conseguir un billete para el día siguiente con destino a Roma. Por suerte lo encontró,  pero partía más temprano que el que iba a perder un rato más tarde. 
El vuelo del sábado salía a las 07.10.  De todas maneras más tranquilo y contento le respondí que  “Estupendo”, apenas perdería un día del viaje tan bien planeado después de todo, y me evitaría la huelga del transporte romano. Solo tendría que hacer el viaje de vuelta a Västerås. Pero se me borró la sonrisa cuando la mujer me comunicó que tenía que pagar 2 300 coronas extras. 600 kr por el cambio y 1 700 kr porque el billete que había comprado antes era de precio de saldo. Resignado y otra vez odiándome por mi mala fortuna, tuve que aceptar sin más remedio beberme la amarga cicuta. Prometí pagar la diferencia apenas recuperara la cartera. La empleada me dijo que lo reservaría.
Los dos héroes que me sacaron del apuro,
 Nilda y Roberto.

Eran las 07.45 e insistí en llamar a Roberto, quien seguía sin contestar. Entonces busqué el número de Nilda,  una amiga chilena de ambos. Nilda por suerte atendió la llamada y escuchó el relato de mi problema. Me dijo que se estaba aprontando en ese momento para ir al trabajo. En realidad estaba un poco atrasada e iba a salir corriendo a tomar el autobús que la llevaría al centro y - o diosa fortuna- el bus pasaría por la estación central. ”Me abrocho los zapatos y salgo al tiro, tengo solo cuatro minutos para llegar a la parada”, dijo con un poco de angustia y cortó. A las 08.15 Nilda me llama diciendo que está en camino pero no sabe de todas formas si llegará a tiempo. Corta y pasan otros cinco minutos. Otra llamada y esta vez Nilda me  cuenta que su autobús llegó justo a tiempo a la terminal de Bus4You. Pasaron unos minutos y Nilda me confirmó que efectivamente el conductor le había entregado la cartera que tanta preocupación me había causado. 

 A las 8.40 Roberto  llama extrañado y preocupado cuando vio que habían nueve-diez llamadas mías. Le explico la situación creada por mi distracción, pero que Nilda felizmente había recuperado la cartera en ese momento y que yo iba a regresar a Västerås a recogerla.  Roberto me dice entonces que me va a esperar a la Estación Central con su coche para viajar hasta donde Nilda trabaja. Una vez reunidos y lamentándome de la situación planteada, le cuento a Roberto mientras viajábamos, los detalles de tantas desventuras. Nos dirigimos entonces al vecino suburbio de Irsta, para recuperar la cartera. Nilda trabaja en una escuela como profesora de español. Los tres amigos nos reunimos y comentamos lo sucedido, nos reímos de otras situaciones similares vividas en distintas ocasiones. Nilda dice que el favor que me hizo siempre tiene retorno. Así es la vida, nos dice ella, recordando que alguien se lo había dicho en uno de sus viajes de juventud, casualmente en Uruguay. 
Nilda cuenta que cuando corrió para recuperar mi cartera, el conductor del bus que la llevaba le dijo que tenía dos minutos para hacerlo, él no esperaría más tiempo ya que no quería atrasar su recorrido. Nilda tuvo suerte otra vez, recuperó mi cartera y regresó a tiempo al bus que la llevaría a su trabajo. Se sentó entonces de nuevo y cuenta que le temblaba todo el cuerpo por la tensión y el estrés que había pasado en ese momento. 
”Aférrate a esa cartera y no la sueltes” me aconsejó antes de despedirnos con un abrazo.


Ahora tenía que resolver otro problema práctico. Cómo y cuándo iba a emprender el nuevo viaje  al aeropuerto para estar a las 05.00 debido a que el avión partía a las 07.10. Además era  el plazo límite para pagar el nuevo billete. Los sábados los buses tienen horarios menos frecuentes e inician más tarde el servicio, así que no tenía  forma de llegar a tiempo a Arlanda desde Västerås, según había consultado en la lista de horarios.
Entonces  tomé una decisión. Viajaría en el ultimo autobús Västerås-Arlanda  que arribaría al aeropuerto a las 22.30 y dormiría lo que pudiera allí, así evitaría preocuparme de cómo llegar a tiempo para la partida. Dormiría lo que pudiera en el aeropuerto. Así lo hice y tuve suerte. En un lugar de reposo encontré libre un cómodo sillón y pude dormir de a ratos entre otros pasajeros que hacían lo mismo que yo. No me separé de la cartera en toda la noche a pesar que me molestaba un poco. Soñé con una hechicera que en algún lugar del planeta esta interviniendo en mi destino, demorando esa partida por alguna razón que yo no llegaba a comprender. Pero esta vez estaba seguro que no perdería el vuelo por mi causa a pesar de la magia de la hechicera. Pero ya me esperarían nuevas sorpresas a pesar de mis precauciones.




Sábado 17 de Junio

Apenas el reloj marcó las 05.00 horas me dirigí al baño, cumplí con el ritual mañanero de todo ser humano, y me dirigí directamente al mostrador de SAS para pagar el billete. Todo transcurrió como había pensado aunque me dolieron en la cuenta del banco las 2.300 coronas (230 euros) que tuve que pagar por el ”contratiempo”, como lo calificó la empleada de SAS.
Despaché la valija de mano, cargué la mochila y me dirigí a la zona de seguridad donde no tuve contratiempo alguno para pasar por los detectores que identifican las amenazas terroristas en caso que alguien lleve armas, explosivos, botellas de agua, dentífricos, champú, etc etc. Ubiqué la puerta de entrada a la manga que nos llevaría al avión y esperé un rato hasta que nos llamaron para embarcar.

El asiento que me tocó en suerte esta vez, había perdido la reserva del día anterior, era el 16B, así que me tocó viajar entre una señora mayor que probablemente tenía miedo a volar y una chica que durmió durante casi todo el viaje. El vuelo llegó a Fiumicino 40 minutos antes de lo anunciado. ”Tuvimos viento de cola” dijo satisfecho el piloto y me recordó el tópico de la oposición en Uruguay que amerita los resultados del crecimiento de la economía del país en la última década, no a la gestión del gobierno, sino a la coyuntura internacional o "viento de cola". De todas formas no mencionan que cuando ese viento cesó y se volvió en contra, el país no entró en recesión y siguió creciendo, más modestamente sí, pero sin perder pie como los vecinos Brasil y Argentina.

Mis amigos de Nettuno, de izq. a der. Cristiano, Antonello,
Angela, Piero, Eleonora y Giulia.
Hecha esta pequeña disgresión de tono político, el aterrizaje fue sin mayor dramatismo, salvo para la señora que viajaba a mi lado que se encomendaba, creo, a todos los santos que la protegían. Recogí mi valija en la cinta transportadora y salí al exterior del aeropuerto. En eso me llamó Piero diciéndome que se encontraba frente a la T2. Yo iba hacia allí así que lo vi casi inmediatamente. Estaba parado esperándome. Fue una suerte que llegara más temprano de lo que él mismo había pensado. Así que después de saludarnos efusivamente cargamos el equipaje y pusimos rumbo a Nettuno, donde reside junto a su compañera Giulia y sus hijos Camilla y Pablo. También allí estarían esperándome Cristiano y Eleonora, amigos que me prestaban un apartamento para alojarme. Lo tenían libre de inquilinos y estaba amueblado. Así que allí dejamos el equipaje, yo descansaría un rato y luego iría caminando hasta la casa de Giulia y Piero para almorzar.

Vista del puerto de Nettuno para barcos y lanchas de recreación.
Nettuno es una localidad turística a 60 kms de Roma, y recibió este nombre porque en el lugar se había levantado una estatua en honor al Dios Neptuno en la antigüedad. El balneario está conectado a Roma por vía férrea y por carretera, la Pontina, y es conocida por algunos  acontecimientos que marcaron la historia de Italia y de este lugar. Por ejemplo, cerca de Nettuno, en la vecina Anzio, nacieron los emperadores Nerón y Calígula, donde todavía quedan restos de la villa que el primero ordenó construir para su alojamiento en los veranos. Hasta 1870 Nettuno perteneció al Estado Pontificio. Allí los sucesivos Papas hicieron gala de sus ambiciones politicas como por ejemplo Alessandro VI Borgia y su posterior rival Giulio II della Rover
e. Estos Papas, como muchos otros, interesados en el reino de Dios pero más en el de la Tierra,  ubicaban en el poder de esas ciudades a nobles italianos leales. La influyente familia Colonna  en Nettuno había sido despojada de sus bienes por Alessandro VI  por haber estado aliada a los franceses. Della Rovere, una vez nombrado Papa,  se las devolvió después de zanjar la lucha por el poder con los Borgia. Otro lugar muy visitado en la ciudad es el santuario de Santa Maria Goretti, una niña que se resistió a ser violada y fue asesinada por el agresor. Según la versión de la iglesia la niña habría perdonado antes de morir al homicida. Por haber muerto ”pura” fue canonizada en 1950. Me pregunto si el agresor hubiera logrado su propósito de violarla ¿la habrían canonizado por su resistencia a pesar que no era ”pura”? 

 Durante la 2a GM los aliados desembarcaron en junio de 1944 en los alrededores de la vecina Anzio y de Nettuno, donde tuvieron lugar sangrientas batallas entre aliados y alemanes. Tal es así que a pocos kilómetros de Anzio hay una localidad llamada Campo di Carne, debido a la cantidad de soldados de ambos bandos muertos en los combates. El cementerio Americano tiene un lugar en la comuna de Nettuno, es muy visitado por sobrevivientes de la guerra que estuvieron allí y familiares de los soldados  muertos.

Tengo que admitir que estaba muy excitado por el viaje y los episodios vividos, así que no pude dormir un rato como había pensado. Me duché, ordené mis cosas, ropa y demás bártulos, me cambié de vestimenta y guardé la ropa sucia para lavarla después. El apartamento era muy cómodo con tres habitaciones y estaba todo amueblado. Pasé revista a lo que había de útil para cocinar en caso que tuviera que hacerlo, controlé la cocina y comprobé que la llave del paso del gas estaba cerrada porque no podía prender la hornalla. Tendría que preguntarle a Cristiano donde estaba. Después elegí la cama de una plaza en el living vecino a la cocina. La cama del dormitorio era de 1.60 m y me daba pereza tener que tenderla cada mañana. 
Cerca de las 2 de la tarde emprendí la caminata que me llevaría unos 15-20 minutos hasta la casa de mis amigos que está ubicada vecina a la estación de trenes de Nettuno y prácticamente en el centro. Allí estaban todos esperando para comer el pranzo, que por mi llegada estaba un poco atrasado con respecto a las costumbres y rutinas de los hogares italianos. 
Eran pasadas las 14.00 horas. Si supieran que en Suecia yo reúno el almuerzo con la cena a las 16.00 horas y funciona. Claro que no trabajo fuera de casa en horarios de ”oficina”, así que es más fácil llevar esta rutina.

Giulia, que es una gran cocinera, había preparado spaghetti con tellini, un molusco bivalvo, parecido a las almejas, pero de tamaño más pequeño y muy sabroso. Ensaladas y otros pequeños platos con quesos, aceitunas y verduras en escabeche completaban la mesa regado con un vino blanco del Lacio. Giulia inspecciona las áreas agrícolas de producción de la provincia y también visita las bodegas para esos controles. Allí tiene la suerte de poder adquirir esos vinos  de buena calidad recomendados por los productores. 

Hace unos años nos llevó a un grupo de amigos a visitar dos bodegas el día que celebran la fiesta de recolección de la uva, en septiembre. Nos invitaron a probar ocho vinos de distintas uvas, blancos y tintos, acompañados además con unas tapas de carne de porcheta, una carne de cerdo que era una manteca, nunca más comí una carne de cerdo tan deliciosa, queso parmesano y aceitunas. Comimos tanto y probamos todos los vinos que la pobre Giulia estaba preocupada. ¿Qué pensarían los dueños de la bodega de sus amigos? se preguntaba.

En Italia como en todos los países a orillas del Mediterráneo, creo, el ritual de la comida es muy importante, el horario de cada uno de estos momentos, el orden de los platos que está compuesto por el antipasto que pueden ser fiambres, sopa de verduras, bruscheta, etc; el primo que es inexorablemente la pasta con salsa a elegir; el secondo, carne de cerdo, vacuna o pescado y el dolce, o sea el postre. Y un  licor para ayudar a la digestión si se aprecia esta costumbre. 

La sobremesa fue muy agradable, donde intercambiamos información sobre la vida de cada uno, trabajo, estudios de los chicos Pablo y Camilla, muy dedicados a la música, y en el ineludible tema político, principalmente la situación de Italia, donde siempre parece predominar la inestabilidad y el caos, pero que por razones (ocultas para mí) del devenir político nacional, ese andamiaje que sostiene al país con tantas  diferentes regiones, culturas y tradiciones, no se derrumba a pesar de lo cerca que está de la catástrofe según algunos analistas de la realidad italiana. 

A la noche Giulia tenía un compromiso y Camilla y Pablo iban a reunirse con amigos, así que Piero y yo nos fuimos a dar un paseo por el borgo vecchio, una zona medieval junto al mar, residencia de familias nobles a partir del medioevo y antiguo puerto de pescadores. Aquí predominan las calles irregulares estrechas y empedradas, edificios de piedra con puertas señoriales de madera, otras más humildes con los marcos algo torcidos; muchos bares, locales nocturnos, pizzerías y restaurantes. Durante el verano con tanto jaleo provocado por los turistas que mayormente vienen de Roma, debe ser muy exigente para los residentes convivir con todo esta juerga hasta tarde por la noche.

Ya habían pasado muchas horas del almuerzo cuando iniciamos el paseo, así que decidimos cenar en alguno de los restaurantes del borgo después de la caminata. 

Todas las mesas alrededor de la piazza  principal y alrededores estaban ocupadas, la gente había llegado más temprano que nosotros para cenar. Así que decidimos ir a Romolo, ubicado también en el corazón del borgo vecchio, un restaurante que servía platos tradicionales y que tenía lugares libres en el salón principal. Yo pedí una insalata di mare y una grilla di mare, salteándome la pasta que ya había comido bastante en casa de Piero. Él pidió a su vez un plato de diversos tipos de pescado frito y un antipasto de cozze, mejillones a la provenzal o algo muy similar. Tomamos el mismo vino blanco que Giulia nos había ofrecido en el almuerzo. Estábamos por comer el postre cuando la camarera que se había enterado que yo  era uruguayo, nos contó que la cocinera del restaurante era de origen colombiano. Sorprendidos le preguntamos si a Rosa, así se llama la cocinera, le agradaría acercarse a nuestra mesa para saludarla. Rosa no parecía muy convencida de la popularidad que había adquirido, pero al fin salió de la cocina cuando estábamos pagando. Nos contó que había nacido en la costa del Caribe y hacía catorce años que vivía en Italia y siete que trabajaba en el restaurante. Todo el personal la elogiaba, y nosotros como comensales estábamos muy satisfechos con el menú que habíamos comido.

Una vez er la rambla de la ciudad nos dirigimos a un bar donde Piero sospechaba que podían estar algunos amigos. El lugar era en realidad un contenedor abierto en un costado donde habían montado un mostrador para servir a los clientes. Delante del mostrador estaban ubicadas varias mesas con sus respectivas sillas. El lugar tenía un techo liviano como protección contra el sol y algunas plantas adornaban el ambiente. Era un dispositivo muy flexible para el verano que habían montado y parecía muy funcional, vecino al puerto y a la rambla donde mucha gente paseaba por la noche.

Allí nos encontramos finalmente con Antonello, Angela, su esposa,  y sus hijos Francesca y Michele. Otro conocido que estaba allí era Claudio, el peluquero, hermano de Cristiano. Habían además otras amigas del grupo que yo no conocía. Estuvimos un rato conversando hasta que partimos con rumbo a la cama. Antonello y Angela me llevaron en su coche hasta el apartamento, donde tuve que hacer un esfuerzo mental extra para encontrar en el manojo de llaves de Cristano cuáles eran las correspondientes al portón de entrada, luego a la puerta del edificio y por último la llave de la puerta del apartamento. 
Había más llaves que las necesarias en ese llavero, y los tamaños y las formas eran similares, así que una vez lograda la solución del misterio fue entrar en el apartamento y me tiré de cabeza sobre la cama y me dormí inmediatamente. 


Domingo 18 de Junio

En el bar habíamos acordado que al otro día iríamos a la playa. Giulia y Piero me pasarían a buscar a eso de las 9.30 así que los esperé. Nettuno tiene playas que se extienden prácticamente  a todo lo largo de la ciudad, pero son privadas, como en muchos lugares donde los municipios dejan en manos de las empresas la gestión de estas playas. Así mis amigos, munidos de un permiso especial, hacen playa en un lugar que en realidad es una reserva militar a la que los civiles en verano pueden acceder para visitar la playa. El lugar es un poco salvaje, los militares no parecen interesados en limpiarla de troncos arrastrados por el mar, y sobre todo, de las botellas y otros objetos de plástico que pululan por allí. Los amigos de Giulia y Piero habían montado con cuatro palos un techo de tela para protegerse del sol, y Piero había llevado una sombrilla debajo de la cual ubicamos nuestras sillas y telas donde tirarnos a tomar sol. El mar estaba bastante agitado ese día, no invitaba a nadar, por lo menos a mí, así que me quedé debajo de la sombra de la sombrilla, conversando con el grupo o durmiendo la siesta que me venía muy bien.  
De estas charlas surgió la idea de visitar Ostia Antica, localidad que había sido el puerto de Roma en la antigüedad, y que después de más de un siglo de trabajos arqueológicos había sido desenterrada y se exponía a la visita de turistas y estudiosos de aquélla época.



Lunes 19 de Junio

Con las instrucciones de cómo llegar a esta localidad compré un billete de 24 horas para viajar en el servicio de transporte público de Roma. Viajo entonces por la mañana temprano desde Nettuno en tren hasta Stazione Termini, en Roma, luego cambio a la línea B del Metro con destino  a Laurentina, pero me bajo antes, en la estación Pirámide. 
Allí me espera el tren de cercanías que me lleva hasta Ostia Antica donde me bajo junto a otros turistas. La entrada a las ruinas de Ostia Antica están a unos trecientos metros de la estación, así que emprendo la caminata hasta allí. 

Encuentro un poco raro que algunos turistas vienen de regreso con caras de pocos amigos, pero sigo mi camino y entonces veo que un grupo de gente está reunida frente a la entrada. Están pidiendo explicaciones a unos obreros que están haciendo un trabajo de albañilería, pero que por supuesto no saben porqué han cerrado la entrada. Ningún  funcionario responsable está allí para dar una explicaciones ni tampoco hay un cartel con la información sobre los motivos del cierre. 
Probablemente por esos trabajos que estaban realizando los obreros la comuna había decidido cerrar el lugar, pero con apenas unas horas de anticipación.  La mayoría  de los que visitábamos el  sitio de internet no nos habíamos enterado, ya que la información del día anterior mostraba el lunes como abierto a las visitas. Al controlar si estaba en lo cierto busco el sitio web de Ostia Antica y veo con letras rojas la informacion recién actualizada sobre el cierre. Típico de la costumbre de muchos lugares en Italia, por lo menos los lugares que conozco, donde la información es escasa, nula o llega tarde. Buongiorno Italia! 

Ante este nuevo "contratiempo" sopeso si regreso a Nettuno o visito la moderna ciudad de Ostia, hoy día un balneario de la clase media y alta romana, ciudad que durante el gobierno de Benito Mussolini (1922-1945) fue remozada y expandida a lo largo de un extenso lungomare (rambla). Doy un rodeo por la zona antes de dirigirme a esperar el tren para ir hasta allí, y veo a un grupo de jóvenes que están excavando unas ruinas vecinas  al castillo que Giulio II della Rovere (general y más tarde Papa) había hecho construir para defenderse de amigos y enemigos de la época. Le pregunté a una de las chicas de qué se trataba esa  excavación y me contó que probablemente era un mausoleo del siglo IV D.C. en honor a un ”santo”. La mayoría de las excavadoras eran jóvenes norteamericanas que estaban haciendo un trabajo arqueológico para sus tesis en el lugar.
Playa de Ostia
Recorro el centro de Ostia y luego camino hasta la playa, las que también están en manos privadas. 15 euros cuesta la sombrilla con dos reposeras por el día. A esa hora de la mañana todavía hay poca gente tomando sol y bañándose. Ostia es una ciudad arbolada, calles y amplias avenidas, típicos diseños urbanos de la época del Duce como presidente y dictador, que buscaba evitar la expansión de las ciudades, la emigración del campo a la ciudad, y aumentar la natalidad de la población. Para ello implementó una política similar a 
El lungomare de Ostia
la que aplicaron muchos generales y emperadores de la Roma Antigua: repartió tierras. Lo hizo con un doble propósito, desecar los pantanos de la región del Lacio habitada por los mosquitos que transmitían la malaria y crear ciudades que evitaran los problemas enumerados anteriormente. Este gran emprendimiento realizado por el dictador durante su gobierno, le ganó muchas simpatías entre la población que se benefició del programa. Campesinos pobres del Venetto, en el norte de Italia, fueron los colonos que Mussolini llevó al Lacio para que realizaran buena parte de la obra de canalización de esos terrenos y luego se asentaran y cultivaran esas tierras con el propósito de llevar a cabo la política antes mencionada. Aún hoy los cultivos de la zona son un importante aporte al comercio de frutas y verduras de la ciudad de Roma, y los elogios al Duce de parte de los sobrevivientes de aquélla generación todavía persisten. 
La madre de un amigo, Isacco, hace un años nos contaba cómo trabajaron de duro sus padres, y ella misma siendo niña, en las labores del campo para conseguir el bienestar material que les daba el cultivo de esas tierras en la zona de Terracina. Mussolini mandó a construir ciudades como Sabaudia y Latina y otras más en la región. Los sueños de grandeza y la ambición de hacer nuevamente de Italia una potencia imperial, la alianza con Hitler, y finalmente la 2a GM que costó la vida de casi medio millón de personas entre soldados y civiles en Italia, enterraron para siempre el proyecto fascista del Duce, que terminó sus días fusilado junto a su amante Clara Petacci por los partisanos comunistas.
 Luego el Duce sería exhibido junto a otros compinches colgados de los pies en la plaza de Loreto en Milán.

Regreso a Nettuno a la tarde después de caminar en total más  de tres horas deambulando por las calles de Ostia y de la zona de Ostia Antica a la que nunca llegué a visitar finalmente. Hoy tuvimos 32ºC y probablemente al medidodía había subido dos o tres grados más. Ni una nube en el cielo.

Martes 20 de Junio

Amanece soleado y temprano ya se siente que será un día caluroso más en una Italia donde la prensa habla todo el tiempo de la sequía que azota al país de norte a sur. Ya comienzan los incendios a dañar áreas de bosques y cultivos, y no parecen haber muchas más alternativas que la paciente espera de que llueva cuanto antes. Hago una recopilación de las fotos que saqué en los primeros días, recibo a un vecino que por medio de Cristiano estaba enterado de mi problema con el gas, así que buscó y encontró la llave que solucionó mi problema. Al mediodía Giulia me pasó a buscar junto con Camilla y Pablo para visitar y cocinar un almuerzo para su mamá y sentarnos a la mesa con ella.

Doña Giuseppina estaba sentada en la terraza esperando que arribáramos y nos recibió con la tranquilidad y lentitud que le otorgan sus 84 años de edad. Tiene sin embargo una memoria maravillosa y como le pregunté de donde venía, cuenta que vivió su niñez en la localidad de Palata, que pertenece a la provincia oriental de Molise. Esta región tiene costas sobre el mar Adriático y frontera con el Lacio al oeste. Según Giulia ha sido siempre tierra de emigrantes que han partido hacia otros puntos de Italia y hacia las Américas y Europa. Uno de los episodios dramáticos que Giuseppina vivió como niña ocurrió cuando su padre fue enrolado en el ejército italiano al comenzar la guerra. Una vez en servicio activo partió hacia Yugoslavia donde su unidad permaneció junto a los alemanes. Cuando Italia se rindió a los aliados los alemanes concentraron a los soldados italianos en campamentos de prisioneros para evitar probablemente que algunos pudieran enrolarse con el enemigo. En todo caso el abuelo de Giulia logró escapar de ese lugar y durante un mes y medio recorrió la distancia a pie, intuyendo el camino de regreso y ocultándose en bosques y terrenos agrestes. Giuseppina tenía 10 años entonces, y estaba jugando en la plaza del pueblo cuando vio aparecer a su padre, sucio, desgreñado y muy flaco. 

Papá, que haces aquí? le preguntó sorprendida e incrédula. 
Me he escapado y retorno a casa - respondió el padre simplemente. Y se fue tranquilamente a la casa a recuperarse de la larga odisea de su fuga. En el campamento de prisioneros quedó un primo suyo que fue puesto en libertad recién tres años después que el padre de Giuseppina escapara. Finalizada la guerra la familia se radicó en Nettuno.

En el patio de la casa de Giuseppina crece un árbol de damascos, amarillos y tiernos, delicados y tentadores. Difícil resistir justamente esa tentación, asi que Pablo y yo bajamos a recoger algunos para comer de postre después del almuerzo y llevar una bolsa a la casa. Y no nos desilusionaron, estaban deliciosos. 

  Con Michele, otro amigo de
Nettuno
.
Nos despedimos luego de doña Giuseppina que me dice que recuerda a mi hermano Gustavo. Nos damos un abrazo y continuamos viaje. Habíamos acordado con Michele, otro amigo, que nos acompañaría al cementerio a llevar flores a mi hermano Gustavo y a Olga, mi madre. Ambos están sepultados allí desde hace ya muchos años. Mamá falleció en 1990 y mi hermano cinco años después. El cementerio pertenece a la ciudad de Anzio.  Compramos las flores en un puesto que queda vecino al cementerio y las depositamos en la tumba. Permanecimos un rato allí, en silencio, recordándolos y lo temprano que ambos abandonaron esta vida. Michele tiene también allí sepultado a su padre, así que allí él también dejó flores. Luego volvimos a Nettuno. A la noche fuimos a cenar a casa de Michele y su pareja Alessandra, que nos habían invitado. Piero, Pablo, Claudio completábamos el grupo hasta que se nos unieron Giulia, Camilla y Letizia, esta última una chica recién llegada de Bologna. Ella y Camilla partirían para Malta con la  finalidad de hacer un curso de dos semanas de expresión musical. Ambas estudian música, y Letizia además es bailarina de ballet. Despachamos con buen apetito las variadas pizzas y ensaladas, y después de un rato de sobremesa, nos fuimos todos a dormir. Al día siguiente estaba planeado una visita al Circeo. 

Miércoles 21 de Junio 

Amanece sin una nube y sin dudas será otro día de calor. Ya no me preocupo de mirar el pronóstico del tiempo, la inapelable invariablidad del mismo hace que uno se atreva, a diferencia de Suecia, a vaticinar que no lloverá. 
Giulia pasa a buscarme temprano a la mañana para dirigirnos al Circeo, el primer Parque Nacional de Italia, que ocupa todo el legendario monte o promontorio, como también se denomina, y sus aledaños desde 1934 por consejo del senador Raffaele Bastianelli al Duce. Nos tomó un poco más  de una hora porque nos encontramos con un desvío que no estaba previsto. Tampoco había ninguna señalización sobre la ruta a seguir. Por suerte Giulia conoce la zona y encontró la ruta alternativa para llegar a Circeo. Buongiorno Italia!


La curiosa forma que este monte cobra viéndolo de perfil desde la distancia, nos hace imaginar que se trata del cuerpo de un ser humano tendido y cuya cabellera penetra en el mar. Se especula que a partir de la leyenda de la hechicera Circe y de Ulises en la obra la Odisea de Homero, se vinculó a la forma del monte con la maga, es decir que ese cuerpo tendido es simbólicamente el de ella. En todo caso, deteniéndonos en lo que el poeta griego escribió en su obra, Ulises hizo un alto en este lugar, y desconociendo el poder de la maga, desembarcó con sus hombres, los que fueron invitados con un brebaje que los transformó en animales inofensivos. Sin embargo el brebaje no afectó a Ulises. Pero Circe se las ingenió para seducir al héroe homérico que permaneció entre sus brazos durante un año, y como los hijos de los dioses y semidioses tienen poderes especiales, ambos engendraron tres hijos en ese corto período de tiempo. Luego Ulises prosiguió su viaje con rumbo a Itaca donde lo esperaba Penélope hilando y deshilando en su telar.

El primer objetivo que teníamos con Giulia era llegar hasta el mar al pie del monte y darnos un baño si era posible. Para eso había que descender unos doscientos metros por un escabroso y tupido camino rodeado de arbustos y árboles. 
Al llegar a la orilla del mar nos detuvimos en un curioso lugar formado por piedras volcánicas y por los restos de un construcción de hormigón que años atrás alguien había dejado sin terminar, tal vez impedido por las autoridades de construir una vivienda u otro tipo de edificación.  

En todo caso como es un parque Nacional, allí ningún privado debería poder levantar paredes, algo que comprobamos rápidamente es solo tinta sobre  papel, porque en la realidad ya existen muchas lujosas villas, escondidas detrás de la vegetación, e incluso un hotel, seguramente de gente con influencia que han burlado las reglas establecidas con la complicidad de los que deberían hacer cumplir las leyes. Algo que en Italia es frecuente, porque a pesar de que el derecho civil romano viene de la antigua Roma, y las generaciones italianas crecieron bajo esas normas modernizadas poco a poco, no parecen haber penetrado mucho bajo la epidermis de muchos italianos. 



Debo reconocer que como bañista acostumbrado a las playas de arena de mi país de origen, las rocas en el agua, a pesar de que era cristalina, no me tentaban a zambullirme. Giulia sin embargo, navegó segura entre ellas y nadó una rato. Probablemente Circe la protegía de cualquier inesperado accidente. Luego ascendimos hasta donde estaba el coche para dirigirnos a una gruta llamada la Grotta delle Cappre, seguramente porque las cabras buscarían refugio allí cuando estos animales todavía correteaban por esas rocas. Pero también, siguiendo la leyenda de Ulises, esta gruta sería la Grotta de la Maga, o sea el ”palacio” que Circe  disponía, y donde junto  con Ulises veían desaparecer en los atardeces el sol en el horizonte.
 Bien, una vez recorrida la distancia que nos separaba de la gruta estacionamos el auto en un aparcamiento donde estaba el sendero descendiente a la gruta. Allí había que bajar unos trescientos metros, también en un sendero con partes escabrosas y mucha vegetación. Lleno de curiosidad por llegar al reino de Circe, descendí junto a Giulia con mucha expectación. Pero como he dicho antes, en Italia los responsables de advertir a los turistas en este caso, sobre cambios en los sitios a visitar, rara vez o nunca están allí donde  se necesitan. Por eso nos encontramos a la entrada de la gruta el siguiente panorama: un cartelito con la advertencia:  Vietatto il´ingresso, y una malla de plástico impedía el paso porque se estaba realizando algún tipo de trabajo dentro de la gruta.

Frustrados nos volvimos escalando la distancia recorrida que cuando descendimos no era tan exigente. Pero ascender hasta el aparcamiento era otra cosa, así que nos armamos de paciencia y trepamos como las cabras hasta llegar bastante exhaustos hasta el auto. Las sorpresas que Italia ofrece al turista son variadas, y no siempre agradables. Otro deporte  de los italianos es no reconocer que no sabe si uno les pregunta en que dirección queda por ejemplo, la parada de un bus, a derecha  o izquierda?  Pues siempre hay una respuesta positiva, ”sí, vaya a la derecha” pero resulta que era a la izquierda. Me pasó varias veces en las proximas ciudades que visité. 
En vez de decirte ”No sé”, muchos italianos prefieren jugar con tu suerte e indicarte los  sitios por los que preguntas cuando en realidad no tienen la menor idea de lo que dicen. Simplemente hay que protegerse y preguntar a más de una persona.

Golfo de Gaeta. Vista desde
Circeo
Para aliviar la frustración nos fuimos a caminar con Giulia por el pueblo San Felice Circeo, una localidad que ha sido poblada desde hace miles de años por distintos pueblos y etnias hasta nuestros días de la edad moderna, cuando Italia estabiliza finalmente sus fronteras por mar y tierra. Ubicado en el extremo norte del golfo de Gaeta, el pueblo trepa por la falda del monte y desde las terrazas, se puede ver el bonito paisaje del golfo que termina en el cabo de Gaeta. Allí, al pie de la montaña está ubicado la  localidad que lleva el mismo nombre. 
Una disgreción sobre este lugar:  un político uruguayo, Benito Nardone, conocido popularmente como Chicotazo, tenía raíces familiares en esta localidad. Su padre emigró de allí a Uruguay, y Benito Nardone realizó en el apogeo de su popularidad y carrera política una visita a Gaeta, regresando a  las raíces de su familia, donde inauguró además un busto del prócer uruguayo José Gervasio Artigas. Nardone fue presidente del gobierno colegiado uruguayo a fines de los ´50.  Por primera vez en décadas, esta alianza con el  Partido Nacional despojó del poder al Partido Colorado.

Aparcamos el coche y nos propusimos recorrer un poco el pueblo y luego sentarnos a beber algo frío o un café en una terraza que permitía ver el nombrado golfo. Calles empinadas a lo largo de la falda del cerro muestran un lugar bien cuidado por su gente y los responsables políticos que conocen muy bien el valor histórico y turístico del lugar. En estas fechas y a la hora que visitamos Circeo todavía la afluencia de gente era escasa, principalmente si no es fin de semana. Aquí en Circeo tenía la residencia de verano la famosa actriz italiana Ana Magnani, que entre otras muchas, protagonizó películas inolvidables con distintos  directores como Roma, cittá aperta de Roberto Rosellini, (1945),  Bellisima de Lucchino Visconti (1952), Mamma Roma, de Pier Paolo Pasolini (1962) y la Roma de Federico Fellini (1972). Era tan popular entre los italianos que cuando falleció a los 65 años de edad, la concentración de gente para despedirla fue multitudinaria.
 El director preferido de la Magnani era Roberto Rosellini, quien además fue el amor de su vida y con quien tuvo un hijo, según versiones de amigos de la estrella. Rosellini se separó de ella y se casaría posteriormente con la actriz sueca Ingrid Bergman.

De regreso a Nettuno por la noche nos reunimos los amigos y los chicos que junto a un par de amigas completaban un numeroso grupo. Tuvimos que esperar un rato para poder sentarnos en las mesas de la plaza como habíamos acordado. Como es costumbre, la  gente se reunía en familia para comer en los diversos restaurantes del lugar. Al fin pudimos conseguir las dos mesas que necesitábamos y pedimos pizzas, cerveza y  refrescos. En Suecia la pizza siempre está acompañada de una ensalada de repollo cortado finamente, albahaca seca y bañado con aceite y vinagre. No sé de donde proviene esta costumbre, pero en Italia todavía no la he visto. Pasamos un rato agradable comentando los sucesos del día y mi mala fortuna de encontrar sitios cerrados sin previo aviso. Se habló de un maleficio y la necesidad de encontrar un antídoto, pero no pude vislumbrar nada que me quitara la mala racha que estaba viviendo en momentos  puntuales de mi viaje. 

Es la posición de los planetas- dijo alguien del grupo. 
No, es solo la luna creciente que influye en las mareas y reparte mala suerte -afirmó otra. 
¿Una maga a quien has ofendido? se atrevió a opinar una tercera.



Las mujeres tienen esas intuiciones así que no me atreví a contradecirlas. Admitir que uno es un marmota es humillante, así que me quedé con aire pensativo dejando en manos de los planetas y las estrellas mi destino. Fue un error, porque más temprano que tarde la mano invisible que mueve el campo magnético de mi brújula en el cerebro se descompensaría. 
Nos despedimos efusivamente, prometiendo  regresos y visitas de algunos de mis amigos a Suecia. Ninguno de ellos hasta el presente había viajado a Escandinavia, tal vez por el temor de que el mal tiempo les arruine la estadía, lo cual a veces puede ser un incordio. Una vez más estoy profundamente agradecido por la generosidad y hospitalidad de mis amigos y amigas de Nettuno, chicos y grandes, que con simpatía e interés estaban siempre abiertos a conversar sobre diversos temas, recuerdos que compartimos. Ellos fueron los que cuidaron de mi hermano Gustavo cuando enfermó y lo acompañaron en momentos muy difíciles. Espero que realmente un día me llamen para avisarme que tienen los pasajes para Estocolmo. Nada me agradaría más que recibirlos en mi casa de Västerås y hacerles conocer la belleza de la capital sueca, su archipiélago y otros lugares dignos de visitar. 

(Continuará)






lunes, 3 de julio de 2017

Italia con ritmo de rock hacia una crisis volcánica?

A nadie sorprendió en Italia que Vasco, el veterano rockero italiano,  convocara en la ciudad de Modena a 220 mil almas para cantar "contra el miedo", porque aquí también crece la "paura", el temor a los inmigrantes, al terrorismo, a la inseguridad laboral y la inestabilidad política. Además su concierto tuvo una audiencia de 5,6 millones de teleespectadores. Qué envidia para los políticos nacionales que se cocinan en la misma sopa de siempre, agrediéndose entre miembros de la misma coalición, sobre todo la de la centro-izquierda,  que no sale de la crisis de liderazgo agudizada después que el ex Primer Ministro Mateo Renzi renunciara en diciembre pasado. La causa fue la derrota en un plebiscito por la  reforma de la Constitución que fue rechazada por el 60 por ciento de los votantes. Es interesante ver esto en perspectiva, porque Renzi perdió el plebiscito en Italia por las mismas razones que Emmanuel Macron ganó posteriormente las elecciones nacionales en Francia: reducir la burocracia y hacer un país más competitivo.

En cambio la derecha ha salido fortalecida, lo demuestran los resultados de las últimas elecciones regionales, donde Liga Norte de Matteo Salvini y Forza Italia del renacido entre las cenizas a los 80 años de edad, Silvio Berlusconi, con la piel de la cara más estirada que nunca, pero de andar ágil y siempre mordaz, ahora vegetariano militante, lograron hacerse de las alcaldías de diversas ciudades que antes estaban en manos del centro-izquierda. Los éxitos de Liga Norte no son extraños porque explota lo que todos los partidos de ultraderecha vienen explotando, la crisis de los inmigrantes, un "tsunami" de personas provenientes principalmente de diversos países africanos y Siria. 80 000 solicitantes de refugio han desembarcado en las costas italianas este año, mientras los otros países europeos miran para un costado a pesar de las promesas de ayuda. Ahora Italia amenaza con cerrar sus puertos si Alemania, Francia y España no asumen su responsabilidad.

Tal vez no debería extrañar que esa oleada de inmigrantes buscando una vida mejor lleguen desde la desgarrada Libia, el país que la UE y la OTAN se encargaron de destruir para derrocar al dictador Gadaffi y establecer la democracia. El dictador le hacía un gran favor a la UE impidiendo que la ola de inmigrantes llegara a Europa. Ahora que la barrera está caída, las lanchas de goma y los pesqueros listos para el desguace cruzan el Mediterráneo llenos de gente desesperada, huyendo de la miseria  y la guerra. Efecto bumerán, lo llaman muchos cuando recuerdan los orígenes de estas desgracias que afectan a millones de parsonas.

En todo caso Italia podría convertirse en una futura Grecia si la crisis bancaria se profundiza. Recientemente fueron rescatados con dinero público, cómo no, faltaba más, la Banca Popolare de Vicenza y Veneto Banca. La suma inicial 5 200 millones de euros que algunos calculan puede llegar a los 17 000 millones si el peor de los escenarios se presenta a la hora de cerrar las cuentas. Esto da por tierra lo que en la UE se había acordado, es decir ni un céntimo más de los fondos públicos para rescatar bancos en crisis, pero se encontró un argumento jurídico para dar por tierra con aquel  acuerdo.No es para menos que en el resto de la UE les tiemblen las piernas a los demás socios que ven la crisis de Vicenza y Veneto solo dos ejemplos de la fragilidad y exposición que tienen diversos bancos en Italia, muchos insolventes y que en cualquier momento pueden hundirse.

Este fin de semana me encontraba en Palermo, y eran días de saldos, la gente se había volcado a las vías peatonales de la ciudad donde se concentran las tiendas de modas como Gucci y Prada, o las otras como Hennes y Mauritz, Zara y de otros nombres desconocidos. La crisis no se notaba, al contrario se veía gente contenta, cargando sus bolsas de compras, sin escuchar los sonidos del Vesubio y del Etna que vaticinan malos tiempos, y que de estallar puede exponer a los millones de ciudadanos a la peor crisis después de la 2a GM. Es probable que el mensaje de Vasco contra el miedo perviva un tiempo más, pero el diario devenir de un país cuya deuda pública alcanza un 135 por ciento del PBI, puede multiplicar la "paura " rápidamente  si todo se derrumba bajo la capa de ceniza financiera que puede derramarse sobre toda Italia.

martes, 13 de junio de 2017

Raúl Sendic,"con el acelerador a fondo"

La figura de Raúl Fernando Sendic  en el ámbito político uruguayo y dentro del Frente Amplio (FA), que hoy está en el gobierno desde 2005, se ha convertido en el arma más eficaz de la oposición para ir socavando la confianza en el FA después de tres mandatos consecutivos.

 Raúl Sendic tenía 38 años cuando asumió como diputado por el FA en el año 2000. Había  llegado desde Cuba, donde había vivido muchos años, con el aura además de ser el hijo del líder de Tupamaros, el legendario Raúl Sendic Antonaccio ,
Pronto su estrella en la arena política ascendió rápidamente, primero como diputado representando al Movimiento 26 de Marzo (organización que se separó del FA en 2008)  y luego aún más alto cuando fundó con otros la Lista 711, siendo la organización más votada dentro del FA en las internas y que lo convirtió en el compañero de fórmula de Tabaré Vázquez para las elecciones de 2014, y lo llevó a la vicepresidencia.

Sin embargo antes de alcanzar ese puesto en el gobierno, Raúl Sendic fue presidente de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) entre 2010 y 2013, y antes había formado parte también del directorio de esta administración pública cuando lo presidía Daniel Martínez, hoy Intendente de la capital, Montevideo.

Es este período como jerarca de ANCAP cuando comienza el desgaste y el apagón de la estrella de Raúl Sendic. Con una extremo entusiasmo por lograr que su pasaje por ANCAP dejara una profunda huella (y vaya si la dejó) declaró a los medios que entraría con el "acelerador a fondo" y desarrollaría otras ramas vinculadas a la producción, como una planta de sulfurización, una planta de biodiesel, y la ampliación de dos plantas de producción de portland. Más de 2000 puestos de trabajo serían creados. La visión del flamante presidente de la empresa pública más importante de Uruguay era entonces multiplicar su producción, no sólo para el mercado interno sino para Brasil, Argentina, Venezuela y otros países. "Millones de toneladas de portland serán producidas" soñaba Sendic, ¿tal vez con remembranzas de aquéllos discursos de Fidel cuando aspiraba a llegar a los 10 millones de toneladas de caña de azúcar?

El impulso por desarrollar y ampliar la empresa también llevaron al directorio de ANCAP a invertir en proyectos fuera del país, vinculados a su actividad, donde se invirtieron también millones de dólares para llevarlos a puerto.

Hoy con el resultado en la mano, se ha constatado que su administración causó pérdidas que van entre los 700 y 1000 millones de dólares. Una vez constatado el agujero en las arcas del estado, las enormes pérdidas han dejado en manos de la oposición un magnífico torpedo para dispararlo bajo la línea de flotación del FA. La pérdida de confianza, el desencanto y frustración que muchos sienten con este derroche de recursos públicos, con una mala gestión que también se ha extendido a otras áreas bajo la presidencia del carismático José Pepe Mujica, le están restando apoyo al FA. La oposición liderada por el Partido Nacional agradece el regalo y casi sin abrir la boca suben en los sondeos de opinión mientras el FA baja respecto a las ultimas elecciones de 2014.

Como otra perla en al corona de Sendic estalló el falso titulo de Licenciado que se adjudicaba después de haber cursado, según su versión,  la materia de Genética Humana en la Universidad de La Habana y que muchos pusieron en duda que existiera. Fue denunciado pero la justicia juzgó que no había delito. No obstante la mancha de la mentira es imborrable. El Poder corrompe, es el tópico oido frecuentemente desde hace siglos.

En los últimos días la revista Búsqueda apunta otra vez a Sendic, esta vez por el uso de la tarjeta corporativa de ANCAP a la que tenían derecho todo los integrantes del directorio de esta administración. Si bien al comienzo no había un claro protocolo para su uso,  cada uno debía usarla moderadamente y solo en caso de necesidad, un regalo, una cena, la habitación de un hotel, etc..
 La lista de compras de Raúl Sendic, sobre todo fuera del país, indica que muchos de esos gastos son  sospechosamente hechos en beneficio propio. Se ha puesto una denuncia por uso indebido de esa tarjeta, que me recuerda las llamadas tarjetas "Black" de Caja Madrid en España y por las que han sido condenados a la cárcel personajes como Rodrigo Rato.

En manos de la justicia uruguaya está entonces la investigación por la mala gestión en ANCAP y si hubieron delitos de corrupción en ese contexto, y ahora también el uso de la tarjeta corporativa de esta administración, dándole así otro revolcón a la ya apenas encendida estrella de quien en su momento se veía como el candidato del FA a la presidencia de Uruguay después de que la vieja guardia abandonara la escena.

 El caso de Raúl Sendic no es único, y al lado del terremoto de corrupción que sacude a Brasil y la mencionada España, solo para poner dos ejemplos, personalmente creo que son "maníes"los gastos del vicepresidente. Sin embargo esos "maníes" nunca debieron ser adquiridos por un representante de un FA, fuerza política de izquierda que siempre ha predicado la transparencia y el combate a la corrupción, una realidad que existió durante los anteriores gobiernos del partido Nacional y del Partido Colorado. hoy con el sayo de transparentes e incorruptibles. ¿Acaso el salario que recibía no le alcanzaba para hacer esas compras con su propia tarjeta de débito o crédito? ¿Que puede pensar el ciudadano o ciudadana que lucha porque le alcance el salario hasta finde mes?

Lo positivo es que hoy Uruguay cuenta con una ley de acceso a la información pública, norma impulsada por el propio FA, y que permitió a la revista Búsqueda acceder a las listas de gastos de los miembros de las directiva de ANCAP, y en particular a su principal objetivo, Raúl Sendic.

 ¿Debe entonces renunciar a la vicepresidencia del país Raúl Sendic? Muchos frenteamplistas piensan que sí, que su participación en el gobierno es un incordio porque deja la puerta abierta a los que arman las estrategias de ataque para los partidos de la oposición y bombardeen al gobierno en general y al propio Sendic en particular. Aún si la justicia lo declarara inocente de corrupción, éticamente está quemado. Y además ha sido un blanco perfecto para los periodistas, algunos enviados con la finalidad de hacerle daño al partido de gobierno y otros en la búsqueda de la verdad como misión principal en el país que Mario Benedetti definió una vez como "el país de la cola de paja".
 Y esto, aunque nos duela a los uruguayos de adentro y de afuera, le hace bien a la democracia, a esa democracia siempre imperfecta y vulnerable, nos guste o no.










viernes, 9 de junio de 2017

Teresa May,obligada a cambiar la hoja de ruta.

David Cameron, el pasado Primer ministro británico, tropezó y se cayó por su propia estupidez, indiferencia o presiones al interior de su partido, los conservadores o tories de Gran Bretaña, cuando se aventuró el año pasado a llamar a un plebiscito y decidir si los ciudadanos  británicos deseaban o no ser miembros de la Union Europea. El resultado todos los conocemos, el Brexit se impuso con el apoyo de los sectores más conservadores, los de la tercera edad temerosos de perder sus derechos, la gente del campo y centros urbanos medianos y pequeños..

Como el resultado de ese plebiscito fue tan claro para los tories, la nueva Primer Ministra Theresa May decidió entonces dar otro cuasi salto mortal como su pasado colega sin la red, al declarar que quería llamar a nuevas elecciones, a pesar de las voces disidentes dentro de su partido conservador.
La finalidad : afianzar y aumentar  la mayoría absoluta que ya tenía en el Parlamento, pues todos los indicios mostraban el entusiasmo de una buena mayoría de los votantes a favor de un Brexit duro. Esa era la lectura que hacía la Primer Ministra y un sector de su partido. Ayer el castillos de arena se le derrumbaron ante sus propios ojos al observar  cómo avanzaba el recuento de los votos.

El Partido Laborista, que muchos creían iba derecho al matadero con un Jeremy Corbin hablando en su campaña y pidiendo más recursos para el sector público, escuelas, hospitales, jubilados, etc. y además un Brexit blando para no levantar barreras infranqueables con el resto de Europa, se despertó esta mañana con la sorpresa de que esa apuesta había convencido a una buena parte del electorado, sobre todos a los jóvenes, a las nuevas generaciones que quieren seguir siendo"internacionalistas", y no quedar encerrados en su isla, impidiendo además la posibilidad para otros jóvenes europeos de ir a trabajar y estudiar en Gran Bretaña.

Otra noticia alentadora es que el partido de ultraderecha UKIP no logró que ninguno de sus candidatos lograra los suficientes votos para tener un escaño en el Parlamento. La espuma rabiosa de su racismo y xenofobia se la tuvieron que tragar, incluso a pesar de esos  últimos y repudiables atentados terroristas. Si hace unos meses creíamos que la derecha más recalcitrante como una mancha parda comenzaba a cubrir Europa, los resultados en las elecciones de Holanda, Francia y otros países, da por tierra con ese avance que parecía incontenible.

La realidad politica y su propia supervivencia obligan a la Primer Ministra británica a acordar con los Democratic Unionists (DUP) una alianza parlamentaria, sea a través de apoyos puntuales o una más estrecha formula de integración a través de una coalición, y así salvar los platos rotos de su fracaso. Aunque no necesariamente la salve de tener que renunciar a su puesto en el gobierno. Dentro de los tories muchos de sus integrantes, que ambicionan  apoderarse del sillón de Downing street 10,  están que bufan por el resultado y la pésima campaña de Theresa May, y aprovecharían, si la oportunidad lo permite, candidatearse para el puesto.

De todas maneras esta alianza entre tories y DUP  le alcanzaría a los conservadores - se necesitan 326 escaños- para lograr mayorías en la cámara. Esto indican los resultados por ahora, aunque todavía no son  definitivos, por lo que Theresa May deberá prenderle una vela a su santo si es que lo tiene,  y rogar por mantenerse en el poder cuando a la orilla del Támesis hay tantos cocodrilos esperando su oportunidad.

RESULTADO:

PARTIDO CONSERVADOR (tories) 318 (-12)

PARTIDO LABORISTA:  261 (+ 31)

LIBERAL DEMOCRAT  12 (+ 3)

SCOTISH NATIONAL PARTY 35 (- 19)

DUP  10 (+2)

GREEN 1

UKIP 0

























miércoles, 31 de mayo de 2017

Mario Arregui y el eco de sus cuentos



Esta mañana revisando los libros de mi biblioteca descubrí uno de la editorial ARCA de Uruguay, apenas de 130 páginas, escondido entre otros más panzones y de dura encuadernación. Me sorprendió agradablemente que al liberarlo de aquel apretón reconocer la tapa del mismo. Su título es Ramos Generales del autor Mario Arregui. No es el único escritor  de nuestro Flores natal que ha aportado a las letras de la literatura uruguaya, aunque su creación, y espero no equivocarme, es la que más trascendencia ha tenido en el género del cuento, del relato corto que comprime espacio y tiempo con ese desenlace mágico y a menudo inesperado.

Mario era un hombre ya bordeando la edad de los cincuenta años (nació en 1917) cuando lo conocí en el café Beyruti a mediados de los 60 donde solía ir a tomar café y charlar con amigos de su generación, pero como eran reuniones abiertas y espontáneas, nadie ponía muchos reparos que dos o tres “pendejos” como nos llamaban, nos arrimáramos a escuchar. Eramos chicos que salíamos de la adolescencia, 16 - 17 años,  pero estábamos hambrientos de literatura y de escuchar a tan renombrado prosista y tertuliano. Porque Mario Arregui no solo era escritor, también era un aficionado a contar anécdotas sobre sus viajes o experiencias que resultaban siempre exóticas a nuestros oídos de muchachos provincianos que apenas habíamos salido del cascarón  pueblerino de Trinidad, la ciudad donde él también había crecido y cursado sus primeros años de estudios primarios y secundarios.

A través de sus dos hijos, Martín y Alejandro, con quien habíamos cursado juntos la escuela y el liceo, llegué a visitar la casa de Mario emplazada en una esquina, frente a la Plaza Flores. Eran los años de la emergente Revolución cubana. La invasión de Bahia de Cochinos y la crisis de los misiles habían quedado atrás, pero en Uruguay observábamos con interés la incipiente lucha tupamara y los debates sobre la necesidad de unir a la izquierda en un gran frente amplio.

Mario era miembro del Partido Comunista uruguayo, incluso fue su candidato en las elecciones departamentales, aunque no recuerdo que fuera un marxista-leninista ortodoxo, por el contrario era un hombre que había recogido de muchas fuentes una ideología abierta de izquierda, consciente de las iniquidades del sistema capitalista, de las injusticias y desigualdades a las que nos enfrentábamos en aquéllos años. Defendía con ahínco a la revolución de los barbudos cubanos en debates que tenían lugar en el el cine Plaza, cuando todavía era posible debatir sobre estos temas. Pero estaba bastante solo, nuestro pueblo era conservador, y en parte lo sigue siendo, pero el sueño de la nueva sociedad y el hombre nuevo parecían realizables en nuestro ingenuo fervor juvenil por la revolución en aquéllos años donde la juventud se levantaba contra la guerra de Vietnam y participaba en Europa en el Mayo del 68.

El libro mencionado Ramos Generales removió en mi memoria al encontrarlo aquéllos años, más precisamente 1967, en que buscando la forma de empezar a redondear un cuento inspirado en mis lecturas de Horacio Quiroga, William Faulkner y el propio Mario Arregui le pregunté a Martín  si podía prestar la máquina de escribir de su padre y además sentarme  en la pieza donde tenía el escritorio y la biblioteca. Mario solía ausentarse muchos días a veces por su trabajo en el campo, y su casa abierta era el ágora para algunos amigos que buscábamos libros y comentábamos las impresiones de lo último leído.  Yo deseaba fervientemente llevar un cuento mío de las hojas de un cuaderno escrito a mano a plasmarlo sobre un folio blanco.  Recuerdo que aquella máquina de escribir  era una vieja y pesada Remington, si es que la memoria no me traiciona, seguramente de los años cincuenta y pesaba probablemente más de diez quilos pero sus teclas eran livianas y repiqueteaban sobre el papel con una música acompasada cuando lograba escribir varias palabras sin equivocarme.

Corría el año 1971,  era año de elecciones en Uruguay y formalmente se había constituido el Frente Amplio. En esos agitados meses un puñado de jóvenes nos habíamos organizado en comités de base, pertenecientes a distintos grupos de izquierda, socialistas, comunistas, cristianos y otros, mayoritariamente estudiantes de bachillerato,y así participar activamente en la campaña electoral. Recuerdo que repartíamos volantes con la propaganda política del Frente y del partido en que cada uno militaba, y teníamos a Mario como uno de los baluartes que con su moto BMW con sidecar nos acompañaba cuando disponía de tiempo a distintos barrios del pueblo, o nos fue a buscar en una ocasión a la comisaría cuando la policía nos había arrestado por repartir “volantes subversivos”.

La primera edición de Ramos Generales fue impresa en 1985, el año de su fallecimiento. Mario tenía 67 años cuando murió en Montevideo.  La misma edad que hoy tengo yo al recordarlo, muy lejos de nuestra ciudad natal. Tal vez esta casualidad de encontrar su libro a esta edad me ha empujado a escribir estas líneas en honor a su recuerdo. En este libro mencionado Mario se explaya sobre el género “cuentos” como la forma más antigua de la humanidad de comunicar anécdotas, episodios, experiencias, pero en forma oral cuando la palabra escrita todavía no existía.
  “El cuento parece ser hijo del fuego y de la noche” escribió Mario mentando entre otros a los gauchos orientales como parte de esa tradición oral rodeando los fogones. Y luego arremete a dilucidar si su narrativa era criollista o gauchesca, algo que rechaza a pesar que muchos de sus cuentos tienen el ámbito rural como escenario. Él identificaba sus narraciones con “… la literatura a secas que no se constriñe  a un hombre circunstancial sino que persigue e interroga al hombre también a secas, y solamente se ve limitada por las limitaciones de su creador”. Cree que la literatura es una “rama de la Antropología -sin duda la rama más deleitosa, (la cursiva es mía) tal vez la más afinada, la más rica, la más potenciada de aventura”.

Algunos años más tarde de aquella emocionante experiencia personal de sentarme frente a la primera máquina de escribir en mi vida de muchacho imberbe para escribir el primer cuento, aunque este cuento finalmente fuera a parar al cesto de la basura,  recuerdo que Mario había regresado  de un viaje a Europa y a Cuba donde había participado como miembro del jurado en el certamen "Cuentos" de la editorial Casa de las Américas. A este viaje lo llama 20 000 Leguas de viaje,donde cuenta anécdotas de los lugares emblemáticos que visitó en Praga y en París. Recorriendo a pie esas ciudades en invierno se perdía conscientemente  por los barrios de ambas ciudades, dejándose llevar probablemente por la intuición de que detrás de cada esquina había algo nuevo por descubrir. Quedó fascinado con Praga pero la Ciudad Luz no lo impresionó tanto, nos cuenta. Voló luego por encima de España rumbo a Portugal y maldijo la hora de no poder visitar el país, de donde seguramente venían sus antepasados, por causa de la dictadura de Franco. Aterrizó en cambio en Lisboa y lo que allí vio le desagradó tanto por la impronta fascista y la situación de una ciudad muy empobrecida que partió hacia las Canarias para regresar desde allí a Uruguay. Hoy Lisboa es una ciudad adorada por quien la visita, lejos de aquella gris e invernal que él nos describe.

Mario fue un escritor escrupuloso y obsesionado con la forma e inventor de palabras, o mejor dicho un “retorcedor"  de las mismas para transformarlas sin quitarle el sentido original. Poseía un lenguaje serpenteante que se deslizaba en sus textos, generalmente apoyado en una erudición que muchos escritores uruguayos de la llamada generación del 45 ostentaban. 
Sartre, Breton, Malraux, Hemingway, Kafka, Onetti, Borges, E.A. Poe y otros escritores europeos y americanos  aparecen en estos capítulos más  personales de Ramos Generales y acuden a su auxilio a medida que va hilvanando la costura del relato. Autores que alguna vez leímos, otros aún son una deuda que tenemos con la literatura, y que Mario había leído  en profundidad. El libro se completa con nueve cuentos inéditos que se suman  al universo arreguista con variados personajes y escenarios.

Su ocupación de escritor la combinaba con el trabajo en la estancia que había heredado de su padre. De ahí su cabal conocimiento de los ambientes que muchas veces aparecen en sus cuentos, la mentalidad de los personajes y lo inexorable de sus destinos. Son cuentos sobre hombres duros, curtidos por sus vidas azarosas, hombres atenazados por las culpas, ambiciones, ignorancia, soledad, locura que los van acorralando hasta encontrar el destino final. Las mujeres rara vez aparecen como protagonistas, algo que Mario reconoce al recibir la crítica de un escritor cubano que señala sin decirlo directamente  que el machismo está presente en sus relatos. “Cada uno nace en el año destinado y en el lugar que le toca en suerte, y no puede escapar de ellos, yo nací en el Uruguay de 1917…” escribe a modo de disculpa.

No pocas veces es la muerte la que  termina sellando los cuentos de Mario. Porque la muerte es un mastín implacable  presente en mucho de sus cuentos, definitiva y liberadora. El último relato del libro, Abejas, tiene el tono autobiográfico de alguien que presiente y “escucha" el zumbar de la muerte. Era el zumbido de las abejas que emitían los muertos según una creencia de los antiguos griegos, escribe Mario. “Fumo con la misma lentitud, y lo mucho de muerto que hay en un hombre de mi edad que agradece fraternalmente la cortesía de las abejas”. Era diciembre de 1984. Pasado un poco más de un año, el 8 de febrero de 1985, moría este referente de la literatura y narrativa de nuestra pequeña patria trinitaria. También a él irremediablemente le alcanzó esa fatal protagonista de sus cuentos. Y los que todavía estamos vivos esperando el zumbido, le agradecemos a Mario la herencia que nos dejó, y la historia dirá si humildemente pudimos aportar nuestro granito de arena a esa inmensa playa que es la Literatura con mayúscula.
OBRAS
Noche de San Juan (Número, Montevideo, 1956).
Hombres y caballos (Alfa, Montevideo, 1960).
La sed y el agua (Alfa, Montevideo, 1964).
La puerta abierta (1966).
Tres libros de cuentos (Arca, Montevideo, 1969), recopilación de sus tres primeros libros con un estudio crítico de Ángel Rama. Fue reeditado por Irrupciones (Montevideo, 2010) con prólogo de Elvio Gandolfo.
Cuentos (Col. La Honda, Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 1971), selección de cuentos.
El narrador (Biblioteca de Marcha, Montevideo, 1972), antología con algunos cuentos inéditos.
Veinte cuentos (Editorial Arte y Literatura, La Habana, Cuba, 1978). Selección y prólogo de Virgilio López Lemus.
La escoba de la bruja, (Ácali Editorial, Montevideo, 1979).
Líber Falco (Arca, Montevideo, 1980), emotivo esbozo biográfico del poeta.
Ramos Generales (Arca, Montevideo, 1985).
Correspondencia, 1981-1985 (1990).å
Los mejores cuentos, (Ediciones de la Banda Oriental, 1996).
Un cuento con un pozo y otros escritos (Biblioteca Artigas, Colección de Clásicos Uruguayos, Vol. 182, Montevideo, 2009), antología.
Diálogos sem fronteira. Mario Arregui y Sergio Faraco: Correspondencia. Porto Alegre: L&PM, 2009 (en portugués).


Fuente: Wikipedia

domingo, 28 de mayo de 2017

Chismes y Rumores ADIÓS AL ACUERDO CLIMÁTICO - DICE DONALD T.

Después de cientos de apretones de manos, con jeques, presidentes, primeros ministros y tantos otros líderes políticos de primer y segundo rango, vender armas por miles de millones de dólares, prometer paz permanente en Medio Oriente, besarle la mano al Papa, etc, etc, Donald T. se ha decidido hacer oficial lo que ya había anunciado durante su campaña electoral: No al acuerdo climático de París 2015. No lo ha dicho oficialmente todavía, pero nuestras fuentes revelan que antes de partir hacia el "pantano" (swamp), así definió a Washington antes de asumir como presidente, Donald T. está dispuesto a borrar con el codo lo que costó años de negociaciones entre los países  y estudios científicos para intentar salvar al planeta. 


- Donald Trump- Muchachos, me he decidido. El acuerdo de París irá a parar al tacho de la basura. Las reuniones con el G7 me han convencido que estos energúmenos quieren salvar al planeta. Y lo que van a hacer es hundirlo. Que el sol, el viento, las olas y no sé cuantas pendejadas más van a sustituir al  gas y al petróleo. Soñadores, estúpidos que no saben nada de lo que ocurre en realidad. Y quieren culparnos a nosotros los norteamericanos de haber perjudicado el clima con nuestras industrias y emisiones de dióxido de carbono.
- Scott Pruitt (experto en clima y director de EPA - la Agencia de Protección Medioambiental)
Donald, eres maravilloso, te felicito por haber irrumpido en los salones de todos estos jefesuchos de estado y expertos en climatología de la forma que lo hiciste: con una gallardía digna del líder del país más Grande del Mundo, título que Brasil había hecho suyo durante décadas. Ya sabes lo que vengo sosteniendo desde hace años, el cambio climático es producto de los vientos solares. Si sopla del sur o del norte...
-DT: Bien, bien, reserva tus teorías para otra ocasión. Aquí lo que importa es hacer negocios, el petróleo y el gas son dos reservas naturales que ni mínimamente estás agotadas. Y vamos a explotarlas al máximo. Nuestras plantas industriales y de energía movidas por el oro negro seguirán emitiendo CO2 sin restricciones.
- SP: Sin dudas que muchas empresas dedicadas al negocio estarán relamiéndose y con las manos preparadas para aplaudirte cuando lo hagas oficial. Halliburton, Schulemberger, Weatherford, Bronco Driller y tantas más están esperando la confirmación. Tu sabes que tengo contacto con ellas asiduamente. No es legal, claro, pero uno siempre se encuentra con alguien de casualidad en el hall o en los pasillos de los hoteles ...
DT: Claro, claro, no des más explicaciones que las paredes tienen oídos. Antes que reforme al FBI, a la CIA, y a las otras hermanass debemos ser cuidadosos con lo que decimos. Muchos resentidos quieren filtrar a nuestro principal enemigo, la prensa en general, salvo FOX por supuesto, estas grabaciones hechas en secreto. No quiero más investigaciones ni del Congreso ni del FBI. Aquí mando yo, como lo hice con mis empresas. Y al que no le guste, you are fired!!
SP: Sabes Donald, esa orden la vienes repitiendo muy a menudo. Y lo deslumbrante de todo esto es que reemplazas a los energúmenos y leguleyos que hablan todo el tiempo de la ley y de la sagrada Constitución, con gente multimillonaria, es cierto un poco ignorante de esto o de lo otro, pero que poco a poco van entrando en el ruedo, como dicen en España, je je!
DT: Hemos tomado el Poder. Esta nueva élite que quiere hacer nuevamente grande a EEUU  está por primera vez directamente sentada en la Casa Blanca y con mayoría en el Congreso. Vamos a disecar el pantano. Antes ejercíamos el poders a través de políticos de carrera, oportunistas, aventureros y auto-denominados mesías. Ahora somos nosotros, como la logia de los masones lo hizo en otro tiempo, ahora no necesitamos de esos intermediarios y alcahuetes. Veo la luz Scott, nuestra industria bélica repartirá juguetitos a diestra y siniestra para nuestros aliados, a buen precio sin dudas, combatiremos el terrorismo en sus cuevas, Europa tendrá que pagar más por su defensa, conquistaremos nuevos planetas ricos en minerales para nuestra industria, los colonizaremos, nos clonaremos los ímprobos hombres y mujeres de nuestra civilización, extenderemos la raza humana en el universo. Seremos los amos, los Putos Amos, como dice ese Wyoming en la Sexta de España.
SP: Grandes visiones mi rey. Oye a propósito del tema, he visto la última versión de Alien Covenant de Ridley Scott. Se trata de una misión como la que describes. Con cientos de seres humanos y miles de embriones congelados que van rumbo a colonizar otro planeta. Bueno, la película no termina bien para los humanos, por lo menos en esta última versión, veremos que pasa en le próxima,  por eso debemos  enviar una tripulación muy confiable y los robots o "sintéticos" como los llaman en esta versión de Alien, no deben tener sentimientos. Sino querrán reemplazarnos.
DT: Ejem! Dejemos esas visiones futuristas de lado por el momento, Scott. Oye has visto a mi querida esposa? Aquí en Taormina hace mucho calor y ella es muy sensible a las altas temperaturas. A lo mejor se ha perdido en esas calles polvorientas. Pobrecita, es tan delicada...Viste que no quiso ir de la mano conmigo cuando bajamos del avión? Me tiene preocupado, querrá pedirme el divorcio?
- SP: Ojo! que ahí llegan los de CNN y Washington Post. Hagámonos los dormidos, la mejor manera de evitar abrir la boca.

Y recuerden, son sólo chismes y rumores... Hush-Hush!






















sábado, 27 de mayo de 2017

Cuentos en la Nube UN NEGOCIO ESTUPENDO

Renato Peñarol Villagrán era un hombre de acción. Una flecha para los negocios según los que llegaron a conocerle, gente que en honor a la verdad no tenía ni idea sobre las actividades que ocupaban la vida de Villagrán. Él se lanzaba con energía inagotable cada  vez que veía una posibilidad de obtener una buena recompensa por su participación en algún negocio. Pero en realidad  estas oportunidades no eran tan importantes, aunque  Renato Peñarol solía alardear de ellas. Por alguna razón estaba predestinado al frecuente fracaso a pesar de toda la simpatía que derramaba a su paso y el entusiasmo que desplegaba en lograr lo que se proponía.  Frecuentemente los negocios que emprendía eran de poca monta y nunca tenía dinero suficiente para financiarlos. Pero él creía y no renunciaba al golpe de suerte final que lo llevaría a obtener una fortuna, que con el paso del tiempo parecía cada vez más lejana.

Los que lo conocieron comentan que cuando lograba ganar algunos pesos se los gastaba esa misma noche en los bares, de juerga con los amigos y las chicas del ambiente hasta las primeras luces del día. Le gustaba hablar, tejer historias y contar inagotables anécdotas… y mentiras. Tenía amigos en todos los rincones del país. A su manera era un tipo seductor, pero los años y los fracasos lo fueron desgastando poco a poco.

Después de jubilarse se alojó en un cuarto de pensión, lo más barato que pudo encontrar en aquél Montevideo de los últimos años de la década del 70. La ciudad todavía vivía un periodo de opresión y represión, luego de que los militares se apropiaran definitivamente del poder.
Esa noche de julio se había sentado a cenar en el comedor de la pensión, escuchando el informativo de Radio Carve y el comunicado de los militares sobre los peligros que acechaban en la sociedad. No obstante no se perdía ningún movimiento de Dorotea, la dueña de la pensión, que terminaba de servirle la porción de comida de la cena.
- Eso es lo que queda del puchero del mediodía. Hice un salpicón - le dijo Dorotea, que le cocinaba un par de veces a la semana. Lo hacía por lástima.  La jubilación como antiguo empleado del estado era escasa y Renato Peñarol semanalmente le entregaba a ella  algún dinero para las compras en el mercado. Dorotea aprovechaba y se quedaba con alguna parte de lo que cocinaba para consumo propio. Era un trato justo, pensaba ella, fuera del alquiler que Renato Peñarol pagaba puntualmente por la pieza.
- Está bien, comeré ese salpicón. El puchero estaba rico a pesar de que le pusiste mucha sal para mi gusto. No es bueno para mi presión sanguínea, señaló con cierta acidez.
- Bah! No era para tanto. Sólo un puñadito. Ni se notaba, hasta me parecía que estaba desabrido.
- Así que comiste de mi puchero, sabandija!
- Es el sueldo que te cobro por cocinarte. Estás descontento? Pues que te cocine otra.
- No, por favor, nadie cocina como vos, y era solo una broma.
- Ah! Ahora nos entendemos - dijo ella conciliadora.
- Esta noche voy a salir, así que te ruego me cuides la pieza - rogó Renato Peñarol preocupado porque la puerta no tenía cerradura ni candado, solo el picaporte de bronce que con un toque abría la puerta.
- ¿Así? También tengo que hacer de botón? ¿Qué pensás hacer esta noche?
- Voy a encontrarme con un socio. Tengo un proyecto importante entre manos, sabés?. Pronto van a rodar camiones alemanes reciclados por nuestras carreteras. Y billetes de los verdes por mi bolsillo.
- ¿Y eso?
- Mirá, es muy difícil de explicar, así que por ahora lo vamos a mantener en secreto, no vaya a ser cosa que me roben la idea.

Renato Peñarol se puso una chaqueta gris abrigada y se calzó los zapatos negros de invierno. Ajustó el nudo de la corbata roja y se miró al espejo. Pensó que su aspecto todavía era de un hombre respetable. La calvicie le preocupaba, pero se calzó un sombrero negro de felpa, una mala imitación
barata de un Borsalino, y entonces le gustó más lo que veía frente al espejo.

Una vez en la calle sintió que el frío de la noche iba invadiendo lentamente la ciudad. En Paso Molino las calles estaban débilmente iluminadas y apenas circulaban algunos autos por las avenidas. Algún que otro vehículo militar llamados camellos,  con militares armados con fusiles, patrullaban las calles. “Nunca se sabe cuando los que atacan desde las sombras pueden dar un golpe traicionero”, rezaban continuamente los comunicados del gobierno de facto.

Los muros de la ciudad respondían con consignas pidiendo el fin de la dictadura, liberar a los presos políticos y decenas de otras reivindicaciones. Renato Peñarol caminó hasta la parada del ómnibus indiferente a lo que pasaba a su alrededor, y se mantuvo quieto como una estatua hasta que llegó el pesado y ruidoso autobús que a esa hora venía bastante vacío. Se sentó en el ultimo asiento para observar a los pasajeros que subían y bajaban con más comodidad. No quería que lo agarraran desprevenido ni los punguistas amigos de las carteras y billeteras, ni la policía que controlaba en los distintos puntos de la ciudad los documentos de identidad de los pasajeros. A través de la ventanilla pudo apreciar cómo los barrios se iban transformando a medida que se acercaban al centro. Altos edificios y casas antiguas alternaban a lo largo de las calles en una extraña mezcla entre lo antiguo y lo moderno. Los altos plátanos plantados en las veredas  acentuaban ese aspecto sombrío que la ciudad adquiría durante las noches de invierno. Cuando llegó al centro se bajó en una parada de 18 de Julio, cerca de la plaza Libertad. Entonces enderezó hacia una calle transversal y entró en el boliche del Pájaro Olivera.

- Hola Renato. Viejo, que hacés por aquí? No me digas que andás haciendo negocios a estas horas.
- Vos me conocés muy bien Pajarito, sabés que Renato Peñarol mete la pelota siempre picando. Tengo un negocio de la planta. Se me ocurrió el otro día escuchando la radio. Creo que se puede ganar una buena guita. Lo único que necesitaba era un contacto en el lugar donde está la materia prima. Y ya lo tengo y es de primera!
- ¡No me digás, loco! ¿Y me vas a pedir que sea tu socio?
- Noooo, que va, ya tengo un socio. Esta vez te dejo fuera, con mucho pesar, claro.
- Bueno, me alegro, porque últimamente los negocios en los que me has metido me han dejado un poco más pobre.
- Sí, reconozco que no me ha ido muy bien últimamente. Pero esta vez todo parece estar bien atado. Y te voy a devolver la guita que me prestaste la vez pasada. No me olvido de mis compromisos, y menos contigo, Pajarito. Voy a encontrarme más tarde con el tipo que me va a conseguir la guita  para el negocio.

Renato Peñarol observó el bar a su alrededor. Algunos parroquianos habituales estaban sentados en el lugar de siempre. Una pareja hablaba susurrando inclinados sobre la mesa. Tomó su cerveza lentamente y luego se despidió del Pájaro Olivera con un  " Chau, nos vemos pronto” y un brazo en alto. Cruzó la calle y caminó hasta la plaza. Todavía circulaba mucha gente por la avenida principal de la ciudad. Los vendedores callejeros estaban levantando sus puestos de venta repletos de artesanías, calabazas para el mate, termos, grabados en cueros y objetos de regalo con la bandera del país o la imagen del cerro de Montevideo, la Casa Pueblo de Punta Ballena y una torpe imagen del balneario Punta del Este. No faltaban las camisetas y las banderas de los clubes de fútbol más populares, Peñarol y Nacional. La noche estaba fresca pero soportable, así que siguió caminando un par de cuadras más. Llegó al café Vesubio repleto de gente, y pidió un expreso. Saboreó el café espumoso y fuerte, chasqueó la lengua, y vio entrar puntualmente a Juan Traversa al local. Ambos se abrazaron palmeandose las espaldas con exagerada energía   y se sentaron en una mesa junto a la ventana.
- Tengo todo listo - dijo Traversa esbozando una sonrisa.
- En serio? Tenés ya la guita para el negocio? Creía que ibas a demorar mucho más tiempo en
conseguirla.
- No, esta gente que tiene el capital quiere blanquearlo lo más rápido posible, ¿te das cuenta?. Vamos
adelante con esto. Pero los detalles son importantes. La persona en Alemania que es tu contacto tiene que ser gente de confianza, el transporte de los camiones a Uruguay tiene que estar asegurado con una compañía conocida, necesitamos una lista con los clientes potenciales que al final correrán con todos los gastos en el precio final, y mil detalles más. ¿Seguro que podrás manejar todo eso solo? Esto nos tiene preocupados a todos.
- No te preocupés Juan, que ya tengo todo pensado y organizado. Mi hombre en Alemania es un tipo de confianza y muy trabajador. Ya tiene también él  todo bajo control y los contactos necesarios, me ha asegurado -mintió Renato Peñarol. ¿Y cuándo podremos disponer de esa guita?
- Dentro de quince días, si les presentamos todo el plan completo -respondió Traversa mirando fijamente a Renato Peñarol que sostuvo la mirada.

Renato Peñarol  sintió sin embargo cómo le palpitaban las sienes. La presión sanguínea indudablemente le estaba subiendo, constató. Él era hipertenso y no debía descuidarse, le había advertido su médico. Metió la mano derecha en el bolsillo de la chaqueta y sacó disimuladamente una pequeña caja de metal donde guardaba las pastillas  contra la hipertensión. Se echó una en la boca cuando Traversa hablaba con el mozo y bebió un vaso de agua. Se sintió entonces un poco más tranquilo. De pronto lo que le había parecido una utopía se estaba haciendo realidad. Pero Renato Peñarol sabía que su estado de hipertensión no se debía a la inmediatez de concretar el negocio, que de llevarse a cabo sería un magnífico golpe de suerte. La razón era otra y muy desalentadora. En la última conversación telefónica con su amigo en Alemania, solo había conseguido obtener una vaga promesa. Aun así se había hecho la ilusión de que las cosas iban a salir bien, que podía hacer un negocio muy rentable con los camiones alemanes que ya estaban fuera de servicio. Y le propuso la idea a Traversa que era un persona con muchos contactos donde no faltaba el dinero, del blanco y del negro.

En Uruguay los camiones podían ser puestos a punto y seguir funcionando unos cuantos años más, se
había  ilusionado Renato Peñarol. La industria de la madera esta creciendo y la demanda de camiones para carga pesada mostraba que había futuro en esta industria. Pero no tenia nada concreto, había inflado la idea y ya no podía detenerse.   En realidad le había hecho un cuento chino a Traversa. Y lo que pensaba se iría diluyendo en vaguedades con el tiempo, había tomado un cariz inesperado. Había gente que quería hacer el negocio. Y dinero para invertir. Renato Peñarol sabía que no podía seguir simulando por mucho tiempo. ¿Pero cómo salir del atolladero? Estuvo a punto de decirle la verdad a Traversa, sin embargo siguió audazmente con la mentira en vez de reconocer que el negocio todavía estaba tan verde que seguramente  nunca maduraría. Mejor esperar, mejor tomarse más tiempo le gritaba una voz interior. Pero en cambio respondió:

- Qué bueno, voy a hablar con nuestro hombre en Hamburgo. Lo pondré a trabajar inmediatamente. Mañana mismo lo llamo - las palabras salieron de la boca casi sin proponérselo y haciendo un esfuerzo  para que no se notara su nerviosismo y lo cerca que estaba del abismo.
 -Estupendo! Tengo que marcharme, pero estamos en contacto. Y no me fallés que me juego mucho frente a la gente que pone la guita. Estás bien? Te veo algo pálido.
 Si, y no te preocupés por mí que estoy bien. La presión, vos sabés…

Ambos se abrazaron al despedirse, y Renato Peñarol quedó solo pensando en el lío que se había metido por ser tan bocazas. Nada estaba organizado, no sabía con total certeza si realmente había camiones disponibles, si era posible reciclarlos y su contacto en Hamburgo apenas había hecho algunas averiguaciones después de que él le había insistido en la oportunidad de comprar y reciclar los camiones Mercedes Benz. Con toda esa preocupación volvió a la pensión y apenas si pudo dormir esa noche, con remordimientos que le picoteaban como aves de rapiña la cabeza calva escondida bajo las frazadas.

Al otro día se le ocurrió una idea. Llamó a Dorotea y le pidió ayuda. La anciana se intrigó ante el tono misterioso de su inquilino.
- Dorotea, tengo un problema y voy a desaparecer de Montevideo por unas semanas. Seguramente alguien va a venir a preguntar por mí. Les dices que me fui a la casa de mi hermana, no mejor diles que me morí. Sí, exacto, sin más ni menos.
- Pero… ¡como se te ocurre, hombre! En qué lío te has metido, ¡sinvergüenza!
- Nada serio en realidad. Pero quiero mudar de aires por un tiempo. Te prometo volver, es solo hasta que pase una posible tormenta. Tu hechas a correr el rumor de mi partida al Purgatorio, y todos se quedarán tranquilos pensando que podía ser peor. Muchos me desean el Infierno pero yo les digo que no es de buen cristiano desear esa condena por un negocio fracasado.
- No sé, todo esto es muy extraño.
- Es cierto, pero estoy en un apuro. Le contás a la gente que pregunte por mí que tuve que marcharme de urgencia y que me morí de pronto de un infarto en algún lugar del litoral, no sabés dónde, y que me enterraron en el pueblo de mi familia. Cuál? Pues no tenés idea porque nunca te lo conté ¡Y listo!
- Estás loco de atar. Pero si es lo que querés, pues te haré finado. Y tus cosas de la pieza, y el alquiler?
- Dejá todo como está, después de un tiempo regreso y explico que todo fue un malentendido. Con todo esto de la dictadura la gente desaparece, yo tuve suerte y solo fue por un tiempo y vos creías en el rumor que había estirado la pata.
- Estás más loco que una gallina, pero me tenés que pagar el alquiler, eh?!
- Gracias Dorotea, ya te recompensaré por esta gauchada.
- No me prometas nada, mentiroso. Y andate que no quiero estar frente a un fiambre.

Renato Peñarol hizo la valija y se dirigió al mediodía a la estación del ómnibus interdepartamental. Se había calado el sombrero hasta las orejas y con las solapas subidas del sobretodo era difícil
reconocerlo. Hacía frío y nadie se extrañaría de su empeño por mantener el viento a raya. Se subió al coche de ONDA, la empresa que hacía el recorrido entre Montevideo y Paysandú donde pensaba refugiarse en uno de los pueblos cercanos a la capital sanducera. Lo tentaba también la idea de cruzar a la vecina ciudad argentina de Colón, al otro lado del río. Ya vería que decisión  final iba a tomar, pensó mientras se dirigía al ómnibus cuyo motor ronroneaba perezosamente.

El guarda del autobús recibió el boleto que RenatoPeñarol le extendió, lo cortó a la mitad y le entregó el comprobante. Le tocó el asiento número 13. No sin cierto desagrado se sentó junto a la ventanilla y corrió la cortinilla para poder dormirse lo antes posible. Nadie se había sentado a su lado -¡Por suerte! - pensó mientras sacaba su lapicera fuente y escribía meticulosamente algo en un  trozo de papel que apretó cuidadosamente en la palma de su mano. “Es por cábala” murmuró para sí mismo y sonrió tranquilo,  mientras el sueño iba cerrando sus párpados extrañamente cada vez más pesados. Sintió que esa pesadez invadía sus brazos y las piernas, y suspiró ante la idea de que dormiría como un lirón durante todo el viaje.

La primera etapa del recorrido había llevado unas tres horas con una sola parada para que los viajeros con destino a Trinidad bajaran, y los que continuaban fueran al baño, tomarán un café o estiraran las piernas mientras esperaban continuar el viaje. Otras tres horas después el conductor anunció a viva voz la llegada a destino. Los pasajeros empezaron a levantarse perezosamente después del largo viaje y a recoger sus pertenencias.

- Voy a inspeccionar a ver si alguien se durmió sin escuchar el aviso- dijo el guarda al conductor mientras comenzaba a abrirse camino entre los pasajeros en el pasillo.

Lentamente caminó observando los asientos del autobús hasta que al llegar al número 13 descubrió que allí había uno que no había advertido el aviso.

- Señor! Hemos llegado a destino - advirtió el guarda en voz baja para no asustarlo. Al ver que no despertaba lo sacudió más fuerte y entonces descubrió la palidez del rostro, la vidriosa mirada  y la rigidez del cuerpo. Acercó dos dedos al cuello de Renato Peñarol y descubrió que no había pulso. La piel estaba fría. El hombre se había ido en un sueño, constató.

- Ramón, Ramón, tenemos un fiambre. El segundo en el mes - avisó con voz apesadumbrada  al conductor, arrepintiéndose enseguida por la presencia de los pasajeros que no habían descendido todavía. Ellos empezaron a murmurar y una mujer rompió a llorar. Un hombre a su lado le susurraba tratando de que se calmara.

- Llamá a la ambulancia. Nosotros no podemos hacer nada -  dijo el conductor con indiferencia.
- Sí claro,, voy enseguida y llamo -respondió el guarda que pidió a los pasajeros que desalojaran el vehículo lo más rápido posible y se quedó un instante más junto a Renato Peñarol. Después de cerrarle los ojos, murmuró una oración que sabía a medias, se persignó y bajó del ómnibus para esperar a la ambulancia. La policía ya había sido advertida y dos agentes subieron al ómnibus. Constataron también la muerte de Renato Peñarol y uno de ellos observó que en la mano abierta del muerto había algo escrito. Los dos pudieron leer las palabras prolijamente escritas en un trozo de papel: “Perdón, lo intenté pero no pude”.

Se cuenta que la gente que conocía a Renato Peñarol mantiene viva su memoria en los boliches que frecuentaba . Allí los amigos aún recuerdan las anécdotas y las hazañas del seductor e incansable charlatán que todos recordaban con cariño.

Dorotea, apenas se enteró de que Renato Peñarol había cumplido involuntariamente con el destino que se había fijado antes de partir, se apresuró a vender las cosas que él había dejado a su resguardo  y alquiló inmediatamente la habitación. Era ropa y utensilios de calidad, porque a pesar de la pobreza el hombre conservaba lo que en épocas de bonanza había comprado a buen precio. Dorotea sonrió al pensar que ella sí había hecho un buen negocio y todavía sin proponérselo. “Que Dios te tenga en la gloria, Renato Peñarol!” murmuró Dorotea mientras contaba el dinero que había logrado por la venta de las pertenencias de su antiguo inquilino.  

                                                                                  *
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lunes, 22 de mayo de 2017

Mundial Sub 20 Corea del Sur

Empezó a rodar la pelota en el césped con sorpresas para los equipos latinoamericanos . Venezuela haciendo gala de buen fútbol como lo hizo en él Sudamericanos le pintó la cara a una Alemania que seguramente todavía está pensando cómo fue posible comerse los dos goles de la vino-tinto sin poder convertir ellos mismos. Por otro lado Argentina mordió el césped con una derrota inesperada, goleada para algunos,  contra Inglaterra: 3 a 0. La selección argentina es o era uno de los más serios candidatos a estar entre los primeros, pero deberá mejorar mucho si quiere hacerlo. México se llevó una victoria muy exigida contra Vanuato que lo tuvo contra las cuerdas pero la tri al final salvó los platos. A Costa Rica le fue peor, Irán dio cuenta de los ticos 1 a 0. Este fue el primer triunfo de Irán en un Mundial sub20 desde 1977.

En el grupo D de Uruguay los equipos de Sudáfrica y Japón disputaron un partido de ida y vuelta interesantísimo, demostrando que son dos rivales de la celeste muy exigentes. Juego muy rápido, ofensivo, buena calidad en los pases y constantes  demarcaciones pusieron en serios aprietos a las defensas y a la habilidad o suerte de los arqueros. Al final el cansancio y las faltas de ideas dieron cuenta de la selección africana.  Uruguay tendrá que exigirse al máximo para poder neutralizar el juego de estos dos rivales, sobre todo con los nipones que atacan con cuatro - cinco jugadores en el área.
Resultado SRA 1 - J 2

Italia vs Uruguay

El encuentro tuvo muchas emociones, con un equipo  que manejó con buen criterio la pelota, llevando peligro constante a la valla de Andrea Zaccagno, convertido en el primer tiempo en el héroe del partido después de haber atajado un penal a De la Cruz y haber parado o desviado remates peligrosos de Schiapacasse, Valverde, y otros jugadores que buscaron el arco italiano insistentemente. Italia presentaba un equipo muy tímido, replegándose, jugando al pelotazo en dirección de su centrodelantero Favilli, y poco más.

La defensa uruguaya con los centrales Rogel y Bueno daban seguridad y buena salida, con una Mele atento y que poco trabajo tuvo en la primera parte, en los laterales tanto Olivera como Rodríguez no solo marcaron con buen criterio y salieron jugando, sino que se lanzaron a la ofensiva, complementando el trabajo de medio campo de dos figuras que darán mucho que hablar, Valverde y Betancur, dos "número cinco" que marcan y atacan con habilidad, velocidad y peligro cuando se lanzaron contra el área rival. Waller como siempre, entrega y sacrificio, hasta que tuvo que salir lesionado, siendo reemplazado por Benavides. De la Cruz por la derecha también realizó jugadas de alta calidad técnica dejando en varias ocasiones a los chicos italianos como estatuas con sus fintas. Ardaiz y Schiapacasse llevaron peligro, lucharon y tuvieron ocasiones, sobre todo el segundo que puso a prueba más de una vez al arquero italiano.

El segundo tiempo comenzó con una Italia más segura y lanzada a atacar, apretando las marcas en el medio campo, quitándole a Uruguay la clara salida que había tenido durante el 1T. La defensa uruguaya pasó algunos momentos de zozobra, Mele intervino más, Rogel y Bueno se vieron acosados en el área por los delanteros italianos que buscaban el gol, pero fracasaron. Uruguay perdió además precisión en los pases. Por la derecha Rodríguez estuvo desprolijo en la entrega y su colaboración con De la Cruz perdió la fluidez que había tenido en el 1T.
Hasta que llegó el minuto 75´y Amaral, que había entrado por Urdaiz en este 2T, sacó el cohetazo que no rompió las mallas de Zaccagno de casualidad. El arquero italiano que había sido figura quedó hecho una estatua de sal ante el potente zurdazo del gurí celeste.

Uruguay retomó otra vez el hilo del partido, llevó más peligro a la valla italiana, y en su debut el equipo uruguayo demostró que puede llegar muy lejos si repite este estilo de juego, limpio, sin pelotazos, con triangulaciones y pases al vacío par sus delanteros, calidad técnica, sobre todo los del medio campo, Valverde, Betancur y De la Cruz son unas joyas que ya las estoy viendo brillar en la selección mayor, y ojalá que sea pronto.

sábado, 20 de mayo de 2017

Días de Cine EL EFECTO MACRON



Souvenir es la simple historia sobre "Laura" (Isabelle Huppert) una cantante que después de ocupar el segundo lugar después de ABBA en el Eurovision Song Contest 1974 aterriza en un limbo con forma de fábrica de pâté, lejos de los escenarios, las luces y los aplausos. Pero la casualidad en ese mundo rutinario lleva al encuentro con el joven Jean ( Johan Leysen) boxeador amateur,  quién a pesar de ser muy joven, 22 años, sospecha y luego confirma que está frente a la gran cantante que hace tres décadas atrás había casi ganado para Francia el premio de más prestigio de la canción europea, y que desde entonces habia vivido en el anonimato.

El mundo de Laura, su nombre artístico, porque en realidad se llama Liliane, es el sueño de J.D. Perón cristalizado en aquella famosa frase "del trabajo a la casa y de la casa al trabajo" si es cierto que alguna vez la pronunció. En todo caso Laura parece haber aceptado ese triste destino de adornar el pastel asado con hojas de laurel y frutas del bosque, en un triste y rutinario medio ambiente laboral que culmina en el sofá de su casa con una botella de Calvados y un programa de entretenimiento en la TV.

Jean, que finalmente comprueba que ella es la Laura, admirada también por su padre,  rompe el hielo en el corazón de la olvidada artista, y el de su rostro de cera, algo que la Huppert es experta en poner frente a la cámara, indiferente a lo que pasa a su alrededor. Sus personajes,  muchas veces dramáticos, tienen ese rostro de esfinge, impenetrables y misteriosos.
 Y comienza una relación amorosa con Jean (desaprobada por la madre del chico, celosa de Laura) que lleva poco a poco a que Laura inicie otra vez el camino del éxito, convencida por Jean de que su voz todavía llega a tocar mágicamente el alma de los franceses. El inicio no es muy glamoroso,  canta en los hogares de ancianos, en los cuarteles y en otros ambientes hasta presentarse en el nuevo concurso nacional para participar de nuevo en Eurovision.

El final podría haber sido un cliché, pero el director Bove Defurne (Bélgica 1971)  rompe con las normas sociales y sorprende cuando parecía que las ilusiones de los protagonistas entraban en las apartadas órbitas designadas por los prejuicios y las convenciones. Simple pero conmovedora, con una cuota de optimismo de que el amor no tiene edades. El síndrome Macron  parece estar de moda.